viernes, 7 de noviembre de 2025

DE LA FIDUCIA AL HOMBRE LÍQUIDO



La patria potestas: deber sagrado y no dominio


BLOQUE I — ROMA Y LA FIDUCIA PÚBLICA 

1) La casa como cimiento público: depositarius fidei publicae

La historia de Occidente se puede contar como historia de la confianza:
de la fiducia que moldeó la constitución moral del derecho romano,
de la fides que la Cristiandad elevó a caridad,
y de la incredulidad moderna que disolvió al hombre hasta hacerlo líquido.

En ese arco, Roma fija el punto de partida: el pater familias como depositario de confianza pública (depositarius fidei publicae). Su potestad no es el dominio de un propietario sobre cosas, sino la custodia de un bien recibido: la continuidad moral, patrimonial y cultual de una domus que no es mera “vida privada”, sino primer nivel de lo público. La civitas late en la casa; la casa respira por la ciudad. De ahí que el padre no se perteneciera —representaba—: hacía visible, ante magistrados y dioses, la integridad de los suyos.

Esta representación tenía cuatro vértebras:
 • Moral (virtus, pietas, disciplina): formar carácter y hábitos en consonancia con el mos maiorum.
 • Jurídica (ius, officium, consilium domesticum): regir con ley y con consejo, no a solas con la voluntad.
 • Económica-patrimonial (patrimonium, peculium, tutela): administrar para la estirpe, no para el capricho.
 • Sacral-doméstica (lares, penates, lararium): custodiar el culto que anuda vivos y antepasados con la ciudad.

Por eso la patria potestas nace como signo de continuidad y no como licencia de arbitrariedad. Se constituye para que la casa sea micro-república: escuela de ley, ritual y templanza; ensayo del foro en el comedor; altar encendido que recuerda al de Vesta.

2) El ius vitae necisque desenmascarado: mito y norma

El moderno imaginario convierte la potestad arcaica en caricatura de tiranía. Roma hizo lo contrario: transformó poder bruto en oficio reglado. Aun cuando fuentes antiguas recuerdan la sombra del ius vitae necisque, la práctica lo subordinó al consilium domesticum y a la causa iusta; y el desarrollo clásico lo cercenó de hecho, integrándolo en el sistema judicial público. En la cumbre del ius civile, ningún padre decente podía actuar sin razones objetivas, sin consejo y sin sujeción a la ley. La regla que destila Ulpiano —potestas in liberos est officium, non dominatio— no es ocurrencia moralizante: es la juridificación definitiva de un principio mil veces ejercido.

3) La Matrona, sacerdotisa del orden: dignidad civil-religiosa

El esquema romano no opone varón y mujer en dialéctica de poder: los distingue jerárquicamente para cooperar. La matrona no es sierva: es custodia del lar y administradora de su dos, con función ritual y estabilidad patrimonial. Su dignidad no procede de equiparar roles, sino de consagrar su misión propia: preserva el fuego, ordena el interior, transmite la pietas. El padre exterioriza, la madre interioriza; ambos, ordenan. No hay paternidad legítima sin esta alianza jerárquica.

4) Derecho como moral institucional: de mos a lex

Roma no dejó la moral a la buena voluntad. Institucionalizó la costumbre en ley. Las Leges Iuliae y la Papia Poppaea no son moralismo penal: son tecnología cívica de la virtud doméstica. Premian prole, protegen patrimonio conyugal, sancionan adulterio como crimen contra la fides publica. Así la libertad deviene servicio; el deseo, responsabilidad; la casa, semillero político. La familia desordenada no es “estilo de vida”: es lesión de la república.

5) Anatomía de la domus: jurisdicción, economía y culto
 • Jurisdicción doméstica: El padre preside un foro en miniatura; el consilium domesticum funciona como dique de arbitrariedad. Se juzga con ritual, no con capricho.
 • Economía fiduciaria: La administración patrimonial se rige por el interés de la gens. El peculium disciplina el uso: no emancipa del deber; educa en responsabilidad.
 • Culto familiar: El lararium es código vivo de continuidad. A la mesa se aprenden la ley y el agradecimiento; al altar, el límite del hombre.

6) Síntesis romana ampliada (tesis completa)
 1. Representación pública: el padre responde por su casa ante la ciudad; su auctoritas es servicio representativo.
 2. Limitación orgánica: consejo, costumbre y ley templaron desde temprano la violencia del poder bruto.
 3. Cooperación jerárquica: matrona y padre ejercen dignidades diferentes, convergentes.
 4. Moral en ley: la virtud doméstica se vuelve política pública por medio de premios, sanciones y protección de patrimonio.
 5. Paternidad = oficio: officium fidei, no dominatio.
 6. Teleología cívica: la casa bien regida alimenta la república; la república custodia a la casa.


BLOQUE II — LA CRISTIANDAD: DEL OFFICIUM FIDEI AL MINISTERIUM CARITATIS 

1) Bautismo del orden romano: nueva finalidad, misma forma

El cristianismo no destruye la forma romana: la eleva. Guarda jerarquía, ley, culto, patrimonio; cambia la finalidad: de la civitas terrena a la Civitas Dei. Donde antes hubo officium cívico, ahora hay ministerio de caridad; donde hubo fides publica, ahora fe teologal. La autoridad se reconoce recibida, no originaria: Ex quo omnis paternitas… —toda paternidad toma nombre del Padre eterno—. La potestas se convierte en signo sacramental de una Providencia que gobierna amando.

2) Vicarius Dei in domo sua: el padre como minister ordinis

Santo Tomás fija la teología del mando doméstico: el padre es vicario; sirve al orden que lo excede. No manda porque puede, manda porque debe. La obligación no es adorno: es la forma de su poder. Un vicario que se apropia el encargo se corrompe; el que lo desempeña en obediencia transparenta a Dios en su casa.

Cadena de obligaciones (teología del deber)
 • De Dios al padre: autoridad participada; gracia para gobernar en justicia.
 • Del padre a los suyos: guardar, criar, enseñar, corregir, reconciliar, santificar la vida ordinaria.
 • De los suyos al padre: obediencia libre y agradecida, en la verdad del bien.
 • De la casa a la ciudad: irradiar virtud, servir de cimiento, custodiar continuidad.

3) Ecclesia domestica: altar, mesa y trabajo

La casa cristiana es iglesia en miniatura. Su liturgia cotidiana —trabajo honesto, palabra que instruye, corrección que cura, pan compartido, oración— es sacramentalidad del orden. Por eso el derecho canónico manda educar en la fe y en las costumbres; por eso los ordenamientos civiles cristianos (de las Partidas a los fueros) definen la potestad como “derecho natural que Dios puso en el hombre para guardar, criar y enseñar”. La paternidad se vuelve via regia de santificación: camino ordinario hacia lo eterno.

4) Política por analogía: cura communitatis y subsidiariedad

El padre y el príncipe obedecen a la misma forma: cura communitatis. La subsidiariedad brota de aquí: el orden superior ayuda, no sustituye; el inferior cumple, no abdica. Suprimir al padre no es neutral: rompe la jerarquía del bien. Inflar al Estado para “tutelar” hogares es matar confianza; atrofiar al hogar en nombre de autonomía es matar comunidad. El orden cristiano es orquestación analógica, no suma de islas ni centralismo.

5) Estructura virtuosa del mando (ars regendi domestica)
 • Prudencia: ordena fines, tiempos y medios; distingue corrección de dureza.
 • Justicia: da a cada uno lo suyo; disciplina con medida.
 • Fortaleza: protege sin odio, sostiene sin quejarse.
 • Templanza: limita el yo; desarma al capricho.
 • Caridad: forma todo; hace amable la ley, fecunda la obediencia.

6) El arco completo (Roma → Cristiandad) en una fórmula

De la fiducia a la caritas: la casa bien regida alimenta la república (Roma); el padre que sirve al orden divino santifica la casa y, por ella, al mundo (Cristiandad).
Del officium fidei al ministerium caritatis.


BLOQUE III — MODERNIDAD, POSMODERNIDAD Y EL HOMBRE LÍQUIDO 

1) Antropología rota: del ser recibido al yo autosuficiente

El Renacimiento estetiza el mando; la Reforma privatiza la fe; la Ilustración contratualiza la autoridad. Lo que era participación del orden se vuelve proyecto de voluntad. El padre deja de ser representación (de Dios, de la ciudad) para ser individuo. Sin vertical, se evapora el límite. La autoridad pierde “telos”; sólo administra. El hogar se sentimentaliza; el Estado se pedagogiza.

2) Revolución y Estado-padre: estatización de la promesa

La Revolución seculariza el matrimonio, relativiza el vínculo, convierte la potestas en competencia estatal. El Estado se autoerige en Pedagogo Universal: promete proteger a todos… a condición de ser padre único. Napoleón codifica: filiación legal, divorcio como válvula, patria potestad administrativizada. El padre ciudadano nace igual… y desarmado.

3) Industrialización: del maestro de casa al proveedor ausente

La fábrica extrae al padre; la escuela estatal ocupa la domus; el ocio masivo coloniza el salón. El padre paga; otros educan y “cuidan”. Se instala la figura del padre-chequera. Cuando el dinero suple al ejemplo, la autoridad pierde rostro. La cultura de masas fabrica dos caricaturas: tirano o bufón. Ambas legitiman la irrelevancia del padre.

4) Posmodernidad: “patriarcado” como inversión semántica

Negada la naturaleza, toda jerarquía deviene sospecha; la diferencia sexual, construcción. Si todo es fluido, la paternidad es prescindible. Nace el hombre líquido: sin forma, sin herencia, sin promesa. Su alma reacciona a estímulos: no puede decir “para siempre”. Y donde nadie puede prometer, la confianza muere.

Promissio cadit, societas cadit.
Si cae la promesa, cae la sociedad.


BLOQUE IV — MÉXICO Y LA RESTAURACIÓN FIDUCIARIA 

1) Genealogía mexicana de la paternidad

Virreinato
Heredero del derecho romano por la vía castellana y bautizado por la teología, el padre fue cabeza jerárquica y custodio espiritual. El hogar campesino-gremial unía oficio, altar y mesa. La autoridad estaba limitada por el sacramento, el confesor y la costumbre cristiana. La paternidad era ministerio y oficio.

Siglo XIX liberal (Leyes de Reforma)
Secularización del matrimonio y del registro civil; el Estado-escuela suplanta la domus como centro pedagógico. El padre se administrativiza: tutor y proveedor, no símbolo moral. La cadena simbólica (Dios-Padre-padre) se corta; queda ley positiva y proyecto estatal.

Porfiriato
Orden, progreso, pero positivismo: el padre deviene disciplinador racionalista. Mantiene presencia, pierde transparencia sagrada. El rendimiento sustituye gradualmente a la virtud como medida.

Revolución y posrevolución
Corporativismo y Estado-padre. La tutela se colectiviza; la lealtad se politiza. La paternidad real se desplaza: el Presidente-Padre, el Partido-Padre, el Sindicato-Padre. La casa se feminiza por abandono o por diseño; la potestas doméstica languidece entre subsidio y clientelismo.

México tardomoderno
Migración, urbanización, economías informales, escolaridad masiva, pantallas omnipresentes: orfandad estructural. Dos patologías copan el imaginario:
 • Macho: fuerza sin deber, voluntad sin orden (parodia de potestas).
 • Padre ausente: deber negado, vínculo roto (parodia de ministerium).

Ambos son hijos bastardos de la secularización: uno usurpa, el otro abdica.

2) La herida contemporánea: mapa sintético
 • Cultural: padre ridiculizado o criminalizado; varón virtuoso invisible.
 • Jurídica: patria potestad fragmentada en custodias y trámites; el símbolo degradado a función.
 • Económica: precariedad, multipresencia laboral, hiper-endeudamiento; el hogar, último en la fila.
 • Educativa: monopolio “pedagógico” estatal-mediático; la mesa deja de ser cátedra.
 • Religiosa: fe privatizada; sacramento reducido a rito ocasional.

Resultado: orfandad civil. Una nación que mira a la pantalla buscando el rostro que faltó en la cabecera de la mesa.

3) Crítica a la consigna del “patriarcado”

La consigna homologa dominación y paternidad: sofisma eficaz, falso en raíz. Lo que oprime no es la paternidad ordenada, sino su corrupción cuando se divorcia del amor. El machismo nace donde ya no hay padre: queda músculo sin misión. Destruir la paternidad no emancipa: abandona.

4) Programa de restauración (jurídico-moral-cultural)

A. Principio rector

Restaurar la paternidad como autoridad recibida y servicio ordenado al bien: ministerium ordinis.
(Sin esto, todo es re-ingeniería con pies de barro.)

B. Siete frentes, una sola sinfonía
 1. Casa como primer orden público
 • Reinstalar la domus como escuela de virtud: horarios, ritos, sobremesa, lectura en voz alta, oración.
 • “Plan de mesa”: un día semanal sin pantallas, con conversación y memoria familiar.
 2. Subsidiariedad práctica
 • Marco jurídico que ayude sin sustituir: incentivos al tiempo paterno (no solo al ingreso), reconocimientos a la presencia.
 • Políticas que premien co-formación doméstica (lectura, música, deporte en familia) y no solo “asistencia”.
 3. Reforma del lenguaje público
 • Desterrar la sinonimia padre = violento.
 • Manuales de estilo para prensa y escuela: paternidad fiduciaria, autoridad servidora, cura communitatis.
 4. Derecho de familia con símbolo
 • Tutelar la unidad de la patria potestad como misión conjunta (padre-madre).
 • Evitar convertir al juez en padre sustituto por defecto.
 • Mediación obligatoria orientada al bien del hijo como bien de la comunidad.
 5. Economía del tiempo
 • Incentivos fiscales para empresas que faciliten jornada “paterno-presente”.
 • Premiación pública (municipal/estatal) a Casas de presencia (indicadores de tiempo significativo padre-hijo).
 6. Liturgia doméstica
 • Talleres parroquiales y comunitarios de ars regendi domestica: prudencia, corrección, perdón, economía del hogar, devociones.
 • Recuperar ritos mínimos: bendición de la mesa, lectura del Evangelio dominical en casa, examen de conciencia familiar breve.
 7. Narrativa cultural
 • Series, crónicas y campañas donde el varón virtuoso sea de nuevo visible: firme, alegre, trabajador, sacrificado, orante.
 • Concurso anual Padre que responde: relatos reales de fiducia vivida.

C. Regla de oro (disciplina interior)
 • Presencia antes que prédica.
 • Coherencia antes que consigna.
 • Ritual antes que discurso.
 • Perdón antes que perfeccionismo.
 • Sacrificio antes que sensibilidad.

5) Teología práctica del padre
 • Imagen: no crea el orden; lo refleja.
 • Misión: no se impone; se recibe.
 • Límite: no manda sobre almas; sirve su salvación.
 • Prueba: no es infalible; es fiel.
 • Promesa: no ofrece placer; da destino.

Minister ordinis, non dominus voluntatis.
Servidor del orden, no dueño de la voluntad.

6) Epílogo restaurativo (México)

México no resucitará por ingeniería social sin conversión doméstica.
Mientras haya un hombre que, en una casa de barrio o de sierra, se ponga de pie y diga —sin gritos, sin excusas, sin miedo— “yo respondo por ti”, la nación tendrá raíz.
Ese hombre no es héroe de bronce: es padre.
Y en su fidelidad silenciosa se oye —todavía— el latido de Roma y el canto de la Iglesia.

Dum unus pater fidem servat, mundus non perit.
Mientras un solo padre guarda la fe, el mundo no perece.

Óscar Méndez Oceguera

jueves, 6 de noviembre de 2025

EL DICASTERIO PARA LA DOCTRINA DE LA FE INTENTA DESPOJAR DE SUS TÍTULOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

 

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) acaba de publicar un nuevo documento al menos tan escandaloso como Fiducia Supplicans, ya que ataca a la Santísima Virgen, nuestra Madre, negándole los títulos que le han sido otorgados a lo largo de la historia de la Iglesia, autorizados por varios papas y muy apreciados por los teólogos.

El texto incendiario del cardenal Víctor Fernández, prefecto del DDF, lleva por título Mater Populi fidelis (Madre del pueblo fiel). Ahí explica sin ironía alguna que su panfleto pretende profundizar en los «fundamentos justos de la devoción mariana», lo que implica «una profunda fidelidad a la identidad católica y, al mismo tiempo, un esfuerzo ecuménico particular».

En otras palabras, la devoción mariana debe fijarse en los errores, las herejías y las impiedades de los no católicos hacia la Madre de Dios: una forma singular de manifestar su piedad hacia quien es nuestra Madre. La Iglesia, hasta el Concilio Vaticano II, nunca necesitó desviar la mirada para contemplar la verdad.

El sitio web InfoCatolica comenta acertadamente este recurso al ecumenismo: «A algunos analistas les ha llamado la atención el recurso al mantra del ecumenismo, como en los años 70. La ruptura más fuerte con el ecumenismo en los últimos tiempos es el documento Fiducia Supplicans, del propio cardenal Fernández, y no parece que haya ninguna revisión».

Una «tontería» para el Papa Francisco

Como se señaló en un artículo de Fsspx.Actualidad  —que se retomará ampliamente aquí— durante la homilía de la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe en la basílica de San Pedro, el 12 de diciembre de 2019, el Papa Francisco se refirió despectivamente al título de correredentora. Este rechazo es impío, ya que se trata de una tradición muy arraigada, retomada y desarrollada por varios Papas, incluso después del Concilio Vaticano II.

En esta homilía, Francisco, tras aceptar tres títulos —mujer o dama, madre y discípula—, descartó rotundamente el título de corredentora. Añadió que se trata de un «sin sentido», pero la traducción al inglés habla de «locura», y la consulta del original nos da un significado aún más fuerte: «tontería» o «estupidez». Este sermón se cita en una nota del documento del DDF.

La corredención de la Virgen María

Basta con consultar cualquier tratado de mariología anterior al concilio para darse cuenta de la importancia que la noción de corredención, aplicada a la Virgen María, había adquirido en el pensamiento teológico durante cinco siglos. Para convencerse de ello, basta con recordar las palabras de los Papas, desde Pío IX, el Papa de la Inmaculada Concepción, hasta Pío XII, el Papa de la Asunción.

Pío IX

En la bula Ineffabilis Deus, que proclama el dogma de la Inmaculada Concepción en 1854, Pío IX escribe: «Por lo cual, así como Cristo, mediador de Dios y de los hombres, asumida la naturaleza humana, borrando la escritura del decreto que nos era contrario, lo clavó triunfante en la cruz, así la santísima Virgen, unida a Él con apretadísimo e indisoluble vínculo hostigando con Él y por Él eternamente a la venenosa serpiente, y de la misma triunfando en toda la línea, trituró su cabeza con el pie inmaculado». Si bien la palabra «corredentora» no aparece, la idea y su realidad están bien expresadas.

León XIII

Varios textos del Papa León XIII también expresan esta doctrina. La encíclica Supremi apostolatus officio (1883): «En efecto, la Virgen, exenta de la mancha original, escogida para ser la Madre de Dios y asociada por lo mismo a la obra de la salvación del género humano, goza cerca de su Hijo de un favor y poder tan grande, como nunca han podido ni podrán obtenerlo ni los hombres ni los Ángeles».

En una encíclica sobre el rosario, Jucunda semper (1894), el mismo Papa enseña: «Junto a la cruz de Jesús estaba María, su madre, que movida de inmenso amor hacia nosotros, para acogernos como hijos, ofreció voluntariamente su Hijo a la justicia divina, muriendo en su corazón con Él, traspasada por una espada de dolor».

En la constitución apostólica Ubi primum (1898), sobre la cofradía del Rosario: «Cuando por primera vez, por los designios secretos de la Divina Providencia, fuimos promovidos a la Cátedra de Pedro... espontáneamente nuestro pensamiento se dirigió a la gran Madre de Dios y su asociación en la reparación del género humano».

Finalmente, en la encíclica Adjutricem populi (1895), León XIII da la expresión más completa de esta corredención, asociándola a la mediación universal de María: «Porque desde allí, según los designios de Dios, comenzó a velar por la Iglesia, a asistirnos y a protegernos como una Madre, de modo que, después de haber sido cooperadora de la Redención humana, se convirtió también, por el poder casi inmenso que le fue concedido, en dispensadora de la gracia que deriva de esta Redención para todos los tiempos».

San Pío X

Este santo Papa también evocó la doctrina de la corredención en su famosa encíclica Ad diem illum (1904), con motivo del cincuentenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción: «Y por esta comunión de voluntad y de dolores entre María y Cristo, ella mereció convertirse con toda dignidad en reparadora del orbe perdido (De Excellentia Virginis Mariæ, c. IX) y, por lo tanto, en dispensadora de todos los bienes que Jesús nos ganó con su muerte y con su sangre». El santo papa subraya el vínculo entre la corredención y la mediación universal.

Durante el pontificado de este glorioso Papa, un decreto del Santo Oficio del 26 de junio de 1913 elogió «la costumbre de añadir al nombre de Jesús el de su Madre, nuestra corredentera, la bienaventurada Virgen María». La misma congregación concedió una indulgencia por la recitación de la oración en la que se llama a María « corredentora del género humano », el 22 de enero de 1914.

Benedicto XV

A su vez, habló de esta doctrina en su carta Inter solidacia: «Al asociarse a la Pasión y muerte de su Hijo, sufrió como si Ella misma muriera (…) para apaciguar a la justicia divina; tanto como pudo, inmoló a su Hijo, de tal modo que se puede decir con razón que junto con Él redimió al género humano. Y, por esta razón, todas las gracias que obtenemos del tesoro de la redención nos llegan, por así decirlo, de las manos de la Virgen dolorosa».

Pío XI

Primero debemos citar su Carta Explorata res (2 de febrero de 1923), en la que ofrece esta hermosa alabanza a nuestra Madre Celestial: «No puede sucumbir eternamente aquel a quien asis­tiese la Santísima Virgen, principalmente en el crítico momento de la muerte. Y esta sentencia de los doctores de la Iglesia, de acuerdo con el sentir del pueblo cristiano y corroborada por una ininterrum­pida experiencia, apóyase muy principalmente en que la Virgen do­lorosa participó con Jesucristo en la obra de la Redención».

Fue el primer Papa en usar el término corredentora. En su radiomensaje a los peregrinos de Lourdes por el Jubileo de la Redención, recitó esta oración: «Oh Madre de piedad y de misericordia, que acompañabais a vuestro dulce Hijo, mientras llevaba a cabo en el altar de la Cruz la Redención del género humano, como corredentora nuestra y asociada a sus dolores, conservad en nosotros y aumentad cada día, os lo pe­dimos, los preciosos frutos de la Redención y de vuestra compa­sión» (29 de abril de 1935).

Y durante la Alocución a los peregrinos de Vicenza (30/11/1933), afirmó claramente: «Por la naturaleza de su obra, el Redentor debió asociar a su Madre a su obra. Por esta razón la invocamos con el título de Corredentora».

Pío XII

El Pastor Angélico mencionó repetidamente el hecho de la corredención de María, incluso si no utilizó esta palabra. En la encíclica Mystici corporis (1947), por ejemplo: «Finalmente, María, soportando con ánimo esforzado y confiado sus inmensos dolores, como verdadera Reina de los mártires, más que todos los fieles, cumplió lo que resta que padecer a Cristo en sus miembros... 'en pro de su Cuerpo [de él]..., que es la Iglesia' (Col 1,24)».

Si bien el término «corredentora» no fue escrito textualmente por este Papa, la doctrina está ahí con toda la claridad posible. Juzguemos por esta cita de la encíclica Ad caeli Reginam (1954), sobre la realeza de María:

«En el cumplimiento de la obra de la Redención, María Santísima estuvo, en verdad, estrechamente asociada a Cristo» (...) «Así como Cristo por el título particular de la Redención es nuestro Señor y nuestro Rey, así también la Bienaventurada Virgen es nuestra Señora y Reina por la manera única en que contribuyó a nuestra Redención, ya suministrando su carne a su Hijo, ya ofreciéndolo voluntariamente por nosotros, ya deseando, pidiendo y procurando para cada uno nuestra salvación» .

El Concilio Vaticano II y los Papas posteriores
Mater Populi fidelis afirma que «el Concilio Vaticano II evitó utilizar el título de Corredentora por razones dogmáticas, pastorales y ecuménicas». ¡Menuda confesión! E incluso añade que Juan Pablo II lo utilizó «al menos siete veces», pero eso no tiene mucho valor a ojos de los redactores. Destacan sobre todo la oposición del cardenal Joseph Ratzinger, que consideraba que se trataba de un «término erróneo».

En cuanto al Papa Francisco, expresó al menos en tres ocasiones su oposición al uso del título de corredentora. Y el texto añade: «Cuando una expresión requiere numerosas y constantes explicaciones para evitar que se desvíe de su significado correcto, no presta un buen servicio a la fe del Pueblo de Dios y se convierte en inconveniente».

El sitio web InfoCatolica no puede evitar comentar que el cardenal Fernández «intenta explicar cómo Fiducia Supplicans puede hablar de bendiciones que no son bendiciones a parejas que no son parejas. ¿Presta así servicio «a la fe del pueblo de Dios»?

Hay que decirlo, el rechazo de los títulos de la Santísima Virgen, especialmente los de Corredentora y Mediadora, tiene su origen en el ecumenismo. Ya en 1950, cuando se proclamó el dogma de la Asunción de la Santísima Virgen, los modernistas se indignaron, viendo en ello un nuevo obstáculo para el acercamiento con los protestantes.

En el Concilio Vaticano II, los Padres suprimieron pura y simplemente el esquema preparado sobre la Santísima Virgen, para no darle demasiada importancia, y lo convirtieron en un simple capítulo de la constitución Lumen gentium sobre la Iglesia. El Concilio reconoce a María títulos como Abogada, Auxiliadora, Socorro e incluso Mediadora, la proclama Madre de la Iglesia, pero la tendencia es al minimalismo.

En definitiva, este nuevo texto desvirtúa la devoción mariana, sustituyendo los gloriosos títulos de Corredentora y Mediadora por expresiones vagas como Madre de los creyentes (término incluso aplicable a los musulmanes), Madre de gracia o Madre del pueblo fiel, que diluyen la fe católica para no incomodar a los no católicos.

Fuentes: Saint-Siège/FSSPX.Actualités.  FSSPX Actualidad. El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ataca a la Santísima Virgen. 6 Noviembre 2025.

miércoles, 5 de noviembre de 2025

LA SANTÍSIMA VIRGEN ES CORREDENTORA, LES GUSTE O NO


Pío XI: "¡Oh Madre de piedad y de misericordia, que acompañabais a vuestro dulce Hijo, mientras llevaba a cabo en el altar de la cruz la redención del género humano, como corredentora nuestra asociada a sus dolores...!, conservad en nosotros y aumentad cada día, os lo pedimos, los preciosos frutos de la redención y de vuestra compasión." (Radiomensaje, 28 de abril de 1935).

San Pío X: "La consecuencia de esta comunidad de sentimientos y sufrimientos entre María y Jesús es que María mereció ser reparadora dignísima del orbe perdido y, por tanto, la dispensadora de todos los tesoros que Jesús nos conquistó con su muerte y con su sangre." (Ad diem illud, 2 de febrero de 1904).


martes, 4 de noviembre de 2025

"QUIEN NO TENGA A MARÍA POR MADRE, NO TIENE POR PADRE A DIOS": San Luis María G.de Montfort



"De la misma manera que en el orden natural es necesario que un hijo tenga padre y madre, así en el orden de la gracia todas las verdaderas criaturas de Dios y predestinados tienen a Dios por Padre y a María por Madre; y quien no tenga a María por Madre, no tiene por Padre a Dios. Por eso tanto los réprobos como los herejes, los cismáticos, etcétera, que odian o miran con desprecio o indiferencia a la Santísima Virgen, no tienen a Dios como Padre por más que de ello se jacten, porque no tienen a María por Madre; pues si la poseyesen como Madre, la amarían y honrarían de la misma manera que un buen hijo ama naturalmente y honra a la Madre que le ha dado la vida. La señal más infalible y más indudable para distinguir a un hereje, a un hombre de mala doctrina, a un réprobo, de un predestinado, está en que tanto el hereje como el réprobo, no tienen sino menosprecio o indiferencia para con la Santísima Virgen, cuyo culto y amor tratan de amenguar por medio de sus palabras y ejemplos, ora abierta, ora ocultamente y a veces con pretextos ingeniosos".

San Luis María Grignion de Montfort (Tratado de la Verdadera Devoción a la Sma. Virgen, I. 2,3.).

lunes, 3 de noviembre de 2025

OBTÉN INDULGENCIAS PARA TUS DIFUNTOS

 



Se pueden obtener una indulgencia plenaria por día aplicable a las benditas ánimas del purgatorio cumpliendo las siguientes obras prescritas:

-El 2 de noviembre, ese día o el siguiente si cae en domingo, acudiendo a una iglesia y oratorio público o semi público y rezando un Padrenuestro, Credo, Avemaría y Gloria por las intenciones del Romano Pontífice.

-Del 1 al 8 de noviembre, visitando un cementerio y rezando alguna oración por los difuntos y, además, por las intenciones del Romano Pontífice (Padrenuestro, Avemaría y Gloria).

Según el Diccionario de Teología Católica las intenciones del Romano Pontífice no se refieren a las personales del Papa sino a las siguientes:

-Exaltación de la Santa Iglesia Católica 

-Extirpación de las herejías

-Propagación de la fe

-Conversión de los pecadores 

-Paz y concordia entre los príncipes (gobernantes) cristianos

-Los demás bienes del pueblo cristiano

Normas Generales Sobre las Indulgencias.

Las indulgencias, tanto parciales como plenarias, pueden ser aplicadas a los difuntos a modo de sufragio. Pero nadie puede aplicar a otros hombres aún vivos las indulgencias que gana.

Para ganar las indulgencias, se requieren las siguientes condiciones:­ Haber recibido el bautismo, no estar excomulgado, hallarse en estado de gracia (al menos al finalizar las obras prescriptas) y estar sometido a la jurisdicción de aquél que otorga las indulgencias. Asimismo, debe tenerse la intención, por lo menos en general, de ganarlas. Y es necesario que las obras prescriptas se realicen en el tiempo y modo establecidos en la concesión.

La indulgencia plenaria puede ser ganada una sola vez por día. Pero el fiel puede ganar la indulgencia “in articulo mortis” aún cuando ya haya ganado otra indulgencia plenaria ese mismo día.

La indulgencia parcial puede ser ganada varias veces por día, salvo explícita indicación en contrario.

Para ganar la indulgencia plenaria, debe cumplirse con la obra prescripta y, además, otras tres condiciones: 1. Confesión (esa fecha o una semana antes o después). 2. Comunión Sacramental (la que, como es ley, debe recibirse siempre en estado de gracia, haciendo antes una buena Confesión si hubiese pecado mortal). 3. Oración por las intenciones del Sumo Pontífice. 4. Se indica además, que sea excluido toda inclinación al pecado, aún al venial.

Si falta esta plena disposición, o si no se cumplen las condiciones mencionadas, la indulgencia será solamente parcial.

Con una sola confesión sacramental se pueden alcanzar varias indulgencias plenarias. En cambio, con una sola comunión eucarística y una sola plegaria según las intenciones del Sumo Pontífice se puede alcanzar una sola indulgencia plenaria.

Se cumple plenamente la condición de la oración según las intenciones del Sumo Pontífice recitando, según sus intenciones, un Padrenuestro, una Avemaría y un Gloria. 

No se puede alcanzar una indulgencia con una obra que de por sí se esté obligado a hacer por ley o por precepto, a menos que en la concesión no se diga expresamente lo contrario. No obstante, quien cumple una obra que le fue impuesta como penitencia sacramental, puede al mismo tiempo satisfacer la penitencia y alcanzar la eventual indulgencia anexa a esta obra.

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sábado, 1 de noviembre de 2025

LOS FIELES DIFUNTOS

 

I. Las almas del purgatorio sufren la pena de daño, porque están privadas de la vista de Dios. ¡Qué cruel es esta separación! La naturaleza y la gracia los impulsan violentamente hacia Dios, pero no pueden llegar hasta Él. Lo que les causa más pena es ver que su dicha es aplazada porque, en la tierra, gozaron de algunos leves placeres que les estaban prohibidos. Ten piedad de estas almas y, con tus mortificaciones, trabaja por retirarlas de esta triste morada.

II. Estas almas son atormentadas por el mismo fuego que atormenta a los condenados, su pena es la misma; la única diferencia está en que los condenados sufrirán toda la eternidad y las almas del purgatorio solamente un tiempo. Puedes abreviar este tiempo con tus oraciones, ayunos y limosnas. ¿Negarás esta caridad a tus padres, a tus hermanos cristianos que te la piden? Oye su queja: ¡Tened piedad de mí, tened piedad de mí, por lo menos vosotros que fuisteis mis amigos!

III. Estas santas almas, sin embargo, tienen consuelos en medio de sus suplicios, porque están resignadas a la voluntad de Dios que en ellas se cumple para purificarlas, y porque ven, por un lado, el infierno que evitaron, y por el otro, el cielo que las espera. Cristianos, aprended de ellas cómo hay que sufrir y pasad lo más que podáis vuestro purgatorio en esta vida; sufrid con la misma fortaleza y la misma esperanza que las almas del purgatorio. Señor, purificadme en esta vida, a fin de que después de esta vida escape de las llamas del purgatorio (San Agustín).

La devoción a las almas del purgatorio.
Orad por su liberación.

viernes, 31 de octubre de 2025

PRIMERO DE NOVIEMBRE: FIESTA DE TODOS LOS SANTOS



Todos los santos... que están en el Cielo. Todos los que están en la presencia del Señor son santos. Unos en los altares, otros anónimos pero no por eso menos cerca del corazón del Padre Eterno.

                        Autora: Ma Esther De Ariño

La Iglesia católica recuerda y venera, en este día, a todos los Santos que están en el Cielo.
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El objeto de esta fiesta es agradecer a Dios por la gracia que ha concedido a sus elegidos y movernos a imitar sus virtudes y a seguir su ejemplo o a implorar la divina misericordia por la intercesión de tan poderosos abogados.
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Todos los que están en la presencia del Señor son santos. Unos en los altares, otros anónimos pero no por eso menos cerca del corazón del Padre Eterno.
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Hay santos de todas las edades, de todas las razas y condiciones sociales para mostrarnos que todos los hombres y mujeres podemos y somos capaces de ser santos. Unos nacieron en el lujo de los palacios y otros en humildes chozas. Unos fueron militares, otros comerciantes, magistrados, pescadores, monjas , religiosos, personas casadas, reyes, viudas, esclavos y hombres libres y pecadores.
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Los hay que llegaron a la santidad por el martirio y los hay que se santificaron día a día con el cumplimiento de las cosas cotidianas, con las pequeñas cosas. Se santificaron en las circunstancias ordinarias de su vida: lo mismo en la prosperidad que en la adversidad, en la salud o en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza. Siempre supieron hacer, de las circunstancias de su vida un medio de santificación.

En esta fiesta como en las demás conmemoraciones de los santos, es Dios quién constituye el objeto de Adoración y a Él va dirigida fundamentalmente la veneración que tributamos a sus siervos, pues Él es el dador de todas las gracias.

Nuestras oraciones a los santos no tiene otro objeto que el de pedir y alcanzar que intercedan por nosotros ante Dios, por consiguiente el fervor con que celebremos esta fiesta debería ser un culto de reparación por la tibieza con que dejamos pasar todas las fiestas religiosas del año.
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Recordaremos a todos los seres queridos que se han ido y que por la gran misericordia y el amor infinito de Dios están en su presencia y pidámosles que ellos que ya están en el regazo de Padre, nos iluminen para seguir por el camino de salvación.
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Al siguiente día, día 2 de noviembre, la Iglesia pedirá por todos los que ya no están con nosotros por ser un día dedicado a los que terminaron su misión en la tierra y que la Iglesia le da el nombre de DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS y que todos conocemos como el Día de Muertos.
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Para ellos, nuestro recuerdo lleno de amor y nuestras oraciones. Tal vez no todos han purificado su alma y aún están en la necesidad de nuestras misas y oraciones para llegar a la presencia del Señor, pero de todas maneras es bueno que no olvidemos y pidamos por aquellas almas más necesitadas, porque tal vez no tienen a nadie que en este día las recuerde….
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Sin duda, porque así nuestra fe nos lo dice, creemos que los que se nos fueron, no han muerto, siguen viviendo con las potencias de su alma: memoria, entendimiento y voluntad, y por lo tanto su amor sigue haciéndolos estar cerca de nosotros para cuidarnos y guiarnos con más plenitud y profundidad que como lo pudieron hacer aquí en su vida terrena. La vida no termina al separarse el alma de su envoltura … no morimos nos transformamos y el amor perdura por siempre, eternamente.

miércoles, 29 de octubre de 2025

NO AL HALLOWEEN

 

"No puedes vestir a tus hijos de demonios y luego pedir que Dios los proteja": Angel Salguero

La Palabra de Dios enseña con claridad, que los hijos de Dios deben huir de toda apariencia del mal:

“Absténganse de toda especie de mal.”
(1 Tesalonicenses 5,22)

Y también:

“No participarás en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien denúncialas.”
(Efesios 5,11)

El cristiano, desde pequeño, es llamado a identificarse con la luz, no con las tinieblas. En la Biblia, la muerte, los demonios, los espíritus malignos y los fantasmas no son juegos ni símbolos neutros: representan realidades espirituales contrarias a Dios, que engañan, asustan o confunden.

“El diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar.”
(1 Pedro 5,8)

Por eso, aunque el disfraz parezca “solo diversión”, lo que se representa tiene un significado espiritual. Jesús nunca tomó a la ligera las cosas del demonio; siempre las enfrentó con autoridad y verdad (cf. Marcos 1,23-27).

* DOCTRINA  🇻🇦

El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 2116-2117) enseña que todo lo que busque familiarizarse o simpatizar con lo oculto, lo demoníaco, la muerte o la adivinación, es contrario a la fe cristiana.

Aunque un disfraz no sea en sí pecado, la intención y el mensaje importan: ¿qué estamos enseñando al niño cuando lo vestimos de demonio, de calavera o de espíritu?

El Magisterio recuerda que debemos formar la conciencia desde pequeños, educando en el bien, la pureza, la belleza y la luz. Si acostumbramos al niño a trivializar lo maligno, le quitamos sensibilidad espiritual ante el mal real.

Desde los primeros siglos, la Iglesia celebró el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, precisamente para contrarrestar las antiguas fiestas paganas que veneraban a los muertos o a los espíritus.

Los cristianos vestían a sus hijos de santos, ángeles o héroes de la fe, para enseñarles que el verdadero triunfo no está en el miedo ni en la oscuridad, sino en la victoria de Cristo sobre la muerte:

“La muerte ha sido vencida por la victoria.”
(1 Corintios 15,54)

Revestir a los niños de santos es enseñarles el camino de la santidad; revestirlos de tinieblas, aunque sea por diversión, es una confusión espiritual.

* EXORCISTICA  ✍️

Los exorcistas católicos advierten que el mal usa muchas veces lo aparentemente inocente para introducir curiosidad o simpatía hacia lo oculto.
El Padre Amorth decía:

“El diablo no necesita que lo invoquen, solo que lo imiten con agrado.”

* EXORCISTICA  ✍️

Cuando un niño se disfraza de demonio o de espíritu, aunque no tenga intención de invocar nada, se abre a una influencia contraria a su inocencia espiritual, especialmente si hay ambiente de miedo, juegos con muertos, velas negras, rituales o bromas de terror.

Por eso, los exorcistas recomiendan reclamar la fiesta para Cristo, enseñando a los niños a celebrar la vida, la santidad, la luz y el cielo, no la oscuridad ni la muerte.

* RECOMENDACIONES  ✅

No se trata de condenar o asustar, sino de educar espiritualmente con discernimiento.

Puedes decirles a los padres y catequistas:

“No privemos a los niños de la alegría, pero sí de aquello que deforma su fe.”

Organicemos en su lugar ‘Fiestas de los Santos’, donde los niños vistan de su santo favorito, recen, jueguen y aprendan sobre la vida eterna.

Expliquemos que el miedo no viene de Dios, sino del enemigo que busca robar la paz.

“Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de dominio propio.”
(2 Timoteo 1,7)

No, no es apropiado que los niños se disfracen de muertos, demonios o fantasmas, porque aunque parezca inofensivo, educa la imaginación en lo opuesto al Evangelio.

El cristiano no glorifica la muerte ni juega con el mal: proclama la vida, la luz y la santidad.

El mejor disfraz que puede llevar un niño católico es el de la pureza y la gracia, recordando que el cielo está lleno de héroes vestidos de blanco.

“Han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero.”
(Apocalipsis 7,14)

NOMBRE DE LAS 46 ESTRELLAS QUE ADORNAN EL REGIO MANTO DE LA VIRGEN DE GUADALUPE


 


 Venerable tradición enlaza el mes de octubre, dedicado al Santo Rosario a partir del día 28 hasta el 12 de diciembre cuando es la fiesta de la Virgen Morena.

Se reza un Rosario por cada una de las estrellas que aparecen en el manto guadalupano. Dice uno de los Salmos que Dios “cuenta las estrellas y los 46 rosarios en honor a Santa María de Guadalupe”.

Los nombres de las estrellas de cada día son:


– 28 de octubre: Estrella Maravillosa.


– 29 de octubre: Estrella Alegre.


– 30 de octubre: Estrella Bella.


– 31 de octubre: Estrella Siempre Virgen.


– 1º de noviembre: Estrella Evangelizadora.


– 2 de noviembre: Estrella Compasiva.


– 3 de noviembre: Estrella Madre Nuestra.


– 4 de noviembre: Estrella Señora Nuestra.


– 5 de noviembre: Estrella Mensajera.


– 6 de noviembre: Estrella Paciente.


– 7 de noviembre: Estrella Humilde.


– 8 de noviembre: Estrella Promotora.


– 9 de noviembre: Estrella Comprometida.


– 10 de noviembre: Estrella Fiel.


– 11 de noviembre: Estrella Madre de Cristo.


– 12 de noviembre: Estrella Poderosa.


– 13 de noviembre: Estrella Dolorosa.


– 14 de noviembre: Estrella Agradecida.


– 15 de noviembre: Estrella Reina de la Esperanza.


– 16 de noviembre: Estrella Solidaria.


– 17 de noviembre: Estrella Acogedora.


– 18 de noviembre: Estrella Educadora.


– 19 de noviembre: Estrella Bondadosa.


– 20 de noviembre: Estrella Consoladora.


– 21 de noviembre: Estrella Reina de la Unidad.


– 22 de noviembre: Estrella Reina de la Confianza.


– 23 de noviembre: Estrella Obediente.


– 24 de noviembre: Estrella Resistente.


– 25 de noviembre: Estrella Respetuosa.


– 26 de noviembre: Estrella Amada.


– 27 de noviembre: Estrella Dialogante.


– 28 de noviembre: Estrella Testigo.


– 29 de noviembre: Estrella Reina de la Alianza.


– 30 de noviembre: Estrella Reconciliadora.


– 01 de diciembre: Estrella Servidora.


– 2 de diciembre: Estrella Guadalupe.


– 3 de diciembre: Estrella Misionera.


– 4 de diciembre: Estrella Admirable.


– 5 de diciembre: Estrella Luz.


– 6 de diciembre: Estrella Confortadora.


– 7 de diciembre: Estrella Amable.


– 8 de diciembre: Estrella Inmaculada.


– 9 de diciembre: Estrella Flor de Flores.


– 10 de diciembre: Estrella Señora del Cielo.


– 11 de diciembre: Estrella Animadora.


– 12 de diciembre: Estrella Perfecta.


No se conoce a ciencia cierta por qué son 46 estrellas las del Manto de la Virgen de Guadalupe. Se manejan muchas versiones sobre el particular.

Se dice que Dios nos quiere decir algo con ese número.

La cifra 46 sólo se ha hallado en la Biblia en el diálogo de Jesús con los judíos cuando Él les dijo: “Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días”. Le repusieron entonces: “46 años se han dilatado en construir este templo, ¿y tú lo vas a reedificar en 3 días?” (Jn 2,20).

Las letanías originales para alabar a la Virgen también son 46 Y son 46 el número de cromosomas que todos necesitamos para comenzar a existir: 23 aportados por el varón y 23 por la mujer.

¿No será que por esta razón se presenta así María, como diciendo: traigo al Dador de vida, Yo, personalmente cuidaré de tu vida…? Ella, la Madre que es la Vida, nos mostrará todo su amor personal durante nuestra frágil y efímera existencia.

Ojalá que el fruto más fuerte de fidelidad a este acontecimiento divino y mariano, tenga por efecto que las personas que tomen parte en esta experiencia de 46 días de amistad, vida y oración lleguen a formar una verdadera comunidad de fe, oración, amor y servicio solidario, capaz de transformar algunas realidades inhumanas para hacer una sociedad más unida, digna, justa y fraterna.


martes, 28 de octubre de 2025

10 RAZONES PARA REZAR POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO


 A continuación enumeraremos 10 buenas razones por para rezar por las Almas del Purgatorio:

1) Jesucristo padeció infinitamente antes de morir para que las almas se salven, ¿malograrías semejante sacrificio?

2) Porque María Santísima le dijo a Santa Brígida que éste era uno de los obsequios que más le agrada.

3) Porque es un dogma de fe la existencia del Purgatorio.

4) Porque es un dogma de fe que nosotros podemos ayudarlas.

5) Porque es un gran acto de caridad y misericordia, “Felices los misericordiosos porque obtendrán misericordia...”

6) Porque ya no pueden hacer nada por ellas mismas para acortar su tiempo de expiación y sufrimiento, pero Dios permite que nosotros les aliviemos sus penas, “Todo lo que hagáis por ellas, a Mí me lo haces...”

7) Porque al ayudarlas, ellas, en agradecimiento, interceden por nosotros ante Dios.

8)Porque nosotros vamos por ese camino y será muy bueno  tener quienes nos ayuden y acompañen.

9) Porque el egoísmo en negarnos a ayudarlas nos cierra un gran camino que conduce a Dios.

10) Porque es muy fácil hacerlo, sólo debes ofrecer tus oraciones, Misas y sacrificios diarios.
 
“Salvando almas, salvamos la nuestra”

POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO.

Absuelve Tú, Señor, las almas de todos los fieles difuntos de toda ligadura del pecado.
Y que a ellos asista tu gracia, para escapar del jucio final, y luzca para ellos la bienaventuranza eterna.

V. Dales Señor el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz eterna.

V. Descansen en paz.
R. Así sea.