sábado, 29 de junio de 2013

CONSEJO DEL PADRE PÍO


Hoy también publicamos (haz click): LA CRUZ DE GUERRA

LA CRUZ DE GUERRA con Lilián de Celis (música de nuestros abuelos que sigue vigente)



CRUZ DE GUERRA

La aldea antes callada
se agita e inquieta ahora
por ella cruzan vientos
de bélica emoción;
dispuestos a la lucha
los mozos se preparan
y va a partir en breve
del pueblo un batallón

Al pie de la iglesia
Rosina solloza,
también a la guerra
se marcha su amor,
y en tanto ella llora
feliz él sonríe
y canta esta copla
con cálida voz:

"Por valiente
he de ganarme,
por valiente
he de ganarme
una cruz deslumbradora
pa verla sobre tu pecho
el día de nuestra boda,
pa verla sobre tu pecho
el día de nuestra boda".

De gala y alegría
el pueblo se ha vestido
pues ya la lucha fiera
por fin se terminó.
Y ahí por el camino
cubierto de laureles
regresa hacia la aldea
el bravo batallón

Al pie de la iglesia
la amante Rosina
con honda amargura
los ve desfilar,
entre ellos no vuelve
aquel que al marcharse
gozoso y alegre entonó
este cantar:

"Por valiente he de ganarme,
por valiente he de ganarme
una cruz deslumbradora
pa verla sobre tu pecho
el día de nuestra boda,
pa verla sobre tu pecho
el día de nuestra boda".

Allá por el camino
sin bélicos clamores
regresa triste y solo
un mozo hacia el lugar,
despojo de la guerra
perdió en ella la vista
y a tientas caminando
buscando el pueblo va

Rosina al encuentro
le sale angustiada,
en un mudo abrazo
se funden los dos
y el ciego arrancando
la cruz de su pecho
le dice a la moza
con trémula voz:

Con orgullo has de lucirla
porque está muy bien ganada.
Con orgullo has de lucirla
me ha costao no poder ver
más la gloria de tu cara;
me ha costao no poder ver
más la gloria de tu cara




viernes, 28 de junio de 2013

¿PUEDE DIOS PERDONARME SI NO HAY UN CONFESOR?

  • LA CONTRICIÓN PERFECTA BORRA TODO PECADO PERO NO PERMITE COMULGAR
  • QUIEN MUERE DESPUÉS DE UN ACTO DE CONTRICIÓN PERFECTA SE SALVA ETERNAMENTE
  • IMPLICA ARREPENTIMIENTO DE NUESTROS PECADOS POR AMOR A DIOS, PROPÓSITO DE ENMIENDA Y DE CONFESARSE A LA BREVEDAD
  • LA CONTRICIÓN IMPERFECTA O ATRICIÓN ES POR TEMOR AL INFIERNO Y NO BORRA LOS PECADOS POR SÍ MISMA, PERO CON PROPÓSITO DE ENMIENDA ES SUFICIENTE PARA CONFESARSE


El perdón de los pecados sin sacerdote


 El padre Jorge Loring S.J. impartió la siguiente conferencia donde, de manera amena, a base de ejemplos, explica clara y sencillamente la naturaleza del Acto de Contrición Perfecta, su importancia y la manera de realizarlo:


Como tema para la conferencia de hoy se me ha ocurrido hablaros de esa tragedia que ha sucedido hace poco en nuestra bahía, y a cuyos protagonistas conocéis la mayoría de vosotros. Podéis hablar con los supervivientes: un capitán de máquinas y un alférez de navío del dragaminas «Tinto». Porque, precisamente, el dragaminas «Tinto» está ahora aquí en la factoría, en dique. Yo estuve el otro día a bordo para hablar con ellos y me contaran cómo ocurrió aquella tragedia.

Ya sabéis que estaban pescando en la bahía el comandante del dragaminas con dos oficiales más y un cabo. La bahía tranquila; pero saltó uno de esos vientos inesperados, volcó el bote y los hombres fueron al agua. Intentaron poner el bote derecho. No lograron hacerlo. Se les echó la noche encima, y aquello se ponía feo.

Como pasaba el tiempo, era de noche y nadie aparecía en el horizonte, estaban preocupados. Empezaban a tener frío. Era febrero. Entonces el comandante, a quien muchos de vosotros conocéis, porque era hijo de San Fernando, se llamaba Pepín Bernal, y era amigo de muchos de los que estáis aquí, les dijo a los demás que estaban agarrados al bote, que flotaba entre dos aguas:

-Por lo que pueda ocurrir, lo mejor que podemos hacer es rezar un Acto de Contrición.

Y, efectivamente, dirigidos por el comandante, aquellos cuatro hombres, en peligro de morir ahogados, de desmayarse, de no llegar al día siguiente, con gran fervor, hicieron un Acto de Contrición perfecta. Realmente, si aquel Acto de Contrición lo hicieron de corazón, con sinceridad -dos de ellos murieron, los otros dos son los supervivientes con quienes yo he hablado-, aquellos dos que murieron se han salvado. Porque el Acto de Contrición bien hecho perdona los pecados. Todos los pecados, tanto mortales como veniales. Con tal de que haya verdadero arrepentimiento.

Después de haber hecho el Acto de Contrición, el comandante, que era un espléndido nadador, creyó que podría llegar a la costa. Dejó a sus compañeros y se fue nadando. Pero se cansó. Estaba muy agotado. Se desmayó y se ahogó. Al poco tiempo, el cabo, que estaba muerto de frío, se desmayó también y se ahogó. Quedaron los otros dos oficiales, que son quienes me han contado lo ocurrido, y fueron salvados por un pesquero que pasó después.

Pues esta desgracia, este acontecimiento trágico, que hemos vivido estos meses, me da pie para hablaros de la importancia del Acto de Contrición y de la naturaleza del Acto de Contrición. Yo quisiera explicaros qué es el Acto de Contrición y cómo se hace el Acto de Contrición. Para que si alguna vez vosotros os veis en circunstancias similares, sepáis hacer el Acto de Contrición y tengáis la tranquilidad de que haciéndolo bien os salvaréis.

Ojalá en la hora de la muerte tengáis al lado a un sacerdote que os perdone, ¡ojalá! Pero si alguna vez las circunstancias son tales que vais a morir y no tenéis un sacerdote al lado, si sabéis hacer bien un Acto de Contrición, podéis morir tranquilos. Porque ¡os salvaréis!, aunque no tengáis al lado un sacerdote.

IMPORTANCIA DE REALIZAR FRECUENTEMENTE ESTA PRÁCTICA

Pero para que, cuando llegue la ocasión, sepáis hacer el Acto de Contrición, es necesario que os entrenéis. Porque, si no estáis entrenados, es difícil. Cuando llegue el momento no lo haréis.

Cuando uno sabe hablar inglés, pero no lo habla nunca, cuando llega el momento de practicar, de hablarlo, si no tiene práctica no le salen las palabras. Y, en cambio, el que lo habla todos los días lo mismo habla español que inglés, porque le salen las palabras con mucha fluidez. Pues lo mismo el Acto de Contrición. Quien nunca lo hace, cuando llega el momento de hacerlo no está tranquilo. Está con la preocupación de si le saldrá bien. Quien normalmente hace el Acto de Contrición, cuando llega el momento, lo hace con perfecta tranquilidad y le sale perfectamente bien.

Os voy a contar un caso sobre esto, para que veáis la importancia que tiene la experiencia, la práctica.

En una ocasión estuve yo visitando la base aérea norteamericana de Torrejón, cerca de Madrid. El equipo de pilotos que estaba de guardia, preparados para una eventual alarma, estaban siempre reunidos. No se separaban nunca. Si iban a un bar, iban todos juntos. Así, en caso de alarma, la tripulación completa inmediatamente montaba en su «jeep», y rápidamente a su avión.

De cuando en cuando sonaba una alarma. A los pocos minutos de sonar la alarma, estaban todos los aviones en vuelo. Cuando iban en vuelo, la radio:
-Ha sido alarma de entrenamiento. Vuelvan a la base.

Los aviones volvían, y seguía la vida normal.
Y en otra ocasión, inesperadamente, sonaba de nuevo la alarma. Al momento, todos los aviones en vuelo. Cuando van en vuelo, de nuevo:
-Ha sido alarma de entrenamiento. Vuelvan a la base.

Pero, ¿para qué hacer eso? Para que el día en que la alarma sea de verdad, no haya nerviosismo, no haya preocupaciones. Están tan acostumbrados a hacerlo que, lo mismo que tantas veces ha habido alarma de entrenamiento y se han puesto en vuelo con toda precisión, cuando la cosa va ya en serio, lo mismo que las demás veces, se pongan en vuelo en perfecta precisión y con toda facilidad.

A fuerza de hacerlo bien para entrenarte, el día en que tienes que hacerlo de verdad te sale bien.

SIMULACRO EN UN BARCO

Me acuerdo de que cuando fui a la Argentina para la Gran Misión de Buenos Aires, iba a bordo del «Cabo San Roque». Ese espléndido barco que tantas veces habéis visto aquí en nuestro puerto, de la Compañía Ibarra. Cuando estábamos cerca de Canarias, nos anuncian por los altavoces a todos los pasajeros del barco:

-Mañana, a tal hora, se tocarán los timbres de alarma. No se asuste nadie. No es nada. Es sólo entrenamiento para un caso de emergencia. Todos los pasajeros pónganse los salvavidas y sigan las instrucciones. En cada camarote ponía:

«Los pasajeros de este camarote subirán por la escalera tal y se reunirán junto al bote número tal».

Todos los pasajeros saben, en caso de alarma, dónde tiene el salvavidas, por qué escalera tienen que ir para que no haya aglomeración, en qué sitio se tienen que reunir y cuál es su bote.

Efectivamente. Al día siguiente, a la hora convenida, suenan todos los timbres de alarma. Y todo el mundo corriendo por el barco buscando su salvavidas y a reunirse en el punto determinado para subirse al bote señalado. ¿Por qué? Para estar preparados. No pasa nada. Al cabo de un rato todo el mundo se había puesto el salvavidas. Algunas señoras, un poco nerviosas. No acababan de creerse que aquello era entrenarse. Algún chiquillo, también un poco asustado. Pero todos sabíamos que era falsa alarma. Estábamos todos con el salvavidas puesto, al pie del bote que nos habían designado. Al poco rato, los altavoces:

-Muchas gracias, señores pasajeros. Pueden ustedes volver a sus camarotes. El ensayo ha salido perfectamente. Muchas gracias. Todo el mundo vuelve a sus camarotes. No ha pasado nada. Ha sido un entrenamiento.

¿Para qué hacer un entrenamiento? Para que si algún día es verdad, como ha pasado otras veces, y hace falta que todo el mundo acuda rápidamente a los botes salvavidas, todo el mundo sepa hacerlo y lo hagan sin aglomeración, sin precipitación y con toda precisión.

ES MUY ACONSEJABLE HACERLO DIARIAMENTE 

Pues esto es lo que debemos hacer con el Acto de Contrición. Hacerlo con frecuencia. Así, el día que tengamos que hacerlo, porque la cosa va en serio, estaremos tan acostumbrados a hacerlo que nos saldrá perfectamente. Por eso yo os aconsejo que todas las noches hagáis un Acto de Contrición. Y esto por dos razones:

Una, porque puede ser que os quedéis muertos en la cama. Nadie que se acuesta sabe si amanecerá. Todos pensamos amanecer vivos, pero no todo el que se acuesta vivo, despierta. Algunos no vuelven a despertar más. Podría poneros casos. No se trata de poner muchos casos. De momento me acuerdo de dos.

Dos amigos míos. Dos chicos jóvenes, porque entonces yo era joven. Dos chicos jóvenes (en diferentes fechas) se acostaron tranquilos, como cualquiera de nosotros se puede acostar, y los dos amanecieron muertos. Amanecieron muertos, y no estaban enfermos. Ninguno de los dos sospechaba cuando se acostó que podía amanecer muerto. Eran chicos sanos. Uno, espléndido deportista, perfectamente sano; nadie podría sospechar que iba a ocurrir esto. Y el otro, un chico corriente. Cuando su madre fue a llamarle por la mañana se lo encontró muerto en la cama.

Esto nos puede pasar a nosotros. Por lo tanto, hagamos un Acto de Contrición todas las noches por si no nos despertamos. Y, además, así nos entrenamos y nos preparamos para el día en que tengamos que hacerlo de una manera definitiva. Y ésta es la segunda razón.

EN QUÉ CONSISTE EL ACTO DE CONTRICIÓN PERFECTA

Os voy a explicar ahora en qué consiste el Acto de Contrición y cómo se hace.

Lo primero que tengo que deciros del Acto de Contrición Perfecta es que lo fundamental que tenemos que hacer es arrepentirnos de nuestros pecados, porque son ofensa de Dios. No me arrepiento de mis pecados por ningún motivo humano. Sino porque cuando yo he pecado, yo he ofendido a Dios, y a mí me pesa haber ofendido a Dios. Este debe ser el motivo fundamental de mi arrepentimiento. Esto es lo básico para el Acto de Contrición. No bastan otros motivos humanos.

Ejemplos de arrepentimientos sólo por motivos humanos:

-Primero: Alguien va a una casa de prostitución, y después se arrepiente de haber ido. Pero el motivo de arrepentimiento es múltiple. Puede que se haya arrepentido de haberse ido con una prostituta porque le ha pegado una enfermedad venérea. Cuando él se ve con esa enfermedad se arrepiente del disparate y de la locura que hizo. Esa prostituta le ha pegado una enfermedad que puede ser trágica para su mujer y para sus hijos.

Ya sabéis que los hijos de los sifilíticos nacen a veces anormales y con taras tremendas. Son la desgracia de los padres viciosos que contrajeron esas enfermedades en su vida licenciosa. Y, a lo peor, este hombre, que por ir a una casa de prostitución, ha cogido una enfermedad venérea, después se tira de los pelos, arrepentido de haberse ido por ahí.

Pero no se arrepiente de haber ofendido a Dios. Se arrepiente porque ha cogido una enfermedad venérea. Eso no es contrición. Aunque esté muy arrepentido y esté decidido a no volver. Eso no es contrición. El se arrepiente por un motivo humano.

-Segundo ejemplo de otro motivo humano: Al salir de la casa de prostitución se encuentra con una persona conocida que sabe de dónde sale. Entonces se arrepiente de haberse metido ahí, porque sabe que eso se va a correr y va a perder la fama. Él, que tenía fama de hombre honrado, ahora se va a saber lo que ha hecho. Se arrepiente por la fama que va a perder. Pero no es por motivo sobrenatural. Eso no es contrición. Es motivo humano.

-Tercer ejemplo: Puede ser que se arrepienta por el dinero que le han quitado. Porque le ha costado tanto, y después comprende que ha sido un disparate haber pagado eso. Y que ese dinero, hubiera estado mejor empleado en otras cosas que en costearse un vicio y un pecado. Y se arrepiente por el dinero que ha perdido. Se arrepiente por motivo humano. Eso no es contrición.

LA CONTRICIÓN IMPERFECTA O ATRICIÓN ES POR TEMOR AL INFIERNO Y NO BORRA LOS PECADOS POR SÍ MISMA, PERO CON PROPÓSITO DE ENMIENDA ES SUFICIENTE PARA CONFESARSE

Incluso, fijaos, aunque se arrepienta porque ha merecido el infierno. Puede ser que se diga:
-¡Qué disparate! He sido un bestia, un animal. Además, si ahora me
muero, me voy al infierno. Si me llego a morir en ese momento, me condeno.

Se arrepiente de lo que ha hecho. Pero por el miedo al infierno. No es contrición perfecta. Lo fundamental de ella es que el motivo del arrepentimiento sea porque el pecado es ofensa de Dios. Este es el motivo fundamental. Yo me arrepiento porque con mi pecado ofendí a Dios, y Dios no se merece esto. Dios me ama, Dios ha sufrido por mí, Dios ha muerto por mí. Dios, que ha hecho tanto por mí, merece que yo me porte mejor con Él. Y yo me he portado mal. Y yo le he ofendido. Y yo he pecado. Me arrepiento de mi pecado porque he ofendido a un Dios tan bueno.

(NOTA: El arrepentimiento por miedo al infierno se le conoce como Atrición o contrición imperfecta, ésta NO borra los pecados por sí misma -como sí lo hace la Contrición Perfecta- pero es suficiente para confesar los pecados al sacerdote y quedar, luego de la confesión sacramental, perdonado por Dios y en estado de gracia).

Y esto (el Acto de Contrición Perfecto por amor a Dios) basta quererlo. Porque puede haber personas que duden de si hacen un Acto de Contrición porque no sienten nada:

-Padre, ¡si yo no lo siento!
-No importa. Tú puedes hacer bien un Acto de Contrición (Perfecta) aunque no lo sientas. Basta que lo quieras.

EL ACTO DE CONTRICIÓN PERFECTO ES UN ACTO DE VOLUNTAD

El Acto de Contrición no te sirve, si lo dices sólo con los labios. Si lo dices sólo por rutina. Si lo dices sin fijarte en nada. Pero, si tú te fijas en lo que dices, y tú quieres aquello que significan tus palabras, tu Acto de Contrición es bueno. Porque el Acto de Contrición (Perfecto) no es cuestión de sensibilidad. Es cuestión de voluntad. Si tú quieres aquello que dices, tu Acto de Contrición es bueno.

Ahora, si tú no quieres aquello que dices, si tú hablas como un papagayo, si tú hablas como un gramófono, como una cinta magnetofónica -la cinta no sabe lo que dice, ni lo quiere, porque es una cinta- , entonces, no. Si tú hablas sin saber lo que dices y sin querer lo que dices, no sirve. Pero si tú quieres aquello que dices, aunque no lo sientas; si quieres sentir, si quieres decirlo de verdad, si quieres decirlo de corazón, aunque creas que no se con mueve tu corazón, si lo dices con sinceridad, eso vale. Hay Acto de Contrición. Porque el Acto de Contrición (Perfecto), repito, no es cuestión de sensibilidad. Es cuestión de voluntad. Y hace bien el Acto de Contrición todo aquel que quiere que sea verdad aquello que sus palabras expresan.

Por tanto cuando tú dices:
-Señor, yo te amo sobre todas las cosas.
Y tú quieres que eso sea verdad, tú ya estás amando a Dios sobre todas las cosas.
-¡Ah, es que yo noto que mi corazón no vibra como cuando quiero a mi madre!
-Ya lo sé.
-¡Ah, es que, cuando yo quiero a mis hijos, yo siento que mi corazón vibra de amor hacia mis hijos, y yo no siento mi corazón vibrar de amor hacia Dios!
-Ya lo sé.
Pero el que vibre tu corazón por un amor humano es lógico. El que vibre tu corazón por amor a Dios es más difícil. No digo que sea imposible. Algunos santos lo han tenido. Pero eso no lo pueden tener todos los hombres. Basta que tú quieras que sea verdad aquello que tus palabras expresan.

«Señor, yo te amo sobre todas las cosas. Señor, yo quisiera que no haya nada en el mundo que lo prefiera a Ti. Tú para mí, el primero. Así lo quiero, Señor.»

Aunque tu corazón no vibre como vibra con un amor humano. No importa. Estás amando a Dios sobre todas las cosas, porque tú deseas que tus palabras expresen en verdad lo que quieres. Como digo, no es necesario sentirlo. Basta quererlo. Querer aquello que se dice. Pero las palabras deben expresar este amor a Dios sobre todas las cosas, y este arrepentimiento de haber pecado, porque el pecado es ofensa de Dios.

CÓMO SE FORMULA

Supuesto esto, la fórmula que expresa este Acto de Contrición, la fórmula corriente con la que solemos expresar nuestro Acto de Contrición es el «Señor mío Jesucristo». Ya sabéis que el «Señor mío Jesucristo», dicho de corazón, es un Acto de Contrición. Pero el «Señor mío Jesucristo» es muy largo. Sobre todo, el que nosotros hemos aprendido. El que aprenden hoy los niños en la escuela es más breve. Tampoco es perfecto. Pero, en fin, es más breve.

Os voy a dar una fórmula muy condensada de Acto de Contrición. Creo que expresa de una manera completa estas ideas fundamentales del Acto de Contrición. Puede ser así: «Dios mío, yo te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas. Señor, yo me arrepiento de todos mis pecados porque te ofenden a Ti, que eres tan bueno. Perdóname y ayúdame para que nunca más vuelva a ofenderte».

Si os parece muy largo, podíais decir. «Señor, perdóname que yo te amo sobre todas las cosas». O, si queréis, otro todavía más breve, en tres palabras: «Dios mío perdóname».

Recuerdo que daba yo mis conferencias a aviadores. Les estaba diciendo cómo a veces urge hacer un Acto de Contrición, porque el avión está en peligro y uno ve que se está jugando la vida. Entonces, les decía yo, el Acto de Contrición lo puedes decir en tres palabras: «Dios mío, perdóname.»

«Dios mío perdóname» es un Acto de Contrición perfecto. Porque en ese «mío», en ese posesivo que dice «Dios mío» están indicando amor. El posesivo «mío» es amoroso. Cuando dices «Dios mío» es porque le amas. Por eso es tan bonita esa expresión, tan española por otra parte, de «Dios mío», que la tenemos siempre en la boca: «Dios mío, esto»; «Dios mío, lo otro...» Es muy bonito, porque es una expresión de amor a Dios. Cuando dices «Dios mío, perdóname», estás pidiendo perdón a Dios porque le amas. Es acto de contrición.

Si tienes tiempo, es mejor que lo expreses con más calma:

«Señor, yo te amo sobre todas las cosas, y me pesa de haberte ofendido, porque eres muy bueno y Tú no te mereces eso de mí.»
.
SUPONE PROPÓSITO DE ENMIENDA Y DE CONFESARSE A LA BREVEDAD

Bien está que lo expreses con todas las palabras. Pero en un momento de apuro, en un momento de peligro, en que tienes que decirlo rápido, di por lo menos «Dios mío, perdóname», que dicho de corazón es perfecto Acto de Contrición. Más breve, imposible. Y si tú quieres que sea verdad lo que dices, estás perdonado de todos los pecados que puedas tener encima, y te salvas. Si después sales del peligro de muerte, tienes que confesarte de los pecados mortales. Pues el Acto de Contrición supone deseo de confesarse cuando sea posible (y de luchar por no volver a pecar, es decir: tener propósito de enmienda). Pero, de momento, estás perdonado. En caso de que pierdas la vida, ¡te salvas!.

Pues quiera Dios que sepáis hacer el Acto de Contrición. Que lo hagáis con frecuencia. Como os decía antes, ojalá lo hagáis todas las noches antes de acostaros, después de las tres Avemarías. Nadie debe acostarse jamás sin rezar las tres Avemarías, que son prenda de salvación eterna. Por lo menos, eso. Y vuestro Acto de contrición dicho de verdad, dicho de corazón (y con propósito de no volver a pecar), para poneros en gracia de Dios.

De esta manera, no sólo os ponéis en gracia todas las noches, sino que si algún día necesitáis este salvavidas del Acto de Contrición en un momento de peligro tendréis la seguridad de hacerlo todo bien.

LA CONTRICIÓN PERFECTA BORRA TODO PECADO PERO NO PERMITE COMULGAR SIN PREVIA CONFESIÓN SACRAMENTAL

Además, este Acto de Contrición tan breve, en tres palabras, te sirve también para cuando vayas a confesarte si no sabes el «Señor mío Jesucristo» (pues recuerda que debes tener la intención de hacerlo a la brevedad y que el acto de contrición no te permite ir a comulgar sin confesar antes al sacerdote todos los pecados mortales). Si sabes el Acto de contrición largo, lo puedes hacer con devoción y consciente de lo que dices; pero si crees que no te va a salir bien, o lo vas a decir rutinariamente, más vale que repitas varias veces de corazón: «¡Dios mío, perdóname!, ¡Dios mío, perdóname!, ¡Dios mío, perdóname!».

Pues, nada más. Creo que, con este Acto de Contrición en tres palabras, os ayudo a que podáis enfrentaros tranquilos con la muerte, si, en ese momento trascendental, no tenéis al lado a un sacerdote que os perdone.
-oOo-

Tema relacionado que se recomienda leer (haz click): SONETO A JESÚS CRUCIFICADO: EL MÁS PERFECTO ACTO DE CONTRICIÓN

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jueves, 27 de junio de 2013

¿CONFESARME YOOOOO?


Los protestantes cuestionan por qué debemos confesar nuestros pecados a un sacerdote, si es un hombre igual que nosotros. Valga la pena mencionar aquí que hasta el mismo Papa tiene que confesarse y recibir la absolución de parte de su confesor. La realidad es que nosotros los católicos no hacemos lo que se nos ocurre creer, como sí lo hacen los protestantes, sino que hacemos lo que Dios manda en su propia Palabra.

Si Jesús quiso que nosotros confesásemos nuestros pecados para recibir la absolución por parte de sus sacerdotes, a quiénes otorgó el poder de perdonar pecados; pues simplemente lo respetamos y lo ponemos en práctica porque es su voluntad y nosotros no somos nadie para cuestionar a Dios, como hacen quienes no aceptan el sacramento de la Penitencia (o Confesión).

Veamos a continuación el evangelio de Juan, cuando Jesús otorga a sus discípulos y a sus sucesores el poder de perdonar o retener los pecados. Lógicamente, para poder perdonar o retener pecados, quién tiene el poder de hacerlo debe conocer previamente cuál es el pecado del que los confiesa, de otro modo ese poder carecería de sentido. El único sentido correcto es que primero el sacerdote debe conocer los pecados de quien se confiesa, para luego perdonarlos o retenérselos, de acuerdo a si hay o no arrepentimiento de por medio.

Cristo dice a sus apóstoles: ‘A quienes perdonen sus pecados, serán perdonados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos’. Jn 20.23

Cuando ya Jesús había ascendido al Cielo y se había iniciado la vida de la Iglesia, encontramos que se practicaba la confesión por ser una orden de Cristo. Incluso, Pablo, hace la aclaración de que en algunos casos es necesario investigar primero para conocer los pecados de alguien, la única manera de hacerlo, lógicamente, era a través de la confesión.

Hch 19.18 Muchos de los que habían aceptado la fe venían a confesar y exponer todo lo que antes habían hecho.

Stgo 5.16 Reconozcan sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados.

1 Tim 5.24 Hay personas cuyos pecados son notorios antes de cualquier investigación; los de otros, en cambio, sólo después.

Cuando celebra el sacramento de la Penitencia, el sacerdote ejerce el ministerio del Buen Pastor que busca la oveja perdida, el del Buen Samaritano que cura las heridas, del Padre que espera al hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez que no hace acepción de personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.

Dios, que es infinitamente sabio y misericordioso, sabía que necesitaríamos de la catarsis que significa el poder dejar por completo la culpa en el Confesionario. Al decir los pecados al Sacerdote y oír las palabras del perdón, nuestra alma no sólo queda blanqueada de los pecados cometidos, sino liviana por ya no tener que cargar con el peso de la culpa.

Adicionalmente, la Iglesia ha dispuesto que el Sacramento de la Confesión sea lo menos difícil posible: absolutamente secreto y sin mayores trabas.

El demonio que nos facilita argumentos para pecar, nos pone falsas dificultades en nuestra cabeza para que no acudamos al confesionario y permanezcamos en pecado.

¿Para qué, entonces, buscar motivos para seguir en pecado y cargando con el peso de la culpa y exponiendo nuestra salvación eterna, en vez de aprovechar la misericordia de Dios y sentirnos livianos, sin carga, en paz, al confesar los pecados al Sacerdote?

Además, si estamos en gracia sin pecados mortales, si estamos confesados, podremos tener la enorme dicha de recibir a Cristo realmente presente -con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad- en la Eucaristía.

miércoles, 26 de junio de 2013

VIDEO DE LA DEMOLICIÓN DE LA IGLESIA DE SAINT JACQUES (ABBEVILLE, FRANCIA) RECUERDA EL PROCESO DE "AUTODEMOLICIÓN DE LA IGLESIA" DENUNCIADO POR LOS PAPAS

DENUNCIAS DE LOS ÚLTIMOS PONTÍFICES

Esta lamentable demolición física de Saint Jacques nos recordó -gráficamente- estos señalamientos sobre la crisis y la "autodemolición" en la Iglesia -infinitamente más grave que cualquier demolición física- provocada por la herejía modernista, crisis que lejos de menguar se acrecienta como la tempestad que Cristo detuvo milagrosamente: 
«La Iglesia se encuentra en una hora inquieta de autocrítica o, mejor dicho, de autodemolición. Es como una inversión aguda y compleja que nadie se habría esperado después del Concilio. La Iglesia está prácticamente golpeándose a sí misma» (Discurso de Pablo VI al Seminario Lombardo, Roma 7-XII-1968).

Parece que «por alguna rendija se ha introducido el humo de Satanás en el templo de Dios». Se ven en el mundo signos oscuros, pero «también en la Iglesia reina este estado de incertidumbre. Se creyó que después del Concilio vendría una jornada de sol para la historia de la Iglesia. Ha llegado, sin embargo, una jornada de nubes, de tempestad, de oscuridad» (Pablo VI, 30-IV-1972).

Juan Pablo II: «Es necesario admitir con realismo, y con profunda y atormentada sensibilidad, que los cristianos de hoy, en gran parte, se sienten extraviados, confusos, perplejos, e incluso desilusionados. Se han esparcido a manos llenas ideas contrastantes con la verdad revelada y enseñada desde siempre. Se han propalado verdaderas y propias herejías en el campo dogmático y moral, creando dudas, confusiones, rebeliones. Se ha manipulado incluso la liturgia. Inmersos en el relativismo intelectual y moral, y por tanto en el permisivismo, los cristianos se ven tentados por el ateísmo, el agnosticismo, el iluminismo vagamente moralista, por un cristianismo sociológico, sin dogmas definidos y sin moral objetiva» (Disc. a misioneros populares, 6-2-1981).

–Benedicto XVI, presidiendo el Via Crucis en el Coliseo de Roma, un mes antes de ser constituido Papa: «¡Cuántas veces se deforma y se abusa de su Palabra [de Dios]! ¡Qué poca fe hay en muchas teorías, cuántas palabras vacías! ¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él! ¡Cuánta soberbia, cuánta autosuficiencia!… Señor, frecuentemente tu Iglesia nos parece una barca a punto de hundirse, que hace aguas por todas partes. Y también en tu campo vemos más cizaña que trigo» (25-III-2005).

Interior de lo que fue ese bellísimo templo
FUENTE DE LA IMAGEN: http://www.flickr.com/photos/erke86joc/6222372339/
FUENTE DEL VIDEO: http://eponymousflower.blogspot.mx/2013/06/symbolic-demolition-of-church-in-year.html 


SEÑOR: ¡SÁLVANOS QUE PERECEMOS! ¡MANTENNOS EN LA VERDADERA FE Y EN LA VERDADERA IGLESIA A PESAR DE LA TORMENTA!

SANTA MARÍA DE GUADALUPE: ¡SALVA NUESTRA PATRIA, CONSERVA NUESTRA FE Y LÍBRANOS DE LOS FALSOS PASTORES! 

martes, 25 de junio de 2013

ANCIANOS PACÍFICOS GOLPEADOS POR HUESTES SANDINISTAS EN NICARAGUA

Mons. Silvio Báez advierte que la Iglesia defenderá a los ancianos que reclaman una pensión mínima

Huestes de sandinistas encapuchados disolvieron, el sábado pasado, con gran violencia una pacífica manifestación de ancianos que reclamaban una pensión decorosa. Los agresores eran 300 y vestían camisas del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional, por lo que se presume que son seguidores del Presidente Daniel Ortega. La Iglesia Católica en Nicaragua se pronunció este domingo contra la agresión a los ancianos que reclaman una pensión mínima, perpetrada el sábado por grupos afectos al Gobierno y advirtió que «no callará» ante la injusticia. «¡Cómo no íbamos a elevar nuestra voz ante un acto injusto en contra de esos ancianos que nos están dando un ejemplo por ellos y por el futuro nuestro!, ¡cómo íbamos a callar!», dijo el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Baez.

24/06/13 (AFP y El País). El religioso calificó de «turbas vulgares y violentas» a supuestos seguidores del presidente Daniel Ortega que el sábado dieron una paliza con bates de béisbol a los ancianos y jóvenes universitarios que les acompañaban en un campamento improvisado.

Unas dos mil personas se congregaron en la catedral de Managua, entre ellos jóvenes universitarios que fueron agredidos junto a los ancianos, y que buscaron refugio en el templo por temor a represalias.

Mons. Baez y el arzobispo de Managua, Mons. Leopoldo Brenes, llegaron al lugar donde se produjeron los incidentes y «como pastores hablamos con todos y dimos una palabra en nombre de Dios» pero los muchachos de la juventud sandinista «nos interrumpieron gritando queremos la paz».

El prelado aseguró que «no nos importa» lo que digan de los obispos por alzar la voz ante las injusticias.

En el atrio de la Catedral decenas de personas llevaron víveres, agua y medicinas para apoyar la lucha de los ancianos que reclaman por su pensión reducida.

El presidente del Instituto Nicaragüense de Seguro Social (INSS), Roberto López, declaró que esa entidad no tiene fondos para pagar una pensión reducida de 133 dólares cuyo costo anual sería de 95 millones de dólares.

Mientras, sindicatos sandinistas organizaron una marcha este lunes contra lo que consideran intenciones de "la derecha" de provocar la quiebra del Seguro Social y dañar al gobierno del presidente Daniel Ortega.


 
HABLAN LOS TESTIGOS

Unas 300 personas con camisetas con consignas impresas del Gobierno y con el rostro cubierto con pañuelos "aparecieron de pronto corriendo y dando gritos de que nos iban a matar", dijo Luciana Chamorro, una de las estudiantes universitarias que estaban en el lugar apoyando la protesta de los ancianos. "Vi cómo estaban apaleando a algunos viejitos con bates (de béisbol) y con patadas", agregó.
Luciana Chamorro. Foto: Tim Rogers

Chamorro, nieta de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), contó que la turba fue llevada en camiones de la comuna capitalina y "a mí me dijeron que me iban a violar, acto seguido nos ordenaron que nos tiráramos al piso".

Según la joven, los vándalos procedieron a quitarles los bolsos, celulares y a los hombres les quitaron la ropa y zapatos, dejándoles desnudos y les dieron unos segundos para "desaparecer" del lugar, que durante una semana estuvo ocupado por los manifestantes.

El grupo de atacantes, integrado por mujeres y hombres, destruyó el campamento improvisado con plástico negro, destruyeron a garrotazos las ventanas de los vehículos que algunos jóvenes tenían aparcados en el lugar y se los llevaron con rumbo desconocido, denunció.

Durante el incidente la Policía que estaba en el sitio no intervino, más bien "reían" e "hicieron un cordón policial y no nos dejaron pasar (para escapar) y si te acercabas (a ellos) te pateaban", contó Chamorro.

"Me agarraron, me quitaron el celular, me llevaron a una calle, me acostaron en el pavimento junto a otros 10 compañeros y nos dieron 10 segundos para que corriéramos", dijo por su parte la estudiante de medicina Linda Gutiérrez.

El opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS-centroizquierda) responsabilizó al presidente Ortega por el "cobarde" ataque contra los ancianos y jóvenes que protestaban pacíficamente en los alrededores del edificio del Seguro Social y llamó a la población "a movilizarse en repudio" al gobierno.

"El MRS denuncia y declara que Ortega y (su esposa, Rosario) Murillo son responsables directos de estos actos viles y cobardes, de la destrucción material, de las lesiones y daños morales sufridos por jóvenes y ancianos", señaló el grupo que integran disidentes del gobernante Frente Sandinista, en un comunicado.

Comentario nuestro: ¡Vaya! La izquierda sandinista muestra nuevamente su verdadera faz: no está del lado del pueblo nicaragüense. Sus hordas manifiestaron su "valentía" al golpear con bates a ancianos pacíficos que, en uso de sus derechos, exigen una pensión decorosa. Para dejar claro que no temen a nadie ni a nada (menos a esos  "peligrosísimos" ancianos "derechistas" que intentan socavar al gobierno por no querer morirse de hambre) la golpiza que les propinaron fue encubierta por las capuchas que portaban los sandinistas.  

Relato de Raina Khan al periódico HOY. Ver video:

 


lunes, 24 de junio de 2013

"OTRO GALLO NOS CANTARA" SI SE LE HICIESE CASO AL PAPA PÍO IX

DEFENDER LA FE CATÓLICA
El peligro de la herejía modernista nos recuerda la advertencia de Cristo: "Si un ciego guía a otro ciego, los dos caen en el hoyo" Mt. XV, 14.

S.S. Pío IX, dice (en presente, pues el magisterio siempre es un magisterio vivo) a los obispos católicos en la encíclica Qui Pluribus :

"Y también acudimos a vuestro celo, virtud y prudencia, Venerables Hermanos, para que, ayudados del auxilio divino, defendáis, juntamente con Nos, con valentía, la causa de la Iglesia católica, según el puesto que ocupáis y la dignidad de que estáis investidos. Sabéis que os está reservado la lucha, no ignorando con cuántas heridas se injuria la santa Esposa de Cristo Jesús (la Iglesia Católica), y con cuánta saña los enemigos la atacan. En primer lugar sabéis muy bien que os incumbe a vosotros defender y proteger la fe católica con valentía episcopal y vigilar, con sumo cuidado, porque el rebaño a vos encomendado permanezca a ella firme e inamovible, porque todo aquel que no la guardare íntegra e inviolable, perecerá, sin duda, eternamente[20]. Esforzaos, pues, en defender y conservar con diligencia pastoral esa fe, y no dejéis de instruir en ella a todos, de confirmar a los dudosos, rebatir a los que contradicen; robustecer a los enfermos en la fe, no disimulando nunca nada ni permitiendo que se viole en lo más mínimo la puridad de esa misma fe".

Cierto que hay de todo en la Viña del Señor, pero hoy... ¡cuántos pecados de omisión!... ¡cuántos acomodamientos al mundo y a lo que para éste es "políticamente correcto"!... ¡cuánta tolerancia a la herejía modernista, a los errores morales y a los abusos litúrgicos de los sacerdotes a ellos encomendados!...("Si un ciego guía a otro ciego, los dos caen en el hoyo" Mateo XV:14). ¡Cuánto silencio como el de los canes mudos* que fustiga la Palabra de Dios!

Cristo habló duramente a los guías espirituales de Israel...¿Cómo hablaría hoy a aquellos de sus obispos que todo dejan hacer, que todo dejan pasar?

Como dice el dicho:
"Otro gallo nos cantara"
(sin acento)
Oremos por nuestros obispos para que el Señor los transforme en pastores celosos de su Verdad y que sin miedo alguno estén dispuestos a dar su vida por las ovejas, como lo hizo su Maestro. Si hubiese muchos verdaderamente así, sin miedo de defender oportuna e inoportunamente la Verdad, terminaría la crisis tremenda por la que atraviesa la Iglesia y que aparta a muchas almas del camino de salvación, pues éstas lamentablemente apostatan al confundir los errores humanos de los pastores con la doctrina católica y con la institución divina fundada por Cristo (la Iglesia Católica romana), de la misma forma que un paciente reniega -neciamente- contra la ciencia médica por haberse encontrado con un mal médico.

*NOTA: Isaías 56, 10:
"Los atalayas (de Israel) son ciegos todos, no entienden nada. Todos son perros mudos que no pueden ladrar; soñolientos, dormilones que aman el sueño". Tomado de la Biblia Comentada de Mons. Straubinger.

Comentario de Mons. Straubinger:
"Atalayas llama el profeta a los caudillos y sacerdotes. ¡Ay de ellos si persiguen sus propios intereses, si viven cómodamente, si se callan ante los abusos como perros mudos, si se dejan guiar por razones políticas y personales en vez de predicar y practicar la doctrina que predican! Véase Jer. 6, 13; 12, 10; 18, 10; Fil. 2, 21; 1 Tim. 4, 1 ss.; 2 Tim. 3, 1 ss.; 2 Pedro 2, 1 ss.; 3, 3; 3 Jn 9 s.; Jud. 18, etc. Nótese el contraste con la figura del verdadero apóstol y pastor en 1 Pedro 5, 1 ss.; 1 Cor. 4, 9 ss.; 2 Cor 2, 14 ss.; 4, 2; 6, 3-10; 1 Tim. 3, 1 ss.; 2 Tim. 2, 2 ss.; 3, 10 ss.; 4, 2 ss."