Un plazo para violar la propia conciencia
23 enero, 2012. Por “Nunca antes el gobierno federal había obligado a las personas y organizaciones a adquirir un producto que violase sus conciencias”, ha declarado el arzobispo de Nueva York y Presidente de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos Timothy Dolan, ante la decisión de la Administración del Presidente Barak Obama de obligar a todas las estructuras sanitarias del país, incluidas las católicas, a abastecer de contraceptivos y productos abortivos sus programas de salud a partir del año próximo. Para el prelado, esta decisión ataca la libertad religiosa y de conciencia. “El presidente está diciendo, explica, que tenemos el plazo de un año para encontrar el modo de violar nuestras conciencias”.
La semana pasada la administración del presidente Obama tomó la decisión de pedir que cada servicio sanitario esté en grado de ofrecer fármacos para favorecer la práctica del aborto. “Obligar a los ciudadanos estadounidenses a elegir entre violar las propias conciencias o renunciar al servicio sanitario es literalmente inmoral”. Monseñor Dolan destaca a este propósito que el gobierno no debería obligar a los ciudadanos a actuar como si un embarazo fuera una enfermedad a evitar a cualquier precio.
Por su parte, la religiosa franciscana Jane Marie Klein, presidente de la “Alianza Franciscana”, una organización que gestiona 13 hospitales católicos, declaró que esta decisión es un ataque directo a la religión: “Centenares de empleados de los hospitales se sienten confundidos” a causa de esta medida, anunciada el viernes pasado por la secretaria para la salud Kathleen Sebelius.
También la Asociación Católica para la Salud de Estados Unidos criticó severamente la medida afirmando que la Casa Blanca “ha perdido una oportunidad” para proteger adecuadamente la libertad de conciencia. Mientras por su parte el presidente de Cáritas Estados Unidos, padre Larry Snyder, se declaró profundamente decepcionado por la elección del gobierno de no escuchar los llamamientos de las instituciones religiosas.
Como es sabido, la administración Obama anunció el 20 de enero que no ampliará la exención para los grupos religiosos que se oponen al pago de planes de seguro médico para sus empleados que incluyan esterilización, también los de efecto abortivo.
Kathleen Sebelius, Secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos, afirmó en un comunicado que los empresarios religiosos que se oponen a proporcionar esta cobertura estarán obligados a cumplir con la ley desde el 1 de agosto de 2013.
Fuente: Análisis Digital
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¿Obama corre hacia su perdición eterna?
ResponderEliminarSí, es una verdad incontrovertible.
La administración Obama anunció el pasado 20 de enero que desde agosto de este año, en los Estados Unidos, todos los seguros médicos para los trabajadores de una institución o empresa deberán incluir de manera obligatoria la cobertura de anticonceptivos, de estirilizaciones y fármacos abortivos como la píldora post-coital.
ResponderEliminarLas instituciones de la Iglesia católica han recicibido una prórroga de un año para que encuentren una forma de hacer compatible la anunciada normativa con sus principios morales.
La Iglesia ha mostrado su rechazo a esta disposición que atenta contra la libertad religiosa y de conciencia, y que podría poner en peligro la existencia de instituciones católicas como hospitales, colegios, comedores sociales, etc., forzados a no asegurar a sus trabajadores.
Una de las reacciones más fuertes ha sido la del obispo de Pittsburgh, David Zubik, quien ha dicho en su carta titulada “Váyanse al Infierno” que la disposición es como “una bofetada en la cara” que dice “¡váyanse al infierno!” (to hell with you!) a los católicos y a la libertad religiosa.
“Es realmente difícil creer que haya sucedido. Ha sido como una bofetada. El gobierno del presidente Obama acaba de decir a los católicos de los Estados Unidos, “¡váyanse al infierno!”. No hay otra manera de explicarlo”, escribe el prelado en su misiva publicada en la edición del 27 de enero del Pittsburgh Catholic.
Zubik apunta que ”este es el ataque del Gobierno, por decreto, contra los derechos de todos: no solo de los católicos, no solo a la gente de todas las religiones. En ningún otro momento de la historia ha habido tal intrusión gubernamental en la libertad, no solo religiosa, sino que ha cruzado todo límite para con los ciudadanos”.
“Kathleen Sebelius (Secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos) y a través de ella, la administración Obama, le han dicho ‘¡váyanse al infierno!’ a los fieles católicos de los Estados Unidos”, denuncia el obispo.
El Prelado dijo además que la orden de la Secretaría de Salud trata al embarazo como si fuera una enfermedad y “obliga a todo empleador a subsidiar una ideología o pagar una penalidad mientras busca alternativas para la cobertura de salud”. También ataca la reforma de salud al “ligarla de modo inextricable al celo de los burócratas pro-aborto”.
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Exenciones
ResponderEliminarEl obispo explica asimismo que en la normativa se incluyó una supuesta “exención por motivos religiosos” pero
“se formuló de manera tan restrictiva que, como señalaban sus detractores, ni siquiera Jesucristo y sus Apóstoles podrían beneficiarse de la exención“.
Efectivamente, la exención sólo podría producirse si las instituciones católicas tienen únicamente a católicos como empleados; si el propósito principal de la institución o el servicio prestado sea la instrucción directa en la fe católica y, por último, si las únicas personas atendidas por la institución son aquellas que comparten los principios religiosos católicos. Sin embargo, el obispo ve imposible esto puesto que las instituciones benéficas de la Iglesia no hacen discriminación según la fe de cada persona.
Esta normativa le dice a los católicos “no solo que violen sus creencias, sino que paguen directamente por esa violación” así como que “subsidien la imposición de una cultura anticonceptiva y de aborto para toda persona en Estados Unidos”.
La respuesta de Obama a la obra social de la Iglesia
El obispo Zubik recuerda que “los católicos han construido centros de salud que son reconocidos en todo el mundo por su cuidado compasivo para todos, independientemente de su credo, sus circunstancias económicas y, sin duda, su género”.
Sin embargo la respuesta de la administración Obama ante esta actividad benéfica ha sido, a su juicio, ésta: “a la mierda con vosotros, fieles católicos de los Estados Unidos”. “A la mierda con vuestras creencias religiosas, a la mierda con vuestra libertad religiosa, a la mierda con vuestra libertad de conciencia“.
Ánimo y presión
Al final de su carta, el obispo anima a los católicos a escribirle al presidente Obama, a la Secretaria Sebelius y a los senadores en el Congreso.
“Esta orden pueden cambiarse con presión en el Congreso. La única forma en la que la acción se dará es si tú y yo nos decidimos a hacerlo”, señala el obispo.