martes, 30 de junio de 2015

«SE ODIA A SÍ MISMO EL HOMBRE QUE QUIERE SER MUJER Y LA MUJER QUE QUIERE SER HOMBRE»

LA REALIDAD BIOLÓGICA

«¿Qué ocurriría si yo hubiera ido a mis padres diciéndoles que en realidad era blanca y que la raza de mi cuerpo simplemente no encajaba con la de mi mente?» Es la quemante reflexión sobre el movimiento transgénero de Nuriddeen Knight, Máster en Psicología, que ha publicado en Public Discourse este artículo que reproducimos en español, y que comienza su argumentación recordando los primeros años de su infancia…

(Portaluz) Mis padres nunca me compraron Cenicienta, La Sirenita o Blancanieves. No eran las historias que se contaban en mi casa ni las películas que veíamos en la televisión. No existía entonces una princesa Tiana. Pero mis padres no sólo nos pusieron películas con princesas ‘coloreadas’: Mulan (asiática), Pocahontas (una nativa americana) y Jasmine (árabe). También nos encariñamos con los animales africanos de El Rey León. Nunca idealizamos la «blancura» en casa. Y nada de esto ocurrió de modo patente, aunque sí pudo haber sido de manera intencionada. Únicamente mirando atrás me doy cuenta del tipo de autoestima que nuestros padres nos estaban inculcando.
Sin embargo, esto no fue suficiente. En torno a los 13 años, me di cuenta de que el mundo me decía que la piel clara y el «pelo bueno» eran mejores; que estar delgada era mejor, y que la blancura era mejor. En algunos momentos, hubiera deseado ser blanca. Rogué a mi madre que me alisara mi pelo, y lo hizo; tomé, en algunos momentos, algunas medidas irracionales para perder peso, y traté de mantener mi piel más o menos clara poniéndome a resguardo del sol.
Si hubiera ido a mis padres diciéndoles que quería ser blanca, pienso que quizás se hubieran reído, hubieran llorado, me hubieran confortado, y se habrían preguntado en qué habían fallado como padres. Pero ¿qué habría pasado si les hubiera dicho no solo que yo quería ser blanca, sino que yo era blanca en realidad? ¿Qué habría ocurrido si les hubiera dicho que la raza de mi cuerpo simplemente no encajaba con la de mi mente? Pienso que los habría trastornado profundamente.

El ojo más azul

El famoso libro de Toni Morrison, The Bluest Eye (El ojo más azul), traza un paralelismo con esta idea. La protagonista, Pecola, es una joven de piel oscura que quiere desesperadamente tener los ojos azules. Al final de la historia los tiene –o al menos ella cree tenerlos–. Como lectores, no aplaudimos esto. De hecho, pensamos que Pecola ha perdido la cabeza. Sabemos que lo que ella desea no son ojos azules, sino algo más profundo: amor, aceptación, respeto, honor… los deseos humanos intangibles que todos anhelamos, y que no son concedidos por igual. Sabemos que a ella le faltan, que es víctima de un abuso permanente y que no hay una solución fácil para sus problemas.
Pero, ¿y si hubiera sido posible para mí volverme blanca, y para Pecola tener ojos azules? ¿Hubiera sido el fin de la historia, el final más feliz? ¿El cambio de nuestra apariencia física habría borrado todas nuestras preocupaciones de autoestima y valía?
Por supuesto que no. Los ojos y el color de la piel nunca fueron el problema; el racismo y el abuso sí que lo fueron. Únicamente hubiéramos colocado un apósito sobre el problema real. Los muchos hombres y mujeres que «pasaron» por blancos durante la vergonzosa época de las leyes de Jim Crow pudieron gozar privilegios sociales reservados a los blancos, pero también perdieron su herencia, sus lazos familiares y su integridad, por la mentira que se vieron obligados a vivir cada día.

Raza, sexo y género

¿Pero, qué habría pasado si, en vez de haber querido ser blanca, hubiera querido ser un hombre? ¿Qué habría ocurrido si, en lugar de haberles dicho a mis padres que yo era realmente una persona blanca, les hubiera dicho que quería desesperadamente cambiar mi cuerpo para que encajara con mi mente? Si usted piensa que, en este caso, mis padres deberían aplaudir mi valor, aceptar mi nueva identidad de género y llevarme al cirujano más próximo, por favor, pregúntese: ¿por qué?
No hay duda de que raza y sexo son asuntos muy diferentes. La raza es un constructo social inventado durante la época de la esclavitud. Antes de que los europeos esclavizaran a los africanos, las «personas negras» en África no formaban una unidad, como tampoco las «personas blancas» en Europa. Debido a la esclavitud, las etiquetas de negro y blanco se convirtieron en modos de conveniencia para continuar la opresión, pero son formas relativamente recientes de identificarse a uno mismo.
El sexo, sin embargo, no es una invención humana. Sí, los roles de género son creados culturalmente. No obstante, eso no borra el hecho de que cada ser humano (con excepción de los individuos hermafroditas, que son un mínimo porcentaje) nace con un grupo definido de atributos físicos y biológicos que lo constituyen como mujer o varón. Esa es una verdad que no puede borrarse con el tiempo.

El amor propio como virtud

Cuando queremos ser algo diferente a nuestro auténtico yo, podemos hablar de odio a sí mismo. Una persona negra que quiere ser blanca se odia a sí misma, y así también el hombre que quiere ser mujer y la mujer que quiere ser hombre. Vivimos en un clima que lleva a centrarse en uno mismo, pero ¿por qué no animamos a las personas a amar su propio cuerpo? Si les decimos a las mujeres que estén contentas con sus curvas, su edad y su piel, ¿por qué no les decimos a ellas (y a los hombres) que amen su sexo?
Solemos lamentarnos por los horrores de la mutilación genital femenina, pero luego permitimos su práctica en nuestro patio trasero. Ignoramos los lamentos de los pacientes que se despiertan de la cirugía llenos de remordimiento. Ignoramos su sufrimiento y los engañamos con la promesa de arreglos rápidos y felicidad instantánea. En The Federalist, Stella Morabito cita a un hombre que, al volver en sí tras la cirugía, se dijo: «¿Qué he hecho? ¿Qué demonios he hecho?».
De un modo algo extraño, en su entrevista en Vanity Fair, Bruce Jenner se hizo eco de este hombre, al recordar sus pensamientos tras diez horas de intervención para feminizar su rostro. «¿Qué he hecho? ¿Qué me he hecho?». Otro paciente, tras su operación, confesó en un foro online: «Estoy desolado por cómo he mutilado mi cuerpo». En Public Discourse, Walt Heyer ha escrito sobre el pesar que experimentó tras su cirugía de cambio de sexo.
Estamos jugando un juego peligroso. El hombre o el chico cuyo pene ha sido suprimido quirúrgicamente no puede dar marcha atrás y retomar su naturaleza dada por Dios. ¿Por qué no dedicamos el dinero que gastamos en cirugías y fármacos, a terapias y al aprendizaje sobre cómo amarnos a nosotros mismos? Deberíamos enseñar el mensaje de la autoaceptación en vez de gastar en estas cirugías, o creer que hemos nacido en el cuerpo equivocado.

La esclavitud de la libertad

Paradójicamente, cuanto más nuestra sociedad trata de liberarse de los estereotipos de género, más esclava se vuelve de ellos. Al decir que la gente puede nacer con un cuerpo de género equivocado, los activistas transgénero están afirmando que hay un tipo de sentimientos exclusivos de las mujeres y otro exclusivo de los hombres. Por lo tanto –creen–, aquellos que sienten cosas que no encajan con su tipo de sentimientos, tienen que cambiar externamente su género para que encaje con su mente.
¿Por qué nos estamos haciendo cómplices de estas estrechas ideas de masculinidad y feminidad? ¿Qué significa «sentir» como mujer? ¿No debemos cuestionar esa idea tanto como nos hemos cuestionado ideas sobre el «lugar de la mujer» o el «papel del hombre»? ¿Cuándo empezamos a aceptar la idea de los «pensamientos de género» o los «sentimientos de género»?
…Sin embargo, encuentro algo realmente insultante en torno a este fenómeno. Es un insulto para las personas del otro sexo pensar que «vistiendo como ellas», «hablando como ellas», o diciendo que uno siente «como ellas», se pueda «ser» ellas. Ser hombre es más que vestir un traje, y ser mujer es más que ponerse maquillaje. Si nos sentimos atrapados en nuestro cuerpo, quizás no es nuestro cuerpo lo que hemos de corregir; lo que hemos de lograr es que nuestro espíritu reconecte con él.

Ya lo habíamos publicado, pero conviene recordar este video: Mons. Samuel Jofré Giraudo, obispo de Villa María, Córdoba, Argentina, sí emplea el AHORA menos común de los sentidos: el sentido común.


domingo, 28 de junio de 2015

LAS DOS CARAS DEL MISMO DOMINÓ




Hace algunos días, un empleado de una tienda de mascotas en México -contra la política de la misma- realizó un video, que subió a la red, en el que tratando de hacerse el "gracioso" golpeaba y lastimaba a un pequeño perrito. Se convirtió en viral y con muchísimos comentarios justamente reprobatorios.

 Hasta ahí muy bien, lo extraño es que la mayoría de esas voces que claman -con razón- por defender a un animal tratado cruelmente (no fue asesinado ni se le dañó de manera permanente), callan y no protestan cuando un ser humano es asesinado -de la peor manera- en el seno de quien debería amarlo y protegerlo.

¿Por qué se emplean dos medidas tan distintas? Una, si se trata de crueldad contra animales y otra, si tiene que ver con el derecho fundamental a la vida de todo ser humano, sobre todo cuando es el ser más pequeño al que pocos dan voz para su defensa.

¿Hemos perdido el juicio y la proporción de las cosas? ¿Es mucho más importante el sufrimiento de un pobre perrito que la vida de un bebé que es un ser humano? 

El genocidio a través del aborto ha cobrado más vidas que todas las guerras juntas.

Y casi todos callan...

Son las dos caras del mismo dominó.

viernes, 26 de junio de 2015

QUEDA CLARO DE DÓNDE VIENE LA CONSIGNA: LA CORTE SUPREMA DE EUA APRUEBA EL "MATRIMONIO" HOMOSEXUAL

  • EL CARDENAL SANDOVAL LAMENTA EL SILENCIO DE MUCHOS PASTORES
  • SE TRATA DE "UN PROYECTO DE GOBIERNO MUNDIAL" QUE INTENTA DESTRUIR LA FAMILIA Y LA IGLESIA CATÓLICA, ASEGURÓ
Además, la Casa Blanca colocó íconos con esa bandera en su página oficial, así
como en sus cuentas de twitter y facebook, en las que publicó un video de
la residencia oficial iluminándose de arcoíris conforme cayó la noche.

Se confirman los peores temores de los cristianos estadounidenses fieles a la Escritura. En una decisión que quebranta la ley natural y que va en contra de todo lo que ha definido a EE.UU como una nación cristiana, el Tribunal Supremo ha sentenciado, por cinco votos a favor y cuatro en contra, que el «matrimonio» homosexual es un derecho y ha declara inconstitucionales las leyes que lo prohíben en varios Estados. Uno de los magistrados que votó en contra advierte que la sentencia es una amenaza contra la democracia.

SEGÚN OBAMA ES "UNA VICTORIA PARA ESTADOS UNIDOS"

Un Barack Obama exultante como nunca, como si los EUA hubiesen ganado la tercera guerra mundial, ha aplaudido la decisión con desmesurado entusiasmo: «Es la victoria para aliados y amigos que dedicaron años, en algunos casos décadas, trabajando y rezando para que el cambio llegue. Esta decisión es una victoria para Estados Unidos». Publicó en Twitter, inmediatamente, luego de conocer el dictamen: «Hoy es un gran día en la marcha por la igualdad. Las parejas gay y lesbiana ahora tienen derecho a casarse, como cualquier otro».

Tanto Obama como Hillary Clinton se han manifestado como tenaces propulsores del matrimonio homosexual.

En 2013 la Corte Suprema rechazó una apelación presentada por los que apoyaron la Proposición 8 en el Estado de California que establecía que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer.

La Corte también se ha negado a recibir casos similares de otros estados.

Esta decisión junto a otras anteriores similares han generado diversos conflictos relacionados a la libertad religiosa.

Muchos padres han debido enfrentarse a una serie de dificultades al intentar sacar a sus hijos de diversas clases en donde se promueve las relaciones homosexuales, mientras que diversos negocios han sido enjuiciados por manifestar sus reservas para participar de celebraciones de parejas del mismo sexo.

Varias agencias de adopción católicas se han visto forzadas a cerrar porque algunas leyes exigen entregar a los menores a parejas homosexuales en contra de sus creencias religiosas.

EN MÉXICO, EL CARDENAL SANDOVAL DENUNCIÓ QUE LA DECISIÓN DE LA SCJN FORMA PARTE DE UN PROYECTO DE UN GOBIERNO MUNDIAL ÚNICO CONTRARIO A LA FAMILIA Y LA IGLESIA

El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo Emérito de Guadalajara, denunció y criticó con energía, en un video que a continuación publicamos, la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (en México) dictaminada -a favor del "matrimonio" homosexual- unos días antes de la de EUA, la que -afirmó- destruye "el matrimonio mismo" y es contraria al matrimonio natural y a la Revelación Divina. Sostuvo que "el problema de fondo está en que hay organismos internacionales al servicio de un proyecto que se llama Nuevo Orden, un proyecto de Gobierno Mundial, donde las cosas que estorben tienen que hacerse a un lado para gobernar a toda la humanidad o por lo menos a la de occidente...para ello quieren destruir la familia, la Iglesia Católica -que son estorbos- y la soberanía de los estados nacionales. Y una de las medidas -para destruir la familia- es pervertir el concepto mismo de familia y hablar de matrimonio como la unión de dos personas para que quepa cualquier clase de unión en esa definición". Lamentó el silencio y pasividad de muchos pastores de la Iglesia que callan y no organizan a los fieles para oponerse a leyes injustas, las que se podrían revertir con la recolección de firmas. Se mostró optimista sobre el resultado del próximo Sínodo de la familia, que considera que no puede ser otro que lo que está plasmado en las páginas de la Sagrada Escritura, pues salirse de esta institución divina -el matrimonio natural- atenta contra ella y resulta una aberración que no puede caber en la mente de ninguno que se diga católico, sostuvo. Finalizó exhortando a los católicos a invocar a la Santísima Virgen María por nuestra Patria que -aseguró- está en graves problemas políticos, económicos, de violencia y morales como éste.


INTOLERANCIA DEL LOBBY HOMOSEXUAL

Organizaciones de la comunidad homosexual en Jalisco interpusieron una denuncia penal contra el cardenal Juan Saldavor Íñiguez, por “discriminación e incentivar a la violencia” luego de que declarara que el matrimonio entre personas del mismo sexo es una “aberración”.

"Estamos pidiendo que se ajuste al Estado de derecho. Con sus declaraciones está fomentando la homofobia y la transfobia", dijo Carlos Becerra, miembro de Unión Diversa, una de las 12 asociaciones que presentaron la demanda ante la Fiscalía General de Jalisco.

Fuentes ArquidiocesisGdl, Infocatólica, Aciprensa, Frontera.info, El Universal y Etcétera.
Expresa con tu firma tu oposición al "matrimonio" homosexual, haz clic aquí:  http://www.citizengo.org/es/24225-retire-accion-inconstitucionalidad-282015-matrimonio-entre-un-hombre-y-una-mujer?=fb&tcid=13741725

jueves, 25 de junio de 2015

NO AL "MATRIMONIO" HOMOSEXUAL PROMOVIDO POR LA MASONERÍA

AUSTRIA RECIENTEMENTE LO RECHAZÓ
Fuente

Reforma, 25 de junio de 2015. Unas 3 mil personas encabezadas por sacerdotes católicos y pastores evangélicos se manifestaron en contra de que Chihuahua apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La protesta tuvo lugar el martes en el recinto legislativo, tras lo cual los diputados locales optaron por posponer la discusión del tema, aunque no definieron para cuándo.

El matrimonio igualitario sería abordado ese día luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó inconstitucional que los estados consideren que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer.

Los grupos religiosos entregaron una misiva, con copia al Gobernador César Duarte y a los 33 diputados de Chihuahua, en la que sostienen que la jurisprudencia no obliga legalmente a los congresos locales a legislar en el sentido de modificar el concepto de matrimonio.

En entrevista, Miguel Ortega, vocero de la arquidiócesis de Chihuahua, dijo que la Iglesia los respeta, pero que el rango de matrimonio sólo puede otorgárseles a las uniones heterosexuales.

"Dios elevó a rango de sacramento la unión de un hombre y una mujer a través de la figura del matrimonio", aclaró.

AUSTRIA ACABA DE RECHAZAR EL "MATRIMONIO" HOMOSEXUAL

En Austria ha sido rechazada, 110 votos contra 26, la moción que solicitaba al Gobierno Federal un proyecto de ley que lo legalizase, informó el sitio Lapsis.

La Asamblea Nacional austriaca dejó solo a los Verdes; socialistas (actualmente en el gobierno), populares y demás partidos han demostrado resistencia a las presiones del lobby homosexualista, dos días antes del aquelarre del «Gay Pride». 

La noticia ha sido ocultada incluso en los medios de comunicación austriacos.

  En tanto, en Roma, el pasado 20 de junio (2015), un millón de manifestantes se pronunciaron a favor del verdadero matrimonio. 

____________________________________

miércoles, 24 de junio de 2015

¿QUÉ HACER PARA CONVERTIR A MI ESPOSO?




“Lo que más toca el corazón de Dios es nuestra perseverancia, porque es la prueba de la verdadera fe que nunca desfallece”. Por algo nos ha puesto Cristo la parábola de la viuda inoportuna que, tras su insistencia logró el favor del juez. (Lucas 8,1-8)

Muchísimas mujeres sufren porque aman a Dios y quieren vivir según sus mandamientos, pero sus maridos están lejos de eso. Esto se debe a que el corazón de la mujer es más sensible y delicado que el del hombre. Dios la ha hecho con más capacidad para acoger su amor y entregarse a Él, sin duda, el corazón femenino está más orientado a Dios. Es raro ver a una mujer sin fe y, al mismo tiempo, es algo muy triste porque es una violencia a su naturaleza femenina y materna.

Muchas mujeres de Dios viven un gran drama: “mi marido no se convierte”. Ya oí muchas veces este lamento: “Ya hice de todo; pero él no va hacia Dios, no va a la iglesia conmigo, no se confiesa...".

Sé que ocurre también al revés; hay hombres comprometidos en la Iglesia, cuyas esposas no los acompañan, pero esto sucede mucho menos.

¿Qué hacer?

1) Primero que todo, debes mantener la paciencia y la calma.

La estrategia del demonio es que te desesperes y desanimes, de forma que abandones tu cruz antes de tiempo. Debes entender que esta cruz (la falta de conversión de tu marido) es parte de tu matrimonio. Cuando Dios te confió a este hombre, con él te entrego una misión, hacer crecer en la fe a este hombre para su salvación. Dios te encomendó esta misión el día de tu matrimonio para que la construyas cada día con paciencia, oración, fe, lágrimas, sacrificios y demás. Dios espera de ti que algún día le devuelvas a este hombre siendo mejor de lo que lo has recibido. (Lee 1 Pedro 3,1-7)

2) Asume tu cruz con amor.

No vivas esta situación de mala gana, no tendrías méritos ante Dios. No la rechaces y la saques fuera del camino, esta cruz te santificará y dará un sentido profundo a tu matrimonio. Ama tu cruz para poder encontrar la salvación.

3) No pelees con tu esposo a causa de Dios.

Él tiene su tiempo de actuar porque respeta la libertad del hombre sin la cual no sería a su Imagen y semejanza. Dios sabe esperar “la hora de la gracia” para actuar, por lo que tú también tienes que esperar: “Únete al Señor y no te separes, para que al final de tus días seas enaltecido” (Eclo 2,3). No le hagas resistencia a tu marido; no lo enfrentes, espera que la gracia de Dios mueva su alma… Sé dócil con él, ámalo de todo corazón, conquístalo para ti, para que después, puedas conquistarlo para Dios.

4) Reza constantemente por él, sin desanimarte jamás.

Esta es la voluntad del Señor: “Después le enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse..” (Lc 18,1).

¿Pero, hasta cuándo tendré que rezar por la conversión de mi marido? Ya estoy cansada.

http://oracionesydevocionescatolicas.com/santa_brigida_doce.htm
Recomendamos sólo esa página, pues no 
hemos analizado todo ese blog.
La respuesta es, siempre. Hasta que la muerte los separe, cumpliendo cada día, hasta el último de tu vida, la promesa que hiciste en el altar de amarlo en la tristeza y la alegría, en la salud y la enfermedad, amándolo y respetándolo todos los días de su vida.

Lo que más toca el corazón de Dios es nuestra perseverancia, porque es la prueba de fe verdadera que nunca desfallece; por eso Jesús dijo: “Pero el que se mantenga firme hasta el fin se salvará” (Mt 24,13). Observe que Jesús dice “hasta el fin”, la perseverancia es para siempre. Para Dios, luchar es más importante que vencer.

Te cuento la historia de una mujer como tú.

Elizabeth Leseur fue una gran cristiana que vivió por la época del 1900. Era una francesa culta y fervorosa, amiga de las artes, las letras, la filosofía, etc., casada con un hombre culto y destacado en la sociedad francesa; pero ateo, que no acompañaba la fe de Elizabeth. Era el famoso Sr. Marie–Albert Leseur.

Elizabeth rezó y se inmoló toda su vida por la conversión de su esposo, lo acompañaba a los más altos eventos sociales donde Dios estaba ausente, y su alma lloraba en silencio y oblación a Dios; hasta que un día ella falleció sin ver la conversión de su marido.

Pero Elizabeth había escrito un diario espiritual, y un bello día su esposo lo encontró tras su muerte, y lo leyó con interés. Fue suficiente para que se convirtiera profundamente.

Al leer aquella páginas llenas de fe y de sufrimiento ofrecido a Dios diariamente, aquel hombre fue tocado profundamente y entendió que había vivido al lado de un ángel sin notar nunca su presencia. Ahora derramaba lágrimas de tristeza por no haber vivido aquella fe maravillosa al lado de su esposa fallecida.

Su conversión fue tan profunda que dejó el mundo, abandonó las esferas sociales donde era exaltado y se hizo fraile dominico; fray Marie-Albert Leseur.

Desde el cielo Elizabeth convirtió a su Albert. Después él publicó: La Vida de Elizabeth Leseur” (Irmãos Pongetti editores, Río de Janeiro, 7ª edición, 1931). Toda mujer que sufre este dolor debería leer esta obra.

Tú, que aún no has visto a tu marido convertirse, Elizabeth lo convirtió para Dios después de la muerte. Ella lo ayudó a conocer a Dios. Al final, esto es lo que importa

Por lo tanto, no se desanime jamás, no se canse ni desista de esta misión que Dios le dio de salvar a este hombre. Tal vez sea usted la única criatura en este mundo que pueda ayudar a Dios a llevarlo hasta Él. Y esta será su mayor obra en este mundo.

Título original: ¿Cómo ayudar a la conversión de mi esposo? Fuente: Felipe Aquino | Aleteia | con aportes y modificaciones hechos por PildorasdeFe.net.

lunes, 22 de junio de 2015

LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES ANTE DIOS

“Mientras no consigue extinguir la familia, la Revolución procura reducirla, mutilarla y vilipendiarla de todos los modos”.



Los padres que se ocupen en educar bien a sus hijos no serán confundidos, en el juicio particular y en el juicio universal. Triste, no obstante, será el juicio de padres apenas empeñados en gozar la vida y despreocupados de la educación de su prole.
* * *

Teniendo en vista la intensa y creciente oposición a las enseñanzas de la Santa Iglesia observada en nuestros días, es nuestro deber propagar la moral católica tradicional.

Los padres deberán prestar cuentas a Dios por cada hijo que se pierda por su negligencia — Amonestación materna, Ferdinand Georg Waldmüller, 1850

En ese sentido, es notorio el conflicto entre dos categorías de personas: los que desean formar acertadamente a sus familias de acuerdo con esas enseñanzas tradicionales; y aquellos que, debido a las influencias del neopaganismo actual —como las provenientes de la televisión, que invade incontables hogares con telenovelas y otros programas de tenor anticatólico—, tratan de adaptarse a las máximas de la mentalidad moderna.

Un hijo puede llegar a desviarse de los buenos
 principios recibidos, pero esa semilla latente
le puede permitir abrirse de nuevo a la gracia
y retornar como el hijo pródigo
Acción Familia procura ofrecer a todos los que desean mantener la fidelidad integral a la moral católica, subsidios para resistir valientemente a la avalancha que busca desagregar y hasta extinguir la familia, célula mater de la sociedad.

En su obra Revolución y Contra-Revolución, el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira denuncia claramente tal objetivo de la Revolución, multisecular proceso que viene destruyendo la civilización cristiana. Así, en el capítulo 7 (Primera Parte, n. 3, f) declara: “Entre los grupos intermedios que serán abolidos, ocupa el primer lugar la familia. Mientras no consigue extinguirla, la Revolución procura reducirla, mutilarla y vilipendiarla de todos los modos”.

Como poderoso auxilio para los padres de familia, transcribimos algunos principios que el gran Doctor de la Iglesia, San Alfonso María de Ligorio, fundador de los Redentoristas, proclamó en sus sermones*:

Cuando Dios bendice a los padres dándoles hijos, lo que Él tiene en vista no es la ventaja de la casa; sino que los hijos sean educados en el santo temor y formados para la salvación eterna. De ahí estas palabras de San Juan Crisóstomo: “Miremos a los hijos como precioso depósito, velemos por ellos con toda la solicitud posible”. Si los hijos fuesen un don ofrecido apenas a los padres, estos podrían disponer de ellos como quisiesen; pero como son un simple depósito, los padres deberán prestar cuentas a Dios por cada hijo que se pierda por su negligencia.

Consecuencias de una buena o mala formación

Quien quiera saber si la conducta de un padre de familia es buena o mala, examine la conducta del hijo.

A fin de que comprendamos que viviendo según la voluntad de Dios los padres atraen las bendiciones celestiales sobre ellos y sobre toda la casa, la Sagrada Escritura dice: “Así serán felices, tú y tus hijos después de ti, porque habrás realizado lo que es bueno y recto a los ojos del Señor, tu Dios” (Deut. 12, 25). Quien quiera saber si la conducta de un padre de familia es buena o mala, examine la conducta del hijo. “El árbol se conoce por su fruto” (Mt. 12, 33), dice Nuestro Señor. Cuando un padre de familia muere, pero deja un hijo, es como si él no hubiese muerto, pues ese hijo lo perpetúa, lo continuará. “Muere el padre, y es como si no muriera, porque deja detrás de sí a uno igual a él” (Eclo. 30, 4). Por los hijos que blasfeman, que dicen palabras impuras o roban, se puede advertir los vicios del padre. Pues, dice el Eclesiástico, “Un hombre se conoce por los hijos que deja” (Eclo. 11, 30).

Responsabilidad de los padres

La educación consiste no sólo en decir qué deben
hacer, sino en sembrar convicciones.

¿Las estás realmente sembrando?
Tranquila y feliz será la muerte de los padres y madres de familia que forman a sus hijos en la vida cristiana. “Mientras viva, se alegrará de verlo, y a su muerte, no sentirá ningún pesar” (Eclo. 30, 5). Y dice San Pablo: “se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad” (1 Tim. 2, 15). Gracias a la buena educación que les habrán dado. Al contrario, muy triste y hasta desesperada, será la muerte de aquellos padres que únicamente se preocupan en aumentar la fortuna y el brillo de su casa, para gozar la vida, sin preocuparse en lo más mínimo en educar a sus hijos. “Si alguien —dice aún San Pablo— no tiene cuidado de los suyos, principalmente de sus familiares, ha renegado de la fe y es peor que un infiel” (1 Tim. 5, 8).

¡Si al menos ciertos padres cuidasen de sus hijos tanto cuanto de sus animales (N. de la R.: hoy: de sus autos, negocios, fincas y propiedades)! ¡Cuánta solicitud para que nada les falte! ¡Qué atención para que la comida les sea dada a su tiempo! Y, con la atención enteramente puesta en ello, no se preocupan si sus hijos conocen o no el catecismo, si asisten a misa y se confiesan. “¡Sí —lamenta San Juan Crisóstomo—, caballos y bueyes les toman más el corazón que los propios hijos!”

Consecuencias de la negligencia de los padres

Para los hijos, cuando aún son niños, es fácil adquirir buenos hábitos, es difícil al hombre maduro corregirse de los malos hábitos contraídos en la mocedad. Es una gran desgracia para los hijos tener malos padres, no sólo incapaces de educarlos, sino, peor aún, indiferentes a sus conductas: que ven a sus hijos en malas compañías, discutiendo, divirtiéndose con amistades sórdidas, y, en vez de reprenderlos y castigarlos, los excusan diciendo: “No se puede hacer nada, son cosas de la juventud”. ¡Bella máxima… bella educación…!

Así como para los hijos, cuando aún son niños, es fácil adquirir buenos hábitos, es difícil al hombre maduro corregirse de los malos hábitos contraídos en la mocedad.

Pasaremos al segundo punto, y yo os suplico, padres y madres de familia, que retengáis bien esto que os diré sobre la manera de educar bien a vuestros hijos.

La disciplina comprende la enseñanza de la religión y de la moral

¿En qué consiste precisamente la buena educación de los hijos? San Pablo lo dice claramente en dos palabras: “Educad a vuestros hijos en la disciplina y en la corrección del Señor” (Ef.6,4).

La hija no aprenderá a vestir con
modestia si la madre no le pone
primero el ejemplo
En primer lugar, por disciplina, es necesario comprender todo lo que los padres deben hacer para formar a los hijos en las buenas costumbres. Consiste en instruirlos y darles buen ejemplo.

Que los padres tengan ante todo el deber de enseñar a los hijos el temor de Dios y la fuga del pecado. Así hacía el justo Tobías con relación a su hijo. En efecto, leemos en la Sagrada Escritura: “Al cual enseñó desde la infancia a temer a Dios y abstenerse de todo pecado” (Tob. 1, 10).

¡Qué consolaciones y qué alegrías el Cielo reserva en recompensa por la solicitud de los padres cristianos! Sí, dice el Sabio: “Corrige a tu hijo, y él te dará tranquilidad y colmará tu alma de delicias” (Prov. 29, 17). Pero, si el hijo bien instruido es la alegría de sus padres, los hijos ignorantes los llenan de tristezas; pues, ignorar las reglas de la vida cristiana y comportarse mal, es una sola cosa.

Cuenta Tomás de Cantimpré que, en 1248, un sacerdote fue encargado de hacer un discurso al clero de París reunido en sínodo. Este sacerdote era muy ignorante y, estando en la presencia de su auditorio, se confundió completamente. Entonces el demonio vino en su ayuda y le sugirió que pronunciase las siguientes palabras: “Los príncipes de las tinieblas saludan a los príncipes de la Iglesia, y les agradecemos vivamente por la negligencia en instruir al pueblo. Pues, las almas estancadas en la ignorancia, siguen el camino del mal y llegan al infierno”. Semejante lenguaje bien se podría dirigir a ciertos padres de familia (N. de la R.: y a ciertos clérigos modernistas actuales).

Rezad el Rosario en familia

* Sermons de S. Alphonse de Liguori, Analyses, commentaires, exposé du système de sa prédication, par le R. P. Basile Braeckman, de la Congrégation du T. S. Rédempteur, Tome Second, Jules de Meester-Imprimeur-Éditeur, Roulers, pp. 464-47.
Fuente: Acción Familia.
VER TAMBIÉN (HAZ CLICK): 1) UN DEBER DE LOS PAPÁS: LA CONFESIÓN DE LOS NIÑOS   2) EN CUANTO EL NIÑO PUEDA DISTINGUIR ENTRE EL PAN Y LA HOSTIA CONSAGRADA; HAGA SU PRIMERA COMUNIÓN 3) ESTUDIA CON TUS HIJOS EL CATECISMO EN VIDEOS

domingo, 21 de junio de 2015

EL EPISCOPADO MEXICANO RECHAZA LA RESOLUCIÓN DE LA SCJN SOBRE EL "MATRIMONIO" HOMOSEXUAL

NO DEBE MODIFICARSE LA ESENCIA: "NO CORRESPONDE AL ESTADO CREAR NUEVAS FORMAS DE MATRIMONIO, PORQUE YA NO SERÍA MATRIMONIO"




DECLARACIÓN DEL CONSEJO DE PRESIDENCIA Y DE LAS DIMENSIONES FAMILIA Y VIDA DE LA CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO RESPECTO AL DICTAMEN DE LA SUPREMA CORTE

Los cristianos obedecen las leyes establecidas, pero con su vida las sobrepasan
(Carta a Diogneto, V, siglo II).

El 3 de junio, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que: “La Ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad del matrimonio es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional”. Esta jurisprudencia, avalada sólo por 4 ministros, deberá ser acatada por todos los jueces del país.

Los obispos, respetuosos de las instituciones y de las diversas formas de pensar y vivir, ejerciendo nuestro derecho a la libertad de expresión, reiteramos nuestra convicción, basada en razones científicas, sociales y religiosas, que la familia, célula de la sociedad, se funda en el matrimonio de un hombre con una mujer, que por su capacidad procreativa garantizan la supervivencia de la sociedad. De ahí que, por ser de eminente interés social, el derecho civil confiera a esta unión un reconocimiento institucional, que el Estado ha de promover y tutelar para el bien común.

Esta convicción consta en la tradición jurídica bimilenaria de Occidente, recogida y profundizada a lo largo de nuestra historia por legisladores y juzgadores de diversas corrientes de pensamiento e ideologías, la cual se ve reflejada ya desde el Código Civil de 1870 emanado bajo el gobierno del presidente Benito Juárez, del Código Civil Federal de 1928 promulgado por el presidente Plutarco Elías Calles, y en la mayoría de los actuales Códigos Civiles o Familiares de los Estados de la República. 

Por eso, como ciudadanos, consideramos que la sentencia de la Suprema Corte, además de romper con esta sólida tradición jurídica y el bien social que custodia, contraviene los principios del federalismo y la razón de ser de los diversos códigos civiles, que pretenden responder a la realidad concreta de cada entidad federativa y su pluralidad, lo que debe reflejarse en las acciones de los jueces.

Todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tenemos dignidad y derechos. Y dado que toda persona es idéntica a sí misma y diferente a las demás, han de derivarse tratos variados según esas diferencias. Con esta convicción, la Iglesia sostiene que el matrimonio solo puede celebrarse entre un hombre y una mujer, y defiende este valor para el bien de las personas y de toda la sociedad.

La discriminación es una distinción injustificada, que en este caso no se da, ya que el matrimonio siempre ha sido entre personas de diferente sexo, hombre y mujer. No corresponde al Estado crear nuevas formas de matrimonio, porque ya no sería matrimonio, sino otro tipo de unión. En el caso que nos ocupa, sí se justifica la distinción, como la hay, por ejemplo, al impedir el voto a un menor de edad o a un extranjero, ya que no atenta a sus derechos políticos, sino salvaguarda la Nación.

Si bien valoramos que nadie deba ser objeto de discriminación, tal como lo consigna el artículo primero constitucional, esto no significa que deba modificarse la esencia del matrimonio, ni que se olvide el espíritu del Constituyente que en el artículo cuarto, primer párrafo de la propia Ley Fundamental reconoce la igualdad del varón y la mujer y establece el deber legal de proteger el desarrollo y organización de la familia.

México, D.F., 18 de junio de 2015

+Francisco, Cardenal, Robles Ortega
Arzobispo de Guadalajara
Presidente de la CEM
+Norberto, Cardenal, Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
Presidente de la Comisión Episcopal
Familia, Juventud, Laicos y Vida
+Javier Navarro Rodríguez
Obispo de Zamora
Vicepresidente de la CEM
+Eugenio Andrés Lira Rugarcía
Obispo Auxiliar de Puebla
Secretario General de la CEM
+Óscar Roberto Domínguez Couttolenc
Obispo de Ecatepec
Vocal Consejo de Presidencia CEM
+Sigifredo Noriega Barceló
Obispo de Zacatecas
Vocal Consejo de Presidencia CEM
+Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Acapulco
Vocal Consejo de Presidencia CEM
+Rodrigo Aguilar Martínez
Obispo de Tehuacán
Responsable de la Dimensión Vida
+Francisco Javier Chavolla Ramos
Obispo de Toluca
Responsable de la Dimensión Familia
+Faustino Armendáriz Jiménez
Obispo de Querétaro
Responsable de la Dimensión Laicos
+Héctor Luis Morales Sánchez
Obispo de Nezahualcóyotl
Responsable de la Dimensión Adolescencia y Juventud

sábado, 20 de junio de 2015

SOMOS PARTE DE LA BATALLA METAFÍSICA ENTRE MARÍA Y SATANÁS

DESPUÉS DE LA APOSTASÍA GENERALIZADA VENDRÁ EL TRIUNFO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA



La Virgen Santísima nos habla en Fátima de una batalla que se libra en estos tiempos que incluye la pérdida generalizada de la fe, pérdida de muchas almas, guerras, destrucción, pero después de todo la peor guerra es la de la pérdida de la fe, pues el Señor nos dice: “no tengan miedo a los que matan el cuerpo, sino a los que matan el alma”. La peor muerte es la del alma que pierde la fe, se aleja de Dios, de su amor y sus mandatos, se hunde en una vida de pecado, corriendo el riesgo de la condenación eterna, o sea de la muerte eterna.

Desde el inicio de las Escrituras (Génesis 3) hasta el final (en Apocalipsis 12), se nos revela a la Santísima Virgen en enemistad y en batalla contra Satanás, sus secuaces y sus obras.

Génesis 3,15- “Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza, mientras acechas tú su calcañar”. Apocalipsis 12: “un gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.... Apareció otra señal: un dragón rojo..... quiere devorar a su Hijo en cuanto naciera.... Y la mujer huyó al desierto... El dragón persiguió a la mujer, pero se le dieron a la mujer las dos alas del águila grande para volar al desierto.... Entonces despechado contra la mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen la confesión de Jesucristo”.

La Virgen Santísima juega un papel importantísimo en la batalla espiritual desde la rebelión de Lucifer. Cuando Dios creó a Lucifer (la estrella de la mañana- portador de luz) creó a una magnífica criatura que participaba de su libertad y poder. Cuando Lucifer y sus ángeles se rebelaron con un grito “no serviré”, fue precisamente por el anuncio del futuro evento de la Encarnación: Dios se haría hombre nacido de mujer por el poder del Espíritu Santo. Dios reveló su plan que salvaría al hombre del pecado. Los ángeles tendrían que servir al Dios hecho hombre, a su Madre y a todos los redimidos. Esto lo consideró una humillación y se rebeló junto con sus seguidores, fueron expulsados del cielo. Satanás se hizo desde ese momento portador de oscuridad, rebelión, mentira, orgullo y soberbia. Enemistado con Dios para siempre, enemistado con la mujer que traería al mundo al Dios hecho hombre y enemistado con todos los seguidores de Cristo de quienes Ella es Madre espiritual.

La Virgen Santísima es la respuesta de Dios a Lucifer. Ella es la nueva estrella de la mañana que nos trae la luz verdadera, la portadora de la salvación, de la Palabra encarnada, el Arca de la Alianza. La gran señal que apareció en el cielo vestida del sol: revestida de la luz de Cristo. Con la luna bajo sus pies (luna que simboliza el tiempo, bajo sus pies).

Ella tiene autoridad, ejerce dominio sobre el tiempo, es su patrona. Ella aunque vivió en el tiempo, es superior a las vicisitudes del tiempo y no es condicionada por él, o sea, tiene el poder dado por Dios, para aplastar las batallas que se dan en los tiempos específicos. Coronada: partícipe del poder real de su Hijo (Ella es reina de cielos y tierra). Con doce estrellas: simboliza el triunfo de la Iglesia en María.

La respuesta de María: "he aquí la esclava del Señor" respuesta perfecta al grito de Lucifer: "no serviré".

La respuesta de María a Isabel (alabanza, humildad, servicio y misericordia) oposición directa a Satanás que busca su gloria propia, su autonomía. Que es orgulloso, egoísta y lleno de odio y acusación.

Por la cooperación perfecta de María al plan salvífico de Dios desde la Anunciación hasta la Cruz, ella con su “fiat”, participa de ese “aplastar la cabeza de Satanás”. Y la descendencia de María, que es Cristo y el talón que son los hijos espirituales de María, aplastan la cabeza de la serpiente, o sea, la raíz del pecado: el orgullo.

La raíz de la batalla es el pecado. María, tiene poder sobre el demonio y vence su obra destructora, al Ella haber sido creada Inmaculada en virtud de la futura redención de su Hijo. Ella por ser Inmaculada, no tuvo nunca pecado original ni personal, o sea, Satanás nunca tuvo poder sobre ella, ni su mente, ni corazón, ni acciones. Es por eso, que nuestra Madre, nos llama con urgencia a la conversión auténtica, a la renuncia al pecado, indiferencia, incredulidad y rebeldía que hay en el hombre de hoy.... Ella siempre batalla como buena Madre en esta hora decisiva para la humanidad, hora en que se juega la salvación eterna de tantas y tantas almas, incluso de la nuestra.

¿No son todas las apariciones de la Virgen (las aprobadas por la Iglesia), intervenciones directas de Nuestra Madre, en un momento para prevenir y proteger a la Iglesia y a la humanidad de los peligros que la falta de conversión pueden ocasionar con consecuencias trágicas? ¿No son las apariciones de la Virgen, interferencias a las obras y trampas del demonio, renovando la fe y la oración? Ella siempre se coloca, como buena Madre en la defensa de sus hijos, entre el demonio y los hombres, para contrarrestar los efectos oscuros y pecaminosos de su acción diabólica.

Si en toda la historia de la Iglesia, hemos visto estas intervenciones evidentes e interferencias de la Santísima Virgen en defensa de sus hijos, batallando y triunfando contra el demonio, en estos últimos siglos, la hemos estado viendo intervenir como nunca antes. Esto se entiende a la luz de lo que dijo San Luis de Montfort: a medida que pase el tiempo la batalla se intensificará.

San Luis María Grignion de Montfort: “Dios ha hecho una enemistad irreconciliable que durará y crecerá hasta el fin del mundo y es entre María, su Santísima Madre, y el demonio; entre los hijos y servidores de la Virgen, y los hijos y súbditos de Lucifer; de modo que el más terrible de los enemigos de Satán que Dios ha suscitado es María, su Santísima Madre, a la que dio, desde el mismo paraíso terrestre, aunque todavía no estuviese más que en su idea, tanto aborrecimiento a este enemigo de Dios, tanto arte para descubrir la malicia de esta antigua serpiente, tanta fuerza para vencer, abatir y aplastar a este orgulloso monstruo, que la teme más que a todos los ángeles y todos los hombres juntos.

Satanás es el príncipe de este mundo, al ser un ángel poderoso, ha tenido poder sobre las sociedades, naciones y eventos. Ese poder fue roto por la muerte y resurrección de Nuestro Señor y esa salvación está disponible a nosotros, la Iglesia. Tenemos la victoria, en Cristo, pero la batalla por acoger y vivir esta victoria continúa en cada generación hasta el final de los tiempos. Es precisamente en esta batalla de la humanidad de hoy, de los hijos de Dios y de la Iglesia, contra Satanás y sus secuaces, que la Virgen Santísima viene en nuestro auxilio como capitana de las grandes batallas de Dios, para ayudarnos a alcanzar la victoria que en su corazón es plena y real.

Aparición en Fátima el 13 de Julio de 1917: “visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que les voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz..... habrán guerras, hambre y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla vendré a pedir la Consagración de Rusia a mi Inmaculado CORAZÓN y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones contra la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas.....". De pronto el horizonte se presenta sombrío....y después surge un rayo brillante de luz y de esperanza: "Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará".

En este mensaje de Fátima, nuestra Señora ha querido despertarnos la conciencia de que estamos en una batalla que envuelve naciones, sociedades y reinos, y cada individuo que en ellos reside.

La clave de la estrategia de Satanás en nuestros tiempos ha sido el ateísmo, la corrupción de la fe y la secularización total de la humanidad. Gradualmente, Rusia, como lo anunció la Virgen en Fátima, ha esparcido sus errores, no solo a nivel político, sino y más importante, esparciendo a nivel espiritual, su ateísmo, materialismo y secularismo humanista, reduciendo al hombre a la sola creencia en el mundo visible, y en desear ponerlo bajo su control sin necesidad de Dios. También, la Iglesia, la fe y las Escrituras han estado bajo ataque directo de una “religión conformada con el mundo”.

Podemos deducir con claridad que la batalla mayor de estos tiempos que encierra todas las que se libran hoy es: CRISIS DE FE. Tenemos una crisis de fe: porque no se cree en Dios, ni en su Palabra, una falta de obediencia a Dios que se ha revelado a sí mismo y que ha revelado también la Verdad. Falta de fe, que se traduce en una vida cuyo fin es terreno, no celestial; y también se niegan los valores sobrenaturales.

Debido a esta crisis de fe, las mentes se han oscurecido y las conciencias están desorientadas y confundidas. El pecado ya no se llama por su nombre, y es por esto que vemos tanto caos, orgullo intelectual, rebeldía, búsqueda de la verdad fuera de Dios y definiendo la "verdad" de acuerdo a la interpretación personal de cada uno y a las circunstancias. Hay también una fascinación por lo oculto y por el movimiento de la Nueva Era. Y toda esta confusión también podemos observarla, incluso, algunas veces en los círculos religiosos.

Es por esto que es necesario el triunfo de su Inmaculado Corazón, porque cuando la Iglesia libra una batalla como la de nuestros tiempos, la Madre viene en auxilio, a socorrernos y llevarnos al desierto (Apocalipsis 12): escondernos en su corazón, alimentándonos con su fe firme, su disposición a la Palabra, su obediencia a la revelación de Dios. Formándonos con su mediación maternal, con sus enseñanzas, sus direcciones y consejos. Y cuidándonos del maligno, defendiéndonos en esta guerra por nuestras almas, manteniéndonos cerca guardados en su corazón, donde el demonio no puede entrar, ni robarnos. “No tengas miedo, mi Inmaculado Corazón será tu refugio y tu camino seguro para llegar a Dios” (La Virgen a Lucía).


Es evidente, que en estos tiempos, y podría decir que de forma urgente, es necesaria una poderosa victoria de la Santísima Virgen sobre el mal: el triunfo del Inmaculado Corazón, triunfo de la gracia sobre el pecado, de la luz sobre las tinieblas, de la verdad sobre el error, de la santidad sobre la corrupción, de la paz sobre la guerra y la violencia (N. de la R: Triunfo que probablemente tardará luego de un periodo de crisis mucho peor del que ya vivimos, de apostasía generalizada, por no haber obedecido a tiempo sus peticiones y diferir nuestra conversión).

¿En qué consiste este triunfo? En la reconquista espiritual de todo el mundo. O sea, que nuestros corazones regresen a su Hijo, que vuelvan a pertenecerle a Él, y su Corazón Inmaculado es el camino seguro y, perfecto para llegar al Corazón de Cristo. Ella, como madre nuestra, quiere hacer todo lo posible, para regresarnos al camino de su Hijo, por llevarnos a Él, por revelarnos al único Salvador y Señor. Ella quiere enseñarnos el camino que hemos perdido: el amor, la fe, la conversión, la vida de los sacramentos, los valores morales, los valores familiares, la obediencia y fidelidad a Dios y a sus mandamientos.

"La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, para así poder devolverlos a Dios. Es por ello que debemos reconocerla por lo que ella es y someternos a ella y a su reinado, el cual es todo amor y ternura” (San Maximiliano Kolbe).

Siempre debemos pensar en el triunfo de la Santísima Virgen en término de destrucción del pecado, de sus estructuras y de las consecuencias del pecado. Precisamente se trata del triunfo del Corazón Inmaculado, porque la batalla se libra en el corazón de los hombres, que se han endurecido, se han alejado de Dios y han dado cabida a la oscuridad y al pecado, al mundo, la carne y el demonio. Ella, en cuyo Corazón se vive en plenitud el triunfo Redentor de Cristo, nos quiere hacer participes de esa victoria, manifestando a cada uno de nosotros y a las naciones todas, el triunfo de Su Corazón, el triunfo de la gracia sobre el pecado, del amor sobre el egoísmo, de la paz sobre la violencia, de la fe renovada por el Espíritu Santo sobre el ateísmo, de la amorosa devoción sobre la indiferencia y la frialdad, de la verdad de la revelación sobre la mentira, las herejías y falsas religiones.

Este triunfo va abriéndose paso a través de diversos actos significativos y se realizará en la historia a través de nuestra respuesta a la obra de nuestra Madre en estos tiempos, a nuestra fiel obediencia a sus peticiones y direcciones.

DEBEMOS CONSAGRARNOS A SU INMACULADO CORAZÓN, CUMPLIR CON LOS CINCO PRIMEROS SÁBADOS DE MES, REZAR DIARIAMENTE EL ROSARIO Y LA ORACIÓN DE FÁTIMA POR LOS PECADORES, Y HACER PENITENCIA

Consagración que es entregarnos, confiarnos al Corazón de Nuestra Madre. Dejarnos formar, moldear, guiar y enseñar por Ella. Es llenarnos de sus disposiciones interiores y participar de sus gracias. Es guardarnos dentro de Ella, para ser protegidos en esta ardua lucha que libramos contra las fuerzas del mal.

Es pertenecerle a Nuestra Santísima Madre, es ser reclamados como cosa y posesión suya, lo cual debilita el poder de Satanás sobre nosotros que quiere perdernos, alejarnos de Dios y condenarnos.

Sabemos que las almas que se entregan a Ella completamente y sin reservas llegan a comprender mucho mejor quién es el Señor Jesús y los misterios de Dios. La Madre de Dios no puede llevarnos a ningún lugar excepto a Nuestro Señor, a su Iglesia y a su Magisterio. Los apóstoles de estos tiempos, se forman en el Inmaculado Corazón, igual que después de la resurrección, durante esa persecución, los apóstoles estaban con María Santísima.

Ponernos el servicio de Ella: "Deseamos ser perfectos instrumentos de la Inmaculada y ser totalmente guiados por Ella, en perfecta obediencia"(San Maximiliano Kolbe).

Es importante, más que nunca, darla a conocer y hacer que muchos la amen y se consagren a Ella. “Jesús quiere utilizarte para darme a conocer y hacerme amar” (La Virgen Santísima a Lucía).

La Consagración no es simplemente una oración o un acto de devoción, es un compromiso, un estilo de vida, de obediencia, humildad, servicio incondicional, apertura a los demás, capacidad de silencio, purificación, etc.

TRABAJAR POR ESE TRIUNFO:

“Aquellos que se entregan completamente a la Inmaculada arderán con un amor tan poderoso que les hará prender ese fuego a todo lo que esta a su alrededor y causar que muchas almas ardan con ese mismo amor. Así conquistarán el mundo entero y cada alma en particular para la Inmaculada. Esto lo harán lo más pronto posible.” (San Maximiliano Kolbe).

La consagración personal y la vivencia auténtica: derrumba las estructuras de pecado que existen en nuestros corazones. Primero, tenemos que hacer que ella triunfe en nuestros corazones y así va a ir triunfando en la sociedad.

“Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Virgen Santísima, y por ella, para el Sagrado Corazón de Jesús. Esas almas llegarán a amar al Sagrado Corazón mucho mejor y más profundamente de lo que lo han hecho hasta ahora. A través de su amor incendiará el mundo y lo consumirá” (San Maximiliano Kolbe).

Creo que debemos reconocer la seriedad del momento, y cuanto depende de nuestra respuesta la hora que vivimos. Su Inmaculado Corazón triunfará, que bello sería sabernos instrumentos aunque sea pequeñísimos de ese triunfo. En Fátima (la última noche): “vayan y sean apóstoles de mi Inmaculado Corazón".

O sea, debemos responder al llamado de Nuestra Madre, a los medios que nos da para alcanzar el triunfo de su Corazón Inmaculado, y debemos más que nunca darla a conocer, hacerla amar y utilizar los medios que ella nos da para nuestra conversión y la era de paz.

Ana Catalina Emmerick (mística del principio del siglo XIX) nos dice: “Vi volar por la superficie del cielo un Corazón resplandeciente de una luz roja, del cual partía una estela de rayos blancos que conducían a la llaga del Costado de Jesús. Esos rayos atraían a ellos un gran número de almas, que a través del Corazón y la estela luminosa, entraban al Costado de Jesús. Se me explicó que ese Corazón era el de María”.

Al final mi Corazón Inmaculado triunfará.
A. Galindo