Monseñor Javier Del Río recuerda, en esta homilía del año pasado, algunos principios universales que debe analizar en conciencia, antes de votar, todo católico en cualquier país. Los valores que señala no son, pues, privativos para sus fieles o su patria peruana, ni para una época o momento; sino para todo católico en cualquier circunstancia y cualquier nación.
Así, como recordó el Arzobispado de México el pasado 12 de febrero (2012)*, al católico le está moralmente vedado votar por candidatos o partidos que tengan entre sus políticas, por ejemplo, la implantación del asesinato de seres humanos no natos a través del aborto, o la eliminación de enfermos o ancianos por medio de la eutanasia, o el establecimiento de dizque el "matrimonio" entre personas del mismo sexo. Todo esto no puede ser ni impuesto en las leyes ni propuesto a futura votación, pues la voluntad de la mayoría -sea ésta cual fuere- no tiene el derecho para violar la Ley natural. Deberá evitar el voto por quienes de algún modo violen esta Ley o sea previsible que sus políticas contraríen las normas morales o, también, sean opuestas a los principios católicos del elector. Votar por quien o quienes no respetan ni creen que la Ley natural existe y que todos debemos someternos a ella buscando el bien común, implica votar por quien por propia iniciativa, por programa partidista o por sujetar estas decisiones a la opinión mayoritaria, impondrá estas políticas contrarias a las normas morales. Votar por alguien así, nos hace responsables del mal previsto que llegue a cometer ese gobernante una vez electo. Este acto constituye un pecado grave por el daño que causa al bien común de la nación y es una cooperación formal al mal.
Quienes tienen el derecho de sufragio, están obligados en conciencia a recurrir a las urnas buscando votar por quien busque el bien común de la sociedad excluyendo, incluso, sus propios intereses personales que pudiesen estar fincados en determinado candidato(a). Por todo ello, deben estudiarse bien los candidatos(as), su historial, los partidos -y su trayectoria- de donde vienen, sus programas de gobierno, su ideología, etc. Quien no se sienta con los suficientes conocimientos para elegir, deberá tomar consejo de personas que sepan tomarán en cuenta todos estos principios. Un(a) candidato(a) que defiende a la persona humana y su dignidad, sin importarle su tamaño o circunstancia, es una buena elección. Como ha enfatizado la Iglesia: la negación del derecho a la vida en principio, asienta las bases para que se nieguen todos los demás derechos.
Excluyendo a candidatos(as) contrarios a la Ley natural, debe votarse por la mejor opción, o -en su defecto- por la menos mala.
Para VOTAR como CATÓLICO hay que:
1. Decidirse a VOTAR y participar activamente en el proceso electoral.
2. Decidirse a dejar que la fe ilumine mis opciones políticas.
3. Informarse de la postura de los a candidatos.
4. Elegir primero según los 5 puntos “no negociables” de la Doctrina católica:
a) NO al aborto. SÍ A LA VIDA.
b) NO a la eutanasia, SÍ al AMOR para con nuestros ENFERMOS.
c) SÍ al matrimonio exclusivamente como la unión entre un hombre y una mujer.
d) NO a la manipulación genética que significa el sacrificio de un embrión humano.
e) NO a la clonación humana, sí al reconocimiento de la dignidad de la persona. Somos: únicos, irrepetibles e irremplazables.
5. Optar por un candidato que promueva políticas que alienten la justicia, la creación y distribución del bienestar de manera concreta y realista.
6. Optar por un candidato que respete las raíces católicas de nuestra cultura mexicana.
7. Optar por un candidato que promueva una sana coexistencia y cooperación entre la Iglesia y el Estado.
8. Optar por un candidato que se preocupe por la difusión de las virtudes.
9. No decidas tu voto de acuerdo con la apariencia, personalidad, o “fuerza mediática” del candidato. Algunos candidatos atractivos, carismáticos y que “suenan capaces” no son necesariamente buenos y no deben ser elegidos, mientras que otros candidatos, que podrían no ser atractivos o poco inspiradores, y poco carismáticos ante las cámaras, podrían promover y generar leyes que estén de acuerdo con los principios cristianos básicos.
10. No decidas tu voto por un candidato preguntándote “¿Qué gano yo?” o si quedarás colocado bien política o laboralmente. Decide de acuerdo con la capacidad de los candidatos para promover el bien común, incluso si no te beneficias directa o inmediatamente con las leyes que proponen.
11. No premies con tu voto a candidatos que están en lo correcto en temas no muy importantes pero que están equivocados en temas morales fundamentales. Un candidato puede tener un récord de apoyo a leyes exactamente igual a lo que buscas, y al mismo tiempo haber votado a favor, por ejemplo, de la eutanasia. Ese candidato no se merece tu voto. Los candidatos tienen que aprender que al estar equivocados incluso en uno solo de los valores o principios no negociables es suficiente para excluirlos de nuestra consideración.
12. Desecha a algún candidato que rehuya definirse personalmente en los temas básicos. En tal caso, analiza la trayectoria e ideología del partido que lo postula.
13. Rectifica tu elección si no habías considerado estos principios.
-oOo-
En seguida presentamos un video que encontramos en YouTube, que si bien fue elaborado para el estado de Jalisco, sus principios son los mismos para toda nación y para cualquier tipo de elecciones.
*Nota: Se hace alusión al documento "Elecciones 2012. Orientaciones Pastorales del Sr. Arzobispo Primado de México y sus Obispos Auxiliares sobre el voto responsable de los fieles católicos y personas de buena voluntad" del que citamos sus puntos medulares:
"El voto de los fieles cristianos debe asumir una responsabilidad moral, es decir, tiene que ser consecuente con los dictados de su conciencia y de su fe, que no pueden estar separados de sus opciones políticas, ya que la política puede contradecir la justicia y la verdad. Por eso, es también deber de los Pastores del Pueblo de Dios orientar a los fieles en aquellos planteamientos políticos que, por sus implicaciones religiosas, morales y sociales, contradicen las enseñanzas de la Iglesia Católica (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, No.426), con el objetivo de que sus opciones políticas sean morales y justas".
Debe buscarse en los candidatos y partidos "La promoción y el fortalecimiento de la familia, teniendo en cuenta que el matrimonio constituido entre un hombre y una mujer son la base de la sociedad humana y cristiana, impulsando la educación de las nuevas generaciones en los valores morales y cívicos para su integración en el desarrollo social de nuestro País" (...)
"La promoción de iniciativas para el desarrollo económico del país, que pasa por una serie de reformas constitucionales, aplazada una y otra vez por los intereses partidistas que frenan injusta e irresponsablemente el desarrollo de las futuras generaciones.
"El combate al crimen organizado, que es deber irrenunciable del Estado, respetando en todo momento los derechos humanos y la salvaguarda de la paz social, no sólo con el uso legítimo de la fuerza, sino mediante una educación para la paz y en los valores morales y cívicos que rehaga el tejido social y nos conduzca a una reconciliación nacional" (...)
"En lo concerniente a los valores emanados del Evangelio, los católicos deben estar atentos al compromiso de los candidatos y sus partidos de respetar el primero de todos los derechos, que es el derecho a la VIDA, desde el momento de la concepción hasta su fin natural".
"Los fieles cristianos católicos deben tener claridad que no es posible hacer una opción política por quienes son partidarios o promotores de falsos derechos y libertades que atentan contra las enseñanzas contenidas en la Sagrada Escritura, la tradición y la doctrina de la Iglesia".
"Asimismo, los fieles cristianos tienen derecho a exigir a los candidatos que piden su voto, dejar en claro que están a favor de una verdadera libertad religiosa" (...)
"Es deber de todos los fieles participar activamente mediante la emisión de su voto consciente y responsable, y dar seguimiento al cumplimiento de las promesas y compromisos de las autoridades electas, vigilando que se ejerza el poder confiado mediante el voto, en beneficio de todos los ciudadanos, sin excepción".
"Pidamos al Espíritu Santo su luz y sabiduría para que, conforme a nuestra conciencia cristiana católica, sepamos discernir y emitir nuestro voto, eligiendo responsablemente a los gobernantes que requiere nuestro país.
Curia del Arzobispado de México, a 12 de Febrero de 2012".
_____________________________________________________________________________