domingo, 29 de noviembre de 2015

LA CRUDA VERDAD


ABC 21/11/15 – JUAN MANUEL DE PRADA

Juan Manuel de Prada
Juan Manuel de Prada
· Reagan, con el visto bueno del Congreso, autorizó el reclutamiento de muyahidines de Arabia Saudí y de otros países.

Una fuente tan autorizada como Hillary Clinton, mamporrera máxima del Nuevo Orden Mundial, nos ha explicado con escalofriante naturalidad cómo se formó Estado Islámico: «La gente a la que hoy estamos combatiendo la financiamos nosotros veinte años atrás. Y lo hicimos porque estábamos enzarzados en una lucha contra la Unión Soviética, que había invadido Afganistán y amenazaba con obtener el control de la región. Así que nos pusimos manos a la obra. El presidente Reagan, con el visto bueno del Congreso, que a la sazón estaba liderado por los demócratas, autorizó el reclutamiento de muyahidines de Arabia Saudí y de otros países». Mediante este procedimiento, los Estados Unidos formaron un ejército de unas cincuenta mil alimañas que, en efecto, consiguió expulsar a la Unión Soviética de Afganistán. Entre tales alimañas, andando el tiempo, una alcanzaría fama universal. Se llamaba Bin Laden.

También la llamada cínicamente «guerra civil» siria fue un proceso diseñado por el Nuevo Orden Mundial. Bashar Al Assad se había convertido en un gobernante odioso que plantaba cara a Israel en los Altos del Golán, amparaba una insultante convivencia pacífica entre religiones, mantenía relaciones muy reñidas con Arabia Saudí y demás monarquías sunitas de la zona y, sobre todo, postulaba una alianza económica y política con Irán que amenazaba con alterar el statu quo tutelado por Estados Unidos. Primeramente, se trató de manipular el descontento de los sunitas sirios; pero pronto se comprobó que no tenían fortaleza suficiente para deponer a Al Assad.

El siguiente paso consistió en liberar a los sunitas que atestaban las cárceles iraquíes, auténticos perros de la guerra, muy preparados militarmente y con una sed de sangre que podía compensar la flojera de la oposición interna al régimen de Al Assad. Fueron estos sunitas iraquíes los encargados de repetir una operación similar a la que se había llevado a cabo en los años ochenta en Afganistán; por eso la bruja Hilaria vincula esta vileza con la que en su día perpetró Reagan. El actual líder de Estado Islámico, AlBaghdadi, era uno de estos sunitas liberados por los estadounidenses en Irak; y la misma procedencia tienen sus lugartenientes. Estos chacales se encargaron de reclutar mercenarios y muyahidines procedentes de todo el mundo islámico, que penetraban en Siria a través de Turquía, encargada junto con Arabia Saudí de armarlos y adiestrarlos. De su financiación se han encargado religiosamente –como nos acaba de recordar Putin– las naciones que acaudillan el Nuevo Orden Mundial, que a la vez que orquestaban ataques aéreos fingidos se preocupaban de que Estado Islámico mantuviese intactas sus fuentes de aprovisionamiento e ingresos (muy en especial los pozos petrolíferos).

Pero la cooperación de las naciones que acaudillan el Nuevo Orden Mundial con Estado Islámico no se ha detenido ahí. Según acaba de revelar la revista Valeurs Actuelles, el jefe de los servicios secretos franceses, Bernard Squarcini, comunicó al masón Manuel Valls, ministro del Interior, que los servicios secretos sirios tenían localizados a una serie de yihadistas franceses que operaban en Siria y, en cualquier momento, podrían regresar a Francia para diseñar atentados. Squarcini asegura que Valls, como buen mamporrero del Nuevo Orden Mundial, respondió entonces muy petulante que «Francia no intercambia información con el régimen sirio». Esta petulancia podría haber costado la vida de ciento treinta de sus compatriotas; que son, desde luego, muchos menos que los cientos de miles de sirios e iraquíes masacrados por las alimañas de Estado Islámico, armadas y financiadas por estos traidores.

ABC 21/11/15 – JUAN MANUEL DE PRADA

viernes, 27 de noviembre de 2015

LIBERAOS RENUNCIANDO AL MUNDO QUE OS ABORRECE por san Cipriano



RECHACEMOS EL TEMOR A LA MUERTE CON EL PENSAMIENTO DE LA INMORTALIDAD QUE LA SIGUE

Nunca debemos olvidar que nosotros no hemos de cumplir nuestra propia voluntad, sino la de Dios, tal como el Señor nos mandó pedir en nuestra oración cotidiana. ¡Qué contrasentido y qué desviación es no someterse inmediatamente al imperio de la voluntad del Señor, cuando él nos llama para salir de este mundo! Nos resistimos y luchamos, somos conducidos a la presencia del Señor como unos siervos rebeldes, con tristeza y aflicción, y partimos de este mundo forzados por una ley necesaria, no por la sumisión de nuestra voluntad; y pretendemos que nos honre con el premio celestial aquel a cuya presencia llegamos por la fuerza. ¿Para qué rogamos y pedimos que venga el reino de los cielos, si tanto nos deleita la cautividad terrena? ¿Por qué pedimos con tanta insistencia la pronta venida del día del reino, si nuestro deseo de servir en este mundo al diablo supera al deseo de reinar con Cristo?

Si el mundo odia al cristiano, ¿por qué amas al que te odia, y no sigues más bien a Cristo, que te ha redimido y te ama? Juan, en su carta, nos exhorta con palabras bien elocuentes a que no amemos el mundo ni sigamos las apetencias de la carne: No améis al mundo -dice- ni lo que hay en el mundo. Quien ama al mundo no posee el amor del Padre, porque todo cuanto hay en el mundo es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de la vida. El mundo pasa y sus concupiscencias con él. Pero quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre. Procuremos más bien, hermanos muy queridos, con una mente íntegra, con una fe firme, con una virtud robusta, estar dispuestos a cumplir la voluntad de Dios, cualquiera que ésta sea; rechacemos el temor a la muerte con el pensamiento de la inmortalidad que la sigue. Demostremos que somos lo que creemos.

Debemos pensar y meditar, hermanos muy amados, que hemos renunciado al mundo y que mientras vivimos en él somos como extranjeros y peregrinos. Deseemos con ardor aquel día en que se nos asignará nuestro propio domicilio, en que se nos restituirá al paraíso y al reino, después de habernos arrancado de las ataduras que en este mundo nos retienen. El que está lejos de su patria es natural que tenga prisa por volver a ella. Para nosotros, nuestra patria es el paraíso; allí nos espera un gran número de seres queridos, allí nos aguarda el numeroso grupo de nuestros padres, hermanos e hijos, seguros ya de su suerte, pero solícitos aún de la nuestra. Tanto para ellos como para nosotros significará una gran alegría el poder llegar a su presencia y abrazarlos; la felicidad plena y sin término la hallaremos en el reino celestial, donde no existirá ya el temor a la muerte, sino la vida sin fin.

Allí está el coro celestial de los apóstoles, la multitud exultante de los profetas, la innumerable muchedumbre de los mártires, coronados por el glorioso certamen de su pasión; allí las vírgenes triunfantes, que con el vigor de su continencia dominaron la concupiscencia de su carne y de su cuerpo; allí los que han obtenido el premio de su misericordia, los que practicaron el bien, socorriendo a los necesitados con sus bienes, los que, obedeciendo el consejo del Señor, trasladaron su patrimonio terreno a los tesoros celestiales. Deseemos ávidamente, hermanos muy amados, la compañía de todos ellos. Que Dios vea estos nuestros pensamientos, que Cristo contemple este deseo de nuestra mente y de nuestra fe, ya que tanto mayor será el premio de su amor, cuanto mayor sea nuestro deseo de él.

Del Tratado de san Cipriano, obispo y mártir, Sobre la muerte
(Cap. 18, 24. 26: CSEL 3, 308. 312-314). Tìtulo del post de Catolicidad.

lunes, 23 de noviembre de 2015

SACRILEGIO EN PAMPLONA. REQUERIMOS TU FIRMA ELECTRÓNICA PARA PROTESTAR Y DEMANDAR



EL AYUNTAMIENTO DE BILDU EN PAMPLONA EXPONE PÚBLICAMENTE UNA PROFANACIÓN EUCARÍSTICA.

Firma contra este aberrante sacrilegio en el siguiente enlace: HAZ CLIC AQUÍ

El proceso de cómo se tiraron Hostias Consagradas al suelo formando la palabra "pederastia" está expuesto en una sala municipal del Ayuntamiento de Pamplona (BILDU).

Abel Azcona, el profanador de Pamplona.
Sacerdotes: cuiden no darle la Eucaristía.
Un plato lleno de Formas Consagradas y una serie de fotos vejatorias estarán expuestas como si fueran arte hasta el 17 de enero si no hacemos algo de inmediato.

El autor de esta profanación presume de haber robado 248 Formas Consagradas en diferentes iglesias simulando que iba a comulgar (ver aquí).

Con estas Formas Consagradas tiradas en el suelo ha realizado una muestra fotográfica para exhibirlo públicamente en exposiciones. Ahora están expuestas estas Formas físicamente en un plato junto con las fotos.

Profanación explícita en su máximo grado en una sala de exposiciones sufragada con nuestros impuestos.

¡PARÉMOSLA YA! FIRMA ESTA PETICIÓN.

Nosotros vamos a presentar una querella contra el autor de estos hechos este mismo lunes pero como la justicia es lenta debemos cerrar cuanto antes esta exposición.

Todo esto se está exponiendo en una sala pública, por lo que la Concejalía de Cultura es también responsable de lo que suceda bajo su gobierno.

Pide a la concejala de cultura que termine inmediatamente este atentado contra los sentimientos religiosos o será cómplice de este delito.

CARTA AL
Ayuntamiento de Pamplona
Paren ya esta grave profanación pública.

La exposición que están ustedes ofreciendo en la Sala Conde de Rodezno constituye un claro delito de profanación recogido en el artículo 525 del Código Penal.

Si no se retira de inmediato la muestra realizada con Formas Consagradas emprenderemos también acciones legales contra ustedes.





Asociación Española de Abogados Cristianos
Firma AQUÍ Fuente: Diario de Navarra Ver nota en comentarios.



domingo, 22 de noviembre de 2015

¿"MONTÓN DE CÉLULAS"?

A lo que se observa, los pro-abortistas le llaman "solo un montón de células". Ah! Pero a una eventual bacteria en otro planeta sí le llaman VIDA. ¿A quién quieren engañar? ¿A sí mismos? ¿A terceros? Han pervertido su inteligencia y procuran pervertir la ajena para justificar el genocidio. Atrás de ellos se hallan poderosos intereses económicos e ideológicos de la Revolución anticristiana.



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Posted by www.1NEWS.az on miércoles, 2 de septiembre de 2015

sábado, 21 de noviembre de 2015

viernes, 20 de noviembre de 2015

OBISPO DE NIGERIA: "EL CORÁN ESTÁ LLENO DE VIOLENCIA"

En una entrevista a INFOVATICANA el pasado mes de abril que ahora recuperamos ante los recientes ataques islamistas en París, monseñor Oliver Dashe Doeme, obispo de Maiduguri en Nigeria, ha denunciado que la inactividad de Occidente ante el fundamentalismo islámico ha provocado la situación actual en la que se encuentran muchos países bajo el dominio de la tiranía yihadista.

Monseñor Dashe asegura que es necesario reaccionar ante las atrocidades que los islamistas del grupo terrorista Boko Haram están cometiendo en su país y se confiesa partidario de una intervención militar occidental en Nigeria. “Como ser humano tengo miedo, pero estoy dispuesto a morir por Cristo”, sostiene este obispo al relatar la amenaza con la que se ven obligados a convivir cada día miles de cristianos en Nigeria a causa de la persecución del fundamentalismo islámico.

En los últimos años, la persecución a los cristianos se ha recrudecido. ¿Qué hay detrás del odio de los yihadistas a los cristianos, cree que también existe una intención de provocar a Occidente?

El Islam es una religión que no admite otras religiones, lo dice el Corán. Por otro lado, está lleno de contradicciones, porque hay versículos que son más moderados, pero otros incitan a acabar con todo aquellos que no pertenezcan al Islam. El Corán está impregnado de violencia y desde ahí se puede entender el ataque a otras religiones. El cristianismo, por su parte es un proyecto de Dios y nosotros nunca vamos a convertirnos al Islam por mucho que lo intenten.

Ante el ataque del odio yihadista, ¿cómo pueden los cristianos evitar caer también en una espiral de odio y de violencia?

La violencia no es parte del cristianismo. Cristo en Getsemaní cuando Pedro levantó la espada para defenderle, le reprendió porque “quien a hierro mata, a hierro muere”. La lucha que tenemos que librar, la libra por nosotros la Virgen María. En Nigeria, nunca hemos sido partidarios de dar armas al pueblo, porque así no vamos a vencerles, la violencia es algo que dominan mucho mejor que nosotros.

¿Cuál es el alcance de las atrocidades que está cometiendo Boko Haram en Nigeria?

Es inmenso el daño que está haciendo Boko Haram a la sociedad, a la Iglesia y a la gente. Respecto a la Iglesia se puede hablar de una destrucción colosal, especialmente si hablamos de la Iglesia católica. Muchas iglesias son destruidas, muchos conventos son arrasados y las monjas se han visto obligadas a huir, las escuelas son derruidas y los estudiantes atacados. Las personas que se niegan a convertirse al Islam son asesinadas y muchos se ven obligados a huir a países como Camerún. En total, unas 15.000 personas han sido asesinadas por Boko Haram en los últimos años y la organización ha conseguido sembrar el caos en el país.

¿Por qué esta organización terrorista persigue especialmente a la Iglesia Católica?

Porque somos muchos. La religión más extendida en Nigeria es la cristiana y es algo que los fundamentalistas tienen que combatir. Somos muchos y es algo que no va a cambiar por mucho que intenten convertir a la gente a la fuerza.

Sin embargo, gran parte de los católicos están huyendo de las regiones en las que crece el poder de Boko Haram, entre ellas su diócesis. ¿Cómo es dirigir una diócesis en esas circunstancias?

No es fácil. Es muy difícil llevar una diócesis así, pero aunque la mayoría de los católicos huyan, todavía hay miles que permanecen y a los que se me ha encargado asistir y reconfortar. Yo siempre permaneceré con mis fieles, porque son mi rebaño y porque nada les conforta más que ver que su cura sigue ahí, que su pastor está con ellos y para ellos. Cristo dijo “Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos” y yo estoy dispuesto a estar con los míos hasta el final.

¿Usted tiene miedo de ser torturado o asesinado?

Como ser humano que soy, tengo miedo. Y es muy normal estar asustado, es muy normal el miedo. He vivido momentos de mucha ansiedad, pero eso no me impide hacer lo que tengo que hacer. No me impide ir a celebrar misa, a atender a los fieles, a darles valor y confortarles… Sé que en cualquier momento puedo morir, y si tiene que ocurrir, ocurrirá. Mira mis calcetines -dice mientras se señala sus calcetines rojos-, son del color de la sangre de Cristo. Y mira mi cruz -y señala la cruz pectoral- que es la cruz de Cristo. Lo que tenga que ocurrir, ocurrirá.

¿Y teme por el futuro de la Iglesia en su diócesis y en Nigeria?

Hay momentos en los que sí veo el futuro muy negro porque yo no puedo dejar de ver la devastación de la Iglesia*, los conventos saqueados… Pero entonces me acuerdo de las promesas de Jesucristo. Él nos dijo que seríamos perseguidos pero que no perdiéramos la esperanza. Todo lo que ha sido destruido volverá a florecer. Eso les digo yo a veces bromeando a los que están en el Vaticano, que la iglesia de Maiduguri se convertirá en la iglesia central cuando las cosas mejores.

¿Cómo es la fe de los cristianos en Nigeria? Desde su experiencia, ¿cree que el sufrimiento y la persecución la hace más auténtica?

La fe que nace de la persecución es muy fuerte y auténtica, nuestra fe es muy fuerte. Aparte de que la mayoría de los católicos acuden a la eucaristía y a todas las oraciones, la unidad entre los fieles es mucho más estrecha porque se apoyan los unos a los otros. Se vive y se comparte la fe. Los cristianos somos un testimonio y yo me he dado cuenta de que con mi vida también lo soy. Yo no pertenezco a la diócesis de Maiduguri, pertenezco a una menos amenazada por la violencia terrorista, y me designaron para estar allí. Y el hecho de que yo permanezca en Maiduguri hace que mucha gente pueda tener la fortaleza de resistir.

*Nota de Catolicidad: La Iglesia Católica se reconoce como la única y verdadera fundada por Cristo-Dios. Rechaza el error, cualquier error, -porque cree- pero acoge al errado -porque ama-, al igual que rechaza firmemente el pecado pero acoge con caridad al pecador. No busca la muerte ni la aniquilación de quienes viven en el error, por el contrario: pretende -con verdadera caridad- su conversión y su entrada al único y seguro camino enseñado por Dios para la salvación de los hombres. Siguiendo el ejemplo de N.S. Jesucristo, rastrea, rescata y acoge a la oveja perdida, de ahí que su misión sea la predicación del Evangelio de Cristo y el anuncio de la Buena Nueva, pues persigue la salvación de las almas mediante la adhesión de éstas a la verdadera fe y a la Voluntad de Dios. 

miércoles, 18 de noviembre de 2015

ENORME PANTALLA EN NUEVA YORK DENUNCIA LA TRAICIÓN DE PLANNED PARENTHOOD

ANUNCIO EN UNA ENORME PANTALLA EN TIMES SQUARE

«Hoy Planned Parenthood traicionará a 897 mujeres»

A través de una enorme pantalla situada en neoyorquina Times Square (EEUU), una de las plazas más concurridas del mundo, el grupo Estudiantes por la Vida (Students for Life) proyectará un anuncio en el que advierte que la multinacional abortista Planned Parenthood traiciona cada día a 897 mujeres, según recoge LifeSiteNews.

(Actuall)  «Las atrocidades que Planned Parenthood ha cometido se merecen el escenario más grande e importante del mundo, Times Square, para decir que traiciona a las mujeres», comenta Kristan Hawkins, presidente del Estudiantes por la Vida.
«Esta multinacional abortista se alimenta de las mujeres al decirlas que son vulnerables, que no deben dar a su hijo en adopción y que lo mejor es que aborten», asegura Hawkins.
El presidente de la organización se muestra tajante con esta organización: «Es una traición». Además, dice que «al poner este anuncio en Nueva York, donde el 37% de los embarazos terminan en aborto, le decimos a Planned Parenthood que estamos en su terreno y que vamos a llegar a las mujeres que ellos traicionan».

lunes, 16 de noviembre de 2015

¿CATOLICISMO O ISLAMISMO?



Asistí a una clase de entrenamiento requerida para mantener mi estatus de seguridad en el Departamento de Prisiones del Estado. Durante la reunión hubo una presentación realizada por tres disertantes que explicaron sus creencias. Uno era católico, otro protestante y el tercero era musulmán. A mí me interesaba sobre todo lo que el imán islámico diría. El imán hizo una completa y notable presentación de las bases del Islam, incluyendo la proyección de vídeos.

Después de las presentaciones, se concedió un tiempo para preguntas y respuestas. Cuando llegó mi turno pregunté al imán:

– “Por favor, corríjame si me equivoco. Entiendo que la mayoría de imanes y clérigos del Islam han declarado la Yihad (la Guerra Santa) contra los “infieles del mundo”, de modo que matando a un infiel, algo que para todos los musulmanes es una orden, les queda asegurado un lugar en el Cielo. Si es así… ¿podría usted darme una definición de “infiel”? ”.

El imán no discutió mis palabras. Se limitó a contestar con seguridad:

– “Son los no creyentes”.

Entonces le dije:

– “Permítame asegurarme que le he entendido correctamente. A TODOS los seguidores de ALÁ, les ha sido ordenado matar -para poder ir al Cielo- a TODO aquél que no es de su fe. ¿Es eso correcto?”.

Entonces la expresión de su cara cambió desde una expresión de autoridad, a la cara de un chico al que se le ha pillado con la mano en la lata de galletas. Avergonzado, contestó:

– “Así es. ”

Añadí:

– “Pues bien, entonces tengo un verdadero problema tratando de imaginar al Papa ordenando a TODOS los católicos matar a TODOS los que profesan la fe islámica que ustedes profesan...”.

El imán no sabía qué decir.

Continué:

– “También tengo un problema con ser su amigo, desde el momento en que usted y sus colegas ordenan a sus pupilos que me maten. Dígame, ¿preferiría usted a su ALÁ, que le ordena matarme para así ir al Cielo, o a mi Jesús que me ordena amarlo para que yo vaya al Cielo y que quiere que usted me acompañe? ”.

Se podía oír la caída de un alfiler cuando el imán inclinó avergonzado su cabeza.


Rick Mathes
Capellán de Prisiones EE.UU.

P.D. Les ruego que hagan circular este escrito a todos sus contactos y amistades.

domingo, 15 de noviembre de 2015

¿DISPUESTO A SEGUIR A DIOS SIEMPRE O SOLO CUANDO TODO MARCHA A TU GUSTO?


Autor: San Juan Bautista María Vianney, el Santo Cura de Ars

…El que tiene una virtud verdadera, no cambia ni se conmueve por nada, cual un peñasco en medio del mar azotado por las olas embravecidas. Que se os desprecie, que se os calumnie, que se burlen de vosotros, que os traten de hipócritas, de falsos devotos: nada de esto os quita la paz del alma; tanto amáis a los que os insultan cómo a los que os alaban; no dejéis por esto de hacerles bien y de protegerlos, aunque hablen mal de vosotros; continuáis en vuestras oraciones, en vuestras confesiones, en vuestras comuniones, continuáis asistiendo a la santa Misa cómo si nada ocurriese. Y para que comprendáis mejor esto, escuchad un ejemplo:

Se refiere que en una parroquia había un joven que era un modelo de virtud. Asistía casi todos los días a la santa Misa y comulgaba con frecuencia. Otro joven, envidioso de la estimación en que era tenido aquel compañero suyo, aprovechando la ocasión en que ambos se hallaban en compañía de un vecino que tenía una tabaquera de oro, el envidioso la sustrajo del bolsillo del vecino y la depositó, disimuladamente, en el del joven bueno. Hecho esto, con gran naturalidad pidió a aquel que le dejase ver su hermosa tabaquera. Buscóla él en sus bolsillos, pero inútilmente. Entonces prohibióse salir a nadie del recinto aquel, sin ser previamente registrado. La tabaquera fue encontrada en el bolsillo de aquel joven que era un modelo de virtud. Al ver esto la gente, comenzó a tratarle de ladrón, haciendo hincapié en su religión y llamándole hipócrita y falso devoto. El joven, viendo que el cuerpo del delito había sido hallado en su bolsillo, comprendió que no tenía defensa, y sufrió todo aquello como venido de la mano de Dios. Al pasar por las calles, al salir de la iglesia donde iba a oír Misa o a comulgar, todos cuántos le veían le insultaban llamándole hipócrita, falso devoto y ladrón.

Esto duró mucho tiempo. A pesar de ello, continuó siempre sus ejercicios de devoción, sus confesiones, sus comuniones y todas sus prácticas, cual si la gente le mirara con el mayor respeto. Pasados algunos años, el infeliz que había sido causa de aquello, cayó enfermo, y entonces confesó, delante de cuántos se hallaban presentes, haber sido él la causa de todo el mal que del joven se había hablado, ya que aquél era un santo, más él por envidia, a fin de lograr su descrédito, le había metido aquella tabaquera en el bolsillo.

Pues bien, a esto se llama una religión verdadera, esta es una religión que ha echado raíces en el alma. Decidme, ¿cuántos cristianos, de los que pasan por devotos, imitarían a aquel joven si se les sujetase a tales pruebas? ¡Ay!, ¡cuántas quejas, cuántos resentimientos, cuántos pensamientos de venganza!, no se detendrían ante la maledicencia ni la calumnia, y aún tal vez algunos acudirían a los tribunales de justicia. En casos tales, el ofendido o víctima se desata contra la religión, la desprecia, habla mal de ella; ya no quiere orar, ni oír la Santa Misa, no sabe lo que se hace, procura hacer girar la conversación sobre su caso y alegar todo cuanto pueda justificarle, y al mismo tiempo acumula en su memoria todo el mal que el ofensor ha obrado en su vida, para contarlo a los demás. ¿Por qué todo esto, sino porque tenemos una religión de capricho y de rutina, o por mejor decir, porque no somos sino unos hipócritas, dispuestos a servir a Dios solamente cuando todo marcha a nuestro gusto? ¡Ay!, todas esas virtudes que vemos brillar en muchos cristianos, se asemejan a una flor de primavera: sécanse al primer soplo de viento cálido…

Tomado de “Sermones escogido del Santo Cura de Ars”. “De la verdadera y la falsa virtud” (fragmento).

sábado, 14 de noviembre de 2015

FRANCIA, LA PRIMOGÉNITA,...¡EN PELIGRO!


En efecto, como se ha denunciado*:

La traición a Francia a manos de sus propias élites -debido a décadas de abandono por parte de esas mismas élites, durante las cuales el antiguo enemigo, el Islam siempre agresivo, diabólico, y sediento de sangre, se introdujo en las mismas arterias de las antiguas tierras de la Cristiandad- ha explotado en las calles de París.

Recen por Francia. A finales de este siglo será: o católica o musulmana; no hay una tercera opción, pero, cualquiera que sea el resultado final, el proceso será doloroso y terrible. ¡Qué Dios ayude a la primogénita!

A lo anterior agreguemos nosotros**, que si bien -muy justificadamente- muchísimos se han horrorizado por el crimen de aproximadamente un centenar y medio de ciudadanos franceses a manos del terrorismo islámico, de ésos -lamentablemente- son muy pocos los que se horrorizan, también, de los millones de niños masacrados anualmente con el peor genocidio de la historia: el criminal negocio mundial del aborto infanticida. A ese crimen ya se han acostumbrado, lo mismo que a otros muchos en diversos países, como por ejemplo los dictados por la cristianofobia. ¿Acaso los cristianos asesinados por ISIS en otras naciones no cuentan? ¿Existen víctimas de primera clase y de otras categorías inferiores, según sean de primer, segundo o tercer mundo?

CANTO A SANTA JUANA DE ARCO
Texto: santa Teresita de Lisieux - Musica : Vincent Lecornier
*Denuncia de RORATE CÆLI ** CATOLICIDAD

jueves, 12 de noviembre de 2015

EL ANTÍDOTO (cuento)

"...un poco de polvo..."

Un individuo llegó con su padre y le dice: 
-Papá, no aguanto más a mi esposa, quiero matarla, pero..¡tengo miedo que me descubran! ¿Me puedes ayudar?

Su padre respondió: 
-Claro que sí hijo, pero tendrás que hacer las paces con ella para que nadie desconfíe de ti cuando ella muera. Para esto, debes cuidarla muy bien, ser muy gentil, agradecido, paciente, sumamente cariñoso, menos egoísta, retribuir siempre, escucharla más...

-¿Y luego?- preguntó el hijo.

-¿Ves este frasco aquí? Todos los días colocarás un poco de este polvo en su comida. Así, poco a poco, ella irá muriendo.

Pasados 30 días el hijo volvió y le dijo a su padre:

-¡No quiero más que muera! Pasé a amarla... ¿y ahora cómo hago para cortar el efecto del veneno?

El padre, entonces, le respondió:
-¡No te preocupes! Lo que yo te di fue polvo de arroz. Ella no va a morir, pues el veneno estaba en ti. Cuando alimentamos rencores, morimos poco a poco. Es necesario que podamos hacer las paces con nosotros mismos y con quienes nos han ofendido, es preciso que podamos tratar a los otros como nos gustaría ser tratados, que podamos tener la iniciativa de amar, de dar, de entregarnos, de servir... y no sólo de querer ganar, de ser servidos, de sacar ventaja de explotar al otro.

-oOo-

Qué el amor de Dios te alcance todos los días, pues no sabes si tendrás tiempo después para purificarte con ese valioso antídoto llamado perdón. Ah! Y utiliza diariamente una dosis de polvo de este tipo de "arroz".

miércoles, 11 de noviembre de 2015

MOZART: Ave Verum Corpus


Concierto celebrado en Abril de 1990 en la iglesia de Waldsassen de Alemania, dirigido por Leonard Bernstein.

Ave Verum Corpus es un pequeño motete musical compuesto por Wolfgang Amadeus Mozart sobre el breve himno eucarístico homónimo que data del siglo XIV y se atribuye al papa Inocencio VI. Fue realizado para la festividad del Corpus Christi.

domingo, 8 de noviembre de 2015

HACERSE COMO NIÑOS por San Máximo de Turín (siglo IV)


¡Qué regalo tan grande y maravilloso nos ha hecho Dios, hermanos míos! En Pascua, día de la salvación, el Señor resucita y otorga la resurrección al mundo entero. Se levanta desde las profundidades de la tierra hasta los cielos y, en su cuerpo, nos hace subir hasta lo alto.

Todos nosotros, los cristianos, somos el cuerpo y los miembros de Cristo, afirma el Apóstol (cfr. 1 Cor 12, 27). Al resucitar Cristo, también los miembros han resucitado con Él; y mientras Él pasaba de los infiernos a la tierra, nos ha trasladado de la muerte a la vida. Pascua, en hebreo, significa paso o partida. ¿Y qué significa este misterio, sino el tránsito del mal al bien? ¡Y qué tránsito! Del pecado a la justicia, del vicio a la virtud, de la vejez a la infancia. Hablo aquí de la infancia en el sentido de sencillez, no de edad. Ayer, la vejez del pecado nos encaminaba hacia la ruina; hoy, la resurrección de Cristo nos hace renacer a la inmortalidad de la juventud. La sencillez cristiana hace suya la infancia.

San Máximo de Turín
El niño es una criatura que no guarda rencor, ni conoce el fraude, ni se atreve a engañar. El cristiano, como el niño pequeño, no se aíra si es insultado (...), no se venga si es maltratado. Más aún: el Señor le exige que ore por sus enemigos, que deje la túnica y el manto a los que se lo llevan, que presente la otra mejilla a quien le abofetea (cfr. Mt 5, 40). La infancia cristiana supera a la de los hombres. Mientras ésta ignora el pecado, aquélla lo detesta. Ésta debe su inocencia a la debilidad, aquélla a la virtud. La infancia del cristiano es digna de los mayores elogios, porque su odio al mal proviene de la voluntad, no de la impotencia.

Las virtudes son el premio de las diversas edades. Sin embargo, la madurez de las buenas costumbres puede hallarse en un niño, y la inocencia de la juventud puede encontrase en personas con las sienes blancas. La probidad hace madurar a los jóvenes: la vejez venerable—dice el profeta—no es la de muchos años, ni se mide por el numero de días. La prudencia es la verdadera madurez del hombre, y la verdadera ancianidad es una vida inmaculada (Sab 4, 8-9). A los Apóstoles, que ya eran maduros en edad, les dice el Señor: si no cambiáis y os hacéis como este niño pequeño, no entraréis en el reino de los cielos (Mt 18, 3). Les envía a la fuente misma de la vida, y les invita a redescubrir la infancia, para que esos hombres que ven debilitarse ya sus energías, renazcan a la inocencia del corazón. Porque si uno no renace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de los cielos (Jn 3, 5).

Esto dice el Señor a los Apóstoles: si no os hacéis semejantes a este niño... No les dice: como estos niños; sino: como este niño. Elige uno, propone sólo a uno como modelo. ¿Cuál es este discípulo que pone como ejemplo a sus discípulos? No creo que un chiquillo del pueblo, uno de la masa de los hombres, sea propuesto como modelo de santidad a los Apóstoles y al mundo entero. No creo que este niño venga de la tierra, sino del Cielo. Es aquél de quien habla el profeta Isaías: un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado (Is 9, 5). Este es el chiquillo inocente que no sabe responder al insulto con el insulto, a los golpes con los golpes. Mucho más aún: en plena agonía reza por sus enemigos: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen (Lc 23, 24).

De este modo, en su profunda gracia, el Señor rebosa de esta sencillez que la naturaleza reserva a los niños. Este niño es el que pide a los pequeños que le imiten y le sigan: toma tu cruz y sígueme (Mt 16, 24).

Fuente: Sermón 54 de San Máximo de Turín (siglo IV)

viernes, 6 de noviembre de 2015

BISNIETA DE CRISTERO RECUERDA A SU BISABUELO FIACRO SÁNCHEZ SERAFÍN QUE MURIÓ COMO MÁRTIR DE CRISTO REY


Por Sara Helga Arredondo R. (bisnieta del mártir)

¿Te imaginas hacer tu primera comunión a escondidas en una casa, antes de que amanezca para que no te arresten y te maten si te ven, mientras sabes que tu papá anda en la sierra, en guerra contra el gobierno para defender tu derecho a rezar, a ir a misa, y a ser libre de creer lo que tu quieras, porque el gobierno quiere impedírtelo; que ese mismo día le avisen a tu mamá que vaya a identificar el cuerpo de tu papá, que lo fusilaron, y que ésta fuera tu foto de primera comunión con tu papá?…

Pues hubo un tiempo en que las cosas en México fueron así. El de la foto es mi bisabuelo, Fiacro Sánchez, Cristero, fusilado en la Penitenciaría del Estado de San Luis Potosí (hoy Centro de las Artes), el día en que su hijo Jorge, el tercero de 5 hijos, hacía la primera comunión en una casa del barrio de San Miguelito.

Fue durante la guerra cristera, o Cristiada.

Se estrenó, hace más de un año, en el cine una película con Eva Longoria y Andy García (de producción mexicana) sobre la Cristiada y está muy bien hecha; como bisnieta, a mucha honra, de un cristero, me gustó mucho. Es sobre esa parte de la historia de México que no apareció en los libros de Historia de la escuela hasta hace algunos años, cuando apenas se le dedicaron dos renglones y ya (claro que son libros de texto gratuitos distribuidos por el gobierno, y lo que viene en ellos es lo que el gobierno en turno autorizó); y como mucha gente no lee más libros de Historia que los de la escuela, son muchos los que piensan que la Cristiada no existió.

En 1926, el presidente Calles pretendió convertirse en el líder religioso de México, controlar el número de sacerdotes y lo que podían decir en sus sermones, pretendió decirle a la gente lo que debía creer y lo que no. Expulsó a los sacerdotes extranjeros y mandó matar y/o encarcelar a los sacerdotes mexicanos que no quisieron obedecerlo. La Iglesia decidió cerrar los templos; sacerdotes y monjas vestían de civiles y hacían todas las celebraciones de forma clandestina y de madrugada, para no ser descubiertos y pasados por fusil. Los hospitales, atendidos por monjas, fueron clausurados por el gobierno, dejando a los enfermos en la calle. Los templos estuvieron cerrados tres años, cuando después de muchas muertes, el conflicto terminó ¿Te imaginas lo que es vivir así? ¿celebrar tu boda, bautizo, primera comunión, asi?

Mi bisabuelo, Fiacro Sánchez, fue uno de los miles que se levantaron en armas, uno de los tres líderes de la guerra cristera en San Luis, citado en los libros “México, Tierra de Volcanes” de Joseph H. Shlarman, y “La Cristiada”, de Jean Meyer, mismos que les recomiendo*.

Y les recomiendo también la película, porque conocer esa parte de nuestra historia, ayuda a a agradecer a todos esos héroes anónimos que nos dieron la libertad de culto que hoy tenemos...

Termino con las últimas palabras de mi bisabuelito y de todos los cristeros antes de morir: ¡¡¡Viva Cristo Rey!!!

Sara Helga Arredondo R.

*Nota de CATOLICIDAD: Tras su martirio, el cortejo que seguía a sus restos, desafió las prohibiciones de la Ley Calles, y llenó las calles que llegaban hasta el cementerio con oleadas de católicos que lloraban la muerte del líder, y se turnaban para conducir a hombros su ataúd. Tanto tardó el cortejo en llegar al cementerio, que los enterradores ya no permanecieron junto a la fosa para bajar el cuerpo, pues recibieron órdenes de no apoyar ese sepelio si no se ajustaba a un horario específico. Como no había manera de bajarlo a su sepultura, las mujeres del pueblo ataron sus rebozos, y fueron ellas las que cumplieron la penosa tarea.
Fuente: Los Cristeros

RECUERDA QUE ESTE SÁBADO ES PRIMER SÁBADO DE MES

No olvides que nos hemos comprometido, en este año, a lo siguiente:

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-Cumplir la petición de la dulcísima Virgen en Fátima: realizar la comunión reparadora de los cinco primeros sábados de mes. Haz clic AQUÍ.
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-Rezar diariamente la oración por los pecadores enseñada por la Virgen en Fátima, pidiendo -además- con nuestras propias palabras que el Papa consagre, junto con todos los obispos del mundo, Rusia al Inmaculado Corazón de María. Esta es la oración: "Oh Jesús mío, perdónanos y líbranos del fuego de infierno, lleva al Cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia".

jueves, 5 de noviembre de 2015

¿NUEVO LOGO?

Partidaria del aborto, de los dizque "matrimonios" homosexuales y ahora del uso de la marihuana en México. ¿En qué manos estamos?

miércoles, 4 de noviembre de 2015

HISTÓRICO Y MAGISTRAL DOCUMENTO DE MONS. SCHNEIDER DONDE ANALIZA LAS DESVIACIONES DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS



CATOLICIDAD publicó un escrito (ver haciendo clic AQUÍ), recién terminado el Sínodo, en el que hacía una evaluación del resultado final del mismo. Celebramos que éste coincide plenamente con el que ahora nos presenta magistralmente, y con mayor detalle y autoridad, Mons. Schneider publicado por Rorate Caeli. Lo recomendamos vivamente. Es indispensable su lectura y su difusión entre los fieles católicos. Es tan claro y contundente que no deja lugar a dudas cuál es la verdadera doctrina de la Iglesia, misma que se está traicionando y tergiversando -como demuestra Mons. Schneider- en el documento final de los obispos. Dada la confusión que reina actualmente en la Iglesia provocada por la quinta columna modernista (denunciada por san Pío X hace ya más de un siglo) que ha cobrado recientemente un vigor inusitado en su lucha contra la doctrina perenne del Evangelio, enseñada durante dos mil años por la Iglesia Católica, este escrito -que no dudamos en calificar de verdaderamente histórico- será un rayo de luz y paz para los laicos y sacerdotes que luchan por mantenerse siempre fieles a la Palabra de Dios y a las enseñanzas inmodificables del Magisterio bimilenario de la Iglesia. Demos gracias a Dios que siempre ha suscitado quien señale los errores y cuál es la Verdad católica durante las grandes crisis que ha vivido la Iglesia y en las que una gran parte de la jerarquía se desvía. Así fue el caso, por ejemplo, de san Atanasio que defendió la fe contra una jerarquía pro-arriana que en su mayoría se apartaba del dogma católico. Sin duda alguna, la presente crisis de la Iglesia es la mayor que ha sufrido en su historia y es sólo comparable con la que se vivió durante la herejía arriana. Quizá estemos presenciando ya el desarrollo de la apostasía universal que está predicha por Dios. Durante la misma, solo un pequeño rebaño permanecerá fiel. Deseamos que a todos nuestros lectores el Señor les dé la gracia de permanecer en él, pues en nombre de una falsa "obediencia" es muy fácil y más sencillo seguir el camino ancho que lleva al despeñadero eterno. No olvidemos la máxima que se consigna en la propia Sagrada Escritura: Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres. Los representantes no tienen el poder de enmendarle la plana al poderdante que es Cristo-Dios.

-oOo-

S
u Excelencia el Obispo Atanasio Schneider, uno de los prelados más visibles que trabajan para la restauración de la Misa latina tradicional y para la fe, ha escrito una respuesta al Sínodo (de casi 5.000 palabras) en exclusiva para nuestros lectores. Cualquier persona puede reproducir o enlazar este artículo, pero se debe hacer referencia a Rorate Caeli como fuente, y si se reproduce la traducción a la edición española.

Queremos expresar nuestra más sincera gratitud a Su Excelencia por tomarse el tiempo para analizar y expresar sus puntos de vista sobre uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia – que él también lo ve como una “puerta trasera” para la Sagrada Comunión para los adúlteros, como el rechazo de las enseñanzas de Cristo y como un Informe Final (Relatio Finalis) lleno de “bombas de relojería”.


La puerta falsa hacia una práctica neo-mosaica en el Informe Final del Sínodo

Autor: Mons. Atanasio Schneider, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa María en Astana

La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (del 4 al 25 de Octubre de 2015), que se dedicó al tema de “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”, emitió un informe final (Relatio finalis) con algunas propuestas pastorales que fueron presentadas al criterio del Papa. El documento en sí es solamente de carácter consultivo y no posee un valor magisterial formal.

Sin embargo, durante el Sínodo, aparecieron los nuevos fariseos y verdaderos nuevos discípulos de Moisés, que en los numerales 84 al 86 del Informe Final abrieron la puerta falsa (con bombas de relojería inminentes) para la admisión a la Santa Comunión de los divorciados vueltos a casar. Al mismo tiempo, los obispos que defendieron intrépidamente a “la Iglesia [que] profesa la propia fidelidad a Cristo y a su verdad” (Exhortación Apostólica de Juan Pablo II Familiaris Consortio, 84) se encontraron etiquetados injustamente como fariseos en algunos medios de comunicación.

Durante las dos últimas Asambleas del Sínodo (en 2014 y en 2015), los nuevos discípulos de Moisés y los nuevos fariseos maquillaron el hecho de negar la indisolubilidad del matrimonio y el hecho de suspender el sexto mandamiento, en base a un supuesto ‘caso por caso’, bajo el pretexto de un nuevo concepto de la misericordia o del uso de expresiones tales como: “el camino de discernimiento”, “acompañamiento”, “orientaciones del obispo”, “diálogo con el sacerdote”, “foro interno,” “una integración más plena en la vida de la Iglesia” o “una posible supresión de la imputabilidad sobre la convivencia en uniones irregulares (cf. Informe Final, nn. 84-86).

De hecho, esta sección del texto en el Informe Final, contiene trazas de una práctica neo-mosaica del divorcio, a pesar de que los redactores, con habilidad, y de una manera astuta, evitaron cualquier cambio directo en la doctrina de la Iglesia. Por lo tanto, todas las partes, tanto los promotores de la llamada “agenda Kasper” como sus oponentes, se encuentran aparentemente satisfechos al afirmar: “Todo está bien. El Sínodo no cambió la doctrina”. Sin embargo, esta percepción es bastante ingenua, porque ignora la puerta falsa y las bombas de relojería contenidas en la sección del texto antes mencionado y que se hacen manifiestas ante un examen cuidadoso del texto debido a sus propios criterios internos de interpretación.

Incluso, cuando se habla de un “camino de discernimiento”, se está hablando de “arrepentimiento” (Informe Final, numeral 85.). No obstante, se mantiene aquí, gran cantidad de ambigüedades. De hecho, de acuerdo con las reiteradas afirmaciones del Cardenal Kasper y de clérigos afines, tal arrepentimiento se refiere a los pecados pasados ​​contra el cónyuge del primer matrimonio válido, y de hecho, el arrepentimiento del divorciado no puede referirse a los actos de su cohabitación marital con la nueva pareja con la que se casó por lo civil.

La aserción (en los númerales 85 y 86 del Informe Final), de que un discernimiento tiene que ser hecho de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y en base a un juicio correcto, continúa aun así siendo ambigua. De hecho, el Cardenal Kasper juntamente con clérigos afines, aseguraron enfática y reiteradamente que la admisión de los divorciados vueltos casar a la Santa Comunión no toca el dogma de la indisolubilidad y la sacramentalidad del matrimonio, y que una sentencia en conciencia, en este caso, tiene que ser considerada como correcta, incluso cuando los divorciados vueltos a casar sigan conviviendo como matrimonio de hecho; y que no deben ser obligados a vivir en total continencia como hermano y hermana.

Al citar el famoso numeral 84 de la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio de Juan Pablo II, los redactores del numeral 85 en el Informe Final, censuraron el texto, eliminando la siguiente formulación decisiva: “La forma de la Eucaristía sólo puede ser concedida a los que toman sobre sí el deber de vivir en plena continencia, es decir, de abstenerse de los actos propios de los esposos”.

Esta práctica de la Iglesia se basa en la revelación divina de la Palabra de Dios: escrita y transmitida a través de la Tradición. Esta práctica de la Iglesia es una expresión de la tradición ininterrumpida que va desde los Apóstoles y, por lo tanto, permanece inmutable por todos los tiempos. Ya San Agustín afirmó: “Quien rechaza a su esposa adúltera y se casa con otra mujer, mientras que su primera esposa aún vive, se mantiene perpetuamente en el estado de adulterio. Un hombre así no hará ninguna penitencia eficaz mientras se niegue a abandonar a la nueva esposa. Si él es un catecúmeno, no puede ser admitido en el bautismo, porque su voluntad permanece arraigada en el mal. Si es un penitente (ya bautizado), no puede recibir la reconciliación (eclesiástica), en tanto y en cuanto no rompa con su mala actitud.” (De adulterinis coniugiis, 2, 16). De hecho, la censura intencionada antes mencionada de la enseñanza de Familaris Consortio n. 85 en el Informe Final, representa para cualquier hermenéutica coherente, la clave para la interpretación de la sección sobre de los divorciados vueltos a casar (numerales 84-86).

En nuestros días existe una presión ideológica permanente y omnipresente en nombre de unos medios de comunicación, que son a su vez compatibles con el pensamiento único impuesto por las potencias mundiales anti-cristianas, con el objetivo de abolir la verdad acerca de la indisolubilidad del matrimonio – banalizar lo sagrado carácter de esta institución divina mediante la difusión de una anti-cultura del divorcio y el concubinato. Ya hace 50 años, el Concilio Vaticano II afirmó que los tiempos modernos están infectadas con la plaga del divorcio (cf. Gaudium et spes, 47). El mismo Concilio advierte que el matrimonio cristiano, como sacramento de Cristo, “no sea profanado por el adulterio o el divorcio” (Gaudium et spes, 49).

La profanación del “gran sacramento” (Ef. 5, 32) del matrimonio por el adulterio y el divorcio, ha alcanzado proporciones masivas a un ritmo alarmante, no sólo en la sociedad civil, sino también entre los católicos. Cuando los católicos por medio del divorcio y el adulterio (que en la teoría y en la práctica rechazan la voluntad de Dios expresada en el sexto mandamiento), se ponen en serio peligro espiritual de perder su salvación eterna.

El acto más misericordioso que se podría hacer en nombre de los Pastores de la Iglesia, sería la de llamar la atención sobre este peligro por medio de una clara – y al mismo tiempo caritativa – admonición sobre la necesidad de aceptar completamente el sexto Mandamiento de la Ley de Dios. Tienen que llamar a las cosas por su nombre, exhortando: “el divorcio es el divorcio”, “el adulterio es adulterio” y “quienes cometen pecados graves consciente y libremente, contra los Mandamientos de Dios – y en este caso en concreto, contra el sexto mandamiento – y muere sin arrepentimiento recibirán condenación eterna y serán excluidos para siempre del Reino de Dios”.

Tal amonestación y exhortación sería precisamente la obra del Espíritu Santo como Cristo nos enseñó: ” y cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio” (Juan 16: 8). Al explicar la obra del Espíritu Santo en “El Espiritu que convence al mundo en lo referente al pecado“, el Papa Juan Pablo II dijo: “Cada pecado, realizado en cualquier lugar y momento, hace referencia a la Cruz de Cristo y por tanto, indirectamente también al pecado de quienes « no han creído en él », condenando a Jesucristo a la muerte de Cruz.” (Encíclica Dominum et Vivificantem, 29). Los que llevan a cabo una vida de casados ​​con una pareja, que no sea su cónyuge legítimo (como es el caso de los divorciados vueltos a casar civilmente), rechazan la voluntad de Dios. El convencer a esas personas en lo referente a este pecado, es una obra movida por el Espíritu Santo y mandada por Jesucristo; y por lo tanto es una obra eminentemente pastoral y misericordiosa.

Lamentablemente, el Informe Final del Sínodo omitió concretamente, la obligación de tratar de convencer a los divorciados vueltos a casar en lo referente a su respectivo pecado. Mas al contrario, los Padres sinodales, bajo pretexto de misericordia y de una falsa pastoral, apoyaron las formulaciones de los numerales 84-86 en la Relatio, tratando de encubrir el peligroso estado espiritual de los divorciados vueltos a casar.

De facto, les dicen que su pecado de adulterio no es pecado, y que definitivamente el adulterio no lo es; o al menos que no es un pecado grave; y que no hay peligro espiritual en su estado de vida. Tal comportamiento, por parte de estos pastores, es directamente contrario a la obra del Espíritu Santo y, por tanto, es anti-pastoral y una obra de los falsos profetas a los que se podría aplicar las siguientes palabras de la Sagrada Escritura: “¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad; que dan amargo por dulce, y dulce por amargo!” (Is.5:20) y: “Tus profetas vieron para ti visiones de falsedad e insipidez. No revelaron tu culpa, para cambiar tu suerte. Oráculos tuvieron para ti de falacia e ilusión.” (Lm 2: 14). Sin duda, a tales obispos el apóstol Pablo, diría hoy estas palabras: "Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo." (II Co 11:13).

El texto del Informe Final del Sínodo no sólo omite convencer de forma inequívoca a los divorciados vueltos a casar civilmente de lo gravemente pecaminoso y adúltero que es este estilo de vida que lleva, sino que justifican indirectamente ese estilo de vida, básicamente, al asignar esta cuestión al ámbito de la conciencia individual y por medio de una inadecuada aplicación del principio moral de imputabilidad en el caso de cohabitación de los divorciados vueltos a casar. De hecho, la aplicación del principio de imputabilidad a una vida estable, permanente y pública, en adulterio es incorrecto y engañoso.

La disminución de la responsabilidad subjetiva se da sólo en el caso de parejas que tengan el firme propósito de vivir en plena continencia y de hacer esfuerzos sinceros en el mismo. Mientras estas parejas persistan intencionalmente en continuar una vida de pecado, no podrá haber una suspensión de imputabilidad. Da la impresión, que el Informe Final sugirió, que el estilo de vida pública en adulterio – como lo es el caso de los que se vuelven a casar por lo civil – no está violando el vínculo sacramental e indisoluble del matrimonio o de que no representa un pecado mortal o grave y que esta cuestión es, además, una cuestión de conciencia privada. De este modo se puede afirmar, una deriva más próxima hacia el principio protestante sobre el juicio subjetivo en cuestiones de fe y disciplina, y una cercanía intelectual a la errónea teoría de la “opción fundamental“; teoría que ya ha sido condenada por el Magisterio (Cf. Juan Pablo II, Encíclica Veritatis Splendor, 65-70).

Los Pastores de la Iglesia no deben promover, en ningún caso, la cultura de divorcio entre los fieles. Se debe evitar incluso, el más pequeño de los indicios por ceder ante la práctica o a la cultura del divorcio. La Iglesia en su conjunto debe de dar un testimonio convincente y fuerte en relación a la indisolubilidad del matrimonio. El Papa Juan Pablo II dijo del divorcio: "Tratándose de una plaga que, como otras, invade cada vez más ampliamente incluso los ambientes católicos, el problema debe afrontarse con atención improrrogable." (Familiaris consortio, 84).

La Iglesia tiene que ayudar a los divorciados vueltos a casar con amor y con paciencia para que reconozcan su propio pecado y para ayudarles a convertirse, con todo su corazón, a Dios y a la obediencia debida a Su santa voluntad, que está expresada en el sexto Mandamiento. Mientras continúen dando un anti-testimonio público de indisolubilidad del matrimonio, contribuyendo con la cultura de divorcio, los divorciados vueltos a casar no podrán ejercer aquellos ministerios litúrgicos, catequéticos e institucionales dentro de la Iglesia, que exigen por su propia naturaleza una vida pública de acuerdo con los mandamientos de Dios.

Es obvio, que los infractores públicos del quinto y séptimo Mandamientos –por poner un ejemplo- tales como los propietarios de una clínica abortista o los colaboradores de una red de corrupción, no sólo no pueden recibir la Santa Comunión, sino que evidentemente, no podrán ser admitidos a servicios públicos litúrgicos y catequéticos. De manera análoga, los infractores públicos del sexto mandamiento, como los divorciados vueltos a casar, no pueden ser admitidos al puesto de lectores, padrinos o catequistas. Por supuesto que uno tiene que distinguir entre la gravedad del mal causado por el estilo de vida de promotores públicos de aborto y corrupción con el mal causado por las personas divorciadas que llevan una vida adultera. Uno no puede ponerlos en pie de igualdad. La defensa para la admisión de los divorciados vueltos a casar a la función de padrinos y catequistas en última instancia, no tiene como objetivo el verdadero bien espiritual de los niños, sino que resulta ser la instrumentalización de una agenda ideológica específica. Esta es una deshonestidad y una burla al deber de los padrinos o catequistas, quienes por medio de una promesa pública contrajeron la obligación de ser educadores de la fe.

En el caso de los padrinos o catequistas que están divorciados y vueltos a casar, su vida contradice continuamente sus palabras, y lo que tienen que hacer frente a la amonestación del Espíritu Santo a través de la boca del Apóstol Santiago: “Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos.” (Santiago 1: 22). Por desgracia, el Informe Final en el numeral 84, aboga por la admisión de los divorciados vueltos a casar a los oficios litúrgicos, pastorales y educativos. Esta propuesta representa un apoyo indirecto a la cultura del divorcio y una negación práctica de un estilo de vida objetivamente pecaminoso. Por el contrario, el Papa Juan Pablo II, indica sólo las siguientes posibilidades de participar en la vida de la Iglesia, y que por su parte pretende una verdadera conversión: “Se les exhorte a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar a los hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios.” (Familiaris Consortio, 84).

La no admisión a los sacramentos y a los públicos puestos, litúrgicos y catequéticos, debe seguir siendo un área saludable de exclusión, con el fin de recordar a los divorciados su serio estado espiritual y peligro real y al mismo tiempo, promover en sus almas el espíritu de humildad, de obediencia y de anhelo por la auténtica conversión. Humildad significa tener coraje por la verdad y sólo los que se someten humildemente a Dios, recibirán sus gracias.

Los fieles, que no tienen aún la disposición y la voluntad de dejar una vida adúltera, deben ser espiritualmente ayudados. Su estado espiritual es similar al de una especie de “catecumenado” en relación al sacramento de la Penitencia. Ellos pueden recibir el sacramento de la Penitencia – que fue llamado en la Tradición de la Iglesia, “el segundo bautismo” o “la segunda penitencia” – sólo si se rompen sinceramente con el hábito de la convivencia adúltera, y si evitan el escándalo público de manera análoga a como lo hacen los catecúmenos, candidatos al bautismo. El Informe Final omite llamar a los divorciados vueltos a casar hacia el humilde reconocimiento de su objetivo estado pecaminoso, porque omite animarlos a aceptar, con el espíritu de la fe, la no admisión a los sacramentos y a los puestos públicos litúrgicos y catequéticos. Sin tal reconocimiento realista y humilde de su propio estado espiritual real, no habrá progreso efectivo hacia una conversión cristiana auténtica, ya que esta, en el caso de los divorciados y vueltos a casar, consistiría en una vida de completa continencia, dejando de pecar contra la santidad del sacramento del matrimonio y de desobedecer públicamente al sexto Mandamiento de Dios.

Los Pastores de la Iglesia, y sobre todo, los textos públicos del Magisterio, tienen que hablar de manera clara en todo lo posible, ya que esta es la característica esencial de la tarea del Magisterio oficial. Cristo exige a todos sus discípulos a hablar de una manera muy clara: “Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no, no”: que lo que pasa de aquí viene del Maligno.” (Mt 5: 37). Esto es válido, ante todo, cuando los Pastores de la Iglesia prediquen o cuando el Magisterio hable en un documento.

La sección de texto correspondiente a los numerales 84-86 del Informe Final representa, por desgracia, un grave quebrantamiento de este mandato divino. De hecho, en los citados pasajes del texto, no se abogó directamente a favor de la legitimidad de la admisión de los divorciados vueltos a casar a la Sagrada Comunión; el texto incluso evita la expresión “Santa Comunión” o “sacramentos”. En cambio, el texto, por medio de tácticas de ofuscación, utiliza expresiones ambiguas tales como “una participación más plena en la vida de la Iglesia” y “discernimiento e integración.”

Debido a estas tácticas de ofuscación, el Informe Final, ha puesto de hecho, bombas de relojería y una falsa puerta hacia la admisión de los divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión, causando con esto, una profanación de los dos grandes sacramentos del Matrimonio y de la Eucaristía, y contribuyendo, al menos indirectamente, con la cultura del divorcio – a la difusión de la “plaga del divorcio” (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, 47).

Al leer detenidamente el texto ambiguo en la sección del texto “Discernimiento e integración” en el Informe Final, uno se queda con la impresión de una ambigüedad muy hábil y elaborada. Uno se acuerda de las siguientes palabras de San Ireneo en su “Adversus haereses”: “De manera semejante quien conserva inquebrantable la Regla de la verdad[92] que recibió en el bautismo, reconocerá los nombres, los dichos y las parábolas tomados de las Escrituras, pero no sus teorías blasfemas. [548] Reconocerá las piedras del mosaico, pero no aceptará que la figura de la zorra sustituya el retrato del rey. Volviendo a colocar las palabras en su propio orden y en el contexto del cuerpo de la verdad, dejará al desnudo las creaciones que ellos han fantaseado y probará su falta de consistencia. Como a una tal comedia sólo le falta que se le desenmascare, y no hay entre esos payasos alguno que acabe con esa farsa, hemos pensado en primer lugar mostrar aquellos puntos en los cuales los mismos padres de tales fábulas difieren entre sí, puesto que están inspirados por diversos espíritus del error. Y, en segundo lugar, a partir de su comparación podremos demostrar, si examinamos el asunto atentamente, la verdad que la Iglesia predica y los errores enmascarados que ellos pregonan.” (I, 9, 4-5).

El Informe Final parece que deja la solución a la cuestión sobre la admisión de los divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión, en manos de las autoridades locales de la Iglesia: con el “acompañamiento de los sacerdotes” y las “orientaciones del obispo“. Sin embargo, tal cuestión está ligada esencialmente con el depósito de la fe, es decir con la palabra revelada de Dios. La no admisión de los divorciados que están viviendo en un estado público de adulterio, es verdad inmutable de la ley de la fe católica y por consiguiente también de la ley de la práctica litúrgica católica.

El Informe Final parece inaugurar una cacofonía doctrinal y disciplinaria de la Iglesia Católica, lo que contradice la misma esencia de ser católico. Uno tiene que recordar las palabras de San Ireneo, sobre la auténtica forma de la Iglesia católica en todo momento y en todo lugar: “Como antes hemos dicho, la Iglesia recibió esta predicación y esta fe, y, extendida por toda la tierra, con cuidado la custodia como si habitara en una sola familia. Conserva una misma fe, como si tuviese una sola alma y un solo corazón (Hech 4,32), y la predica, enseña y transmite con una misma voz, como si no tuviese sino una sola boca. Ciertamente son diversas las lenguas, según las diversas regiones, pero la fuerza de la Tradición es una y la misma. Las iglesias de la Germania no creen de manera diversa ni transmiten otra doctrina diferente de la que predican las de Iberia o de los Celtas, o las del Oriente, como las de Egipto o Libia, así como tampoco de las iglesias constituidas en el centro del mundo; sino que, así como el sol, que es una creatura de Dios, es uno y el mismo en todo el mundo, así también la luz, que es la predicación de la verdad, brilla en todas partes (Jn 1,5) e ilumina a todos los seres humanos (Jn 1,9) que quieren venir al conocimiento de la verdad (1 Tim 2,4). Y ni aquel que sobresale por su elocuencia entre los jefes de la Iglesia predica cosas diferentes de éstas -porque ningún discípulo está sobre su Maestro (Mt 10,24)-, ni el más débil en la palabra recorta la Tradición: siendo una y la misma fe, ni el que mucho puede explicar sobre ella la aumenta, ni el que menos puede la disminuye.” (I, 10, 2).

La sección del Informe Final sobre los divorciados vueltos a casar, evita confesar cuidadosamente, el principio inmutable de toda la tradición católica, y por la cual, aquellos que viven en una unión marital no válida pueden ser admitidos a la Sagrada Comunión únicamente bajo la condición de que prometan vivir en plena continencia y evitar el escándalo público. Juan Pablo II y Benedicto XVI confirmaron enérgicamente este principio católico. La omisión deliberada de mencionar y reafirmar este principio en el texto del Informe Final, puede ser comparada con la evasión sistemática de la expresión “homoousios” por parte de todos los oponentes al dogma del Concilio de Nicea en el siglo IV – los arrianos formales y los llamados semi-arrianos -, que continuamente inventaban otras expresiones con tal de no confesar directamente la consustancialidad del Hijo de Dios con Dios Padre.

Tal variedad de confesiones supuestamente católicas, en nombre de la mayoría del episcopado del siglo IV, causó una actividad eclesiástica febril, con reuniones sinodales continuas y una proliferación de nuevas fórmulas doctrinales; todas ellas con el denominador común de evitar la claridad terminológica, es decir, de evitar la expresión “homoousios.” Del mismo modo, en nuestros días los dos últimos Sínodos de la familia han evitado nombrar y confesar con claridad el principio de toda la Tradición Católica: que los que viven en una unión marital no válida pueden ser admitido a la Sagrada Comunión únicamente bajo la condición de que prometan vivir en completa continencia y de que eviten el escándalo público.

Este hecho queda también demostrado, por la reacción inequívoca e inmediata de los medios de comunicación seculares y por la reacción de los principales defensores de la nueva práctica no-católica, la de admitir a los divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión mientras mantienen una vida de público adulterio. Por ejemplo, el Cardenal Kasper, el Cardenal Nichols y el Arzobispo Forte, afirmaron públicamente que de acuerdo con el Informe Final, uno puede suponer que de alguna manera se ha abierto una puerta a la Comunión para los divorciados vueltos a casar. Existe también un número considerable de obispos, sacerdotes y laicos que se regocijan a causa de la llamada “puerta abierta” que encontraron en el Informe Final. En lugar de guiar a los fieles con una clara e inequívoca enseñanza , el Informe Final provocó una situación de oscurecimiento, de confusión, de subjetividad (el juicio de la conciencia del foro interno de los divorciados) y un particularismo doctrinal y disciplinario no-católico, en una cuestión que está conectada esencialmente al depósito de la fe transmitida por los Apóstoles.

Aquellos de nosotros que en nuestros días defienden enérgicamente la santidad de los sacramentos del Matrimonio y de la Eucaristía son etiquetados como fariseos. Sin embargo, dado que el principio lógico de no contradicción prevalece y el sentido común funciona, lo contrario es cierto.

Los ofuscadores de la Divina Verdad en el Informe Final se parecen más a los fariseos. Ya que con el fin de conciliar una vida en adulterio, con la recepción de la Sagrada Comunión, han inventado, habilidosamente, una nueva letra, una nueva ley de “discernimiento y de integración”, con la introducción de nuevas tradiciones humanas contra el mandamiento cristalino de Dios. Estas palabras de la Verdad Encarnada van dirigidas a los promotores de la denominada ‘agenda de Kasper’: “anulando así la Palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido” (Marcos 7: 13). Aquellos que durante 2.000 años hablaron sin descanso y con una mayor claridad acerca de la inmutabilidad de la Verdad divina, a menudo a costa de sus propias vidas, también serían etiquetados en nuestros días como fariseos; y así serían etiquetados San Juan Bautista, San Pablo, San Ireneo, San Atanasio, San Basilio, San Tomás Moro, San Juan Fisher o San Pío X, por mencionar sólo los ejemplos más brillantes.

El resultado real del Sínodo en relación a la percepción de los fieles y de la opinión pública laica fue la de que prácticamente hubo un solo foco con la cuestión de la admisión de los divorciados a la Santa Comunión. Se puede afirmar que el Sínodo, en cierto sentido, resultó ser a los ojos de la opinión pública el Sínodo de adulterio y no el Sínodo de la familia. De hecho, todas las bellas afirmaciones del Informe Final sobre el matrimonio y la familia quedaron eclipsados ​​con las afirmaciones ambiguas en la sección del texto de los divorciados vueltos a casar; un tema que ya estaba confirmado y decidido por el magisterio de los últimos Pontífices Romanos en fiel conformidad con la práctica y la enseñanza bi-milenaria de la Iglesia. Por lo tanto, es una verdadera lástima, que los obispos católicos, los sucesores de los Apóstoles, utilicen asambleas sinodales con el fin de hacer un atentado contra la práctica constante e inmutable de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio, es decir, la no admisión de los divorciados que viven en una unión adúltera a los Sacramentos.

San Basilio en su carta al Papa Dámaso, hizo un retrato realista de la confusión doctrinal causada por aquellos eclesiásticos que buscaban un compromiso vacío, y una adaptación al espíritu del mundo en su tiempo: "Las tradiciones son menospreciadas; las artimañas de los innovadores están de moda en las Iglesias; ahora los hombres son más bien organizadores de sistemas maliciosos que teólogos; la sabiduría de este mundo que obtiene los más altos premios es la que ha rechazado la gloria de la Cruz. Los ancianos se lamentan cuando comparan el presente con el pasado. Los más jóvenes son los más dignos de compasión, porque ellos aún no saben de lo que han sido privados" (Ep 90, 2).

En una carta de San Basilio al Papa Dámaso y a los obispos occidentales, se describe la situación confusa en el interior de la Iglesia de la siguiente manera:

“Se trastornan los dogmas de la religión; se confunden las leyes de la Iglesia. La ambición de los que no temen al Señor salta a las dignidades, y se propone el episcopado como premio de la más descarada impiedad, de suerte que a quien más graves blasfemias profiere, se le tiene por más apto para regir al pueblo como obispo. Desapareció la gravedad episcopal. Faltan pastores que apacienten con ciencia el rebaño del Señor. La libertad de pecar es mucha. Y es que quienes han subido al gobierno de la Iglesia por empeño humano, lo pagan luego consintiéndolo todo a quienes pecan. La maldad no tiene límite; los pueblos no son corregidos; los prelados no tienen libertad para hablar. Porque quienes adquirieron para sí el poder o la dignidad episcopal por medio de los hombres, son esclavos de quienes les hicieron esa gracia. Y ahora la misma reivindicación de la ortodoxia es vista en algunos círculos como una oportunidad para el ataque mutuo; y los hombres ocultan su mala voluntad privada y pretenden que su hostilidad es todo por el bien de la verdad. Sobre todo eso ríen los incrédulos, vacilan los débiles en la fe, la fe misma es dudosa, la ignorancia se derrama sobre las almas, pues imitan la verdad los que amancillan la palabra divina en su malicia. Y es que las bocas de los piadosos guardan silencio, y anda suelta toda lengua blasfema. Lo santo está profanado; la parte sana de la gente huye de los lugares de oración como de escuelas de impiedad y marchan a los desiertos, para levantar allí, entre gemidos y lágrimas, las manos al Señor del cielo. Porque sin duda ha llegado hasta vosotros lo que sucede en la mayor parte de las ciudades: la gente, con sus hijos y mujeres y hasta con los ancianos, se derraman delante de las murallas y hacen sus oraciones al aire libre, sufriendo con gran paciencia todas las inclemencias del tiempo, esperando la protección del Señor. La fe, que de los Padres que hemos recibido; la fe que sabemos que está estampada con la marca de los Apóstoles; a esta fe asentimos, así como a todo lo que fue canónica y legalmente promulgado en el pasado.” (Ep. 92, 2).

Cada período de confusión a lo largo de la historia de la Iglesia, es a la misma vez una posibilidad para recibir muchas gracias, de fuerza y coraje, y también la oportunidad de demostrar nuestro amor por Cristo, que es la Verdad encarnada. Cada bautizado, cada sacerdote y cada obispo prometieron una fidelidad inviolable; cada uno según su propio estado: a través de las promesas bautismales; a través de las promesas sacerdotales; a través de la promesa solemne en la ordenación episcopal. De hecho, todos los candidatos al episcopado prometieron: “Voy a mantener puro e íntegro el Depósito de la Fe, según la Tradición, que fue siempre y en todas partes conservada en la Iglesia.” La ambigüedad que se encuentra en el apartado de los divorciados vueltos a casar del Informe Final contradice el citado voto solemne episcopal. Aún así, todos en la Iglesia – desde el simple fiel a los custodios del Magisterio – deberían de decir:

“Non possumus!” Yo no aceptaré un discurso ofuscado ni una puerta falsa, hábilmente ocultada para la profanación del sacramento del Matrimonio y de la Eucaristía. Del mismo modo, no voy a aceptar una burla al sexto mandamiento de Dios. Prefiero ser ridiculizado y perseguido en lugar de aceptar textos ambiguos y métodos insinceros. Prefiero la cristalina “imagen de Cristo, la Verdad, en lugar de la imagen del zorro adornado con piedras preciosas” (San Ireneo), porque “yo sé a quién he creído”, “Scio, Cui credidi!” (II Timoteo 1: 12 ).

02 de Noviembre de 2015

+ Atanasio Schneider, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa María en Astana