sábado, 28 de febrero de 2015

EL PROBLEMA ACTUAL DE LA IGLESIA: UNA RELIGIÓN DESCAFEINADA Y ADULTERADA


MEZCLA DE VERDADES AL GUSTO DE CADA QUIEN
El problema fundamental está en que tenemos los pastores que nos merecemos por nuestras infidelidades a Dios. Muchos sacerdotes lamentablemente no creen ya en todos los dogmas de fe, la herejía modernista ha invadido a muchos eclesiásticos en la Iglesia. Buscando como "amoldarla" al mundo han terminado mundanizándose ellos mismos. Gran cantidad de sacerdotes ya no están hambrientos de la gloria de Dios y de la salvación de las almas. No siguen el ejemplo de los grandes santos. ¿Dónde se escuchan prédicas como las del santo Cura de Ars, san Luis María Grignion de Montfort, san Alfonso María de Ligorio, el padre Pío y tantos y tantos grandes predicadores como ha tenido la Iglesia en veinte siglos? No las hay porque no se vive realmente lo que se debe creer y obrar. Nadie da lo que no tiene. Por eso los confesionarios muchas veces están vacíos, mientras que los grandes santos pasaban horas en ellos. Por eso se trivializa la liturgia. Por eso hay tantos abusos en la misma. Hoy se habla más de política o sociología en el púlpito. Se callan las grandes verdades de la fe así como las enseñanzas morales, todo ello para "no asustar" a los fieles y perder "clientela" (muchos es como los ven, no como almas para ser salvadas), siendo que así se pierden más fieles, pues lo descafeinado a nadie atrae. Se busca hacer fácil todo y se incurre en el relativismo dogmático y moral. Malos pastores dizque "absuelven" a quienes siguen viviendo en pecado y les dan la Eucaristía, todo esto contra la doctrina explícita de Cristo sostenida durante 2,000 años por la Iglesia Católica. Y ahora pretenden que estas prácticas sacrílegas y estas confesiones inválidas sean aprobadas oficialmente. Quien no vive conforme a su fe acaba creyendo como vive, de ahí la descomposición moral en las costumbres de un sector del clero que ha generado escándalos y ello ha incidido que muchos se alejen de la Iglesia, al no distinguir al mal ministro de la doctrina divina que predica (o debe predicar) y de la Iglesia como institución fundada por Cristo. Lo curioso es que diferencian un mal médico y lo distinguen de la ciencia médica y no tienen la capacidad de diferenciar entre un mal sacerdote y la religión que Dios nos dejó y la Iglesia que Cristo mismo instituyó.

Cierto que hay todavía sacerdotes buenos que buscan la salvación de los fieles (¡Dios los bendiga!), pero el mal se ha extendido por todas partes. Parece ser que las profecías bíblicas sobre la apostasía universal están tomando forma, pues pasamos por un periodo de apostasía tanto entre los seglares como en los mismos eclesiásticos. Unos como otros escogen las verdades que no les incomodan, otras las sostienen pero vaciadas de su verdadera significación, para llegar finalmente hasta negar dogmas y enseñanzas morales fundamentales que siempre fueron sostenidas por la Iglesia por haberlas recibido de Dios mismo. De ahí la importancia de huir de los falsos pastores y pedir por los buenos sacerdotes, para que se mantengan en la fe. El humo de satanás se ha infiltrado. El denunciado proceso de "autodemolición" se acelera en lugar de disminuir. San Pío X nos advirtió de todo esto y lo combatió desde principios del siglo pasado. Cristo mismo nos dijo que vendrían falsos profetas. Hoy en día pululan.

 De ahí la necesidad de conocer bien nuestra fe, pura sin mezcla de modernismos, pues las enseñanzas de Cristo son inmutables y sus verdades no cambian ni se transforman, ni se adaptan a las veleidades del mundo. De ahí la importancia de practicar nuestra fe tal como es realmente y como siempre nos la ha enseñado la Iglesia por medio de su Magisterio. Debemos ser fieles a Cristo y a su única y verdadera Iglesia: la Católica. No a una iglesia falsificada por los hombres que quieren mundanizarla, en lugar de ayudar al creyente a ser y hacer lo que Dios quiere, para que -de este modo- alcance la bienaventuranza eterna.

Pero, luego de este terrible y prolongado periodo de prueba en que vivimos, el Corazón Inmaculado de María finalmente triunfará. Y con él quien haya perseverado en la fidelidad.

¡Santa María de Guadalupe, salva nuestra Patria, conserva nuestra fe y defiéndenos de los falsos pastores!

viernes, 27 de febrero de 2015

ISIS DESTRUYE EL PATRIMONIO MILENARIO DE IRAK

Destruyen estatuas y queman miles de libros en Mosul



La primera gran destrucción del patrimonio cultural iraquí se realizó con la invasión de EE.UU. justificada por el ataque a la Torres Gemelas en 2001, atentado de dudosísima autoría. Bajo la excusa de incautar armas de destrucción masiva nunca encontradas se inició el derrocamiento de Sadam Hussein, uno de los dictadores sostenidos durante décadas por sus verdugos, quien por criticable que haya sido su régimen tuvo al menos algunas virtudes: protegió a las comunidades cristianas, salvaguradó el riquísimo patrimonio cultural mesopotámico pre y post cristiano y mantuvo el equilibrio geopolítico de la región.

Hoy el movimiento religioso-político y militar ISIS, que reivindica la literalidad de la lectura del Corán hasta en sus menores detalles, su aplicación bajo un gobierno teocrático y denuncia la ilicitud de los regímenes islámicos, reclamando que únicamente ISIS encarna al verdadero Islam, solo posible bajo un auténtico califato, se empeña no solo en el genocidio de cristianos y "herejes" musulmanes, sino también en la destrucción de todo aquello que según el Corán es producto de la idolatría.

Se han publicado fotografías y un vídeo de la destrucción de estatuas milenarias del Museo de Mosul, y la quema de más de 100.000 libros y manuscritos, muchos de ellos antiquísimos, de las principales bibliotecas de la ciudad, centro cultural de Irak. Entre ellas la Biblioteca histórica, que luego fue volada con explosivos, y la de un monasterio benedictino.

Estos actos de barbarie son menos graves que los crímenes contra la población, pero no dejan de ilustrar y conmover a toda persona que considera como tesoros los esfuerzos culturales de las generaciones pasadas, incluyendo al paganismo.

Fuente: Panorama Católico Internacional

sábado, 21 de febrero de 2015

PODRÍA SER TU ÚLTIMA OPORTUNIDAD...¡NUNCA SE SABE!

Naturalmente, las estadísticas no nos permiten conocer el juicio de Dios en porcentajes, pero dejan ver la gravedad de la situación actual en la vida de quienes se dicen o son católicos y el riesgo de condenarse en que viven tantas almas. Generalmente, como es la vida será la muerte. Y ni que decir de tantos supuestos "católicos" que niegan las enseñanzas fundamentales de la Iglesia. Han hecho un bufete de las creencias y eligen cuáles creer y cuáles no, según su gusto y conveniencia. Otro tanto hacen con las enseñanzas morales. Ciertamente vivimos tiempos de gran apostasía. La Santísima Virgen ha dicho en Fátima que muchos se condenan porque no hay quien rece por ellos (por su conversión).


viernes, 20 de febrero de 2015

FIDENZIO VOLPI, COMISARIO PONTIFICIO DE LOS FRANCISCANOS DE LA INMACULADA, ACUERDA INDEMNIZAR A LOS FAMILIARES DEL FUNDADOR DE ESA CONGREGACIÓN


EL MODERNISTA VOLPI, EL "MISERICORDIADOR".


Según informa el portal «Adelante la Fe», el P. Fidenzio Volpi, comisario pontificio de los Franciscanos de la Inmaculada, tendrá que pagar 20.000 euros a la familia del P. Manelli, fundador de dicha congregación religiosa, después de los procedimientos en su contra promovidos ante el Tribunal Civil de Roma. El acuerdo judicial comprende también cubrir costas, así como a publicar una disculpa en los sitios de internet gestionados por el comisario, y enviarla por carta circular a todos los frailes y monjas de la congregación.

(Adelante la Fe/InfoCatólica/Corrispondenza Romana/Catolicidad-resumen de las anteriores fuentes-) El 8 de diciembre del 2013, el padre Fidenzio Volpi escribió en una carta en la que aseguraba lo siguiente:
«Un asunto que es sumamente grave (y que apenas ahora le hago oficialmente de su conocimiento) fue la transferencia de bienes muebles e inmuebles pertenecientes al instituto a laicos conocidos como hijos (o hijas) espirituales y miembros de la familia del fundador, padre Stefano M. Manelli, así como también a algunos familiares de algunas monjas».
El P. Volpi añadió:
«Estas maniobras, gravemente ilícitas tanto desde un punto de vista moral como canónicamente y con repercusiones en la esfera civil y penal, ocurrieron después del nombramiento del Comisario Apostólico, manifestando así una voluntad de sustraer estos fondos del control de la Santa Sede».
Y además, afirmó:
«Quienes han hecho o permitido todo esto han caído en una grave falta y si son religiosos están sujetos a severas sanciones canónicas. Algo similar ha sucedido también en las obras de apostolado: la editorial y la televisión».
La familia del P. Stefano M. Maniello indignada por estas acusaciones que considera falsas, acudió a la justicia italiana, ante lo que el modernista Volpi ha tenido que llegar al acuerdo de pagar 20,000 euros y las costas del juicio, así como ofrecer una disculpa pública en diferentes medios. Está claro que el Padre Volpi prefirió llegar a un acuerdo con la familia del fundador de los Franciscanos de la Inmaculada -tanto en términos económicos como, y más aún, en términos de imagen- evitando riesgos mayores en los procedimientos en su contra promovidos ante el Tribunal Civil de Roma.

Considerando que la intervención a los Franciscanos de la Inmaculada se sustentaba en estas "acusaciones", ¿después de la inminente retractación pública, será el modernista padre Volpi, consistente moral y espiritualmente abandonando el papel de Comisionado Apostólico de los Frailes Franciscanos de la Inmaculada?



Antecedentes, haz clic aquí:   *POSTSCRIPTUM 22/02/15: Hoy nos enteramos de la carta del P. Volpi señalando que cambia de parecer y que no cumplirá el acuerdo legal en virtud -según asegura- de no haber reconocido falsedad en sus acusaciones, como publicaron varios medios. La traducción al español de su comunicado se publicó AQUÍ y ACÁ.

miércoles, 18 de febrero de 2015

LA VIDA DEL CATÓLICO ES UNA MILICIA

"¡PÓNGANOS A PRUEBA!"

Los enemigos del alma a combatir: mundo, demonio y carne

La vida del católico es una milicia, una guerra constante hasta que muere. No hay nunca cabida para la inacción o el derrotismo. Por el contrario, su lucha debe ser viril hasta el último día.

 Debe vencerse primero a sí mismo. Esa lucha se inicia contra su propia CARNE. Debe dominar su propio aguijón. Sin lucha interior y sin vida y crecimiento espiritual, cualquier batalla exterior será pobre. "Revestíos de la armadura de Dios para que podáis sosteneros ante las asechanzas del diablo", clama San Pablo (Ef. VI,11). Nuestra lucha no es sólo contra nosotros mismos, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos. Por ello la Iglesia considera al MALIGNO como el segundo enemigo del alma. Esa batalla se prolonga contra el MUNDO que busca imponer sus máximas en contra de Dios. Ese mundo que no debe absorbernos y contra el cual debemos combatir vigorosamente hasta el final para no ser contaminados. El católico batalla con la espada de la fe, pero sabe que ésta sin las buenas obras está muerta. Para ello debe primero conocer bien esa fe y saber cómo defenderla. Un miliciano debe ser prudente, pero no según la carne, pues no debe saber de temores y cobardías. Dios da a cada quien un frente desde el cual combatir. Por eso el cristiano debe conocer cuál es su entorno, sus capacidades y por dónde debe luchar por Cristo. Su batallar debe reflejar su amor a Dios, a su verdadera Iglesia y al prójimo, al que busca salvar. Sabe que va contracorriente, contra los dictados del mundo y de los enemigos de Dios. Ello no lo achica sino, por el contrario, es timbre de gloria, pues los borregos nunca han aportado nada. Prefiere ser del puñado de hombres que a fuerza de tener el coraje de ser inactuales, tienen la capacidad de ayudar a salvar la época que les ha tocado vivir. El cristiano debe ser soldado de tiempo completo. No hay tiempo para la remembranza de batallas pasadas, como hacen los generales retirados. La lucha no termina sino hasta que alcancemos la bienaventuranza eterna. No hay tiempo para descansos ni para armisticios con el error y el pecado. Ni niño, ni joven, ni adulto, ni viejo, ni enfermo, puede detenerse. Su lucha puede adecuarse a su momento y circunstancia, pero nunca termina. El católico militante debe estar siempre alerta para reconocer al enemigo con cualquier careta que se presente, así sea de una autoridad que con la piel de oveja esconde el pelaje de lobo y busca enseñar una doctrina diferente a la que por dos mil años enseñó la verdadera Iglesia y que, para guardarla y transmitirla inalterable, ésta recibió en depósito de Cristo. Ya el Redentor nos advirtió que nos cuidáramos de los falsos pastores.

Bien dijo S.S. León XIII: "Los cristianos han nacido para la lucha". La Verdad no se impone por sí misma, sino que se abre paso en medio de enormes dificultades y suele dejar mártires entre los que se esfuerzan por defenderla. De ahí que Donoso Cortés sentenciara: "La guerra se dilata tanto como el espacio, y se prolonga tanto como el tiempo. Sólo en la eternidad, patria de los justos, puedes encontrar descanso; porque sólo allí no hay combate; no presumas, empero, que se abran para ti las puertas de la eternidad si no muestras antes las cicatrices que llevas; aquellas puertas no se abren sino para los que combatieron aquí los combates del Señor gloriosamente, y para los que van, como el Señor, crucificados".

 Valga recordar este suceso:

jueves, 12 de febrero de 2015

¿CARNAVAL O CUARESMA?

  • Desenfreno sexual, lujuria, exhibicionismo, desinhibición, homosexualidad y embriagueces predominan en muchos sitios durante el carnaval
  • Para muchos es un periodo de permisividad y pecado
  • De carnaval parecen algunos que desdicen de la dignidad con la que debería conducirse una persona humana
¿A quién honran en Río de Janeiro?

Tiempo atrás (aunque no mucho) había gente que celebraba ambas cosas: el Carnaval y la Cuaresma. Sin embargo, lo hacían muy a su manera. En carnaval: máscaras, narices y bocas postizas. En cuaresma: compostura, devociones y cara mustia, pero quizá igual de postizas. Hasta resultaba difícil saber cuándo habían logrado disfrazarse mejor...

Ciertas personas vivían tres días siendo, al cien por ciento, lo que de verdad eran. Y luego, durante cuarenta días, se dedicaban a fingir lo que en realidad no eran. Durante el carnaval, actuaban con un poco -o bastante- desenfreno, ocultando tras una máscara la vergüenza que les ponía al rojo los mofletes. En la cuaresma lograban dar la impresión de penitencia y religiosidad sinceras al andar medio cabizbajos en “ayunas”, al echarse encima la mantilla negra, o al sacar de vez en cuando el rosario a tomar el aire. Así que, en cuaresma, sin esconderse detrás de una careta, andaban igual de enmascarados que en carnaval, pero aparentando lo que no eran. Y, curiosamente, por esa hipocresía no parecían sonrojarse demasiado.

Hoy día, aunque lo de tiempo atrás no es todavía agua pasada y se siguen celebrando las dos, la cosa ha cambiado ligeramente. Da la impresión de que ahora algunas personas viven en un carnaval más o menos continuo. Carnaval en Adviento, en Navidad, en tiempo ordinario, en Semana Santa, en Pascua y, por supuesto, también en Cuaresma. Lo que antes algunos y algunas se permitían sólo en los tres días de carnaval, hoy otros y otras se lo conceden más habitualmente como lo más normal del mundo. Claro, es lo que se lleva ahora, lo que todos hacen... Van -o mejor dicho- se dejan ir con la corriente.

Sí, realmente parecen de carnaval las pintas que ahora lucen algunos jóvenes. Parecen de carnaval esas cabezas con rapes y tonalidades a lo Miró; esas chamarras de cuero negro con más cadenas que el Fantasma de Canterville; esos rostros con más aretes que el logotipo de los juegos olímpicos. Y de carnaval, además, parecen algunos de sus comportamientos, que desdicen de la dignidad con la que debería conducirse una persona humana.

Podríamos decir que también carnaval es cuando uno, con o sin carátula, no es lo que debería ser. Carnaval es cada vez que un hijo no es buen hijo, cada vez que unos padres no son buenos padres, cada vez que dos novios no actúan como tales (sino como amantes). Carnaval es cada vez que, en su actuar, un hombre es algo menos que hombre y una mujer algo menos que mujer.

Tristemente, hay gente que vive como en un carnaval sostenido, digamos en do menor.

Y entonces ¿a qué se dedica esa pobre gente en los días de carnaval? Muy sencillo. Los famosos tres días de carnaval viven el carnaval ordinario, pero a tope, a la enésima potencia. Carnaval sostenido, por tres días -con sus noches-, pero en do mayor. Carnaval a lo grande. Carnaval extra-concentrado. Carnaval, carnaval. Tres días de careta sobre la careta incorporada que ya llevaban, para seguir haciendo lo mismo, pero con evidentes excesos.

Menos mal, sin embargo, que a pesar de todo, hoy sigue habiendo montones de gente que vive el triduo de carnaval en modo diverso. Sigue habiendo muchas personas que, esos tres días, se atreven a nadar contra corriente. Menos mal que hay hombres y mujeres que se esfuerzan, también durante el carnaval, por ser y respetar lo que de verdad son, dominando sus pasiones desordenadas y bajos instintos.

Menos mal que aún hay bastantes seres humanos que se saben cristianos, se dicen cristianos y no les da vergüenza vivir como tales, incluso los días de carnaval. Son gente que no necesita quitarse ni ponerse careta alguna. No tienen que ocultar nada. Gente extraordinaria, pero que no va hacer noticia esos tres días, ni tampoco los 362 restantes del año. Claro, esas noticias incomodan. Porque siempre incomoda toparse con alguien que va contra corriente.

Menos mal que aún hoy podemos apreciar el milagro de cientos y miles de personas (también muchos jóvenes) -dentro y fuera de conventos y seminarios- que pasan esos tres días, por turnos, en adoración de rodillas ante el Santísimo Sacramento. Y lo hacen explícitamente para desagraviar al Corazón de Cristo por toda la basura y miseria de pecado e infamia que en el mundo se le está escupiendo en la cara a Cristo esos días. Menos mal que, gracias a ellos y ellas, a nuestro planeta le queda algo de humanidad tras tanto degrado en carnaval. Gracias a esas personas, el ambiente terráqueo puede aún ser respirable después de esos días de intoxicación general.

En fin, menos mal que aún se pueden contar cantidad de hombres y mujeres que aprovechan el Carnaval y la Cuaresma para crecer como hombres y como mujeres. Que viven esos períodos sin miedo a ser lo que deben ser ante todo el mundo. No tienen que acobardarse de nada y ante nadie. Más bien tienen mucho que ostentar. Y lo hacen con aplomo. Gritan sin palabras a sus contemporáneos que además de un cuerpo, tienen un alma. Testimonian con su vida que lo más importante, para toda persona, es lo que le hace crecer humana y espiritualmente, y no lo que le degrada o envilece.

¿Por qué no demostrar cada uno de nosotros el coraje de sumarnos a ellos? Tratemos de vivir el carnaval aplastando un poco la materia para liberar el espíritu y no al revés. Luchemos por vivir la cuaresma elevándonos como hombres para acercarnos más a Dios. Y el hombre se eleva cuando es capaz de soltar sus lastres. Esos lastres pesados del pecado, que se sueltan con el arrepentimiento, el perdón de Dios y el propósito sincero de enmendar la propia vida.

El reto puede ser arduo. Lo es sin duda. La corriente en contra puede parecer arrolladora. Pero sólo los peces muertos no son capaces de nadar contra corriente.

Por: Marcelino de Andrés y Juan Pablo Ledesma 
| Fuente: Catholic.net

miércoles, 11 de febrero de 2015

¿CONFIANZA EN DIOS?


"El corazón de nuestro divino Maestro no conoce mas que la ley del amor, la dulzura y la humildad. Poned vuestra confianza en la divina bondad de Dios, y estad seguros de que la tierra y el cielo fallarán antes que la protección de vuestro Salvador." -Padre Pío

lunes, 9 de febrero de 2015

INVOCA A MARÍA EN LAS TENTACIONES

Si tan solo CATOLICIDAD lograra que todos sus lectores adquirieran la sencilla devoción de las tres avemarías diarias, creería que la creación de este blog quedaría justificada.

domingo, 8 de febrero de 2015

¿AVANCE O RETROCESO?

QUIEN NO RECONOCE SU PECADO ESTÁ CONDENADO A NO ARREPENTIRSE Y SIN CONTRICIÓN DIOS NO PERDONA


domingo, 1 de febrero de 2015

2 DE FEBRERO: DÍA DE LA CANDELARIA


Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo.

En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.

Ya que se cumpliera la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.

José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar.

Explicación de la fiesta:

El día 2 de febrero de cada año, se recuerda esta presentación del Niño Jesús al templo, llevando a alguna imagen del Niño Dios a presentar a la iglesia o parroquia. También ese día, se recuerdan las palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.

En México, se acostumbra que aquellos a quienes les tocó el muñeco de la rosca de reyes, son los que deberán presentarlo en el templo el día de la Candelas. Para esto, hay que vestirlo y engalanarlo. También, comprarle un trono para sentarlo. En esta celebración se bendicen la imagen del Niño Dios y las candelas, que representan la luz de Cristo en los hogares. Las velas benditas se pueden prender cuando surjan las dificultades de la vida durante el año.

Esta fiesta termina con una merienda familiar y de amigos, en la cual se sirven tamales y atole de sabores y chocolate caliente.

Es una fiesta que podemos aprovechar para reflexionar acerca de la obediencia de María y para agradecer a Jesús que haya venido a iluminar nuestros corazones en el camino a nuestra salvación eterna.



En México, en Tlacotalpan, en el Estado de Veracruz, tienen como patrona a la Virgen de la Candelaria. Su traje es muy significativo: bajo el manto de azul profundo, lleva un vestido blanco resplandeciente, bordado con motivos vegetales y volutas (flores y espigas de trigo grandes). La Virgen se encuentra en la Iglesia y el día 2 de Febrero se acostumbra sacarla de la Iglesia, cantarle las Mañanitas por la mañana y por la tarde, llevarla en procesión por el río Papaloapan.


Por: Teresa Vallés | Fuente: Catholic.net