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| Mons Schneider contrario a la comunión en la mano y de pie |
En declaraciones a Radio María, recogidas por Religión en Libertad, monseñor Athanasius Schneider, obispo auxiliar en dos diócesis de Kazajistán (antigua Unión Soviética), afirma que la forma de comulgar en la mano es “completamente nueva tras el Concilio Vaticano II y no hunde sus raíces en los tiempos de los primeros cristianos, como se ha sostenido con frecuencia”.
Según monseñor Schneider, la práctica que hoy conocemos de la comunión en la mano nació en el siglo XVII entre los calvinistas, que no creían en la presencia real de Jesucristo en la eucaristía. “Ni Lutero”, que sí creía en ella aunque no en la transustanciación, “lo habría hecho”.
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O bien, ir directamente a (haz click): EL OBISPO SCHNEIDER NOS HABLA DE LA IRREVERENTE Y DESACRALIZADORA COMUNIÓN EN LA MANO
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Entradas
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Algunos se la llevan a la boca como goma de mascar y otros la tiran a la boca como si fuera un dulce para saborear
ResponderEliminarYo he visto a sacerdotes que aunque les ponga la mano se lo da a la boca de la persona. A mi no me gusta tomarlo en mano y nunca lo he hecho. Si que entiendo que hay culturas que apenas tienen un contacto físico entre las personas y darlo a la boca puede llegar a ser muy "fuerte", conozco una japonesa que ella pedía que se lo dieran en mano pero lo hacia con muchísimo respeto, ella hacia su reverencia con mucha fe sabiendo lo que tomaba. Si se da a la mano y muestran ese respeto no me parece mal, pero he visto muy poca gente que lo tome con tanto respeto.
ResponderEliminarEstimado amigo lector:
ResponderEliminarNo vemos porqué ha de ser "muy fuerte" para algunas culturas. Hasta hace unas décadas siempre se impartió la Eucaristía en la boca y de rodillas. A nadie le pareció "fuerte" esa práctica.
No dudamos que existan personas como la japonesa que usted señala. El asunto es que algunas golondrinas no hacen verano. Pero, incluso, en esos casos subsisten varias circunstancias graves:
-Las manos del seglar no están consagradas
-Las partículas, por mucho cuidado que se tenga, quedan en la mano
-De ahí caen en diversas partes, pues el seglar no purifica sus dedos con una serie de cuidadosas medidas como sí lo hace -o debe hacer, pues los modernistas lo omiten- los sacerdotes.
Además, como usted bien señala, muy poca gente es la que lo toma con ese respeto. Claro, pues es una medida desacralizadora. No sólo caen las partículas consagradas en cualquier parte (suelo, bancas, otras manos al saludar, etc.) siendo que conocemos por la fe y profesamos que, hasta en la más pequeña de ellas, está todo Cristo REALMENTE PRESENTE con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, sino que, también, la experiencia demuestra que por esto ha habido mayor hurto de hostias consagradas de parte de sectas satánicas. El propio Vaticano lo señaló.
No vemos, pues, razón alguna que valide esta perniciosa práctica y rogamos a Dios sea totalmente eliminada en cualquier parte.
El siguiente video nos debe hacer reflexionar todo esto:
http://catolicidad-catolicidad.blogspot.com/2009/07/el-obispo-schneider-nos-habla-de-la.html
Gracias por su comentario.
Un abrazo en Cristo
Atte
CATOLICIDAD
A un amable lector que nos pregunta por qué "hacer conflicto" de esto si los obispos de USA lo autorizan.
ResponderEliminarEl asunto es muy claro: Un indulto teórico y limitado en realidad se convierte en una prohibición práctica. Han convertido la desobediencia en fuente de ley, como lo podrás comprobar. Para ello, por favor lee el siguiente post, así como los temas con enlace que aparecen al final del mismo:
http://www.catolicidad.com/search/label/comuni%C3%B3n%20en%20la%20boca
Gracias por preguntar y escribir.
Un abrazo en Cristo
Atte
CATOLICIDAD
A un lector: El papa puede todo en edificación y no puede nada en destrucción. El papa es DEPOSITARIO de la doctrina de Cristo y no puede cambiar ni una iota. Es el representante de Cristo y el apoderado no tiene ningún poder por encima del Poderdante que es Dios mismo. Esta es la fe de la Iglesia Católica. El Vicario de Cristo debe confirmar en la fe a sus hermanos, pues es la función primordial que Cristo le dejó (Lucas 22:31-32). Y es precisamente esa función que le piden los cuatro cardenales que ejerza al presentar sus "Dubia".
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