lunes, 31 de mayo de 2010

DIARIO DE UNA MADRE

Querido diario:
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Te tengo muy arrumbado, pues debo cuidar varios hijos, bien sabes que a veces no hay tiempo para escribir. Pero déjame contarte ahora: Sí, salió positivo. Estoy esperando un nuevo bebé, lo confirmé el mes pasado pero no pude escribir sino hasta ahora a pesar de ser un acontecimiento tan importante y estupendo de mi vida.

Lo presentía pues empezaba a sentir esos síntomas de sueño, frío, asco y un cansancio hasta para escribir aquí. Los vómitos no se han hecho esperar y tengo... ¡un sueño!

El hijo que viene no es el primero sino el séptimo y aunque me siento cansada tengo que levantar mi ánimo, olvidar mis achaques y temores y atender las necesidades de los demás hijos.

¿Sabes? El día que uno sabe con certeza que lleva dentro de sí la existencia de un nuevo ser, experimenta mil sentimientos encontrados: alegría, emoción, desconcierto, incredulidad, hasta temor... ¡tantas cosas! Y los ojos se le llenan a uno de lágrimas pensando en el hijo que en unos meses llegará a casa y transformará nuestra vida.

Ayer sentí los primeros movimientos de mi hijo y fue un momento maravilloso, casi indescriptible. Empieza uno a hablar con el pequeño y a decirle en la intimidad muchas cosas.

Me pregunto si se estará bien formado, si será hombre o mujer, si será bueno, si tendrá el pelo oscuro, si llegará a ser santo ¿Cómo será su carácter? ¿Qué será de él? ¡Cuántas interrogantes!

¡Oh Dios mío! ¡Qué dicha es tener otro hijo! Me invitas a ser de nuevo cooperadora en tu creación y no te defraudaré. ¡Qué misión tan grande la de ser madre católica, una madre que comprende que no sólo se trata de traer hijos al mundo, sino de guiarlos hacia Ti para que lleguen a poblar el cielo!

Le hablé a mi ginecólogo para sacar la cita.

- Doctor, le hablo para avisarle que estoy embarazada.
- ¿Y quiere que la felicite? – me preguntó con sarcasmo.
- Sí, doctor. Quiero que me felicite. ¿Por qué no? – respondí pronta.
Ya sé que cuando uno espera el primer hijo y se conoce la noticia, llueven las felicitaciones, los abrazos y las sonrisas. En cambio, el dar la noticia del 5°, 6°, 7°, etc. implica, casi automáticamente, la pregunta –abriendo mucho la boca- ¿Otro?. Sí, otro y quiero que me feliciten pues un hijo es una nueva bendición de Dios, un privilegio, un regalo inmerecido, una nueva dicha, nuevas sonrisas y ternuras, un nuevo amanecer, una nueva meta, un nuevo amor que engrandece nuestra vida.

El mundo de hoy no quiere comprender que las familias numerosas tienen más ventajas de lo que se imaginan. “La familia pequeña vive mejor”: slogan que falsea la verdad, puesto que habitualmente, si bien puede tener más bienes materiales, no es más feliz. Entonces ¿Por qué ese egoísmo? ¡Cuántos niños no deseados! ¡Cuántos niños rechazados! ¡Cuántos niños asesinados antes de nacer! No aman la vida porque no comprenden que Dios sonríe cada vez que nace un niño en la Tierra. ¿No crea Él cada una de nuestras almas? ¿No es Su voluntad, finalmente, la que determina que unos esposos conciban un hijo y otros no? ¿No murió en el Calvario para redimirnos a todos y cada uno de nosotros?

Querido hijito que vienes en camino: te quiero mucho y le pido a Dios que te forme bien tanto del cuerpo como del alma. Virgen María cúbrelo con tu manto, no lo dejes de tu mano y ofréceselo a tu Divino Hijo. Y como me imagino que ya tiene un ángel de la Guarda a quien se lo ha encargado Nuestro Señor: Ángel de su guarda, te pido por este nuevo hijo para que lo acompañes siempre, hasta que llegue un día a la morada de Dios, a gozar eternamente de la bienaventuranza que Él depara a quienes le han sido fieles.

Hasta otro día...

Leer también: ¿FAMILIAS NUMEROSAS HOY EN DIA?
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domingo, 30 de mayo de 2010

UN IRAQUÍ SE JUEGA LA VIDA POR CONVERTIRSE DEL ISLAM AL CATOLICISMO


Su verdadero nombre es Mohammed al-Sayyid al-Moussaoui. En Iraq, este nombre es sinónimo de influencia, riqueza y poder, porque los Moussaoui son una importante familia aristocrática chií cuya ascendencia se remonta hasta el imán Alí, primo y yerno de Mahoma. Pero eso era antes de convertirse. Ahora los miembros de su familia tienen la intención de matarlo: «Tu enfermedad es el Cristo y no hay cura posible. Nunca te curarás», le dicen sus hermanos.


29/05/10, ValeursActuelles/InfoCatólica. Joseph se convirtió en 1987. Durante el servicio militar en Basora, compartía dormitorio con un cristiano. Para él, es una situación humillante: “Para mí, los cristianos eran personas impuras y marginadas. Desde muy pequeño rezaba el Corán cada día, y en él se afirma que los cristianos son herejes que adoran a tres dioses”. Massoud, su compañero de habitación, simplemente le anima a leer de nuevo el Corán. Esta lectura cambiará su vida por completo. Esta vez no reconoce en el libro al Dios de amor en el que quiere creer. “El texto sagrado del Islam perdió credibilidad para mí, hasta el punto que dudé que fuera palabra de Alá”.

El verdadero cambio llegó cuando su compañero le ofrece una Biblia. A partir de ese momento, se quedó fascinado «por el Jesucristo del que hablan los Evangelios». Descubre una pasión que vivirá en carne propia. Durante diez largos años, Mohammed evita la muerte ocultando su conversión a sus familiares. Junto con su padre y sus hermanos, reza cinco veces al día en dirección de La Meca, pero él reza a Jesús en lugar de decir Al-Fatiha, el prólogo del Corán recitado cada día por millones de musulmanes.

Sorprendentemente, es la Iglesia la que le rechaza en primer lugar. Los cristianos iraquíes vivían con miedo.

Eran más de un millón en los años 80, ahora se calcula que son menos de la mitad. Para los cristianos iraquíes, cada musulmán que llama a la puerta es un riesgo, porque el proselitismo se castiga con la pena de muerte. “Al pedir el bautismo, arriesgas no sólo tu propia vida sino también la de los cristianos que te ayudan a recibirlo”, le explica un sacerdote. Otros son aún más francos: “No tiene sentido sacrificar un rebaño para salvar una sola oveja”. Pide el bautismo varias veces, y varias veces se lo deniegan. “Fue muy difícil ver cómo me cerraron todas las puertas. Con el tiempo, comprendo por qué lo hicieron. Sencillamente, estaban muertos de miedo”. Gracias a su insistencia, Mohammed finalmente obtener permiso para asistir a misa.

La condena a muerte

Cuando se enteró de su conversión, su familia renegó de él, más por defender la reputación de la familia que por una verdadera convicción teológica. Su padre no puede soportar la vergüenza que supone tener un hijo cristiano, menos aún porque Mohammed, que tiene nueve hermanos y hermanas, es el heredero, “el predilecto”. Su madre, sólo pronuncia una palabra: “Matadlo”. La máxima autoridad chií de Iraq, el ayatolá Mohammed Sadr, declaró la fetua que marcó su futuro: “Si se confirma que es cristiano, entonces es necesario matarlo. Alá recompensará a los que cumplan la fetua”.

A modo de advertencia, se le encierra en Hakimieh, la cárcel destinada a los presos políticos, y es golpeado y torturado para que confiese el nombre de los que le animaron a convertirse al cristianismo. Mohammed no revela nada a los torturadores. Pasó dieciséis meses en la cárcel. Al entrar pesaba 120 kilos, al salir no llegaba a los 50. Durante esos meses de soledad y escasez, sobrevive gracias a un deseo: vivir lo suficiente para bautizarse y recibir la comunión.

Un sacerdote le aconsejó que abandonara Irak, junto con sus dos hijos y su mujer, que también se había convertido y huyen a Jordania, donde les acoge una familia cristiana. Por fin recibió el bautismo con su familia y cambió de nombre, tratando de conservar su nueva vida en secreto. Por desgracia sus hermanos le encuentran y quieren llevarlo de vuelta a Iraq. Cuando se niega, su primo le dispara a quemarropa. Misteriosamente, la bala no llega a tocarle y una “voz femenina interior”, [le susurra] que huya a toda velocidad, se desmaya y se despierta en un hospital, sin saber cómo ha llegado hasta allí ni por qué no está muerto.

Refugiado con su familia en Francia

Una vez más forzado a exiliarse para proteger a su familia, consigue con muchas dificultades un visado para Francia. Dejar el Oriente Medio es dolorosísimo, pero no tiene otra opción. Joseph Fadelle se convierte en “un refugiado, un apátrida, un inmigrante sin papeles”. La familia llegó a París el 15 de agosto de 2001. Joseph, su esposa y sus dos hijos participan en cuanto llegan a Francia en una procesión dedicada a la Santísima Virgen. Algo impensable en tierra musulmana.

A día de hoy, Joseph Fadelle ya tiene la nacionalidad francesa. Ha escrito un libro Le prix a payer (El precio a pagar) para dar testimonio de su vida: “Este libro representa mi misión: dar testimonio del peligro del Islam”, una religión que quiere imponer a todo el mundo sus dogmas y costumbres.

Joseph Fadelle no se arrepiente de su conversión. Tiene la esperanza de que lo escuchen en el país que lo ha acogido. Y quizás, algún día, “vivir en un Iraq en el que los cristianos puedan ser ciudadanos con los mismos derechos que los demás”. “Quiero que la sociedad cambie, o mejor aun, que se convierta al cristianismo”, asegura.
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Fuente: Bitácora PostConciliar © Raphaëlle Desjoyaux, en Valeurs Actuelles y traducción para InfoCatólica de Alejandro Moreno

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EXPONEN EN ROMA IMÁGENES INSPIRADAS EN EL INFIERNO DE DANTE


Romereportsesp, 28 de mayo de 2010. La Divina Comedia de Dante Alighieri es uno de los libros más leídos de la historia de la literatura. En esta obra maestra, Dante pasa por el Purgatorio, el Infierno y el Paraíso en busca de su amada. Ahora, 700 años después su viaje sigue inspirando a artistas de todos los ámbitos.


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sábado, 29 de mayo de 2010

DENUNCIAN POSTURA ABORTISTA Y ANTI-FAMILIA DE MOCKUS, CANDIDATO PRESIDENCIAL EN COLOMBIA


BOGOTÁ, 29 May. 10. (ACI). En vísperas de las elecciones presidenciales en Colombia que se realizan este domingo 30 de mayo, diversos analistas advirtieron sobre la postura anti-vida y anti-familia del candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, quien en su plan de gobierno explicita su apoyo a la promoción de "los derechos sexuales y reproductivos" para las mujeres, es decir la anticoncepción y el aborto; así como su opción por la ideología de género, y la "plena igualdad de derechos y respeto de la diversidad sexual".

El plan de gobierno firmado por Mockus y su candidato a la vicepresidencia, Sergio Fajardo, señala por ejemplo que "con el fin de garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos para que las mujeres decidan sobre sus cuerpos" –falacia común de los promotores del aborto que no explican que el cuerpo del bebé es totalmente distinto al de la madre– "y cuenten con condiciones para ejercer su autonomía en el plano de la libertad, la responsabilidad, el placer y las relaciones igualitarias; se garantizará el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, el acceso universal y gratuito a la anticoncepción".

El texto también señala que en cuanto a las adolescentes en Colombia, "adelantaremos una política que reconozca la sexualidad juvenil como una dimensión legitima del desarrollo humano, apropiada, saludable y necesaria, y promoveremos su ejercicio responsable, seguro y placentero, a través de estrategias de mejoramiento en estrategias de atención, movilización social, pedagogía social, garantizaremos acceso gratuito a servicios especializados, y que estimule en ellas el desarrollo de un proyecto de vida digno y sostenible".

Los analistas también resaltan la ausencia total en el plan de gobierno de una referencia a los niños no nacidos, pese a que el texto también señala que "la mejor estrategia para lograr la equidad en Colombia es mejorar la atención, el cuidado y las condiciones de vida de los niños y niñas. Impulsaremos la educación sexual y reproductiva para promover la concepción de niñas y niños deseadas y deseados".

En cuanto a su apoyo a la agenda homosexual y así al debilitamiento de la familia constituida sobre la base del matrimonio formado por un hombre y una mujer, indican, Mockus "tampoco se queda atrás" y señala en el plan de gobierno que "para la garantía de los derechos de la población de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas (LGBT), nos comprometemos con la igualdad de derechos y respeto de la diversidad sexual como una dimensión legítima del desarrollo humano dando cumplimiento a los marcos jurídicos internacionales y nacionales a través del desarrollo de una política pública nacional de cultura ciudadana para la diversidad sexual".

En este marco Mockus ofrece la inclusión de medidas "afirmativas para garantizar la equidad y lograr la igualdad; programas contra la homofobia tanto en el ámbito educativo como en el espacio público, campañas masivas para la educación y convivencia ciudadana con la diversidad sexual; formación y regulación de la fuerza pública para prevenir actos de homofobia y crímenes de odio".

En consonancia con lo expresado en cuanto a los "derechos sexuales y reproductivos" y el respeto a la "diversidad sexual", el plan ofrece la creación del "Ministerio para las Mujeres y la Igualdad de Géneros, como instancia de primer nivel que gestione y garantice una agenda publica incluyente, sostenible social y económicamente con amplia participación de los movimientos sociales de mujeres y la sociedad en su conjunto".
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Ver comentarios:
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viernes, 28 de mayo de 2010

EL ESCÁNDALO ACTUAL EN LA IGLESIA


Las palabras que Jesús lanzara a sus discípulos aquel primer jueves santo a pocas horas de empezar la Pasión: "todos vosotros padeceréis escándalo por ocasión de Mí esta noche..." suenan con dramatismo estos días a causa de las recientes revelaciones de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes católicos en distintos países. Para quienes somos parte de la Iglesia, para quienes hemos venerado desde siempre la figura del sacerdote como otro Cristo, ¿cómo no sufrir en carne propia este escándalo? ¿Cómo no sucumbir ante un mar de confusión provocado por aquellos que debiendo ser luz son tinieblas? ¿Cómo entender que aquellos que un día se decidieran seguir a Cristo en su sacerdocio ministerial hayan sido capaces de tanta simulación, falsedad e hipocresía? Ya nos había advertido Jesús que el escándalo de los buenos es el peor, que las traiciones tipo Judas son las que más duelen, que la negación de un Pedro y la huída de los demás discípulos en desbandada provocarían gran tristeza y desilusión.

No es la primera vez que hombres de Iglesia, aquellos más cercanos a Cristo, han defraudado, decepcionado y escandalizado fuera y dentro por acciones u omisiones a todas luces reprobables. En un intento por comprender con mayor lucidez esta situación que nos provoca escándalo y de tratar de armonizar lo sucedido con la fe habría que reflexionar sobre esta realidad misteriosa que llamamos Iglesia, distinguiendo entre la Persona de la Iglesia y lo personal eclesial, algo que quizá hemos oído siempre y que ahora resulta de especial relevancia. La Persona de la Iglesia es el misterio del Cuerpo Místico de Cristo del que Él mismo es la cabeza, siendo el Espíritu Santo quien la anima. En este sentido cabe decir con toda propiedad que la Iglesia es santa, es decir, inalcanzable por el pecado.

En cuanto a lo personal de la Iglesia, está compuesta por hombres pecadores todos sin excepción, con todo lo que tiene de positivo y negativo la condición humana. Las insuficiencias de lo personal ya habían sido consideradas cuando se fundó; los discípulos no eran precisamente impecables, sino una selección de hombres comunes a quienes no les faltaban defectos. Ya lo había advertido Jesús cuando comparó a su Iglesia con una gran red que saca del fondo del mar todo tipo de peces incluidos los venenosos, o con aquel campo en el que crecen juntos el trigo y la cizaña en donde la criba final la realizará Él mismo. Y sin embargo, las puertas de la Iglesia deberían permanecer abiertas animando a todos a seguir el ideal de perfección trazado por el mismo Jesucristo, Sed perfectos como mi Padre Celestial es perfecto, sin olvidar lo imperfecto de nuestra condición.

Si estamos desilusionados por los escándalos de algunos clérigos de la Iglesia, la mayoría sacados a la luz después de 30 o 50 años de haberse cometido, sería injusto dejar de reconocer esa inmensa multitud de sacerdotes que se han cruzado en nuestras vidas y en las de nuestras familias. Hombres íntegros, generosos y ejemplares, llenos en su mayoría de virtudes con las que nos hemos visto favorecidos a lo largo de nuestro caminar. Recientemente, en la Catedral de Notre Dame en París, me llegó una propaganda que se distribuía entre los fieles, "Imagínate una vida sin la Iglesia", haciendo alusión a tantas celebraciones, bodas, bautizos, a la compañía de tantas comuniones y la alegría de tantas reconciliaciones. ¡Es mucho lo que muchos han recibido!

Nunca me he cruzado ni he conocido a ningún cura pederasta, aunque reconozco haberme topado con algunos sacerdotes cansados o mediocres. De lo que sí doy testimonio, y me siento agradecida, es de haber conocido a muchos sacerdotes santos y algunos ejemplares. También doy testimonio de cientos de sacerdotes entregados y generosos que, en medio de una vida sencilla, escondida, sin esperar recompensas, hacen de su cotidianeidad un poema de alabanza a Dios y de amor desinteresado por el prójimo. Un sacerdote fiel es un gran regalo que hay que agradecer, sin embargo no hay que olvidar que la gracia sacramental la recibimos indistintamente de cualquiera.
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Tema relacionado: LOS SACERDOTES QUE "ABUSARON" DE MÍ
Fuente: Escrito resumido de Paz Fernández, tomado de Reforma. Título de CATOLICIDAD.
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DIEZ MIL JÓVENES EN ECUADOR HACEN PROMESA DE CASTIDAD


En una fiesta juvenil en que celebraron la vida y aceptaron el desafío de defenderla desde su concepción hasta la muerte natural, las arquidiócesis ecuatorianas de Quito y Cuenca reunieron a 10 mil jóvenes que se comprometieron a permanecer castos hasta el matrimonio y, una vez contraído, ser fieles hasta la muerte.

Según señala Amparo Medina, miembro de Acción Provida (Filial de Vida Humana Internacional) , institución organizadora del acto, los miles de jóvenes congregados en el parque El Arbolito, de Quito, participaron de un show artístico y escucharon los testimonios "sobre la verdad del negocio de muerte, de la anticoncepción y del aborto, sobre la mentira del preservativo y las consecuencias de una vida en la anticoncepción".

"Los jóvenes pudieron escuchar también testimonios de mujeres que en las puertas de un abortuario con la ayuda de voluntarias de Provida, pudieron ver qué es un aborto, recibir ayuda y decirle Sí a la Vida. Los gritos de emoción de los chicos al ver a los bebitos y a sus felices madres, fue un sí a la vida", agrega.

Tras las diferentes presentaciones, los miles de jóvenes realizaron su consagración a vivir castamente hasta el matrimonio y, una vez contraído, permanecer fieles hasta la muerte.

"Volveremos a repetir estos actos, por la vida de nuestros hijos y de nuestras familias. Por un Ecuador libre del imperio de la muerte, de la anticoncepción y del aborto", concluye el relato de Amparo Medina.

Fuente: Dios, patria o muerte Foto: Misma promesa el año 2009

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POCO MENOS QUE ÁNGELES


La juventud es la edad de los sueños, de los grandes ideales, de los anhelos de gloria y de grandeza. El mundo parece ofrecer muchos medios fáciles y cómodos para alcanzar esta gloria y grandeza, aunque el precio, la mayoría de las veces, es la negación de los principios y valores de la vida cristiana.

La Santa Iglesia, como buena madre, empuja a sus hijos hacia las más altas cumbres del heroísmo, por medio de la práctica constante de las virtudes cristianas. Mientras que el mundo no puede ofrecer más que cosas materiales y honras pasajeras, la Santa Iglesia procura a sus fieles hijos una aureola y una corona eterna de santidad.

Si todos estamos llamados a ser santos, los jóvenes, por su edad lo están aún más, pues en esta etapa de la vida son los grandes ideales de la vida y los sueños nobles los que ocupan su mente. Y si se piensa bien: ¿Puede tenerse mayor ideal o soñarse algo más grande que la conquista del Reino de los Cielos?

El demonio lo sabe muy bien y por eso pone todo su empeño en ahogar las almas jóvenes en el pantano de los defectos, de los pecados y de los vicios. ¡Nunca ataca tanto el demonio, porque sabe que nunca se puede esperar tanto como del alma de un joven que busca a Dios!

Veamos los ejemplos que la Santa Iglesia nos propone como modelos. Animémonos a imitar sus ejemplos, pues únicamente de estos jóvenes que buscaron la santidad, se canta en su honor: “Fueron poco menos que ángeles”. Eso es, ni más ni menos, un joven generoso, combatiendo contra los peligros del mundo actual y viviendo la vida de la gracia en su alma, puede llegar a ser poco menos que ángel.

Al mostrarnos los ejemplos de los santos, la iglesia quiere animarnos a aceptar la invitación que Dios nos hace para combatir, para alcanzar la salvación de nuestras almas. Algunos de estos santos son:

 San Luis Gonzaga: Hijo del marqués de Gonzaga, debía heredar todos los bienes de su familia. Sin embargo, supo despreciar los títulos de la tierra para asegurarse sus propiedades en el cielo. Fue siempre un modelo del cumplimiento del deber diario. Brillan particularmente su admirable obediencia, su gran cuidado y prudencia en el trato con el mundo y su modestia. Sobre estas columnas edificó el santuario de su santidad, confiándose bajo la maternal protección de la Virgen Santísima de quien fue fiel devoto. Entró a la Compañía de Jesús a los 18 años y murió a los 23. Es el principal patrono de la juventud mexicana.

 San Estanislao de Kostka: noble de familia polaca que se distinguió por su especialísima devoción al Santísimo Sacramento y a la Virgen Santísima. Fue muy cuidadoso de su inocencia y se conservó limpio y puro de cuerpo y alma durante toda su vida. Ingresó muy joven a la Compañía de Jesús y se destacó por su serenidad y piedad. Dios vino a llevárselo pronto al cielo cuando contaba con 17 años.

 San Juan Berchmans: llamado “El santo de la obediencia”, se empeñó durante toda su vida en obedecer todo y siempre. Nunca se le veía cambiar de ánimo, era afable y cariñoso con los pequeños y los necesitados. Vivió obedeciendo en silencio, con una vida oculta y obscura a los ojos del mundo; pero rica y llena a los ojos de Dios. Fue gran devoto de la Santísima Virgen y todos los días ofrecía un sacrificio en su honor. Murió a los 22 años de edad, con los ojos fijos en una imagen de la Virgen.

 Santo Domingo Savio: el santo alumno de Don Bosco que llegó a decir: “Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”. Sabían bien que la alegría verdadera no la puede dar el mundo sino solo el alma en paz con Dios. Esa bendita alegría la comunicaba a los que lo rodeaban e irradiaba en todas sus acciones. Jugaba, reía, estudiaba, rezaba, todo lo hacía del mejor modo sabiendo lo mucho que le agradaba a Dios el sacrificio de un corazón sencillo y puro. Amaba con ternura filial a la Virgen María quien vino a llevárselo al cielo a la edad de 15 años.

Aún podría hablarse de otros muchos: San Gabriel de la Dolorosa, San Gerardo Maiela, Santa Rosa de Lima, Santa Teresita del Niño Jesús, Santa Bernardita de Lourdes, etc., pero puede decirse que todas sus vidas fueron un llamamiento de la gracia a esos corazones jóvenes a luchar valientemente contra sus rudas pasiones, a fortalecerse con la santa obediencia, a huir de las ocasiones de pecado y a guardase puros de cuerpo y alma. Tomémoslos de guías para que imitándoles y pidiéndoles su intercesión podamos llegar a ser como ellos: “Poco menos que ángeles”.


Un seminarista.

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jueves, 27 de mayo de 2010

LA ADOLESCENCIA: UNA ETAPA DECISIVA


Si bien la adolescencia es un periodo doloroso y desconcertante para los padres, no obstante es una etapa normal y necesaria para llegar a la juventud. Bosquejo de la edad adulta, la adolescencia es conocida como “la edad ingrata”, “la edad de la emancipación”, la “crisis de pubertad” o “la edad difícil”.

Nunca se insistirá suficientemente sobre la importancia que tiene para los padres dirigir a los jóvenes adolescentes a través de las transformaciones profundas que ellos sufren.

Si bien la adolescencia es un periodo doloroso y desconcertante para los padres, no obstante es una etapa normal y necesaria para llegar a la juventud. Bosquejo de la edad adulta, la adolescencia es conocida como “la edad ingrata”, “la edad de la emancipación”, la “crisis de pubertad” o “la edad difícil”.

Nunca se insistirá suficientemente sobre la importancia que tiene para los padres dirigir a los jóvenes adolescentes a través de las transformaciones profundas que ellos sufren.

¿QUÉ ES LA ADOLESCENCIA?

Es esencial darse cuenta que es un paso entre la infancia y la edad adulta, o sea de la dependencia a la autonomía. El adolescente no es más un niño, pero tampoco es un adulto; es aquel que está en la edad del cambio y esto por una transformación tanto fisiológica como psicológica.

Con frecuencia se identifica la adolescencia sólo con los cambios físicos secundarios al desarrollo fisiológico propios de su sexo. Pero hay también un cambio psicológico profundo. En el hombre hay una unidad, no es un alma dentro de un cuerpo, sino que es a la vez un ser espiritual y corporal, en quien todo se reúne. Con la aparición paulatina de la posibilidad de engendrar una nueva vida siendo aún un hijo de familia, también ocurre una etapa de aparente contradicción, en la cual, a la necesidad de cariño y de protección, sucede un deseo de desapego, de independencia, de querer dirigir su vida por sí mismo. Estos dos procesos –volverse fuente de vida y cambiar a ser dueño de sí mismo- son un movimiento de la naturaleza que reclama la liberación progresiva (y dolorosa para los padres) de un modo de vida que ya no le conviene más. Encontrar un nuevo equilibrio no es fácil y no está exento de pasar por excesos irritantes y difíciles de soportar por ambas partes.

ETAPAS DE LA ADOLESCENCIA

a) La crisis de la emancipación (10 a 12 años)*.

Al principio es una especie de resistencia disimulada, de indocilidad pasiva, no se atreve a enfrentarse directamente pero toma un aire de fastidio altivo y una actitud de descontento permanente. Es un modo de protestar contra las atenciones habituales de los padres. Después la indocilidad se vuelve más abierta, se encogen de hombros ante los consejos: abrígate, se te va a hacer tarde, báñate, etc. Adoptan un aire de superioridad o desdén para con sus maestros, para con sus padres; el temor a hacerlos sufrir frena un poco este impulso.

La pubertad (aparición de los cambios físicos relacionados con el inicio del desarrollo sexual) no ha llegado aún, pero la naturaleza prepara su aparición. En la casa el varón se aleja de sus hermanas; juega, entonces, con varones de su edad e incluso mayores.

En este periodo, la mamá, que hasta entonces era la que brindaba la mayor parte de la educación, debe tomar distancia y dejar hacer al padre, ya que el adolescente ya no quiere la autoridad femenina. Siente necesidad de una autoridad ciertamente afectuosa, pero más ruda, más viril, menos detallista y menos indulgente. Empieza a salir de la infancia.

b) La pubertad (12-13 años)*.

El varón se vuelve revoltoso y más brusco. Siente la necesidad de recibir alabanzas, de valerse por sí mismo. Es muy sensible a las recriminaciones y se rebela antes de aceptarlas. Es duro, insensible, siempre presto a satisfacerse a sí mismo sin compasión de los otros. Siente curiosidad por lecturas o imágenes indecentes. Con frecuencia pierde el gusto por el trabajo y se deja llevar por la desidia, y por sueños que corresponden frecuentemente a satisfactores de la sensualidad. Goza con todo aquello que molesta a sus hermanas, primas o amigas de éstas. Le gusta mostrar su fuerza física para atraer la atención y lograr la admiración.

En las jovencitas de esta edad, estas manifestaciones son diferentes. Se dejan llevar por sueños vagos sin objeto preciso. Pasan alternativamente de la exuberancia a la melancolía sin relación con los acontecimientos exteriores. Se atormentan inconscientemente por el deseo de amar y ser amadas. Buscan testimonios del afecto sensible de sus compañeras. Inicia la coquetería y van tomando conciencia de su belleza.

En esta etapa se debe primero esclarecer la inteligencia. Instruir y dar buen ejemplo es lo más efectivo. Ejercer la autoridad con dulzura y firmeza, pero sobre todo con habilidad. En esta edad sus juicios son inflexibles, absolutos, categóricos. Hay que ayudarlos a matizarlos, dándoles los elementos de razonamiento necesarios.

c) La adolescencia plena: “ la edad ingrata” (14-17 años)*.

Tiene cuatro características principales:
- Una gran inestabilidad.
- Deseo de independencia.
- Necesidad de admiración y de admirar.
- Anhelo de entrega.

Inestabilidad:

Atañe a muchos aspectos. Comienza, emprende sin cesar, no continúa, no termina nada. Su esfuerzo escolar es irregular. Hay una efervescencia de sentimientos pero son pasajeros, las amistades no son profundas ni durables. Pasa rápidamente de la generosidad a la mezquindad, del trabajo a la pereza, de la animación al hastío, del interés a la indiferencia. Unas veces se excusa de sus actitudes, otras tiende a justificarse. Sufre la transformación profunda que se está operando en él y que no domina. Está confuso y busca atenuar el malestar que esto le produce con múltiples diversiones que pronto le aburren.

¿Cómo ayudarlo?

Hay que orientarlo hacia un esfuerzo regular con un fin preciso. Este esfuerzo puede consistir en llevar a cabo sus estudios, una responsabilidad en la casa o en un negocio de la familia, un deporte, un apostolado, etc. Hay que desarrollar en él el sentido del deber, pero a través de sus propias iniciativas.

Independencia:

El adolescente hace con frecuencia juicios temerarios y tiene un marcado espíritu de contradicción. Es la edad de las afirmaciones categóricas. Emite juicios en forma altanera y agresiva; cualquiera que no piensa como él es un tonto.

Este periodo es peligroso, pues a fuerza de creer tener en todo la razón, puede terminar por desviar su conciencia y acallar los remordimientos.

El gran remedio está en el sacerdote y el confesionario: ayudándolo a examinar sus actitudes con lealtad y humildad. También le será de ayuda una buena amistad y la influencia de algún adulto al que le tenga confianza y lo oriente adecuadamente.

Los padres deben actuar con prudencia y habilidad. En esta etapa el arte de la educación se basa en las conversaciones. Reflexionar con él o ella. Tomarlos en serio, examinar con ellos los problemas que los perturban. Se trata de ayudar a un espíritu sin experiencia, pero con un amor propio a flor de piel. No enfrentarlo, no ofenderlo; pero tampoco abandonarlo o dejarlo hacer o decir todo lo que le plazca.

Admiración:

El adolescente busca ser admirado, pero también admira fácilmente lo que considera superior a él. Se fascina con los seres dotados de fuerza física, de cultura intelectual, de cualidades humanas o simplemente con “los triunfadores en el mundo”. Esta admiración excesiva es en el fondo una manifestación de una mezcla de sus deseos de libertad y sumisión: libertad porque él es el que elige el objeto de su admiración y sumisión porque se inclina ante la persona objeto de su fascinación.

Aquí puede empezar con algo muy peligroso: los falsos ídolos (deportistas, cantantes, artistas, tal o cual grupo musical, etc.).

Es por eso que los padres deben guiar su admiración hacia personas dignas; amigos, personas con una vida ejemplar, personajes de la historia – de la verdadera historia – y por supuesto, de los santos, de la vida de los santos. Si se le abandona a sí mismo, puede llegar a admirar y a hacer un ídolo de cualquiera. El ideal será que esta admiración la lleve hacia los verdaderos héroes, que son aquellas personas que han o están imitando a Cristo Nuestro Señor. En general, unos buenos padres están tratando de hacer esto último y el joven o la joven deberían de sentir admiración hacia sus padres; desgraciadamente, el espíritu de desprecio hacia ellos – “los viejos“– vuelve esta eventualidad como algo muy raro.

Entrega:

Si el niño tiene necesidad de ser amado, el adolescente tiene sobre todo necesidad de amar, o sea más que de recibir, dar. Es por ello que el excesivo afecto de la madre, en esta edad, le harta. En consecuencia tiende a elegir sus afectos, quiere la iniciativa, a pesar de que estos afectos sean con frecuencia rechazados por la familia. Para él lo importante es una nueva amistad. Egoísta con la familia, es capaz de darse por entero, de abrirse profundamente a sus amigos, lo que difícilmente hace con sus hermanos o padres.

Por otro lado, está deseoso de entregarse a un ideal. Puede ser fácilmente presa de falsas corrientes religiosas o de falsos grupos “humanitarios”.

Es por ello que los padres y los buenos amigos deben de conversar mucho con él para reflexionar sobre los falsos y los verdaderos ídolos o héroes y encaminarlo a ocupar su mente y su corazón en obras de valor: la acción católica, las obras de piedad, la patria, en una palabra el amor a Dios y al prójimo. Si él decide, guiado por los buenos padres, por unos padres vigilantes y prudentes, entregarse a un ideal verdadero, a un gran ideal, ha resuelto, probablemente, no el problema de la adolescencia, sino el problema de su vida.

d) El final de la adolescencia (18-20 años)*.

Poco a poco la edad ingrata va pasando, el adolescente se vuelve más estable, la afirmación de su yo es ahora más positiva que negativa y aparece una verdadera facultad de dar un amor real y leal. En una palabra el joven empieza a ser un hombre completo o una mujer cabal, pero sobre todo están ya en el camino correcto para terminar de prepararse y así poder enfrentar el mandato Divino: “Creced y multiplicaos y llenad la tierra ...” o el de: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio...”

ERRORES A EVITAR

Muchos padres, desconcertados por la complejidad y las contradicciones del adolescente, abandonan la batalla, dándose por vencidos. Unos esperan que el tiempo arregle las cosas (ya le pasará, dicen) y olvidan que estos movimientos y pasiones pueden transformarse en malos hábitos si no son dominados. Otros creen que su deber es redoblar su autoridad, sin darse cuenta de que así se arriesgan a exasperarlos o llevarlos a la rebelión o a la simulación, y si son chicos muy dóciles, pueden oprimir su personalidad hasta el punto de quitarles toda iniciativa. Dos actitudes igualmente peligrosas, una por defecto, la otra por exceso.

En resumen:

El adolescente es un pequeño hombre atormentado y confundido por las transformaciones físicas y psicológicas que él no entiende ni domina y hay que ayudarle a que comprenda poco a poco, fortalecerlo y guiarlo con prudencia y sabiduría, pero también con firmeza y rectitud.

La fuerza y la virtud de Jesucristo y de los santos es el remedio que más lo cautivará y lo ayudará en esta “crisis” de la maduración. Por lo tanto, es esencial que los padres le hayan enseñado o en su defecto, le ayuden a que conozca ahora, la vida de Nuestro Señor y la de los que se decidieron a imitarla: sus santos.
En este paso doloroso de la adolescencia, no se debe olvidar, como un bálsamo maravilloso, el amor de la Virgen María, la madre de Dios. Los adolescentes y los padres no deben omitir pedirle a Ella que los ayude a resolver con éxito este paso difícil y peligroso que determina en gran parte el futuro de su juventud y de su vida.

El nacimiento de un hombre es más emocionante que la primavera. Un hombre empieza a nacer en el momento de la concepción y termina de hacerlo al final de la adolescencia. En todos estos años, su cuerpo crece, adquiere vigor, se manifiesta su temperamento, se forma su carácter, se forja su personalidad; el corazón se abre al honor, a la generosidad y al amor. El sentimiento del deber se fortifica con el ideal de la salvación eterna; la conciencia, probada por la tentación, se fortifica; la fe se arraiga, la vida se bosqueja llena de promesas y de ambiciones.

Había un niño -pasó por la adolescencia, se desconcertó, se confundió, dudó, pero luchó y rezó; permitió que lo ayudaran sus padres y amigos, acudió a un buen sacerdote y al confesionario, se encomendó a la Virgen María y venció- ahora, hay un hombre.

R.P. Delagneau
Ediciones del Angel
Buenos Aires, Argentina, 1992.
(Adaptado y condensado para su publicación en este blog).

* Las edades pueden variar un poco de acuerdo al sexo, al país, al clima, etc.
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LO QUE CLAMAMOS LOS ADOLESCENTES


Precisamente, la palabra adolescencia significa carecer. Pues nosotros los adolescentes queremos todo aquello de lo que carecemos, de lo que adolecemos. Clamamos por un puente de amor. Desde luego que para entrar a nuestro mundo deberán hacerlo por la inteligencia y por el corazón, para poder conquistar nuestra voluntad. ¡Sólo así podrán ayudarnos!

Padres, necesitamos que nos aconsejen, que podamos ver en ustedes un ejemplo a seguir, que los imitemos en seguir un ideal grande y verdadero, luchando día a día, superando obstáculos, aceptando la voluntad de Dios. Sin mentiras, sin falsedades, sin medias tintas.

Necesitamos, que nos comprendan, que nos vigilen y nos exijan, que recen con nosotros y que nos acompañen en nuestro camino.

¿No recuerdan cómo se comportaron cuando fueron adolescentes? Probablemente también en esta época fueron inconstantes, contradictorios, egoístas, melancólicos, rebeldes, impertinentes a ratos, en fin, a veces insoportables.

¡No podemos tener equilibrio, no lo logramos, pues estamos en constantes sacudidas!.

No hay más remedio, les pedimos paciencia, comprensión y sus oraciones.

Los adolescentes necesitamos saber que nos aman con las palabras, los gestos, las sonrisas, el dolor y el sacrificio. Y necesitamos la mano firme y segura que nos guíe y nos quite tantos pájaros que tenemos en la cabeza.

La vida real a la que nos enfrentamos no es el amparo, la previsión y la seguridad en casa. La vida real es un campo de batalla, una lucha dura, una competencia feroz; por eso les pedimos, padres, que nos preparen para ello, que no nos supriman dificultades ni riesgos.

La adolescencia es una etapa muy bella, pero en la que hay que luchar, a veces tan silenciosamente, que nadie percibe su eco. Todo se transforma de arriba abajo durante esta lucha. Desaparecen cosas ciertas y emergen de las profundidades otras insospechadas. Se presenta un desequilibrio.

Somos muchacho(a)s más frágiles que un niño, tenemos muchas limitaciones y ustedes esperan de nosotros que reaccionemos como hombres, lo cual estamos muy lejos de ser.

Nos sentimos solos buscando algo que no sabemos qué es, el presente, a veces, nos resulta odioso y miramos hacia el futuro con esperanza y temor. Cualquier circunstancia o acontecimiento nos puede alegrar mucho o irritar exageradamente. Depende quien sabe de qué.

Pero a pesar de todo sentimos que no nos caemos, que estamos parados sobre bases firmes -las que ustedes nos dieron de niños- y entonces, a pesar de sentirnos confundidos, tenemos fe y esperanza y eso nos da confianza en el porvenir.

Necesitamos que nos lleven hacia Dios, sabemos que ahí está la verdad y la vida, la paz y la felicidad. Deseamos encontrar a alguien que nos ayude, que nos comprenda y que nos ame. Una persona superior, leal, con un gran corazón y una sólida formación que nos guíe.

Mamá, Papá: ¿Podrían serlo ustedes?

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miércoles, 26 de mayo de 2010

GRACIAS POR ENSEÑARME LO POBRE QUE SOMOS



Un día el padre de una familia muy rica llevó a su hijo de viaje al campo con el firme propósito de mostrarle a su hijo la pobreza en que la gente puede vivir.

Pasaron un par de días en una granja de lo que podría considerarse una familia “muy pobre”. En el viaje de regreso, el padre le preguntó:

- Hijo, ¿Qué te pareció el viaje?

-Fabuloso, papá.

-¿Te diste cuenta de cuan pobre puede ser la gente? –preguntó el papá.

-Oh, sí. -respondió el hijo.

-Bueno y ¿qué aprendiste del viaje? -preguntó el papá.

-Me di cuenta que tenemos un perro y ellos cuatro. Una alberca que llega a la mitad de nuestro jardín y ellos tienen un arroyo que no tiene límite. Iluminamos nuestro jardín con faroles importados, mas ellos tienen las estrellas por la noche. Nuestra terraza llega al patio del frente y ellos tienen todo el horizonte. Poseemos un pedazo pequeño de tierra para vivir y ellos campos que van más allá de lo que alcanza nuestra vista. Tenemos criados que nos sirven, pero ellos sirven a otros. Compramos nuestra comida y ellos cultivan la suya. Para protegernos tenemos cercas alrededor de nuestra propiedad, ellos tienen amigos que los protegen.

Con esta respuesta el padre del muchacho se quedó sin habla.

Entonces su hijo añadió:

- “Gracias, papá, por mostrarme lo pobres que somos”

Muchas veces nos olvidamos de lo que tenemos y nos concentramos en lo que no tenemos. Lo que para algunos es su objeto más menospreciado para otros puede ser su posesión más valiosa. Todo se basa en la perspectiva de cada uno. Yo añadiría, mas bien la perspectiva de Dios, la cual, los santos se han esforzado tanto en tener. ¡Cuán menospreciados, cuán pobres, cuántas renuncias, cuántos sacrificios por atesorar en el cielo en vez de atesorar, como muchos de nosotros, en la tierra!

Esto nos lleva a preguntarnos lo que pasaría si todos le diéramos gracias a Dios por lo que generosamente nos ha dado, en vez de siempre querer más.

Agradezcamos y gocemos lo que Dios nos ha dado a todos y cada uno de nosotros.

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EL CIRCO DE LA MARIPOSA


Tómate veinte minutos de tiempo y disfruta un inspirador cortometraje ganador del concurso anual de cortos. Hallarás en él un mensaje de esperanza, de motivación y de reto. Vale la pena.

Con Eduardo Verástegui y Nick Vujicic
Director: Joshua Weigel
Executive Producer: Nathan Elliott
Executive Producer: Jon and Esther Phelps
Executive Producer: Bob Yerkes
Associate Producer: Natalie Burkholder

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CONOCE AMBIENTES RESERVADOS DURANTE 470 AÑOS


25 de mayo de 2010 — www.romereports.com. La Compañía de Jesús celebra su 470 aniversario abriendo las puertas de sus casas más antiguas de Roma. Todo un evento porque algunos lugares, como la Capilla de Santa María Asunta, no se habían abierto nunca al público.


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martes, 25 de mayo de 2010

ES GRAN LOCURA VIVIR UN SOLO DÍA EN PECADO MORTAL


“Yo creo verdaderamente que, si la muerte me tomara en algún pecado (mortal) contra alguno de estos diez mandamientos, mi alma será condenada a las penas del Infierno, sin ninguna redención...”

“Acuérdese todo pecador que hay muy grande diferencia de pecar por costumbre (mejor, con obstinación) y pecar accidentalmente (ocasionalmente; mejor por fragilidad), y no por costumbre; y sepa cierto que es necesario a los hombres dejar los pecados de costumbre EN VIDA y no aguardar, por dejarlos, a la hora de la muerte...”

“Para la salvación de mi alma me es tan necesario desacostumbrarme a pecar, por cuanto los pecados de costumbre son los que llevan a los hombres al Infierno...”


- Texto de San Francisco Javier “Modo de rezar y salvar el alma” BAC 101/252,256s citado por Darío López Tejeda S.J. “Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola” pgs. 315/316 EDIBESA 1998.

Temas relacionados (haz click sobre el título):
¿SABÍAS QUE EL INFIERNO EXISTE Y ES ETERNO?
SANTA FAUSTINA DESCRIBE UNA EXPERIENCIA QUE DIOS LE PERMITIÓ EN EL INFIERNO
MEDITACIÓN DE LOS VIDENTES DE FÁTIMA
¡EVITA ESTO! NO SIGAS CORRIENDO HACIA EL PRECIPICIO
EVITA ESTE TIPO DE CANCER

EL PECADO MORTAL, SUS CONSECUENCIAS Y REMEDIOS

RESUELVE, DE UNA BUENA VEZ, TU PASADO PARA RESOLVER, TAMBIÉN, TU FUTURO

DESCRIPCIÓN DEL INFIERNO por San Antonio María Claret

CALLAR SOBRE EL INFIERNO: GRAVE PECADO DE OMISION

EL JUICIO DE ESTE MUNDO
CARTA DEL MAS ALLA

EL HOMBRE QUE NO HABÍA REZADO NUNCA

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¿NO TE PARECE EXTRAÑO?


¿No te parece extraño como un billete de $200 “parece” tan grande cuando lo llevas a la iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas?

¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando oímos de Dios, pero cuán corta cuando un equipo juega fútbol por “sólo” 90 minutos?

¿No te parece extraño qué larga parece una hora cuando estás en la iglesia, pero qué cortas son varias horas cuando estás divirtiéndote en algún lugar?

¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo que decir cuando rezas, pero no tienes ninguna dificultad en pensar cosas de qué conversar con un amigo?

¿No te parece extraño cuánto nos emocionamos cuando un juego de béisbol se extiende a extras-innings, pero nos quejamos cuando el sermón es un poquito más largo que lo usual?

¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Biblia, pero que fácil es leer cien páginas de cualquier revista popular?

¿No te parece extraño que necesitemos que un aviso se nos indique con 2 ó 3 semanas de anticipación para incluir un evento de la iglesia en nuestra agenda, pero podemos ajustar nuestra agenda para otros eventos en el último momento?

¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del Evangelio para compartirla con otros, pero qué fácil es para las mismas personas entender y repetir un chisme?

¿No te parece extraño cómo creemos rápida y fácilmente lo que dicen los periódicos, pero cuestionamos lo que dice el Evangelio o el Magisterio de la Iglesia?

¿No te parece extraño que todos quieran ir al cielo, siempre y cuando no tengan que creer o pensar o decir o hacer alguna cosa que requiera esfuerzo?

¿No te parece extraño cómo podemos enviar miles de chistes por correo electrónico y que se esparcen como reguero de pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes de Dios, la gente lo piensa dos veces antes que compartirlos con otros?

Todo esto es extraño, ¿no te parece?...

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EL VALOR DEL TIEMPO




Introducción

Es útil meditar a cerca de la importancia del tiempo. Es en el tiempo que todos los santos se han santificado y preparado para su salvación. Es en el tiempo que todos los condenados tomaron el camino de la perdición eterna. El tiempo es un gran tesoro que Dios nos da para adquirir las riquezas eternas. Al momento de la muerte, cuando el alma se separa del cuerpo, se acaba el tiempo; ahora es la eternidad. Eternidad feliz para el alma que se encontraba en estado de gracia al momento de la muerte y eternidad miserable para el alma que estaba en pecado mortal. Dios nos da el tiempo para conocerlo mejor, amarlo más y preparar con su ayuda nuestra vida eterna.

¡Cuántos cristianos se dan cuenta en el lecho de la muerte de que han pasado su vida en la tierra sin haber atesorado nada para el cielo! No han trabajado ni de acuerdo a Dios ni por Dios. Han pasado su tiempo en cosas vanas que van a dejar sobre la tierra. Para evitar este tremendo dolor en la hora de la muerte, la lectura cotidiana de la vida de los santos es de sumo provecho y será de grande consuelo en el momento supremo en que nos encontremos ante la puerta de la eternidad.

Para utilizar el tiempo según Dios consideremos dos cosas:

1) El valor del tiempo
2) El buen empleo que de él debemos hacer.

El valor del tiempo

San Bernardo decía: “No hay nada tan precioso como el tiempo y no hay nada tan menospreciado”. Cada momento utilizado de acuerdo a Dios, si estamos en estado de gracia, puede merecernos tesoros de gloria y alegrías eternas. El tiempo es precioso porque es durante esta vida que Nuestro Señor nos aplica los méritos de su muerte y pasión para rescatarnos y santificarnos. El tiempo es la moneda del cielo. Cada momento vale una eternidad. Por ejemplo, un pecador que recibe la absolución un minuto antes de entregar su alma, se salva, mientras que otro, que no alcanza el perdón se condena para siempre. Y tú y yo ¿Cuándo tendremos que entregar nuestra alma? No lo sabemos. Dios sólo conoce la hora de nuestra muerte. Lo que nosotros tenemos que hacer es estar listos y velar según manda Nuestro Señor (Mateo 24, 42-44). El que ha pasado meses y, aún peor, años viviendo en pecado, debe despertarse. Es como un hombre borracho, embriagado bajo el efecto del pecado. En cualquier momento puede ser precipitado en el abismo del infierno. Estar en pecado mortal es estar al borde del infierno eterno.

¿Para qué nos da el tiempo Dios?

Dios nos da el tiempo:

1. No para amontonar riquezas, que dejaremos en esta tierra y que pueden ser causa de faltas que provoquen nuestra perdición eterna.

2. No para gozar de las criaturas, como los paganos, poniendo en ellas toda nuestra esperanza y corazón.

3. No para divertirnos, como unos materialistas epicúreos, que piensan que su vida se acaba en esta tierra como la de cualquier animal.

4. No para estar de ociosos. Es imposible recuperar los momentos perdidos. Es imposible ser ocioso y evitar el pecado. Dios mismo nos dice: “La ociosidad es maestra de muchos vicios” (Ecl. 33,29).

5. Dios nos da el tiempo para hacer penitencia de nuestros pecados pasados y reparar el mal y los escándalos que hayamos hecho. Nuestros pecados han pasado, decimos, han pasado ciertamente para nosotros, pero no para Dios, que nos pedirá cuentas de cada uno de ellos si no hacemos penitencia.

6. Dios nos da el tiempo para pedir y recibir el perdón; para adquirir la gracia que santifica a nuestra alma haciéndola hija de Dios.

7. Dios nos da el tiempo para merecer la gloria eterna con la ayuda de su gracia, obrando el bien, evitando el mal y recibiendo los santos sacramentos con frecuencia.

San Bernardo dice: “Ninguno de vosotros estime en poco el tiempo transcurrido en conversaciones ociosas, porque vale bien la pena que tengamos cuenta de él, pues se nos da para emplearlo en el negocio de la salvación de nuestra alma. Así como la palabra, una vez lanzada al aire es irrevocable, así también el tiempo, una vez transcurrido, es ya irreductible, sin que el insensato advierta lo que ha perdido” (Sermones varios, 17,3).

El tiempo es breve y no está en nuestro poder. El pasado, como un río se fue, y ya no nos pertenece. El futuro, lo esperamos pero no existe todavía y puede faltarnos. ¡Cuántos jóvenes pensaban vivir muchos años y murieron de repente sin ninguna preparación para su eternidad!

Sólo el tiempo presente nos pertenece, pero éste consiste solamente en un instante. Dios no nos da mas que uno a la vez y pasa muy rápidamente. Tenemos que aprovechar ese instante como Dios lo quiere, viviendo según su voluntad en santidad y honrando el nombre de católico que llevamos. Los santos son los grandes maestros y sabios que utilizaron el tiempo de acuerdo con la voluntad de Dios y pudieron triunfar, ganando la eternidad: Imitémoslos leyendo su vida y sus obras.

El buen empleo del tiempo

¿Cómo se pierde el tiempo? Muchos pierden el tiempo por pereza, no haciendo caso de él, no haciendo nada y perdiéndolo irremisiblemente. Otros lo pierden por falta de orden, de regularidad en su vida y en su trabajo; van de una cosa a otra y no terminan nada. El profeta Ageo (1,6) les dice: “Habéis sembrado mucho y recogido poco”. Otros lo pierden no haciendo lo que deben de hacer, lo que es su deber y obligación. El demonio los engaña y les hace pecar por negligencia y descuido del deber de estado. Otros lo pierden en cosas vanas, inútiles o incluso peligrosas, envenenándose y haciéndose tibios. Finalmente, otros lo pierden haciendo el mal, pecando, acumulando esos pecados y preparándose para el suplicio eterno. ¡Ay de estos ciegos!

¿Cómo utilizar bien el tiempo?

San Bernardo nos da tres condiciones para utilizar bien el tiempo:

En primer lugar, obrar con orden según la importancia de las acciones que tenemos que hacer: el alma antes que el cuerpo, Dios antes que todo. Nuestro Señor nos dice: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os darán por añadidura” (Mat. 6,33). Siempre Dios sea el primer servido y no el último. ¡Cuantos inconsciente afirman no tener tiempo de servir a Dios, de cumplir sus deberes religiosos, de salvar su alma, de consagrar unos días al retiro espiritual para convertirse y hacerse católicos fervorosos para el bien de su hogar y familia.

En segundo lugar, después de los deberes de estado y religiosos, poner las obligaciones de justicia y caridad antes de lo que es fantasía y capricho. Respecto a las cosas indiferentes y libres, preguntarse: ¿Qué vale eso en comparación de la eternidad? ¿Para qué sirve? ¿En qué es nocivo para mí, para mi alma, mi familia?

En tercer lugar hacerlo todo cuidadosamente por amor a Dios, porque el que trabado cumpliendo su deber sirve a Dios y por el mismo hecho se santifica estando en gracia de Dios. Hacer también todo con fervor y entusiasmo como si tuviésemos que morir inmediatamente después y dar cuenta de nuestros actos a Dios. Hacerlo todo ad majorem Dei gloriam, para la mayor gloria de Dios, como decía San Ignacio de Loyola.

El que utiliza su tiempo para glorificar a Dios, santifica su alma, para servir al bien y utilidad del prójimo, para cumplir su deber de estado, en la hora de la muerte tendrá alegría y consuelo.

Conclusión

San Antonio María Claret escribe: “No pierda jamás un instante de tiempo porque la ociosidad abre la puerta al demonio y a todos los males” (Cartas Selectas, Madrid, 1996, BAC, p.13). Todos somos llamados a la santidad y si todavía no somos santos es porque “la distancia que nos separa de los santos es obra de nuestra pereza y comodidad” (García Vieyra, O.F.: Los dones del Espíritu Santo, Buenos Aires, 1994, p.44). Es tiempo para despertarnos. Si utilizamos bien el tiempo que Dios nos da, todos podemos ser los santos que Dios quiere, salvarnos y salvar a muchísimas almas.

Padre M. Boniface

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lunes, 24 de mayo de 2010

LA EDUCACION NATURAL Y SOBRENATURAL EN LA UNIÓN ARMONIOSA DE CUERPO Y ALMA


El sujeto de la educación es un hombre caído y redimido. Un hombre caído por el pecado original con todas sus consecuencias (ignorancia, concupiscencia, debilidad, etc.). Un hombre redimido; pues al final, la Redención hecha por Jesucristo le devuelve la gracia y la fuerza para cumplir con su deber. Hoy quisiéramos insistir sobre la unión armoniosa de la naturaleza y de la gracia en la obra de la educación.

VIDA NATURAL Y VIDA SOBRENATURAL.

Como preámbulo, recordemos algunas verdades fundamentales al respecto.

En el orden natural, el hombre es un conjunto de alma y cuerpo como lo enseña nuestro catecismo. El cuerpo es el principio material que es informado, vivificado y unificado por un principio espiritual: el alma. El alma cuenta con algunas potencias que le permiten actuar: la inteligencia para orientarse hacia lo verdadero, la voluntad para buscar el bien. Con sus facultades espirituales, el hombre puede tener cierto conocimiento natural de Dios (pues siempre hay algo del Creador en su creación) y un cierto amor. Pero todo eso queda en el plano natural.

Ahora bien, gratuitamente y sin mérito previo por parte del hombre, Dios quiso elevar a nuestros primeros padres desde su creación a la vida sobrenatural. ¿En qué consiste esta vida sobrenatural? Primero consiste en un conocimiento de Dios que sobrepasa todo lo que nuestras facultades naturales podrían permitirnos. En lugar de conocer a Dios sólo a partir de la creación, el conocimiento sobrenatural nos hará ver que en Dios hay tres personas y que mientras vivamos en estado de gracia, estas tres personas moran en nuestra alma. En lugar de amar a Dios sólo como Sumo Bien conocido por nuestra inteligencia natural, lo amaremos por la caridad, pues al final y al cabo lo veremos cara a cara por toda la eternidad (1 Cor. 13, 12).

EDUCACIÓN, HACIA LAS VIRTUDES SOBRENATURALES.

Después de este repaso respecto a la diferencia esencial que existe entre vida natural y vida sobrenatural, hagamos algunas aplicaciones de esto a la educación.

Es evidente que después de la elevación de nuestros primeros padres a la vida sobrenatural, ningún hombre puede pretender vivir al nivel simplemente natural. Si Dios nos ha llamado a una vida que sobrepasa todas las posibilidades y exigencias de la vida natural, nadie puede prescindir de ella: ni los adultos ni los niños.

Por lo tanto, es de capital importancia educar a nuestros hijos en un ambiente sobrenatural. La oración de la mañana con el ofrecimiento de todo el día a Dios no será más que un nuevo día bajo la mirada de Dios. El ofrecimiento de las incomodidades y de las dificultades de la vida, realizará aquella unión del cristiano con Jesucristo crucificado. Los actos de caridad con sus hermanos en la casa y sus compañeros de la escuela, fortalecerán su unión diaria con Dios que es caridad (1 Jn. 4, 8). La búsqueda de la voluntad de Dios en todos los acontecimientos favorables o contrarios, fáciles o difíciles, no será más que una profesión de fe continua en la divina Providencia.

Aquí vemos el papel nefasto que puede jugar en la educación sobrenatural del niño la televisión y la casi totalidad de las películas contemporáneas. Sin entrar en el detalle de los temas y malos ejemplos que ofrecen, el mayor reproche que podemos hacerles es el enseñarnos una vida atea, agnóstica o indiferente. ¿En qué programa de televisión se da la visión cristiana de la historia? ¿En qué película, Dios es omnipresente como lo es en la vida real? ¿Qué producción recuerda la necesidad de la oración diaria y de la mortificación?

Si se reduce la vida a su aspecto natural, si se esteriliza en toda la vida todo germen de vida sobrenatural, ¿quién no ve los daños para una educación verdaderamente cristiana y equilibrada de nuestros hijos?

EDUCACIÓN, HACIA LAS VIRTUDES NATURALES.

El hecho de haber insistido en el aspecto sobrenatural de la educación no nos debe hacer olvidar el aspecto natural que también es indispensable.

¿Cómo rezar cuando falta la mortificación en el beber, en el comer y en el dormir? ¿Cómo enseñar la sumisión a Dios dónde faltan las señales más elementales de respeto a las autoridades humanas? ¿Cómo rendir a Dios el culto que le debemos cuando faltan las mínimas reglas de la cortesía? ¿Cómo hacer su examen de conciencia diario si no hay ninguna lealtad con el prójimo?

Nuestra vida sobrenatural, el mismo término lo dice, se funda en una base natural. No puede haber vida sobrenatural donde falta la vida natural. Por otro lado, la doctrina católica nos enseña que la primera función de la gracia es la de curar la naturaleza. De ahí que no podemos dispensarnos de un trabajo a nivel de las virtudes naturales.

La lealtad, el sentido del honor, el gusto del trabajo bien hecho, la cortesía, la puntualidad, la veracidad y muchas otras virtudes son virtudes naturales antes de ser elevadas al plano sobrenatural por la caridad.

Si bien es cierto que organizar la vida y la educación sin referencia a Dios que nos ha llamado a contemplarlo cara a cara, es falso; sería también vano educar nuestros hijos a los actos de la vida sobrenatural (caridad, esperanza, fe, penitencia, oración…) omitiendo el trabajo a nivel natural (honestidad, rectitud, veracidad, lealtad…).

HACER ESO SIN OMITIR AQUELLO.

Del mismo modo que Nuestro Señor no vino a destruir la Ley Antigua sino a perfeccionarla (Mat. 5, 17); asimismo, la gracia no destruye la naturaleza sino que la perfecciona (I, 1, 8, ad.2). La educación es un trabajo complejo donde hay que trabajar a todos los niveles simultáneamente.

El conocimiento de los caracteres y temperamentos no sirve de nada si se omite el ejercicio de las virtudes propiamente sobrenaturales; tampoco sirven ésas si no se toma en cuenta lo que es el hombre a nivel natural.

Como dice la Sagrada Escritura: “Hay que hacer eso sin omitir aquello.” (Mat. 23, 23).

Un sacerdote católico.
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"NACÍ TRAS ESTUPRO, NO PUEDO APOYAR EL ABORTO": DIPUTADA BRASILEÑA


BRASILIA (ACI). La diputada Fátima Pelaes, en la sesión que aprobó el Estatuto del Nascituro (Nota de CATOLICIDAD: Nascituro es un término jurídico que designa al ser humano desde que es concebido hasta su nacimiento) en la Comisión de Seguridad y Familia este miércoles 19 en la Cámara de Diputados, conmovió a todos con su testimonio personal: relató que su madre fue víctima de estupro luego de lo cual quedó embarazada y decidió conservarla rechazando el aborto. "¡Nací tras un estupro, no puedo estar a favor del aborto!", exclamó.

Esta es la principal razón que han hecho que esta legisladora brinde su apoyo al Estatuto del Nascituro que blinda la vida del no nacido contra el aborto, así como diversas normas que promueven la defensa de la familia y los niños.

El Movimiento Defesa da Vida de Porto Alegre informa que en sesión que aprobó el Estatuto del Nascituro, Pelaes tomó el micrófono y contó su historia: su madre fue víctima de estupro cuando estaba en una prisión mixta. Al principio la quiso abortar, pero finalmente optó por la vida de la bebé. La diputada dio a conocer esta historia porque espera que la misma ayude a otras madres en situaciones similares. "¡Nací tras un estupro. No puedo estar a favor del aborto!"

Cuando terminó de hablar, "todos lloraban, emocionados. El diputado Arnaldo Faria tomó el micrófono y solicitó una respuesta a la altura del testimonio de Fátima Pelaes: ‘señores, luego de este testimonio, ¿cómo no vamos a estar a favor de la vida de los nascituros?’"

Pese al testimonio de Pelaes, los siguientes diputados abortistas insistieron en votar en contra de la iniciativa pro-vida: Dr. Rosinha (PT-PR), Henrique Fontana (PT-RS), Darcísio Perondi (PMDB-RS), Arlindo Chinaglia (PT-SP), Rita Camata (PSDB-ES), Jô Moraes (PCDOB-MG) y Pepe Vargas (PT-RS).

Defesa da Vida señala además que "es importante mantener la movilización junto a las demás comisiones del Congreso y cuando se dé la votación en el plenario de la Cámara del Senado".
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OBSTACULIZAN ASISTENCIA ESPIRITUAL HOSPITALES DEL D.F. DONDE SE PRACTICAN ABORTOS COMO EL CENTRO MÉDICO SIGLO XXI Y LA RAZA


MÉXICO D.F. (ACI). Las autoridades de los hospitales del Distrito Federal, especialmente en aquellos donde practican abortos, obstaculizan y hasta impiden el trabajo de sacerdotes, diáconos y voluntarios que brindan acompañamiento espiritual a los enfermos, según denunció el director de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de México.

El Padre José Pedro Velázquez Figueroa explicó que desde que se permite el aborto hasta las 12 semanas de gestación, en los hospitales donde se realiza esta práctica "no quieren ver a los sacerdotes".

El sacerdote afirmó que se han realizado varios acuerdos con las autoridades hospitalarias, pero estos se rompen y se olvidan de manera reiterada.

"Desde la más alta autoridad hasta el policía que cuida la puerta de entrada quiere impedir que los sacerdotes cumplamos con nuestra tarea de brindar apoyo espiritual a los enfermos", agregó.

En febrero del año pasado el Cardenal Norberto Rivera hizo pública su preocupación por esta situación y el Gobierno del Distrito Federal reaccionó en aquel momento. Sin embargo, indicó que este problema no ha sido superado, principalmente en nosocomios del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), como La Raza y el Centro Médico Siglo XXI.

El sacerdote expresó que esta situación viola los derechos humanos de los pacientes que están internados en estos centros hospitalarios.

Los servicios espirituales en nosocomios no sólo contemplan la celebración periódica de Misas, sino también la atención al sacramento de la Confesión, el sacramento de la Eucaristía y la asistencia de los viáticos y la Extremaunción.

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domingo, 23 de mayo de 2010

"NO SE HA CREADO LA VIDA CON LAS CÉLULAS SINTÉTICAS, SÓLO SE HA SUPLANTADO UNO DE SUS MOTORES": SEÑALA MÉDICO ITALIANO EN L´OSSERVATORE ROMANO


VATICANO, 21 May. 10 (ACI). El diario vaticano L’Osservatore Romano publica hoy un artículo en el que explica que con las llamadas "células sintéticas" que han sido creadas en un laboratorio de Estados Unidos no se ha generado vida. Ante estas investigaciones, dijo a su turno el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, hay que actuar con cautela y "esperar a tener mayor información".

En el artículo titulado "un motor óptimo pero no es vida", el médico italiano Carlo Bellieni señala que el trabajo de Craig Venter que generó un genoma "sintético" es "un trabajo de ingeniería genética de alto nivel, un paso a la sustitución de parte del ADN. Pero en realidad no se ha creado vida, sino que se ha suplantando uno de sus motores".

El galeno cita luego al genetista David Baltimore del California Institute of Technology quien escribe en el New York Times: "no han creado vida, sólo la han copiado" y añade luego el bioingeniero Jim Collins: "esto no representa la creación de vida desde cero".

Seguidamente señala que este descubrimiento es algo que debe considerarse por sus posibles aplicaciones, pero advierte que es necesario "unir al coraje la cautela: las acciones sobre el genoma pueden –se espera– curar, pero van a tocar un terreno fragilísimo en el que el ambiente y la manipulación juegan un rol que no debe minusvalorarse".

"El ADN –explicó Bellieni– no es el motor del que se sustituye el pistón, sino una parte de un ser viviente sobre el que estímulos inoportunos, incluso hechos con buena intención, pueden ‘apagar’ los genes de manera inesperada, según las reglas de la epigenética (estudio de las interacciones entre genes y ambiente que se producen en los organismos). Muchos están de hecho preocupados por los posibles desarrollos futuros de organismos genéticamente modificados".

Tras recordar que "se puede reconstruir el ADN y eso no asombra, es necesario recordar que éste no es más que uno de los ‘motores’ de la vida", el Dr. Bellieni concluye precisando que el peso del ADN "es grande y grandes son las expectativas de la ciencia genética. Sin embargo, el ADN siendo un ‘óptimo motor’, no es la vida".

Cautela

De otro lado, diversas voces se han levantado para expresar la necesidad de cautela ante estas investigaciones. En declaraciones al diario La Stampa, el Presidente de la Comisión para los Asuntos Jurídicos de la Conferencia Episcopal Italiana, Mons. Domenico Mogavero señaló que "en manos equivocadas, la novedad de hoy puede suponer mañana un devastador salto a lo desconocido". "El hombre viene de Dios pero no es Dios: es humano y tiene la posibilidad de dar la vida procreando y no construyéndola artificialmente", agregó

"Es la naturaleza humana que da su dignidad al genoma humano, no lo contrario. La pesadilla contra la que hay que luchar es la manipulación de la vida, la eugenesia", advirtió Mons. Mogavero.

Por su parte, el Arzobispo de Chieti-Vasto, Mons. Bruno Forte, comentó que "la preocupación se puede resumir en una pregunta: ¿es lo científicamente posible también justo desde un punto de vista ético?". La respuesta, dijo, está "en un parámetro que nos une a todos, no sólo a los cristianos: la dignidad de la persona humana", en declaraciones al diario Corriere della Sera.

De otro lado, el P. Federico Lombardi, Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede llamó a la cautela y afirmó que es necesario "esperar a tener más información" sobre el descubrimiento.
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sábado, 22 de mayo de 2010

LA CONVERSIÓN DE LA ACTRIZ CLAUDIA COLACIONE




«La alegría de verdad: saber que Jesús existe»



La actriz Claudia Colacione (de nombre artístico Claudia Koll) se hizo popular en Italia, hace algunos años, por su participación en películas de alto contenido erótico. Después de mucho tiempo alejada de Dios y de la Iglesia, siendo una de las actrices italianas de mayor éxito, ha descubierto junto a Cristo que su vida profesional puede tener una fecundidad nunca antes sospechada. Uno de los frutos de su conversión al catolicismo es su implicación en la nueva academia de espectáculo Star Rose Academy, con sede en Roma, que pretender formar a jóvenes artistas profesionalmente, presentando valores profundos.

(Zenit / Alfa y Omega) Claudia Koll, nacida en Roma 17 de mayo de 1965, tras estudiar actuación con Susan Strasberg y Geraldine Baron en el Drama Course, así como con Yves Le Baron en "Le Coq School", desempeñó su primer papel de cine como protagonista en 1992 en un filme erótico de Tinto Brass. Actriz de teatro, cine y televisión ha destacado al lado de Antonio Banderas en la cinta para televisión "El joven Mussolini".

Ahora bien, después de una larga trayectoria en el mundo del espectáculo se dio cuenta de que algo le faltaba y cambia su vida así como su trabajo. Inicia acciones de voluntariado y de beneficencia en varias partes de África e Italia. Su vida toma un nuevo rumbo pero no deja su carrera de actriz. Hoy explica en esta entrevista a qué significa ser actriz desde esta nueva óptica cristiana.

"Significa no tener miedo a ser uno mismo, a encontrar un modo personal de actuar, y no de acuerdo a los modelos fijos, sino hacer un viaje al interior y, cuando se es auténtico en la búsqueda de sí mismo, necesariamente se busca también a Dios", comenta.

Claudia Koll explica el giro que dio tras su conversión a la hora de escoger nuevos personajes. "Fue un periodo en el que dejé de trabajar porque no recibía guiones interesantes, con personajes positivos que pudiera interpretar. Me llegaban, en cambio, lecturas, por ejemplo, del Cantar de los cantares, un libro de la Biblia, muy bello, maravilloso. Para interpretarlo era necesario estudiar, profundizar, porque cada palabra es densa, está llena de significado pero también era necesario rezar". A partir de ahí "he tenido que aproximarme al texto no de manera superficial sino estudiándolo y también rezando. Y esta armonía de estudio y oración me puso en contacto con la profundidad del Espíritu Santo", confiesa.

Respecto a su trabajo como profesora en Roma de una Academia para jóvenes promesas basada en valores, reconoce que su objetivo es enseñar a la luz de su experiencia personal. "En el pasado hice cursos de actuación clásica italiana y americana que son de algún modo una enseñanza de acuerdo al método americano de 'vivir el personaje'". Ahora su método de enseñanza, aclara, se ve enriquecido por la visión cristiana, pues, "el Señor me liberó de tantas ataduras".

Agrega que el Espíritu Santo se ha convertido ahora en su guía incluso en la interpretación de un personaje. Con su conversión, explica, "vi que el Señor me estaba enseñando, y me decía que me acompañaba con su Espíritu, no sólo por lo que suponía la posibilidad de ser testigo del encuentro con Él, sino también en mi trabajo, porque el Espíritu Santo está siempre con nosotros, y entonces es necesario aprender a comunicarnos con Él, a dejarnos guiar por Él. Esta es la riqueza más grande que el Señor me ha dado en mi trabajo".

El testimonio de Clauida Koll contado -en primera persona- por ella misma a Il Timone:

No sabía amar:

Lo más extraordinario para mí ha sido descubrir que el Señor venía en mi ayuda, no obstante mi condición de gran pecadora. Después de cometer muchos pecados, después de haber herido el corazón de Dios, he sentido que Él, en el momento en el que más lo necesitaba, venía a socorrerme. Nada me bastaba, no estaba contenta de verdad con nada, siempre estaba buscando algo más. Nadie me había enseñado la fidelidad y ni siquiera era capaz de expresar gestos de amor, no sabía amar.

Quería emociones fuertes:

El mundo del espectáculo me ha utilizado; el mundo en general utiliza nuestra debilidad y nos golpea allí donde somos más débiles, cuando tenemos un gran deseo de amor. Debido a esta sed de amor, yo me vi envuelta en historias equivocadas. Quería probar emociones fuertes. Nadie realmente me había enseñado a vivir.
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Una abuela creyente:

Cuando era niña, viví con una de mis abuelas, que era ciega, pero veía con los ojos de la fe. Era muy devota de la Virgen de Pompeya y del Sagrado Corazón de Jesús; gracias a ella, viví en una particular presencia de fe. Después, el Señor permitió que me perdiera. Hoy comprendo que Dios permite este extravío, el mal, porque de ello puede nacer un gran bien.

Nadie podía ayudarme:

Yo encontré al Señor en un momento dramático de mi vida, en el que ningún ser humano habría podido ayudarme. Sólo el Señor, que escruta los abismos del corazón, podía hacerlo. He gritado, y Él me ha respondido entrando en mi corazón con una gran caricia de amor. Ha sanado algunas heridas y ha perdonado mis pecados. Me siento como el hijo menor de la parábola del Hijo pródigo. He descubierto un Dios que es amor y misericordia.

Conversión:

La conversión es algo profundo y continuo. Es abrir el corazón y cambiar, vivir concretamente el Evangelio. Es una obra de regeneración basada en pequeñas muertes y renacimientos cotidianos. Hoy, en mi vida, busco dar gracias a Dios con pequeños gestos de amor, ocupándome de los niños, de los pobres, superando mis egoísmos... Es verdad que hay más alegría en dar que en recibir.

María, una verdadera madre:

La Virgen ha sido muy importante en mi conversión. Ha sido de verdad una madre, y yo me he sentido su hija. En cada acontecimiento importante la he sentido cercana; y, cuando he necesitado paz, el Rosario ha sido la oración que me la ha traído.
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Conocernos:

El ser humano tiene necesidad del Trascendente, de la presencia de Jesús resucitado, que es nuestra esperanza. Tenemos un Dios que tiene también un rostro, un Dios que ha sacrificado la vida por nosotros y que nos enseña a conocernos y a vivir plenamente. Tener experiencia de Dios significa también entrar en lo profundo de nuestro corazón, conocernos, y crecer en humanidad.

A los jóvenes:

Nuestra sociedad no se sostiene en un camino espiritual, es una sociedad muy materialista. El alma busca lo alto, pero en realidad el mundo nos habla de muchas otras cosas y no va en busca de Dios. También la Iglesia tiene sus dificultades, pero no debemos olvidar que ella es el Cuerpo de Cristo y está sostenida por Él.

Alegría:

La alegría es saber que Jesús existe. La alegría nace de sentirse amado por Dios y por los hombres, e intercambiar este amor.




Relato de cómo recibió el llamado a la conversión:

(Mercaba) Claudia Koll, de 40 años y siendo una de las actrices italianas más famosas, hace aproximadamente cinco años, entró “por casualidad” en una iglesia de Roma, ciudad donde habita. Esta pequeña iglesia, Santa Anastasia, es la única que tiene exposición perpetua del Santísimo. Ella decidió quedarse. Humanamente hablando daba la impresión de haber sido sacada de otro pozo, con su aspecto archi mundano, junto a ese grupo tan sencillo. De repente, Claudia comenzó a llorar copiosamente: Jesús estaba realmente allí; ella lo comprendía desde lo profundo de su corazón, describirá luego esta revelación como “fulgurante”, Jesús le señalaba todo su pecado y al mismo tiempo le manifestaba el amor que Él le profesaba. Cuando Claudia salió de la iglesia era otra, pues evidentemente no era ya la misma que cuando entró.

A la luz de la infinita misericordia de Cristo, que se convirtió en su gran Amigo, realizó una revisión de su vida punto por punto. Canceló de inmediato sus contratos de filmación de películas que antes no la inquietaban en absoluto, pero que ahora veía eran perversas y dañaban a los hijos de Dios. ¡Basta de pornografía! ¡Basta de ser un instrumento que inyecta esas perversiones sutiles por medio de la imagen y que arrastra a millones a la hecatombe! ¡Basta de ser el juguete de Satanás! ¡Cine, televisión, shows, espectáculos de baja calaña, todo eso fue barrido de un saque! Claudia se impuso como regla filmar sólo obras que edifiquen los corazones y los acerquen a Dios. Su extremada belleza hizo que continuara filmando y su fama le sigue abriendo aún muchas puertas. Esto le permite dar testimonio. Huelga decirles que cautiva a la gente cuando habla de Jesús. Lo que le interesa ahora es comunicar la belleza interior, la belleza del alma. Acaba de lanzar su última película: La Vida de San Pedro.

¡Renunció a poseer millones, a una fortuna considerable! Su dinero, lo destina íntegramente a la familia Salesiana instalada en África, a favor de los enfermos de SIDA y de los niños abandonados a quienes apadrina. ¡Desea ahora dar la vida, con Jesús y con María! Afirma que es la Virgen María quien la condujo a Jesús en la Eucaristía.

Claudia está totalmente abocada a la Evangelización por medio del espectáculo cinematográfico y televisivo, y tiene gran llegada entre los jóvenes, con quienes se lleva muy bien. ¿Cuál es su mensaje para ellos, luego de su experiencia de haber errado lejos de Dios?

- “Ustedes no pueden vivir sin Dios! ¡No pueden vivir sin el amor de Dios! ¡Búsquenlo! ¡Ámenlo de todo corazón! ¡Les dará mucho más de lo que ustedes pueden darle!” ¡Hay que escuchar a Claudia hablando de Jesús!

-“Jesús, ¡confío en ti!” Jesús es mi hermano, a quien le grito “confío en ti!” Sean cuales fueran los momentos de dificultad o de oscuridad, debemos confiar, abandonarnos en Él. Este es el mensaje que deseo llevar a todos cuantos se sienten indignos de presentarse ante Dios por causa de sus pecados. Cada día, recojo los tesoros de su misericordia porque cada día tengo necesidad de su misericordia para avanzar”.

– “Comprendí que la caridad no es virtual. ¡No puede ser virtual! Debemos llevar la cruz junto con el prójimo y tener el valor de ensuciarnos las manos”.

“¡Oremos por todos los artistas para que se conviertan en iconos de la belleza de Dios en nuestro mundo afeado por el Mal!”.
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Fuente: Crux et Gladius
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