LA PREGUNTA DE PILATOS
Cuando el romano displicente, más con escéptico exclamar que con grave inquirir, te preguntó: "¿Qué es la verdad?", Tú no contestaste.
Y muchos Pilatos posteriores, tan distraídos como áquel, traducen que era incontestable la pregunta y que el enigma sigue hermético.
Olvidan que Tú ya habías proferido a plena voz: "Yo soy la Verdad".
Olvidan que, no a sombra de tejado, sino al aire de todos y al sol abierto, te dijiste y te probaste Verdad, Camino y Vida.
Y en su amnesia -¿culpable?- se inquietan o se aduermen*. Y son torpes y vanos por igual su desasosiego y su sopor.
Tú no contestas al indolente novelero; Tú no contestas al hinchado filósofo; Tú no contestas al antojadizo sin hambre de respuesta. Pero contestas siempre -¡ya contestaste en voz que es silbo y trueno!- al que se allega a Ti con avidez auténtica, en los labios y el alma, inquiriendo la pregunta vital.
Y muchos Pilatos posteriores, tan distraídos como áquel, traducen que era incontestable la pregunta y que el enigma sigue hermético.
Olvidan que Tú ya habías proferido a plena voz: "Yo soy la Verdad".
Olvidan que, no a sombra de tejado, sino al aire de todos y al sol abierto, te dijiste y te probaste Verdad, Camino y Vida.
Y en su amnesia -¿culpable?- se inquietan o se aduermen*. Y son torpes y vanos por igual su desasosiego y su sopor.
Tú no contestas al indolente novelero; Tú no contestas al hinchado filósofo; Tú no contestas al antojadizo sin hambre de respuesta. Pero contestas siempre -¡ya contestaste en voz que es silbo y trueno!- al que se allega a Ti con avidez auténtica, en los labios y el alma, inquiriendo la pregunta vital.
Ábside XXV 1
*Nota: Se aduermen = se adormecen.
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Respuesta:
ResponderEliminarLa Verdad es Nuestro Señor Jesucristo.
Ay de aquel que no la busque; o no la siga si la encuentra; o no la reconozca. Porque otro tanto hará con Nuestro Señor y Dios.
Existe una terrible sentencia en la segunda carta a los Tesalonicenses (capítulo 2). Favor de leerla todo el mundo, como caritativa advertencia, recordando además estas hermosas frases:
No hay Caridad más grande que la Verdad.
San Agustín de Hipona.
Toda verdad, dígala quien la diga, proviene del Espíritu Santo.
Santo Tomás de Aquino.
La Verdad os hará libres.
Nuestro Señor Jesucristo.