miércoles, 31 de julio de 2013

NO ES VERDAD QUE EL PAPA FRANCISCO APRUEBE LA HOMOSEXUALIDAD

  • COMPLOT DE UN GRAN SECTOR DE LA PRENSA PARA DISTORSIONAR LO DICHO POR EL PAPA FRANCISCO
  • UN PAPA NO PUEDE CAMBIAR LA DOCTRINA DE LA IGLESIA
  • HA DICHO NO AL ABORTO, NO AL DIZQUE "MATRIMONIO GAY", NO A LA ORDENACIÓN DE MUJERES
Fue entrevistado en el avión

31 de julio de 2013. CATOLICIDAD. El día de ayer un fuerte sector de la prensa -el controlado por intereses adversos al catolicismo- difundió la falsa noticia de que la Iglesia cambiaba su postura sobre los homosexuales o la homosexualidad. Citó un breve texto del papa Francisco e infirió de él lo que no significaba. Las palabras del papa fueron tomadas de una entrevista que dio a los medios durante su viaje de regreso a Roma, luego de su primer viaje en su pontificado.

Veamos lo que dijo:
"Cuando uno se encuentra con una persona así (homosexual), debe distinguir entre el hecho de ser una persona gay y el hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy bella. Dice que no se debe marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby. De esta tendencia o el lobby de los avaros, de los políticos, de los masones... Tantos lobbies… Este el problema más grande".

¿Y qué dice el texto al que alude el papa Francisco sobre los homosexuales y la homosexualidad? Ese catecismo, 2357 a 2359, señala:

===> La Sagrada Escritura presenta a la homosexualidad como DEPRAVACIÓN GRAVE (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10).
===> la Tradición ha declarado siempre que “LOS ACTOS HOMOSEXUALES son intrínsecamente DESORDENADOS” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8).

===> Los actos homosexuales:- SON CONTRARIOS A LA LEY NATURAL.- Cierran el acto sexual al don de la vida.- No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual.- NO PUEDEN RECIBIR APROBACIÓN EN NINGÚN CASO.- La inclinación homosexual es objetivamente DESORDENADA. 
===> En la Iglesia, los homosexuales:- Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza.- Se evitará todo signo de discriminación injusta.- Están llamados a realizar la voluntad de Dios en su vida.- Pueden unir al sacrificio de la cruz del Señor todas las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.- ESTÁN LLAMADAS A LA CASTIDAD.- Mediante virtudes de DOMINIO DE SÍ MISMO que eduquen la libertad interior y el apoyo de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.

Homosexual en una manifestación
Como se observa, el texto al que alude el papa en ningún lado aprueba la homosexualidad, sino al contrario: la llama depravación grave, acto intrínsecamente desordenado y contrario a la Ley Natural que no pueden recibir aprobación en NINGÚN CASO. Otro asunto es la persona homosexual como tal, pues hay quienes viven su condición en perfecta castidad y buscan a Dios (lo que es meritorio). Otros también lo buscan, pero ocasionalmente sufren caídas, de las que se levantan por la Confesión sacramental, en una constante lucha tratando de vivir conforme a la moral. Finalmente hay quienes viven abiertamente su homosexualidad sin importarles los preceptos morales, lo que los lleva a un estado permanente de pecado y pone en serio peligro su salvación. De ahí que la Iglesia condena el pecado pero ama al pecador. Condena la homosexualidad pero no está contra el homosexual como persona. Como cada caso es particular y del interior de la conciencia no juzga la Iglesia, ésta no puede tampoco dictaminar de una manera general a las personas homosexuales. De ahí que el papa Francisco haya dicho: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?". Esto no significa ninguna aprobación de la homosexualidad ni ningún cambio de doctrina como muchos medios mal intencionados falsamente señalaron.

También durante la entrevista, el papa Francisco confirmó su carta sobre los dizque "matrimonios" homosexuales, en la que los denominó "movida" del padre de la mentira y pretensión destructiva al plan de Dios (1). Veamos:

Pregunta. Usted no ha hablado todavía sobre el aborto ni sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha hablado sobre eso?
Respuesta. La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además, los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.
Pregunta. ¿Pero cuál es su postura en esos temas?
Respuesta. La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.
Pregunta. ¿Cómo debe ser la participación de las mujeres en la Iglesia? ¿Qué piensa de la ordenación de las mujeres?
Respuesta. ...En cuanto a la ordenación de las mujeres, la Iglesia ha hablado y dice no. Lo dijo Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada.

Como puede observarse, no hay el cambio de doctrina que inventaron -con mala intención- para desorientar y engañar a sus lectores, muchos medios contrarios a la Iglesia y no faltaron tampoco quienes siendo católicos, ingenuamente también creyeron y reprodujeron tan grave falsedad.

Concilio Vaticano I
Un papa no tiene poder para modificar la doctrina de la Iglesia. Como enseña dogmáticamente el Concilio Vaticano I: «el Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no de manera que ellos pudieran, por revelación suya, dar a conocer alguna nueva doctrina, sino que, por asistencia suya, ellos pudieran guardar santamente y exponer fielmente la revelación transmitida por los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe.» [Concilio Vaticano I, De Eccl. Christi. cap. 4]. Tan es así que si un papa como doctor particular -naturalmente no hablando de manera infalible- enseñare algo contrario al dogma y a la doctrina católica, no debería ser seguido por los fieles, pues "El Romano Pontífice, como todos los fieles, está subordinado a la Palabra de Dios, a la fe católica, y es garante de la obediencia de la Iglesia y, en este sentido, "servus servorum". No decide según su arbitrio, sino que es portavoz de la voluntad del Señor, que habla al hombre en la Escritura vivida e interpretada por la Tradición; en otras palabras, la "episkopé" del Primado tiene los límites que proceden de la ley divina y de la inviolable constitución divina de la Iglesia contenida en la Revelación". Tomado del documento "EL PRIMADO DEL SUCESOR DE PEDRO EN EL MISTERIO DE LA IGLESIA", texto decisivo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, firmado por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger. Luego, el Romano Pontífice cuando no hace uso de la prerrogativa de la infalibilidad podría decir algún error como en el caso de una entrevista o al dictar una disposición pastoral; sin embargo, no hay tal error contra la doctrina sobre la naturaleza pecaminosa de la homosexualidad en lo dicho por el papa Francisco.

En realidad, se trata de un montaje realizado por la prensa anticatólica para desorientar y engañar a sus lectores. Cierto que en sus palabras no recordó -de momento- esa naturaleza pecaminosa de la homosexualidad misma -lo que a nuestro juicio hubiera sido conveniente y deseable-, pero al referirse al texto del catecismo que sí lo hace, supuso que así se entendería. Lamentablemente algunos no lo comprendieron así y otros -los más- distorsionaron maliciosamente el sentido de lo dicho por él. De ahí la importancia de prever esto y procurar precisar todo para no dar pretexto a los enemigos de la Iglesia. Esa imprecisión es más notoria, en la misma entrevista, cuando se contesta largamente una pregunta sobre la posibilidad de que los divorciados vueltos a dizque casarse puedan comulgar. Fundamentalmente había que decir lo que no se dijo: "no, porque se encuentran en pecado grave". Esa es la doctrina de la Iglesia. Se nos dirá -y con razón- que una entrevista es algo improvisado y que es difícil precisar todo, sin embargo es importante considerar que las palabras dichas al vuelo pueden fácilmente ser mal interpretadas, tanto de buena como de mala fe.

En la misma entrevista, refiriéndose a sus colaboradores en la Curia, dijo el papa Francisco: 
"Lo que sí he encontrado es ayuda y gente leal. Por ejemplo, a mi me gusta cuando una persona me dice: 'Yo no estoy de acuerdo', y esto lo he encontrado. 'Yo esto no lo veo, no estoy de acuerdo, yo se lo digo y luego haga lo que quiera': alguien que te dice eso es un verdadero colaborador, y eso lo he encontrado. Pero esos que te dicen: «Ay, qué bonito, qué bonito, qué bonito», y luego dicen lo contrario en otra parte, todavía no me he dado cuenta. Quizás hay alguno".

S.S. Pío XII
Naturalmente, se refiere a aspectos como los administrativos y las decisiones pastorales (esto es, en aquello que el papa no es infalible). Lo anterior nos recuerda una simpática anécdota -que no creemos que sea histórica- atribuida al papa Pío XII y que ya hemos comentado en otro post: Se dice que este gran Pontífice tenía un asistente personal que diariamente lo despertaba a la 6.00 a.m., descorriendo las cortinas de su aposento y diciéndole, invariablemente, de manera muy amable: "Su Santidad, es hora de despertar, son las seis de la mañana y el día está precioso". Cierto día, el asistente enfermó y el Papa no fue despertado con oportunidad; advirtiendo esto, enviaron un suplente. Éste era un personaje que no gozaba del optimismo del asistente habitual y era, además, algo malhumorado. El Pontífice despertó al escuchar que movían las cortinas y creyendo que era el asistente de siempre, al notar que no decía nada, le preguntó: "¿Son las seis de la mañana y el día está precioso?". El personaje le contestó: "¡Qué van a ser las seis, si ya son las nueve de la mañana y el día...el día está horrible y nublado!". Dicen que Pío XII le comentó sonriendo: "Colaboradores como tú necesito, para que me digan la verdad tal cual es y me aconsejen para tomar mejores decisiones. Que no me digan que todo está "precioso" y cuando pregunte la hora no me respondan "la que Su Santidad diga". Gracias por tu franqueza".

Con esa filial franqueza que pide el papa Francisco, consideramos que debe siempre tener presente que los enemigos de la Iglesia estarán al acecho para distorsionar lo que convenga a sus intereses, por lo que es importante tener el cuidado necesario en sus declaraciones, a fin de precisar todo. Asimismo creemos que aunque la Iglesia ya haya definido claramente su doctrina en temas como el aborto, los dizque "matrimonios" gay, la contracepción, etc., sí es necesario estar recordándola y explicándola, pues sucede que muchos católicos no la obedecen o no están conscientes de su importancia como lo reveló una encuesta entre los mismos participantes a la JMJ (2).   Así como un padre o una madre no callan ante las transgresiones de un hijo aunque consideren que él ya sabe lo que opinan de ellas, igual la Iglesia -que también es Madre y Maestra- debe actuar así.

De la misma manera, con filial ánimo con el que un hijo habla a su padre y con la respetuosa confianza que tanto aprecia el papa Francisco, no podemos dejar de  manifestar nuestro dolor por la noticia que se ha publicado sobre la restricción impuesta a los Franciscanos de la Inmaculada para que no celebren ya frecuentemente la misa tradicional codificada por San Pío V. Esa celebración da grandes frutos entre los fieles y ahora, según Sandro Magister, reconocido vaticanista, se restringe por el Vaticano de manera contraria a lo dispuesto por Benedicto XVI en su motu proprio. Tememos que la restricción se amplíe en toda la Iglesia. 

Para bien de muchas almas, humildemente, como súbditos, suplicamos que se reconsidere y se revierta esta disposición anunciada en diversos medios (ver AQUÍ y ACÁ) o se hagan las aclaraciones pertinentes si ha sido mal interpretada por ellos. El papa San Pío V decretó ese venerable rito a perpetuidad (encíclica Quo Primum) y Benedicto XVI reconoció la vigencia e importancia que tiene este tesoro de la Iglesia. Sabemos que CATOLICIDAD es seguida desde el mismo Vaticano donde, a la fecha, tenemos treinta y dos lectores. ¡Quiera Dios que esta súplica sea escuchada!. 
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NOTA 1: Carta del cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires a las Monjas Carmelitas de la arquidiócesis de Buenos Aires (22 de junio de 2010). (AICA).

Queridas hermanas:

Les escribo estas líneas a cada una de Ustedes que están en los cuatro Monasterios de Buenos Aires. El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia. Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo.

Aquí está en juego la identidad, y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones.
Recuerdo una frase de Santa Teresita cuando habla de su enfermedad de infancia. Dice que la envidia del Demonio quiso cobrarse en su familia la entrada al Carmelo de su hermana mayor. Aquí también está la envida del Demonio, por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra. No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una “movida” del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios.
Jesús nos dice que, para defendernos de este acusador mentiroso, nos enviará el Espíritu de Verdad. Hoy la Patria, ante esta situación, necesita de la asistencia especial del Espíritu Santo que ponga la luz de la Verdad en medio de las tinieblas del error; necesita de este Abogado que nos defienda del encantamiento de tantos sofismas con que se busca justificar este proyecto de ley, y que confunden y engañan incluso a personas de buena voluntad.
Por esto recurro a Ustedes y les pido oración y sacrificio, las dos armas invencibles que confesaba tener Santa Teresita. Clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los Senadores que han de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala. Pidan por ellos, por sus familias; que el Señor los visite, los fortalezca y consuele. Pidan para que ellos hagan un gran bien a la Patria.
El proyecto de ley se tratará en el Senado después del 13 de julio. Miremos a San José. A María, al Niño y pidamos con fervor que ellos defiendan a la familia argentina en este momento. Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: “esta guerra no es vuestra sino de Dios”. Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios. 
Gracias por lo que harán en esta lucha por la Patria. Y, por favor, les pido también que recen por mí. Que Jesús las bendiga y la Virgen Santa las cuide.

Afectuosamente,
Card. Jorge Mario Bergoglio s.j., arzobispo de Buenos Aires

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NOTA 2: De acuerdo con la encuesta del Instituto Datafolha, cuyos datos fueron publicados en el diario Folha de Sao Paulo, muchos de los peregrinos que participaron el jueves en la ceremonia oficiada por el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en la playa de Copacabana de Río de Janeiro, muestran discrepancia en algunos temas polémicos y fundamentales con la doctrina católica.

El 65 % de los jóvenes consultados defiende el uso de preservativos en las relaciones sexuales y el 55 % considera que el papa debe asumir esa posición.

Frente a la píldora anticonceptiva, el 53 % aprueba su uso y el 44 % cree que el papa debería tener la misma postura.

En temas como la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, sólo el 25 % apoya ese asunto y el 21 % es favorable a que el pontífice asuma esa defensa.

En cuanto a la píldora del “día siguiente”, que la Iglesia condena por abortiva, el 32 % la respalda y el 28 % dice que el pontífice debería adoptar esa posición.

En otros temas, los entrevistados coinciden entre su posición personal y lo que piensan sobre la actitud que el papa debe asumir.
Por ejemplo, el 54 % rechaza que las mujeres accedan al sacerdocio y el 56 % piensa que esa debe ser la actitud del papa.
El 64 % está a favor del celibato entre los sacerdotes y el 63 % cree que eso es lo que el pontífice debe defender, mientras que un 75 %, tanto para los propios entrevistados como para lo que según ellos debe sostener el papa, rechaza el aborto en cualquier circunstancia.
Como se puede observar por los increíbles resultados impensables en tiempos pretéritos, sí urge que el papa insista una y otra vez sobre la doctrina católica, y de modo particular en los temas controversiales.
La encuesta, siempre con preguntas de carácter personal acompañadas de un segundo interrogante sobre lo que el papa debe hacer frente al mismo tema, fue realizada con 1.279 participantes de la JMJ con un margen de error del 3 por ciento.

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Aviso: Se avisa a sedevacantistas -abiertos o encubiertos- que constantemente mandan mensajes en este tipo de temas, que no publicaremos sus comentarios. En temas opinables se pueden emitir siempre con respeto y, además, cuando se refieran a la autoridad, deberán realizarse siempre en la calidad de súbditos. 

martes, 30 de julio de 2013

ARZOBISPO DE SANTIAGO DE CHILE CRITICA ACTUACIÓN POLICIACA AL NO IMPEDIR A HORDAS ABORTISTAS LA PROFANACIÓN DE LA CATEDRAL


Continúan las repercusiones por el ingreso de manifestantes a la Catedral de Santiago de Chile el jueves pasado durante la marcha pro aborto, causando desmanes en medio de una Misa y profanando el sacro recinto. Mons. Ezzati, Arzobispo de Santiago de Chile, criticó la actuación de las fuerzas de seguridad chilenas que no impidieron el acto sacrílego contra su catedral y ha pedido mayor vigilancia a las autoridades, afirmando que «desde la Plaza Italia hasta la Catedral hay una cantidad enorme de cuadras. Que no se haya previsto, que no se haya seguido a los manifestantes, creo que es una falta de inteligencia».

El arzobispo de Santiago asegura que conversó «con el general en jefe de Carabineros y naturalmente dentro de estas situaciones humanas hay siempre cosas que escapan». El prelado agregó que «la violencia es la razón de los que no quieren usar la razón. La inteligencia tiene que ser la capacidad de descubrirnos hermanos diferentes, con opciones diferentes, pero las ideas se combaten con ideas, no con insultos y agravios».

Abortistas sacrílegos
Se refería con esto al grupo de manifestantes que se separó la noche del jueves de una protesta a favor del aborto e irrumpieron en la Catedral Metropolitana de Santiago de Chile cuando se oficiaba una Misa. Los sacrílegos manifestantes pintaron consignas en las paredes, rompieron adornos y arrastraron bancos hasta la Plaza de Armas, enfrente de la catedral. Policías antimotines en lugar de prevenir la profanación, llegaron después al lugar para contener la protesta.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, condenó el ataque: «Quisiera expresar nuestro más absoluto repudio y rechazo a este tipo de actos, porque al fin y al cabo significan no respetar el derecho de los demás», aseguró en el palacio de La Moneda.

«Hablé con el arzobispo de Santiago para expresarle nuestra total solidaridad y ratificar el fin del compromiso de este Gobierno con la libertad religiosa, con la libertad de culto y también con la protección de la vida del que está por nacer», agregó el presidente chileno.

Además, Sebastián Piñera anunció que la intendencia de Santiago presentará querellas «para poder sancionar a los responsables de este cobarde atentado contra la Iglesia Católica».

El lobby gay volvió, una vez más, a mostrar su verdadero rostro.

Fuentes: Agencias, InfoCatólica, Catolicidad y El Dínamo

lunes, 29 de julio de 2013

SOBRE EL ÁNGEL CUSTODIO, CARTA DEL PADRE PÍO


Cambiamos la imagen del post gracias a la
 amable advertencia de Fernando Lozano.
 Ignorábamos que la anterior provenía
 de una mala e inmoral serie de TV.
Dios ama infinitamente a cada uno de los hombres. Tanto les ama que ha dispuesto un ángel especialmente para cada hombre. Este ángel se llama el ÁNGEL CUSTODIO o el ÁNGEL DE LA GUARDA.

MISIÓN DEL ÁNGEL CUSTODIO 

- La misión del ángel custodio es AYUDAR AL HOMBRE A ALCANZAR SU SALVACIÓN, es decir, a llegar al cielo.
- Así como los hermanos mayores cuidan de los pequeños, así los ángeles custodios nos asisten a los hombres hasta introducirnos felizmente en la casa paterna. Entonces habrán cumplido su misión.
- Es doctrina que todos y cada uno de los hombres tenemos un Ángel Custodio.
-Su misión comienza en el momento de la concepción del hombre y termina hasta el momento de la muerte.

CARTA DEL PADRE PÍO SOBRE EL ÁNGEL DE LA GUARDA

Así le escribía el 15 de julio de 1915, el Padre Pío de Pietrelcina a Ana Rodote:

“Que el buen Ángel Custodio vele sobre ti. Él es tu conductor, que te guía por el áspero sendero de la vida. Que te guarde siempre en la gracia de Jesús, te sostenga con sus manos para que no tropieces en cualquier piedra, te proteja bajo sus alas de las insidias del mundo, del demonio y de la carne.

Tenle gran devoción a este Ángel Bienhechor. ¡Qué consolador es el pensamiento de que junto a nosotros hay un espíritu que desde la cuna hasta la tumba, no nos deja ni un instante ni siquiera cuando nos atrevemos a pecar!

Este espíritu celeste nos guía y nos protege como un amigo o un hermano. Es también consolador saber que este ángel reza incesantemente por nosotros, ofrece a Dios todas las buenas acciones y obras que hacemos; y nuestros pensamientos y deseos, si son puros.

Por caridad, no te olvides de este compañero invisible, siempre presente y siempre pronto a escucharnos y más todavía para consolarnos. ¡Oh, feliz compañía, si supiésemos comprenderla!”.

¿CÓMO PUEDE AYUDARTE EL ÁNGEL CUSTODIO?

- Tu Ángel Custodio es una muestra más del amor y de la bondad de Dios contigo.

- A tu Ángel Custodio, Dios le permite llegar directamente a tu imaginación (sin palabra alguna), suscitando imágenes, recuerdos, impresiones que te señalen el camino correcto a seguir.

Tu Ángel Custodio puede ayudarte de las siguientes formas:

a) Darte AUXILIO ESPIRITUAL:
Puede si tú se lo pides, ayudarte a que tu oración sea mejor, a que no te distraigas, puede sugerirte propósitos para mejorar o formas de concretar algún buen deseo, puede ayudarte en el apostolado, en el trato con las personas que te rodean...

b) Darte, además, algún AUXILIO MATERIAL:
Puede si se lo pides, ayudarte en las pequeñas necesidades de la vida cotidiana como por ejemplo: no perder el autobùs, ayuda en un examen que has estudiado, encontrar algo que habías perdido, acordarte un asunto olvidado que es necesario tener presente...

c) PROTEGERTE de los peligros del alma:
 tu Ángel Custodio te cuida contra las tentaciones que te invitan a cometer un pecado.

d) PROTEGERTE de los peligros del cuerpo:
 por ejemplo un tropiezo, un choque, un accidente, una enfermedad... La Biblia dice: ¨Te enviará a sus ángeles para que no tropieces en piedra alguna¨ (Sal 90,11).

e) Darte consejo prudente. Llamarte al bien.

f) Animarte.

g) Confortarte, consolarte.

h) Ayudarte en todo aquello que sea bueno en tu camino de salvación.

- Finalmente es importante que recuerdes que los ángeles no tienen el poder de Dios ni su sabiduría infinita. Pueden ayudarte porque Dios se los permite.

Procuremos ser devotos y agradecidos con nuestro Ángel. Invocalo en tus necesidades.

ORACIÓN AL SANTO ANGEL DE LA GUARDA (San Juan Berchmans)

Ángel Santo, amado de Dios, que después de haberme tomado, por disposición divina, bajo tu bienaventurada guarda, jamás cesas de defenderme, de iluminarme y de dirigirme: yo te venero como a protector, te amo como a custodio; me someto a tu dirección y me entrego todo a ti, para ser gobernado por ti. Te ruego, por lo tanto, y por amor a Jesucristo te suplico, que cuando sea ingrato para ti y obstinadamente sordo a tus inspiraciones, no quieras, a pesar de esto, abandonarme; antes al contrario, ponme pronto en el recto camino, si me he desviado de él; enséñame, si soy ignorante; levántame, si he caído; sosténme, si estoy en peligro y condúceme al cielo para poseer en él una felicidad eterna. Amén.

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sábado, 27 de julio de 2013

MARÍA, NUESTRA DULCÍSIMA MADRE



No es por casualidad ni en vano los devotos de María la llaman Madre. Diríase que no saben invocarla con otro nombre y no se cansan de llamarla siempre madre. Madre sí, porque de veras es ella nuestra madre, no carnal, sino espiritual, de nuestra alma y de nuestra salvación.

Cuando el pecado privó a nuestras almas de la gracia les privó también de la vida. Y habiendo quedado miserablemente muertas, vino Jesús nuestro Redentor, y con un exceso de misericordia y de amor nos recuperó esta vida perdida con su muerte en la Cruz, como él mismo lo declaró: “Vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10). “En abundancia”, porque como dicen los teólogos, Jesucristo con su redención nos trajo bienes capaces de reparar absolutamente los daños que nos causó Adán con su pecado. Y así, reconciliándonos con Dios, se convirtió en padre de nuestras almas en la nueva ley de la gracia, como ya lo había predicho el profeta: “Padre del siglo futuro, príncipe de la paz” (Is 9, 6). Pues si Jesús es el Padre de nuestras almas, María es la Madre, porque dándonos a Jesús nos dio la Verdadera Vida, y ofreciendo en el Calvario la vida de su Hijo por nuestra salvación fue como darnos a luz y hacernos nacer a la vida de la gracia.

En dos momentos distintos, enseñan los santos padres, se demostró que María era nuestra madre espiritual; primero, cuando mereció concebir en su seno virginal al Hijo de Dios, como dice San Alberto Magno. Y más claramente San Bernardino de Siena, quien lo explica así: "Cuando la Santísima Virgen dio su consentimiento a la Anunciación del Ángel de que el Verbo eterno esperaba su aprobación para hacerse su Hijo, al dar su asentimiento pidió a Dios, con inmenso amor, nuestra salvación; y de tal manera se empeño en procurárnosla, que ya desde entonces nos llevó en su seno como amorosísima y verdadera Madre. Dice San Lucas en el capítulo 2, versículo 7, hablando del nacimiento de nuestro Salvador, que María dio a luz a su primogénito. Así que, dice al autor, si el evangelista afirma que entonces dio a luz a su primogénito, ¿se habrá de suponer que tuvo otros hijos?"

Pero es de fe que María no tuvo otros hijos según la carne fuera de Jesús; luego debió tener otros hijos espirituales, y éstos somos todos nosotros. Esto mismo reveló el Señor a Santa Gertrudis, la cual, leyendo un día dicho pasaje del Evangelio estaba confusa, no pudiendo entender cómo siendo María madre solamente de Jesucristo, se puede decir que éste fue su primogénito. Pero Dios le explicó que Jesús fue su primogénito según la carne, pero los hombres son sus hijos según el espíritu.

Con esto se comprende lo que se dice de María en los Sagrados Cantares: “Es tu vientre como montoncito de trigo cercado de azucenas” (Ct 7, 2). Lo explica San Ambrosio, y dice que si bien en el vientre purísimo de María hubo un solo grano de trigo, que fue Jesucristo, sin embargo, se dice montoncito de trigo, porque en aquel sólo grano de trigo estaban contenidos todos los elegidos, de los que María debía ser la madre. Por esto escribió el Abad Guillermo: “En este único fruto, Jesús, único salvador de todos, María dio a luz a muchos para la salvación. Dando a luz a la vida, dio a luz a muchos para la vida”.

San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
LAS GLORIAS DE MARÍA

viernes, 26 de julio de 2013

LOS DEFECTOS DE LOS SANTOS Y LAS TEMPESTADES



El Evangelio nos cuenta que Nuestro Señor subió a una pequeña barca acompañado de sus discípulos. Estaban navegando por el mar de Tiberíades, el cual estaba tranquilo, tanto así que Jesús se quedó dormido; pero de repente se levantó una terrible tempestad: El cielo se oscureció, el mar se comenzó a agitar, las olas se hicieron cada vez más grandes y comenzaron a inundar la pequeña barca. Y Jesús seguía dormido profundamente, estaba cansado después de un día de intenso apostolado.

Los apóstoles estaban aterrorizados, hacían hasta lo imposible para evitar que la barca se hundiera y remaban para llegar a la orilla. La pequeña barca ya estaba casi cubierta por las olas y ante el peligro inminente de hundirse, despertaron a Nuestro Señor y le dijeron: “¡Señor, sálvanos que perecemos!” Jesús les contestó: “¡Hombres de poca fe! ¿por qué teméis? Y Jesús, sin turbarse, se levantó e imperó a los vientos y al mar, y al punto sobrevino una gran bonanza: el mar quedó tranquilo y el viento dejó de soplar.

La vida es como un mar que debemos atravesar. Nuestra alma es la pequeña y frágil barca. La orilla, la ribera a donde debemos llegar es el cielo. Pero, más frecuentemente que en el mar, a nuestro alrededor, se levantan las tempestades de las tribulaciones, de las tentaciones, de las pruebas y humillaciones. Y a veces son tan fuertes estas tempestades que en momentos parecen hundirnos y llevarnos a la angustia y a la desesperación. Y nosotros, hombres de poca fe, perdemos la confianza en Dios y quizás llegamos a enojarnos y a quejarnos contra Él. Y Quizás llegamos a pensar: “¡qué difícil es salvarse! ¡es prácticamente imposible ser santos!”.

Pero Dios nos ha dado un gran medio para poder soportar toda clase de tribulaciones, tentaciones, pruebas y humillaciones, y de poder aspirar a la santidad: es el ejemplo de los santos (ayer hemos festejado la Fiesta de todos los santos).

La vida de los santos ha estado llena de miserias: ellos eran de carne y huesos como nosotros; sufrieron nuestras mismas tentaciones (y aún peores). Muchos de ellos fueron grandes pecadores, llegaron a tener grandes vicios pero supieron acudir a Nuestro Señor, supieron despertarlo con sus oraciones, con sus lágrimas, con sus gemidos, y por eso Jesús se levantó e imperó a los vientos y a las tempestades que los amenazaban. Y así, poco a poco, se vieron libres de sus miserias y llegaron a ser grandes santos.

Repasemos un poco algunos aspectos de los santos, consideremos que muchos de ellos tuvieron grandes miserias, pero supieron superarlas. Veamos lo que eran antes y lo que llegaron a ser después.

TEMPESTAD DE LA IMPUREZA:

MARÍA MAGDALENA.- Fue una gran pecadora pública, su vida respiraba solo impurezas, se dice que ella tenía dentro siete demonios.

Santa María Magdalena
Pero supo acudir a Nuestro Señor, echarse a sus pies, llorar sus pecados y pedir misericordia. Se alejó del mundo y se fue a vivir a una cueva por 30 años y allí hizo penitencia durante todo el resto de su vida. Llegará a ser una gran santa, amará como pocas personas a Nuestro Señor y se convertirá en patrona de todos los penitentes. 
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Y ahora existen múltiples templos en todo el mundo dedicados a esta gran santa.

AGUSTÍN.- Fue también un gran pecador, su juventud estaba llena de impurezas que hasta llegó a tener un hijo con alguna mujer y le costó mucho trabajo dejar este vicio, pasaron muchos años antes de poder vencerlo:

"Deseaba y ansiaba la liberación, sin embargo seguía atado al suelo, no por cadenas exteriores, sino por los hierros de mi propia voluntad. El Enemigo se había posesionado de mi voluntad … de la perversión de la voluntad había nacido la lujuria y de la lujuria, la costumbre y la costumbre a la que yo no había resistido, había creado en mí una especie de necesidad cuyos eslabones, unidos unos a otros, me mantenían en cruel esclavitud”.

Y le decía a Dios que pronto iba a salir de su vicio: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo. Pero ese 'pronto' no llegaba nunca, las dilaciones se prolongaban, y el 'poco tiempo' se convertía en mucho tiempo".

En sus precedentes intentos de conversión, Agustín había pedido a Dios la gracia de la continencia, pero con cierto temor de que se la concediese demasiado pronto: "En la aurora de mi juventud, te había yo pedido la castidad, pero sólo a medias, porque soy un miserable. Te decía yo, pues: 'Concédeme la gracia de la castidad, pero todavía no' porque tenía yo miedo de que me escuchases demasiado pronto y me librases de esa enfermedad y lo que yo quería era que mi lujuria se viese satisfecha y no extinguida". Pero Agustín no dejó de acudir a Nuestro Señor y con la gracia de Dios, logrará vencer sus miserias y llegó a ser un gran santo, y además Doctor de la Iglesia, uno de los cuatro más importantes de la iglesia latina.

TEMPESTAD DE LA IRA

San Francisco de Sales
FRANCISCO era una persona muy irascible, por cualquier cosa se irritaba sobremanera. En pocas palabras eran un “león iracundo”, pero acudió a Dios y luchará contra su carácter. Después llegará a ser el gran SAN FRANCISCO DE SALES, modelo de mansedumbre y también doctor de la Iglesia.

El santo Cura de Ars también tenía un carácter fuerte, pero lo supo dominar. Una vez, tuvo en su parroquia un compañero sacerdote que era insoportable, tanto que una vez el santo se enfermó por aguantarse una fuerte ira por algo que hizo su mal compañero.

TEMPESTAD DE LA AMBICIÓN

Los apóstoles llegaron a discutir entre sí, querían saber quién sería el mejor. Nuestro Señor los regañará: “Quien quiera ser el mejor, que se convierta en el servidor de los demás”. Y así lo hicieron, pues todos adquirirán una gran humildad y consumirán toda su vida por cuidar a sus ovejas.

También Cristóbal tenía mucha ambición. Como era muy fuerte, él quería servir al que fuera más poderoso. Así comenzó por servir al gobernador de su ciudad, pero después se dio cuenta de que el rey era más poderoso y sirvió al rey. Cuando se dio cuenta que el rey temía al diablo, se propuso servir a Satanás; y cuando, finalmente, se dio cuenta de que el diablo temía a la Cruz, servirá a Nuestro Señor para siempre. Así, lo que comenzó con una ambición desordenada, terminó en ayudarle para llegar a ser un gran santo, y llegó a ser el gran San Cristóbal, patrono de los transportistas y viajeros.

TEMPESTAD DE LA INCREDULIDAD

Santo Tomás era duro de cabeza, no quería creer en la Resurrección de Nuestro Señor, pero después adquirirá una gran fe y confianza en Él, que hará grandes milagros y dará su vida por Nuestro Señor. Lo atravesaron con una lanza mientras estaba de rodillas rezando.

TEMPESTAD DEL MIEDO

San Pedro tenía miedo de confesar a Nuestro Señor delante de una simple criada, pero después lo confesará delante de 4,000 y hasta 5,000 judíos, y les recriminará en su cara el pecado de deicidio.

Hubo también muchos hombres y mujeres que por miedo a la muerte renegaron de Nuestro Señor y ofrecieron incienso a los ídolos, pero después se arrepintieron y llegaron a ser mártires.

TEMPESTAD DE LA VANAGLORIA

El sacerdote Juan iba de camino a un pueblo a predicar un sermón. Tuvo tales pensamientos de vanagloria en querer agradar a la gente que Dios hizo que se cayera del caballo. Después adquirirá una gran humildad y será un gran santo, el gran SAN JUAN BOSCO. 

TEMPESTAD DE LAS MUCHAS PREOCUPACIONES

Muchas mujeres se afanan por tantas cosas: la comida, la limpieza, la ropa, planchar, lavar. MARTA era igual pero supo acudir a Nuestro Señor y aprendió a trabajar sin perder lo más importante: el agradar y contemplar a Nuestro Señor. Llegará a ser una gran santa, SANTA MARTA, muy venerada por muchos.

TEMPESTAD DE LOS DEFECTOS

VERÓNICA era terriblemente inquieta, quería siempre imponer sus caprichos a los demás. Era iracunda. Una vez arremetió a patadas las costuras de otras muchachas porque no quisieron acompañarla a rezar el Santo Rosario. Una vez Nuestro Señor le dijo: “Verónica, tu corazón no es de carne, sino de acero”. Pero Verónica acudirá a Dios, luchará contra su carácter y llegará a ser una gran santa, amante de Nuestro Señor, de sus santas Llagas; será estigmatizada y entrará a la vida religiosa. Llegará a ser la gran SANTA VERÓNICA DE JULIANIS.

José, joven sacerdote, también tenía defectos. Una vez, le dolía mucho una muela; se quejó de ello, y porque su hermana le dijo que era un quejumbroso, él no se aguantó y le dio una bofetada. Mucho luchará contra sus defectos y llegará a ser un gran santo: SAN PÍO X.

ANDRÉS era un niño terrible, rebelde y molestón. Tanto que sólo lo soportaba su propia mamá. Cuando creció, fue un estudiante problemático y promotor de desórdenes. Lo encerraban para castigarlo y se escapaba; más tarde será muy mundano, le gustarán los bailes y las fiestas. Pero también supo acudir a Nuestro Señor y con la gracia de Dios y fuerza de voluntad, llegó a enmendarse. Se convertirá en sacerdote, párroco, fundará una comunidad de religiosas y llegará a ser un gran santo: SAN ANDRÉS DE FOURNET.

TEMPESTAD DE LOS ESCRÚPULOS

Un joven religioso era muy escrupuloso, veía pecado donde no había, y esto hizo que comenzara a dejar la santa Comunión. Acudirá a Nuestro Señor y luchará con fuerza y llegará a ser un gran Santo: SAN BUENAVENTURA, escritor eclesiástico, Cardenal y Doctor seráfico de la Santa Iglesia.

TEMPESTAD DEL RENCOR

Juana no podía perdonar al asesino de su marido. Tanto luchó y se encomendó a Dios que al final lo logró y lo perdonó; hasta le pidió al asesino que fuera el padrino de uno de sus hijos. Cuando esto lo supo San Francisco de Sales, su director espiritual, se estremeció de emoción. Llegará a ser una gran santa: SANTA JUANA FREMIOT DE CHANTAL

TEMPESTAD DEL ODIO

San Juan Gualberto
Juan tenía gran odio contra el asesino de su hermano. Una vez, un viernes santo, cuando iba armado y a caballo con otros amigos, se encontraron al asesino sólo y desarmado. Juan estaba ya dispuesto a matarlo cuando el asesino se puso de rodillas y le suplicó -con los brazos en cruz- que lo perdonara por amor a Nuestro Señor que murió un día de viernes santo; Juan bajó del caballo y lo perdonó. Poco después entrará a una iglesia a rezar y allí oirá que Nuestro Señor le dice: “Gracias, Juan”. Llegará a ser un gran santo, el gran SAN JUAN GUALBERTO, fundador de monasterios benedictinos.

TEMPESTAD DEL AMOR A LOS VICIOS DEL JUEGO DE AZAR

Camilo era un vicioso, le gustaban los juegos de azar, todo lo apostaba, incluso sus vestidos. En 1574 apostó en las calles de Nápoles sus ahorros, sus armas, todo lo que poseía y perdió hasta la camisa que llevaba puesta. Pero acudió a Nuestro Señor y llegó a ser el gran San Camilo de Lelis, Patrono de los hospitales y enfermeros.

TEMPESTAD DE LA MUNDANIDAD

Jerónimo era un mundano. Le gustaba jugar, divertirse. Un día, cansado de esa vida mundana, acudirá a Nuestro Señor y llegará a ser el gran San Jerónimo Emiliano, el gran Patrono de los niños huérfanos.

CONCLUSIÓN

¡Qué consolador conocer estas cosas! Nosotros quizás también somos orgullosos, perezosos, vanidosos, rencorosos, mal geniudos y estamos llenos de defectos. ¡Pero no desesperemos! ¡Tenemos remedio!

Si los santos pudieron salir adelante, ¿por qué nosotros no? Este fue el pensamiento que movió a San Agustín a convertirse: “Si ellos pudieron, ¿por qué yo no?”

Acudamos a Nuestro Señor, despertémoslo con nuestras oraciones, con nuestras lágrimas, con nuestros gemidos. Él seguramente se levantará, imperará a los vientos de nuestras miserias y pecados, y pronto habrá gran bonanza. De esta manera podremos llegar a puerto seguro y no sólo al puerto de la salvación, sino al puerto de la santidad. ¡Todo es cuestión de decidirse en serio! ¡Atrévete!