Pero al llegar en la tarde de ayer, Solemnidad de Todos los Santos, nos encontramos con un operativo perfectamente montado.
El atrio del templo cardenalicio estaba rodeado por una firme y alta valla metálica, y efectivos de la policía patrullaban el lugar. Habían llegado allí por requerimiento del Sr. Rector de la Catedral, Pbro. Alejandro Ruso, y con el consentimiento del Cardenal Bergoglio.
Los acompañó en su decisión, aunque considerara más prudente colocarse tras la valla, un sacerdote de sotana quien, al ponerse en contacto directo con el enemigo luciendo el hábito eclesiástico, se hizo acreedor, entre otras cosas, a dos poderosos huevazos de su parte; y al premio mayor de la jornada por la nuestra.
Porque ha de saberse que la parte sustancial de estas columnas, estaba formada por militantes políticos que se mueven por mandato comiteril y financiamiento abundante. Por lo cual no se puede decir con verdad que haya sido una marcha pro aborto estrictamente.
Un importante grupo se dirigió hacia la Catedral para seguir la acostumbrada liturgia profanante, pero se encontró con los soldados de Cristo Rey y el cordón policial.
Se oyeron los insultos de uso, a la Iglesia, a Cristo Rey, a los sacerdotes, a las Fuerzas del Orden; y del lado católico, donde la sangre joven bullía en las venas impulsando el cuerpo a la batalla, se alzaron voces clarificantes: ¡Asesinos! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva María Reina! ¡Viva la Patria!. Mientras otros rezaban el Rosario y la oración a San Miguel Arcángel.
Comenzaron a llover huevos sobre el atrio de la Catedral, una lanza que había sido usada para portar una bandera de la muerte, voló hacia el interior de las vallas y, de no haber sido desviada por la mano de un hombre, habría impactado en el rostro de una adolescente.
Los soldados de Cristo Rey, enlazados en una cadena de almas y cuerpos, no estaban dispuestos esta vez a tolerar escupitajos y empellones, lo que implicó puntos de fricción que obligaron a intervenir a la Guardia de Infantería Policial.
Mientras esto sucedía, terminada la Santa Misa que tuvo sus latines, el Rector se hizo presente en las puertas que permanecían abiertas.
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El pastor con sus fieles. |
Descargaron su furia contra el edificio de la Jefatura de Gobierno y el histórico Cabildo, que quedaron llenos de consignas y de una blasfemia gravísima e inesperada (NOTA DE CATOLICIDAD: Misma que preferimos omitir). Y se fueron retirando con sus malogradas intenciones bajo el brazo hasta irse por completo.
Quedaban en nuestras filas algunos contusos leves y un policía con un problema en sus piernas que le impedía caminar. Tuvieron que evacuarlo en ambulancia, pese al silencio de los Medios. Los mismos Medios, tan críticos como ignorantes de lo que pasa en la Iglesia, que creyeron unos que los católicos eran un desprendimiento de una marcha sindical acaecida esa misma tarde; y otros que había habido dos marchas, una pro y otra anti aborto.
No sabían o no quisieron saber, que allí había un bando que quería profanar la Catedral y otro que intentaba evitarlo, y estaba allí para eso, más que para pedir que no haya ley de aborto.
La periodista del Multimedio Clarín, socio nativo número uno del Nuevo Orden Mundial, relataba exactamente al revés las imágenes que veía. ¡Cosas del periodismo profesional!
Cuando el que esto les relata se apretaba a marcharse, casi el último de todos, se acercó una periodista de Radio Paz 830 AM del Arzobispado de Miami, quien manifestando su sorpresa por el número de jóvenes que se habían congregado en el lugar; me preguntó si no estaba sorprendido por lo mismo.
Le contesté que no; y pasé a explicarle que esos valientes jóvenes, son los frutos de los islotes de Cristiandad que aún quedan en la Iglesia, santuarios que se sostienen sobre dos columnas: la Liturgia Auténtica y la Íntegra Doctrina de Jesucristo.
Y para qué seguir hablando si dicen que una imagen vale por mil palabras; sólo me queda decir que varios comentábamos allí la paradoja de tener que pelear con gente que quiere matar sus propios hijos, porque nosotros queremos salvarlos. ¡Eso lo dice todo, son endemoniados!
Montasser al Shufie.
"A la Iglesia Católica Romana,
que se quiere meter en nuestra cama,
le decimos que se nos da la gana,
de ser putas, travestis y lesbianas".
¡Sin duda que conmueven por sus "altas" aspiraciones! A confesión de parte, relevo de pruebas.
A continuación, y dado que dicen que una imagen vale más que mil palabras, la crónica visual.
Los defensores, llevando una larga bandera argentina, van llegando al lugar y tomando posiciones frente al cerco puesto por la Policía Federal a la espera de la manifestación pro-muerte.
Llegan los grupos de choque del troskista Partido Obrero y sus grupos satélites como el "Plenario de Trabajadores" (meros "sellos de goma").
Otras fuerzas de choque troskistas, el Partido de los Trabajadores Socialistas.
Finalmente, interviene la policía luego de que se produzcan los primeros ataques de los abortistas a los defensores de la catedral.
Luego de que la policía asegurara el área, las feminazis comienzan sus danzas obscenas. (En las mochilas, amparados en sus "derechos humanos", estos grupos suelen llevar perdigones, piedras y armas punzantes.)
Los defensores de la catedral rezan el Rosario, mientras les caen escupitajos, piedras, huevos, etc. arrojados por los manifestantes pro-muerte.
Custodia de la catedral de Paraná
Fuentes: Post de "Página Católica", Noticia de Paraná de "Argentinos Alerta" y reportaje fotográfico de "InfoCaótica".
Toda la prensa habla de incidentes en Plaza de Mayo, pero la gente está no en la Plaza, sino sobre Av. Rivadavia frente a la Catedral. ¿Les dará miedo decir que los incidentes fueron en la puerta de la catedral?
ResponderEliminarTampoco fue como dicen algunos medios (como los masones de Urgente24, a los que nada más les importa echarle la culpa al gobierno), un choque entre dos manifestaciones por descuido de la policía. Los católicos estaban en el atrio/columnata (las mujeres y los chicos más jóvenes) y adelante de las vallas que había puesto la policía sobre las escalinatas. Los zurdo/abortistas venían especialmente a manifestarse frente a la catedral sabiendo bien que por ser Todos los Santos, había Misa en su interior.
Comentario visto en Página Católica:
ResponderEliminarluis alvarez primo dijo...
El saldo de la resistencia ofrecida en defensa de la Catedral fue netamente positivo. Y Dios Padre así lo quiso. Página Católica con lucidez bien lo informa. El Cardenal hizo en parte lo suyo y los católicos presentes dimos un testimonio inocultable de solidez, decisión y firmeza: se rezó bien el Santo Rosario,se cantó vigorosamente el "Cristo Jesús, en Tí la Patria espera", y más de 300 voces resonaron al unísono en toda la Plaza respondiendo con un estruendoso "Viva!" al grito de" Viva Cristo Rey"; y "Viva la Patria". Notable y notoriamente, los abortistas no podían sostener nuestra mirada, y desviaban el rostro. Tenían claro que lo de Posadas no se iba a repetir. Iban a cobrar como no se lo podían imaginar. Estábamos preparados. Los Jefes de la Policía que se acercaron inicialmente para tantearnos, ver cuál era nuestro ánimo y si podían disuadirnos de ubicarnos delante del vallado, ante nuestra firmeza y percepción de sus intento de manipulación, comprendieron que no nos íbamos a mover. Entre la marea roja no se vio una sóla bandera argentina. Nosotros sí desplegamos una celeste y blanca de 50 metros delante del vallado y ahí la mantuvimos. Otro detalle, la resistencia no sólo se sostuvo frente a los abortistas, que eran una horda de varios miles, individuos desquiciados, con rostros y miradas de alienados, en su mayoría sucios, mal alimentados y enfermos de lujuria y mala conciencia: también en los momentos previos debímos hacer frente a algunos típicos católicos liberales, cobardes y clericales que pulularon sigilosa y sibilinamnete con ánimo desmovilizador y pacifista, diciendo " que no comprendían cuál era la lógica de ubicarse delante del vallado"...etc. De modo que la jornada se ganó en varios frentes: el Cardenal en parte hizo lo suyo ( que buéno hubiera sido verlo ahí, como Quarracino probablemente hubiera hecho); se puso un límite a la barbarie roja, y, a los católicos clericales y timoratos se les mostró cuál es el verdadero camino de los seguidores de Cristo, Nuestro Señor.
Ánimo hermanos argentinos!, Estan en mis oraciones ante esta barbarie...
ResponderEliminarQue Viva Cristo Rey!!!
Dios os bendiga, soldados de Cristo Rey.
ResponderEliminarTodo lo que hicieron quienes se denominan a sí mismas "putas, travestis y lesbianas" junto a los hombres (¿cómo se denominarán a sí mismos?) que las acompañaban, constituyen varios delitos graves. ¿No será ya el momento de presentar una denuncia penal con fotografías y videos? Pregunto porque no soy argentino, pero supongo que esto es muy factible.
ResponderEliminarFelicidades al Padre Francisco Morad, Rector del Colegio San Pablo. Estuvo al frente, algo que pocos curas hacen hoy en día. ¡Ese sí es un cura con mucha sotana!
ResponderEliminarSiempre habrá dos miradas, como hay dos banderas, y es preciso enrolarse fielmente sólo en una, y aprender a mirar…
ResponderEliminarLa mirada del mundo: numerolátrica, meteorológica, eficientista y siempre miope.
La mirada de los hijos de Dios: arraigada en su Palabra viva, en la Tradición bimilenaria de su única Iglesia y el testimonio de miles de hermanos nuestros que ya contemplando cara a cara su Divina Faz, nos señalan el rumbo, con sus huellas en la Historia, la historia de la verdadera Libertad -que nada tiene que ver con la Revolución Francesa anticristiana- sino con la docilidad a la Verdad, porque sólo Ella libera (Jn. 8,31), aún –y sobre todo- desde la Cruz.
La Providencia quiso que el 1 de noviembre, Fiesta de Todos los Santos, en el Año de la Fe, se congregara un “Pequeño Rebaño” de hombres y mujeres que pretendimos demostrar al mundo que el deber –pues ya no es sólo derecho- de defender los templos y signos sagrados, es la defensa de nuestra propia médula de católicos, hijos de la Iglesia, cuya fe nos gloriamos de profesar en razón de nuestro bautismo.
No son paredes, ni meros monumentos históricos, sino el alma de la civilización cristiana que hoy se ataca por doquier atacando a la Familia, a la vida inocente del niño por nacer, a la Verdad Una y singular, al Orden Natural, a la Belleza y a la Luz.
continúa....
Nosotros vivimos en esta circunstancia, un destello de esa Luz: vivimos la unidad de la oración y la acción. Así como en la catedral unas piedras sostienen a las otras, nosotros, piedras vivas, nos sostuvimos mutuamente, cada uno con las gracias que Dios le había dado: la mirada atenta, la palabra, el canto, la astucia, la energía, la reacción; sin contraposiciones estériles que abonan un lenguaje dialéctico completamente ajeno al sentir católico (que es un “y…y” inclusivo, cuidando siempre el orden de la caridad).
ResponderEliminarEn un principio, los cálculos mundanos pretendieron “escondernos” en una calle lateral considerando el absurdo de que la presencia de católicos ante un templo católico resultaría “provocadora” para los pregoneros de la muerte, que pretendían agraviarla. Pero María Santísima, “terrible como ejército formado en batalla” nos alentó a mantenernos unánimemente firmes en la negativa a retirarnos, y las fuerzas policiales debieron pedir refuerzos para protegernos, recordándoles que su deber era proteger nuestros derechos, y no fundar la paz en conculcarlos.
El templo iba a permanecer cerrado, y Ella también seguramente, como Reina de todos los Santos, dispuso todo para que antes de llegar las hordas, viviésemos juntos unas Vísperas solemnes, con el Santísimo Sacramento expuesto, antes del enfrentamiento.
Luego la Santa Misa se celebró dignamente, mientras afuera, un ejército de Rosarios velaba por ello, como los guardias cuidan el Tesoro.
La invocación a San Miguel Arcángel y a todos los santos, especialmente a Santiago, a San Bernardo, a Santa Juana, iluminaron los semblantes, como los Vivas a Cristo Rey durante varios momentos, como un himno marcial, tapando las voces discordantes del odio impío y la blasfemia.
continúa....
... Un regalo impredecible e inestimable, digno de párrafo a parte, lo constituyó la presencia permanente de un fiel sacerdote de Cristo –vestido de rigurosa sotana, e incluso sin arredrarse luego de haber sido alcanzado por uno de los elementos que arrojaban del otro lado- recorriendo nuestra “trinchera”, y cosechando algunas confesiones tal vez largamente demoradas, cuya valía sólo en el cielo contemplaremos cabalmente. ¡Ay, si su ejemplo valiente cundiera, se multiplicarían sin duda los ramilletes de almas para ofrecer al Padre!. Vaya desde estas humildes líneas, nuestro más profundo y sincero agradecimiento.
ResponderEliminarAl término de los “incidentes” (como le gusta titular a los medios, que minimizan todo lo grande y enaltecen todo lo sórdido y minúsculo), retirados los nubarrones de la tormenta, sin que los enemigos de la Fe y de la Patria hayan logrado su objetivo, aún nos quedamos un buen rato, y en acción de gracias compartimos un último rosario –el de los misterios luminosos- a María Auxiliadora, Reina de Lepanto, Nuestra Señora de las Victorias, Madre de la Merced, pidiendo luz abundante de conversión para todos los corazones, de ambos lados de las vallas, para que Ella nos reúna un día en el seno del Padre. Suplicamos gracias de conversión abundantes, y no dudamos de que las habrá, aún entre los policías –a quienes habiéndole quitado con los últimos gobiernos la formación religiosa, esto puede haberles servido tal vez como incentivo para buscarla-, a algunos de los cuales pudimos luego recomendar el uso del Escapulario, y repartir alguno, antes de retirarnos cantando a voz en cuello la Salve Regina, donde unas horas antes se ventilaron blasfemias. Porque no concebimos la defensa de la vida al margen de la Madre del Autor de la Vida; porque “de Santa María, nunca bastante”, como nos enseña San Bernardo, sin necesidad de someterlo a plebiscito. Pues nos parece lastimoso que algunos limiten la defensa de la vida a una dimensión política, acomodándola al sufragio popular o a componendas ecuménicas, atendiendo así sólo a las consecuencias sin mirar a las causas. Es hora de afirmar con energía que el aborto es sólo una punta del iceberg, y que NO es ese el mayor pecado, sino la apostasía escandalosa del Pueblo de Dios, que claudica ante el cáncer demoliberal.
Hay que pensar que si el mundo nos pisotea muchas veces, no es por haber sido fieles testigos del Señor que venció al mundo, sino tal vez porque como sal, los católicos hemos perdido el sabor; “Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres” (Mt 5,13). Y no podremos restaurar un orden cristiano ni justo en nuestra Patria al margen de la afirmación contundente del Reinado Social de Cristo.
Esto jamás lo comprenderán los medios, que como ciegos guías de ciegos, se asombran del enfrentamiento de “posturas antagónicas sobre el aborto”, y no advierten que se trata aún más radicalmente, de dos posturas antagónicas sobre el hombre, la vida y el universo. Y que no pueden conciliarse mediante pactos de convivencia democrática, sino sólo mediante la conversión de todos los corazones, en el sacramento de la Penitencia y de rodillas ante el Señor Sacramentado.
Ha sido éste, pues, un día memorable, en fin, para todos nuestros corazones, porque en medio de tantos sinsabores que agobian a nuestra Patria, y que son nuestra Cruz, junto a la Mater Dolorosa -Causa de nuestra alegría- nosotros queremos estar de pie, y para ello pedimos Su gracia.
Es preciso recordar que mientras la Iglesia Triunfante nos estimula con su ejemplo desde la gloria, la Iglesia Purgante es la única porción del Cuerpo Místico que ya únicamente puede padecer, y no merecer.
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Es a nosotros, en cambio, miembros de este Cuerpo aquí en la tierra, aún sujetos al influjo de los enemigos del alma, a quienes nos compete librar “el buen combate”. Muchos olvidan lamentablemente, que además de ser Iglesia Peregrina, el nombre propio con que la Tradición nos designa es el de Iglesia Militante, pues milicia es la vida del hombre sobre la tierra (Jb.7, 1-4), y la salvación no está cifrada en una abstinencia “ecologista” de no hacer el mal (tampoco lo hacen las momias), sino, a semejanza de Nuestro Señor, pasar la vida haciendo el Bien.
ResponderEliminarEs preciso afirmar que no se puede obrar el Bien divorciándolo de la Verdad, y que la corrupción de las costumbres comienza por el alejamiento de Ella, que es Cristo Rey del Universo. Al falsear la doctrina católica, desconociendo el Catecismo, desoyendo al Magisterio, no se puede obrar realmente el bien, porque de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.
Se explica entonces que entre las tentaciones opuestas de nuestro obrar a tientas, encontremos por una parte, el desprecio a las obras, en un quietismo luterano deprimente -como lo es toda herejía, que recorta la Luz de la Verdad-, y por la otra, el voluntarismo semipelagiano que pone el acento sólo en los métodos humanos, y relega la gracia a la mera condición de “bastón”, cuando por el contrario, todo el bien del hombre, de la Patria y del universo, consiste en secundarla, porque es ella –es Cristo- quien lleva la delantera y marca el rumbo. El no nos dijo jamás que sin El podríamos hacer muy poco, o de mala manera, sino que “sin Mí, NADA podéis hacer”.
Es la hora del combate, sin duda. Y que rezar es combatir, nadie lo duda, pues sin el sostén de la oración, corazón de la Iglesia, todo esfuerzo es vano e incompleto, por más recaudos estratégicos que se tomen del caso.
Pero la tierra no es el Purgatorio (y es bueno recordarlo, en momentos que, apremiados por las necesidades presentes y confundidos por la enfermedad del individualismo, se olvida a menudo el deber de caridad de rezar por nuestros difuntos, y se predican tan menguadamente las indulgencias…), y eso significa que hasta tanto no nos llame el Padre, a nadie le es lícito desertar de su puesto en medio de la batalla, limitándose a las quejas.
¿Que no hay forma “razonable” de tener esperanza? ¿Y desde cuándo la esperanza de los hijos de Dios se apoyó sobre las bases razonables de nuestras solas fuerzas? Y ahí asoma la cola pelagiana… Ni en Covadonga, ni en Lepanto, ni en tantísimos episodios de la historia sagrada y aún en nuestra historia nacional, Dios requirió las fuerzas de sus hijos como “garantía”, sino al contrario: “en tu debilidad se manifiesta mi fuerza”(2 Cor.12,9).
¿Por qué nos insiste tantas veces Nuestro Señor en el Evangelio, y también Nuestra Señora en sus múltiples apariciones, en el “No temáis”? Porque precisamente, si miramos con la mirada secular, todo hace pensar que debemos temer, y mucho. Y por eso el “escándalo”, el estupor del mundo: “¿Cómo se atreven éstos..?¿Quién los sostiene…?” Pero ahí está la levadura, para que fermente la masa; ahí están los peces y los panes, para que El obre las maravillas que quiera, como Rey Soberano de las almas y el mundo. “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal: ¡ten piedad de nosotros y del mundo entero!” Y Él sí que es el Fiel, porque no puede desdecirse a Sí mismo.
La hora de la batalla es la hora de la alegría, de la entrega de corazones jóvenes, que nada conocen de edades cronológicas, sino todo rebosantes de esperanza. Hija de la esperanza es la fortaleza, como lo es el canto.
Quiera María Santísima, Reina y Generala de esta Patria cuya bandera es Su manto, ordenar nuestras filas de soldados de Cristo, para conducirnos siempre a librar el buen combate, y como pedía el beato Manuel González, ¡no quiera Ella permitir que nos cansemos!
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Patria católica y mariana!
M. Virginia O. de Gristelli
Bellísimo comentario lleno de fe genuina. Gracias a doña Vriginia. Lo mismo el de don Roberto.
EliminarÁnimo Queridísimos!, Estamos en el mundo pero NO somos del mundo... VIVA CRISTO REY!!
ResponderEliminar"Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio" Ef. 6, 12.
"Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas." Mt. 10, 16
"Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará." Mt. 10. 22,
"Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, él mundo los odia." Jn. 15, 19
"El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño" Mt. 10, 24
"No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena."Mt. 10, 28
"En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo." Fil. 3, 20
"Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron." Mt. 5, 11 - 12