«Todos deberían evitar la familiaridad o amistad con cualquier sospechoso de pertenecer a la Masonería o a los grupos afiliados a esta. Conocerlos por sus frutos y evitarlos. Debe evitarse toda familiaridad, no solo con aquellos impíos libertinos que promueven abiertamente el carácter de la secta, sino también con aquellos que se esconden bajo la máscara de la tolerancia universal, el respeto a todas las religiones, y el anhelo de reconciliar las máximas del Evangelio con las de la revolución. Esos hombres buscan reconciliar a Cristo y a Belial, la Iglesia de Dios y el estado sin Dios».
PAPA LEÓN XIII, Encíclica “Custodi di quella Fede”, n. 15. 8 de Diciembre de 1892.
Tomado de Poco y Católico.

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