NUEVA INSTRUCCIÓN DE ROMA PARA CELEBRAR LA MISA TRADICIONAL

Tesoro precioso que debe conservarse

Benedicto XVI aprobó el pasado 8 de abril la Instrucción Universae Ecclesiae sobre la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum, que desarrolla y determina la forma en que ha de ejecutarse este Motu Proprio. El documento, que se hizo público el 13 de mayo de 2011, ha sido elaborado por la Pontificia Comisión Ecclesia Dei a la que Benedicto XVI ha otorgado nuevas facultades. Tiene como finalidad “ofrecer a todos los fieles la Liturgia Romana en el usus antiquior, considerada como un tesoro precioso que hay que conservar”, a la par que garantizar el acceso a él a todos aquellos que lo pidan y “favorecer la reconciliación en el seno de la Iglesia”. El documento reconoce el significativo aumento de fieles que existe en la Iglesia que solicitan la liturgia tradicional, lo que anula el malicioso prejuicio que algunos difundían diciendo que quienes antes lo hacían eran meramente personas nostálgicas, cuando en realidad se trata de aspectos que tocan el corazón mismo de la Iglesia: su liturgia y su espiritualidad.

La Instrucción, para asegurar que efectivamente todos los fieles que desean utilizar la liturgia tradicional puedan hacerlo, insta a los obispos diocesanos a “adoptar las medidas necesarias” para garantizarla, y les encarga que ofrezcan en los seminarios la posibilidad de una formación adecuada para el empleo de este rito por parte de los futuros sacerdotes. Señala también la Instrucción que los fieles que soliciten la aplicación del Misal de 1962 no tienen por qué pertenecer a la misma parroquia, sino que pueden incluso ser miembros de diócesis distintas. Por otra parte, ha causado desilusión -en algunos sectores- el que se señale a los fieles como los "principales destinatarios" de estas disposiciones, pues esto podría llegar a afectar de manera directa a los sacerdotes que deseen promover públicamente el rito tradicional y que no cuenten con el respaldo de un grupo de fieles seguidores o de su ordinario (pues muchos obispos han hecho caso omiso del Motu Proprio del Papa y algunos lo han desobedecido flagrantemente), ya que la eventual promoción del rito tradicional por los sacerdotes es ignorada en el documento, que sólo señala: "La facultad para celebrar la Misa sine populo (o con la participación del solo ministro) en la forma extraordinaria del Rito Romano es concedida por el Motu Proprio a todos los sacerdotes diocesanos y religiosos (cf. Motu Proprio "Summorum Pontificum", art. 2). Por lo tanto, en tales celebraciones, los sacerdotes, en conformidad con el Motu Proprio "Summorum Pontificum", no necesitan ningún permiso especial de sus ordinarios o superiores".

En el Congreso: Cardenales Cañizares y Koch, y los Obispos Aillet y Schneider.

El mismo día en que se dio a conocer públicamente la nueva Instrucción, comenzó el Congreso sobre el Motu Proprio Summorum Pontificum que -con el nombre "Una esperanza para toda la Iglesia"- duró todo el fin de semana. En él, Monseñor Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, explicó en profundidad el significado y valor del nuevo paso dado por Benedicto XVI. El congreso concluyó con una Misa celebrada por el Card. Brandmüller en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro siguiendo el rito tradicional romano.

A continuación veremos (en el siguiente video) escenas de esa celebración en el Vaticano.

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Fuentes: Vaticano, La Esfera Digital, YouTube y CATOLICIDAD.
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