lunes, 30 de noviembre de 2020

ORACIONES DE SANTA BRÍGIDA PARA 12 AÑOS 

 


Estas oraciones deben rezarse durante 12 años. En caso que la persona que las rece muera antes que pasen los doce años, el Señor aceptará estas oraciones como si se hubieran rezado en su totalidad. Si se saltase un día o un par de días con justa causa, podrán ser compensadas al final de los 12 años. 

  Algunas interrogantes 

 1. ¿Puedo esperar algunos o muchos años hasta el final de mi vida para comenzar a rezarlas y así evitarme los doce años? 

Respuesta: No 

 2. ¿Puedo esperar estar afectado por alguna enfermedad terminal, para comenzar a rezarlas y así evitarme los doce años? 

Respuesta: No 

 3.- Si por olvido o por otro motivo, pasan las doce de la noche, ¿Se considera ese día como perdido? 

Respuesta: Se puede extender el plazo hasta el día siguiente, antes del alba, válido para el día anterior. Lógicamente que se debe volver a rezar durante el día para el día correspondiente. Esta extensión se puede utilizar todas las veces que sea necesaria. 

 4.- ¿Cuáles son las “causas justificadas”? 

Respuesta: Por el simple olvido de uno o dos días, quizás por algún acontecimiento familiar o laboral. En caso de accidente o enfermedad que signifique gravedad o inconciencia, se puede recuperar ese plazo al final, aquí se justifica que pueda ser un plazo mayor. Cuando la persona se encuentre mejor, pedirle a alguien que las rece en voz alta e ir repitiendo mentalmente las oraciones. Lo que no es válido es rezar dos meses, dejar uno, rezar otros seis, dejar tres. 

ADVERTENCIA 

 La gente no debe pensar que se puede vivir como se quiere y que estas oraciones son una garantía para irse al Cielo. Se debe vivir con Dios con toda sinceridad mientras reza estas oraciones y de ahí para adelante, porque el alma que piensa que puede ser más lista que la Luz de Dios, se llevará una sorpresa muy incómoda y desagradable cuando llegue el tiempo de seguir su camino. No olvidar que Dios penetra los corazones a cada instante. Dios siempre nos ve y nos escucha. 

                                          * * * 

 REZAR DIARIAMENTE LO SIGUIENTE: 

Oh Jesús, ahora deseo rezar la oración del Señor siete veces junto con el amor con que Tú santificaste esta oración en Tu corazón. Tómala de mis labios hasta Tu Sagrado Corazón. Mejórala y complétala para que le brinde tanto honor y felicidad a la Trinidad en la tierra como Tú lo garantizaste con esta oración. Que ésta se derrame sobre Tu santa humanidad para la glorificación de Tus dolorosas heridas y la preciosísima Sangre que Tú derramaste de ellas. 

 1) LA CIRCUNCISIÓN 

Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, Te ofrezco las primeras heridas, los primeros dolores y el primer derrame de sangre como expiación de los pecados de mi infancia y de toda la humanidad, como protección contra el primer pecado mortal, especialmente entre mis parientes. 

2) LA AGONÍA DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS 

Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco el intenso sufrimiento del Corazón de Jesús en el Huerto de los Olivos y cada gota de su sudor de sangre como expiación de mis pecados del corazón y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el amor divino y fraterno. 

 3) LA FLAGELACIÓN

Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las muchas miles de heridas, los terribles dolores y la preciosísima sangre de la flagelación como expiación de mis pecados de la carne y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y la preservación de la inocencia, especialmente entre mis parientes. 

 4) LA CORONACIÓN DE ESPINAS 

Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco las heridas, los dolores y la preciosísima sangre de la sagrada cabeza de Jesús luego de la coronación de espinas, como expiación de mis pecados del espíritu y los de toda la humanidad, como protección contra tales pecados y para que se extienda el reino de Cristo aquí en la tierra. 

 5) CARGANDO LA CRUZ 

Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco los sufrimientos en el camino a la cruz, especialmente la santa herida en su hombro y su preciosísima sangre como expiación de mi negación de la cruz y la de toda la humanidad, todas mis protestas contra tus planes divinos y todos los demás pecados de palabra, como protección contra tales pecados y para un verdadero amor a la cruz. 

 6) LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS 

Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Padre Eterno, por medio de las manos inmaculadas de María y el Sagrado Corazón de Jesús, te ofrezco a tu Hijo en la cruz, cuando lo clavaron y lo levantaron, las heridas en sus manos y pies y los tres hilos de la preciosísima sangre que derramó allí por nosotros, las extremas torturas del cuerpo y del alma, su muerte preciosa y su renovación no sangrienta en todas las santas misas de la Tierra, como expiación de todas las heridas contra los votos y normas dentro de las Órdenes, como reparación de mis pecados y los de todo el mundo, por los enfermos y moribundos, por todos los santos sacerdotes y laicos, por las intenciones del Santo Padre, por la restauración de las familias cristianas, para el fortalecimiento de la Fe, por nuestro país y por la unión de todas las naciones en Cristo y su Iglesia, así como también por la diáspora. 

 7) LA LLAGA DEL COSTADO DE JESÚS 

Padre Nuestro. Ave María. Gloria. Padre Eterno, acepta como dignas, por las necesidades de la Iglesia y como expiación de los pecados de toda la humanidad, la preciosísima sangre y el agua que manó de la herida del Sagrado Corazón de Jesús. Sé misericordioso para con nosotros. ¡Sangre de Cristo, el último contenido precioso de su Sagrado Corazón, lávame de todas mis culpas de pecado y las de los demás! ¡Agua del costado de Cristo; lávame totalmente de las penitencias del pecado y extingue las llamas del Purgatorio para mí y para todas las almas del Purgatorio! Amén.

jueves, 26 de noviembre de 2020

PASTORES MUDOS QUE OBRAN CON LA FALSA PRUDENCIA DEL MUNDO



"La verdad engendra odio; por ésto algunos, para no incurrir en el odio de los oyentes, velan la boca con el manto del silencio. Si predicaran la verdad, como la verdad misma lo exige y como abiertamente la divina Escritura obliga, incurrirían en el odio de las personas mundanas, que acabarían por excluirlos de sus entornos. Pero como caminan según la mentalidad de los hombres de mundo, temen de escandalizarlos; siendo que nunca se debe hacer menos a la verdad, ni siquiera a costa del escándalo.” 

 San Antonio de Padua

martes, 24 de noviembre de 2020

SAN JUAN DE LA CRUZ, CONFESOR. — 24 de noviembre



 San Juan de la Cruz, insigne maestro de la vida espiritual y grande ornamento de la reforma de la Orden carmelitana, nació en Fontíveros, villa del obispado de Ávila y antes que naciese fué ofrecido por su madre a la Santísima Virgen María. Quedando el santo niño huérfano de padre, el administrador del Hospital de Medina del Campo se lo pidió a su madre, para que sirviese a los pobres, ofreciéndole darle alimentos, estudios y una capellanía. Era Juan de doce años cuando comenzó a servir en el hospital y al mismo tiempo estudió gramática, retórica y filosofía, en que salió muy consumado. En esta sazón fundaron los religiosos carmelitas un convento en Medina, en el cual el santo mancebo tomó el sagrado hábito y resplandeció señaladamente en el espíritu de oración, en la pobreza y aspereza de vida. Adelantó su penitencia con extraños rigores; el jubón de esparto le parecía suave; las disciplinas no le satisfacían, si no las teñía en sangre; tenía los cilicios por blandos, si no taladraban sus miembros: la cama era un rincón del coro, con una piedra por almohada. Mandáronle a Salamanca para estudiar teología y habiendo sido ordenado de sacerdote, quiso pasar a la Cartuja para llevar vida más austera; pero el Señor que le llamaba para una grande obra de su servicio, le inspiró la reforma de su sagrada orden, que a la sazón había ya comenzado Santa Teresa de Jesús, entre sus religiosas carmelitas. El primer convento reformado fué el de Duruelo, pobrísimo, estrecho, lleno de cruces y calaveras, donde el santo, por parecerse hasta en el nombre a su Redentor crucificado, mudó el nombre de Matías, en el de Juan de la Cruz. Allí fué probado por el Señor con durísima sequedad y oscuridad del espíritu, cuyo estado describe admirablemente en su libro titulado "Noche obscura", mas pasada la terrible prueba, fué regalado por Dios con tan inefables comunicaciones del cielo y sublimes arrobamientos, que no parecían sino un serafín en cuerpo humano. Vencidas las gravísimas dificultades, fundó numerosos conventos, que gobernó santísimamente, en los cuales florecía la santidad de la primera Regla. Queriendo el Señor llevarle para sí, le envió una enfermedad dolorosísima, que se mostró en cinco apostemas en forma de cruz y llegada la hora de su dichoso tránsito, en el año de 1590, lo rodeó un globo grande de luz como de fuego resplandeciente, cuya claridad ofuscaba la de veinte luces que ardían en el altar de su celda, sintiéndose por todo el convento una celestial fragancia. 

REFLEXIÓN: ¡Dichosa el alma que, a imitación del esclarecido confesor de Cristo, Juan de la Cruz, se esfuerza en renunciar todo lo que parece florecer a la sombra de esta vida! El que se deja dominar por el amor engañoso de este mundo, pierde infaliblemente las dulzuras de la felicidad verdadera. Mientras exista en nuestro corazón alguna afición desordenada por las cosas creadas, no alcanzaremos la abnegación necesaria para llegar a la santidad, a la plenitud de la dicha, al descanso del espíritu. 

ORACIÓN: Oh Dios, que hiciste al bienaventurado Juan, tu confesor, uno de los mayores amantes de la Cruz y de la perfecta abnegación de sí mismo, concédenos que, imitándole sin cesar, consigamos como él, la gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 
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* Fuente: "FLOS SANCTORUM ANNO DOMINI" de la Familia Cristiana (Vidas de los Santos y Principales Festividades del Año, ilustradas con otros tantos grabados y acompañadas de piadosas reflexiones y de las oraciones litúrgicas de la Iglesia), por el Rvdo. P. Francisco de Paula Morell S. J.
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REFLEXIÓN: La sequedad del espiritu; he ahí una de las tentaciones más terribles que pueden afligir al alma que vive entregada a Dios. Túvola el santo Patriarca Job, en el cuerpo, en el alma y en los bienes recibidos de Dios, pero mucho más acerbo la tuvo Jesucristo cuando agonizando en la cruz, clamó con trémula voz que suma y cifra en sí misma la búsqueda angustiosa del alma a Dios: - "Eloí, Eloí, ¿lamma sabactaní?", es decir, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Y así lo permite Dios para darnos una inequívoca lección de humildad de que sin Él nada somos y con Él lo somos todo. Esa vaciedad de Dios es el tormento más espantoso tanto en el Purgatorio como así también en el Infierno conocida como la "Pena de Daño" que consiste en la privación de la vista de Dios, en la orfandad del alma sin Dios con la diferencia de que en el Purgatorio esa pena es temporal, a diferencia del infierno que es eterna. En cuanto al Cielo, es la contemplación y posesión eterna de Dios el don justamente inefable que constituye el gozo Sempiterno de los bienaventurados de verle, amarle y poseerle a Dios por toda la eternidad. Lejos pues de nosotros el alejarnos de Dios por cosas baladíes de este mundo a riesgo de perderle para siempre en el siglo futuro. ... y aleja de nosotros, Señor, todo espíritu de discordia, envidia y maledicencia. Amén. 
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 MEDITACIÓN: LA ENVIDIA. 

 I. Nada hay que el cristiano deba evitar más que la envidia, porque allí donde ella reina no hay caridad, ni humildad, ni tranquilidad de espíritu. La envidia nos hace enemigos de Dios, de nuestro prójimo y de nosotros mismos. Lo más raro es que el envidioso se hace más mal a sí mismo que a los demás. La dicha del prójimo tórnalo miserable y lo condena; se aflige a sí mismo sin poder hacer mal a los otros. El envidioso es el enemigo de su salvación más todavía que del prójimo (San Cipriano). 

 II. Tiénese envidia de los bienes del espíritu y de los bienes del cuerpo, de los bienes de la naturaleza y de los bienes de gracia. ¡Qué locura envidiar en tu prójimo aquello que Dios, en su liberalidad, le concedió, o aquello que él adquirió mediante su trabajo! Los bienes de la tierra muy poca cosa son para que sean objeto de tu envidia; en cuanto a los dones y favores de Dios, si los deseas, eres un insensato envidiando a los demás, porque éste es el medio, precisamente, con que no los obtendrás.

 III. Para corregirte de este vicio, hay que buscar las fuentes, que son la vanidad y la falta de caridad. Considera, además, las penas que te causa la envidia y los pecados que te hace cometer; arruina tu salud y tu reputación. ¡Desdichado! ¡Imita el bien que ves en los demás, y no tendrás motivo para envidiarlos! Si no puedes imitarlos, alégrate de que practiquen la virtud y sigan el camino del cielo; es la manera de participar de sus méritos. Imita a los buenos, si puedes; si no puedes, alégrate con ellos (San Cipriano).

 ORACIÓN

 Oh Dios, que habéis hecho de San Juan de la Cruz, vuestro confesor y Doctor, un amante apasionado de la Cruz y de la perfecta abnegación de sí mismo, concedednos la gracia de llegar, caminando por sus huellas, a la gloria eterna. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

lunes, 23 de noviembre de 2020

23 DE NOVIEMBRE - BEATO MIGUEL AGUSTÍN PRO JUÁREZ S.J.


En las primeras horas del 23 de Noviembre de 1927 se escuchó movimiento por toda la Inspección, y a las diez de la mañana apareció en el calabozo el jefe de las Comisiones de Seguridad, Mazcorro, quien dijo en voz alta: “¡Miguel Agustín Pro!”. El padre poniéndose de pie, se puso el saco, apretó la mano de Roberto y salió al patio de la Inspección. 

No se les había dicho absolutamente nada a los prisioneros, por lo que al salir, y encontrar todo el aparato de ejecución, el padre se sorprendió, pero con toda calma caminó al paredón. El que lo llevaba, Valente Quintana, se acercó y le dijo: “Padre, le pido perdón por la parte que me toca en esto”. Respondió el Padre: “No solo te perdono, sino también te estoy sumamente agradecido”. Condujeron al Padre al lugar donde se hacían prácticas de tiro, los encargados de fusilarlo, soldados de la Gendarmería Montada, formaron el cuadro y se dispusieron a recibir órdenes. 

El mayor Torres le preguntó entonces si tenía algún último deseo, y el sacerdote mexicano le respondió: “Que me permitan rezar”. Torres se retiró, dejándolo solo, y luego de unos minutos arrodillado, besó su Santo Crucifijo y poniéndose de pie, se colocó en posición. Al grito de “¡Apunten!” abrió los brazos en cruz y gritó: “¡Viva Cristo Rey!”. Recibió la descarga y cayó sobre su costado derecho, un sargento se acercó a darle el tiro de gracia. El general Cruz, rodeado de sus lugartenientes y todo un séquito de fotógrafos y reporteros, presenció petrificado la ejecución. Sabía que injustamente había asesinado a un inocente y lo había convertido en mártir de Cristo Rey.

sábado, 21 de noviembre de 2020

SEÑOR SAN JOSÉ


"...Qué dicha para él de no solamente ver a Jesucristo, sino también de oirle, de tenerlo en sus brazos, y llevarlo de un lugar a otro, acariciarlo, abrazarlo, alimentarlo; de ser admitido en la participación de sus inefables secretos que fueron ocultos a los ojos del mundo. ¡Oh prodigio de elevación! ¡oh dignidad incomparable! La Madre de Dios, la Reina del cielo os llama su señor, el Verbo hecho carne os llama su padre y os obedece. ¡Oh Jesús! ¡oh María! ¡oh José! que haceis en la tierra una gloriosa trinidad, en la que pone todas sus complacencias la augusta Trinidad del Cielo! ¿Qué cosa se puede imaginar en la tierra tan grande, tan buena y tan excelente como esta?”. 

San Bernardo

miércoles, 18 de noviembre de 2020

LA FUERZA DE CRISTO NOS LLEVA A SER TESTIGOS DE LA VERDAD



“Esta es la hora de la intransigencia, esta es la hora de hablar el lenguaje que Cristo nos recomienda en el Sermón de la Montaña: Sí, sí. No, no. Esta es la hora de la obstinación invencible, de la constancia persistente, de la fidelidad continuada. Es cierto, nosotros no tenemos la fuerza del número, no tenemos la fuerza del dinero, no tenemos la fuerza de las armas, no tenemos la fuerza de las logias ni de los poderes ocultos, pero nosotros tenemos la fuerza de Cristo y en la manera en que esa fuerza irradie en nosotros y Cristo viva en nosotros más que nosotros mismos en esa misma medida seremos invencibles aún en la derrota porque después de todo éste es un lugar de paso, de prueba y de testimonio y lo importante es que seamos capaces de ser hasta la muerte, y sobre todo en la hora de la muerte, testigos de la verdad.” 

 Jordán Bruno Genta. Mártir de Cristo Rey.

martes, 17 de noviembre de 2020

¿DÓNDE ESTÁ LA SOLUCIÓN?


"¡Ojalá nunca olvidaran los Padres de familia que su autoridad viene de Dios! Y ¡ojalá toda la vida de la familia se fundara en esta base tan santa! 

Toda la sociedad cruje y se tambalea. ¿Quién la salvará? ¿El gobierno? ¿los políticos? ¿los partidos? ¿las medidas sociales?¿las reformas? ¿Qué es lo que la salvará? ¿los mitines o plantones? O acaso ¿los discursos? Nada de esto podrá salvarla. El remedio es éste: robustecer la vida familiar, renovarla sobre bases cristianas.

Necesitamos una regeneración, pero una regeneración espiritual, una regeneración moral. Necesitamos familias, padres, madres, hijos, que observen con fidelidad el decálogo. Familias en cuyo santuario sea respetado el Reino de Dios. Familias en que Cristo sea la ley. Familias que en medio de este mundo helado levanten la Cruz de Cristo, y por la Cruz de Cristo sean levantadas". 

 Mons. Tihamér Tóth

sábado, 14 de noviembre de 2020

SERÁN JUZGADOS POR SUS CRÍMENES

 


Muchos gobiernos se creen “progresistas y desarrollados” por permitir el asesinato de seres humanos indefensos. Habría que recordarle a estos gobiernos y gobernantes que ellos también algún día van a morir. Si no se arrepienten de sus crímenes, Dios les va a pedir cuenta de toda la sangre inocente derramada como causa del egoísmo y ambición de dinero (ya que el aborto es un negocio mundial, que hace millones sacrificando esas pobres vidas humanas e indefensas). No querría estar en sus zapatos en el día en que la justicia divina les pida cuentas de sus acciones. 

 P. T. Beroch.

viernes, 13 de noviembre de 2020

LA MUJER NO ES UN OBJETO


"...Aprendí que vestir modestamente no es para ocultar nuestros cuerpos porque éstos son sucios, sino más bien velarlos porque son santos."

"...Aprendí que la manera cómo uno se viste envía un mensaje al mundo. Si una chica se viste de manera que revela su cuerpo al mundo, el mundo asumirá que ésa es su mayor atracción. Por el contrario, si una chica vela su cuerpo y respeta su propia dignidad así como la dignidad de los demás, será más fácil para el mundo entender que hay mucho más detrás de esta chica que una colección de partes del cuerpo". 

Emily Pass

jueves, 12 de noviembre de 2020

NO ES NECESARIO ESTAR EN TIEMPO PASCUAL PARA MEDITAR EN LA RESURRECCIÓN

 


Esto es lo que decimos en el Credo: y al tercer día resucitó de entre los muertos. 

San Pablo enseña: - Si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación, es inútil vuestra fe. 

Una vez más volvemos sobre este misterio, fundamento de todo lo que creemos y esperamos y amamos, porque no vamos a amar a un muerto que nos habría engañado. 

Cristo resucitó en su mismo cuerpo. Su CUERPO GLORIFICADO ya no estaba sujeto a las leyes naturales del espacio. Este cuerpo de Jesús es el modelo del cuerpo que tendremos los que resucitemos y seamos transformados en el arrebatamiento.

Si se cree en la Resurrección, hay que admitir todo el Evangelio y hay que darse a Jesucristo. 

Porque sentimos, experimentamos y vivimos todo el misterio de nuestra fe. Esto es de cada día, y no hace falta estar en tiempo pascual para recordarlo y vivirlo, así como meditar que nosotros también resucitaremos para ser juzgados en el Juicio Final. 

¿Cristo resucitó, venciendo la muerte y todas las fuerzas de la naturaleza? Entonces, Jesucristo está sobre todo lo creado. Jesucristo es Dios. 

¿Cristo resucitó, cumpliendo su palabra? Entonces, le creemos a pie juntillas. Era lo que Él decía. Era el Salvador. 

¿Cristo ha resucitado? Entonces, somos con Él hijos de Dios, porque nos ha metido en su misma vida. 

¿Cristo ha resucitado? Entonces, nosotros también resucitaremos, porque estamos unidos a Él en un mismo cuerpo, como los miembros con la Cabeza. 

No es necesario estar en el tiempo pascual para meditar en la Resurrección de Cristo Dios y en la futura nuestra. 

Vivamos teniendo constantemente presente el juicio que Dios hará de nosotros tras nuestra resurrección, para que vivamos siempre firmes en la fe y comportándonos conforme a su voluntad y ese juicio nos sea, así, favorable eternamente.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

¡¡¡CONSTE QUE YA SE LOS HABÍAMOS ADVERTIDO!!!

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 "No encuentro otro medio más poderoso para atraer sobre nosotros el Reino de Dios, la Sabiduría, que unir a la oración vocal la oración mental, rezando el Santo Rosario y meditando sus misterios". San Luis María Griñón de Montfort.

 El Padre Pío tenía Rosarios en todas partes, bajo la almohada, en la mesilla de noche, en los bolsillos, dondequiera... Era el religioso del rosario. Consideraba el Rosario como su arma predilecta contra toda clase de enemigos. En alguna ocasión llegó a afirmar: “Quisiera que los días tuvieran 48 horas para poder redoblar los rosarios. Cuando le preguntaban por su herencia espiritual no dudaba en afirmar que era el Rosario: “¡Amad a la Virgen y hacedla amar. Recitad siempre el Rosario!”. 

 "Entre las devociones aprobadas por la Iglesia ninguna más dulce ni más eficaz que el Santísimo Rosario". San Antonio María Claret. 

 "Con el Rosario, los enfermos recobrarán la salud o no morirán sin los sacramentos". San Francisco Javier. 

 "El Rosario es la salvación de los fieles". Papa Clemente VIII. "El Rosario aplaca la justa indignación de Dios". Papa Gregorio XIV. 

 "El Rosario es una parte y forma de oración, bellísima acomodada a nuestros tiempos, fácil de practicar y muy fructuosa". Papa León XIII.

 "El Rosario invita a nuestros dedos, a nuestros labios y a nuestro corazón a entonar una gran sinfonía de súplica y oración, y por estos motivos es la plegaria más grandiosa que jamás haya compuesto el hombre. El Rosario es un sitio de encuentro de los no instruidos y de los sabios; es la escuela donde el amor sencillo se acrecienta en conocimientos y donde los sabios aumentan su amor". Monseñor Fulton J. Sheen. 

 "Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros". Sor Lucía de Fátima. 

 Rezar el Rosario es revivir con María los mayores sucesos de la Historia. Cuando lo rezamos nos dirigimos precisamente a Dios Padre que nos ha dado a su hijo Jesucristo, pero lo hacemos poniendo de intermediaria a la Virgen Madre de Dios. El Rosario es una cadena misteriosa formada con eslabones de confianza que nos une indisolublemente al corazón de la Madre de Dios y de los Hombres. Amemos a Nuestro Amado Señor Jesús recordando y meditando su vida en cada Misterio, rezando la oración que Él mismo nos enseñó con el Padre Nuestro, saludando a Nuestra Madre Bendita con cada Ave María, y Glorificando a Nuestro Dios en cada Gloria. En el Rosario se nos hacen visibles las huellas de Jesús en el mundo... hacia el Padre conduce este camino. De perla en perla, de decena en decena, recorremos nosotros los caminos de Jesús. A través de los misterios de su niñez, a través de las estaciones de su pasión redentora, podemos nosotros, con María, caminar hacia su plenitud y glorificación. Sus caminos se convierten en nuestros caminos. Unámonos en oración por Amor a Jesús.

martes, 10 de noviembre de 2020

EL CONSEJO DE SANTO DOMINGO


 Había una persona tan devota y tan fervorosa que confundía con su santa vida a los religiosos más austeros de la Iglesia de Dios. 

 Deseaba consultar a Santo Domingo. Se confesó con él, y le impuso por penitencia rezar solamente un Rosario, y como CONSEJO, rezarlo todos los días. Se excusó diciendo que ella tenía todos sus ejercicios reglados, que llevaba cilicio, que tomaba disciplina varias veces por semana, que hacía tantos ayunos y no sé cuántas penitencias. Santo Domingo le insta reiteradamente a seguir su consejo, pero ella no quiere; se retira del confesionario como escandalizada del proceder de su nuevo director, que quería persuadirla a una devoción que no le agradaba. 

He aquí que, estando en oración, y arrebatada en éxtasis, vio su alma obligada a comparecer ante el Supremo Juez. San Miguel alza la balanza, pone sus penitencias y otras oraciones en un platillo, y en el otro sus pecados e imperfecciones; el platillo de las buenas obras no puede contrarrestar al otro; ella, alarmada, pide misericordia; se dirige a la Santísima Virgen, su abogada; Ella deja caer en el platillo de las buenas obras el único Rosario que -por penitencia- ha rezado; y fue tanto su peso que contrarrestó el de los pecados; la Santísima Virgen la reprendió al mismo tiempo por no haber seguido el consejo de su servidor Domingo de rezar el Santo Rosario todos los días. Cuando volvió en sí, fue a arrojarse a los pies de Santo Domingo, le contó lo ocurrido, le pidió perdón por su incredulidad y prometió rezar el Rosario todos los días. Por este medio, llegó a la perfección cristiana.

viernes, 6 de noviembre de 2020

RECEMOS POR LOS ENFERMOS Y EL CUERPO MÉDICO


MEMORARE 

 Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti. Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana. No deseches mis humildes súplicas, oh Madre del Verbo divino, antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. 

Amén.

martes, 3 de noviembre de 2020

CORDEROS O LOBOS


"Mientras somos ovejas, vencemos y superamos a los lobos, aunque nos rodeen en gran número; pero, si nos convertimos en lobos, entonces somos vencidos, porque nos vemos privados de la protección del Pastor (Jesucristo). Éste, en efecto, no pastorea lobos, sino ovejas, y, por esto, te abandona y se aparta entonces de ti, porque no le dejas mostrar su poder". 

 San Juan Crisóstomo