- ORACIÓN:
Oh Virgen gloriosísima, elegida por el eterno Concilio para ser Madre del Verbo divino encarnado, tesorera de las divinas gracias y abogada de los pecadores: yo, el más indigno de tus siervos, recurro a tí, para que te dignes ser mi guía y mi CONSEJO en este valle de lágrimas. Obtén para mí, por la sangre preciosísima de tu Hijo, el perdón de mis pecados, la salvación de mi alma y los medios necesarios para lograrla. Obtén para la Santa Iglesia el triunfo sobre sus enemigos y la expansión del Reino de Jesucristo en todo el mundo. Así sea.
(Indulgencia de 500 días. Oración extraída del folleto: Manual del Corazón de Jesús , 1951.)
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