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El cardenal Kurt Koch (derecha) y el rabino David Rosen, del grupo Global Jewish Advocacy, asistieron a una conferencia de prensa el jueves en el Vaticano para presentar un nuevo documento para reformar la relación entre los católicos y los judíos. TONY Gentile / Reuters |
La Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo ha expedido un documento que contradice frontalmente el mandato de Cristo a su Iglesia de "Id por todo el mundo; predicad el evangelio A TODAS LAS CRIATURAS: el que creyere y se bautizare se salvará, pero el que no creyere será condenado" (Mc XVI 15-16). El cardenal Koch, presidente de esa Comisión, presentó ese documento donde señala la terrible tesis modernista, según la cual los católicos no deberían intentar convertir a los judíos.
ES UNA "REFLEXIÓN" SIN VALOR MAGISTERIAL, RECONOCEN
Es tan flagrante la contradicción con las enseñanzas bíblicas, con la doctrina de Jesús y lo que siempre dijo la Iglesia, que no pueden dejar de reconocer lo que el documento señala sobre sí mismo: “El texto NO constituye un documento magisterial o una enseñanza doctrinal de la Iglesia Católica, sino SÓLO UNA REFLEXIÓN, preparada por la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Judíos, sobre temas teológicos actuales, desarrollados a partir del Concilio Vaticano II, que pretende ser un punto de partida para un ulterior pensamiento teológico, en vistas a enriquecer e intensificar la dimensión teológica del diálogo Judío-Católico”.
Pues bien, esta "reflexión" contraría a tal punto la doctrina que ha enseñado la Iglesia siempre que es evidente que, por lo mismo, no tiene ninguna fuerza magisterial, como lo reconoce el propio documento avalado por el modernista cardenal Koch. Dice el documento-reflexión: "En la práctica esto significa que la Iglesia católica no actúa ni sostiene ninguna misión institucional específica dirigida a los judíos. Pero, aunque se rechace en principio una misión institucional hacia los judíos, los cristianos están llamados a dar testimonio de su fe en Jesucristo también a los judíos, aunque deben hacerlo de un modo humilde y cuidadoso, reconociendo que los judíos son también portadores de la Palabra de Dios, y teniendo en cuenta especialmente la gran tragedia de la Shoah” (n. 40). O sea, el sí y el no al mismo tiempo. El principio de que dos cosas contradictorias no pueden ser verdad es desconocido por el modernista Koch.
Para decir el error de que no deben ser evangelizados los judíos se fundamentan en otro de igual calibre, pero primero enumeran una verdad incontrovertible para pasar de inmediato a contradecirla. Curiosa dialéctica del no y el sí al mismo tiempo nuevamente, pues primero reconocen con la doctrina tradicional que “no puede haber caminos o acercamientos diferentes a la salvación de Dios”: “La teoría de que puede haber dos caminos diferentes de salvación, el camino judío sin Cristo y el camino con Cristo, que los cristianos creen identificarse con Jesús de Nazaret, pondría de hecho en peligro los fundamentos de la fe cristiana” (n. 35). Pero luego sostienen exactamente lo contrario al decir: “De la confesión cristiana, de que sólo puede haber un camino de salvación, no se sigue en forma alguna que los judíos queden excluidos de la salvación de Dios porque no creen en Jesucristo como Mesías de Israel e Hijo de Dios...”. Y agrega el documento: “Que los judíos son participes de la salvación de Dios es teológicamente incuestionable (¡sic y recontra sic!); pero cómo pueda ser esto posible sin confesar a Cristo explícitamente, es y seguirá siendo un misterio divino insondable” (n. 36).
Lo que sí es un misterio es cómo creen estos modernistas que el sí y el no puedan estar presentes como dos dizque "verdades" contradictorias. Y cómo es posible que opinen que los judíos por su religión son dizque partícipes de la salvación de Dios.
Otro asunto muy diferente es que en casos específicos y personales pueda haber, por causa de la ignorancia invencible (no culpable, por lo mismo) y la buena voluntad de buscar la Verdad, quien -judío o no- pertenezca al alma de la Iglesia Católica aunque no pertenezca a su cuerpo y pudiese eventualmente alcanzar, así, la salvación a través de Ella bajo ciertas condiciones (aceptación de verdades mínimas, un buen comportamiento bajo la Ley natural, etc).
Luego, según esta "Reflexión" presentada por el modernista Koch en Roma, Cristo erró al señalar que la predicación del evangelio debía ser "A TODAS LAS CRIATURAS". Y se habría equivocado también, según este peregrino documento, al sostener que NO se salvarían aquellos que no aceptasen la predicación de la Buena Nueva que conlleva la creencia en la divinidad de Jesucristo, el Mesías que vino a Redimirnos, y en su Iglesia por Él fundada, y el bautismo para entrar en la verdadera y única arca de salvación.
Que dizque los judíos puedan salvarse por su religión “sin confesar a Cristo explícitamente” es un error gravísimo contrario a la fe católica, pues supone que la salvación se realizaría sin la condición exigida por Cristo mismo.
Jesucristo no dijo que se predicara a toda criatura menos a los judíos (como ahora inventa el modernista Koch infiltrado en Roma); por el contrario, Cristo fue el primero en predicarles y buscar discípulos entre los judíos. Y fueron judíos, precisamente, los primeros cristianos. Y los apóstoles predicaron tanto a judíos como a gentiles. Ahora, el modernista Koch le quiere enmendar la plana a Cristo mismo y a sus apóstoles, así como a toda la Iglesia primitiva y a la que ha continuado, ulteriormente, conservando y practicando fielmente esta doctrina inalterable durante dos mil años.
En este documento SE OPINA (recordemos que no tiene el menor valor magisterial) que la Antigua Alianza de Dios con el pueblo judío “nunca se ha invalidado”. No, Dios no se retiró unilateralmente del pueblo judío, pero sí fue éste quien se retiró de Dios y rompió con su Alianza al no reconocer al Mesías prometido(*), en quien se cumplieron bien todas las profecías que conocía bien ese pueblo. Y quien opine lo contrario -sea quien sea- yerra ciertamente, pues no puede subsistir un pacto cuando una de las partes lo desconoce y lo rompe. No puede haber Alianza, no puede haber pacto alguno, rechazando al Mesías y desconociendo el dogma de la Santísima Trinidad, pues Dios es uno solo en tres personas distintas: "Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre".(1ª Jn. 2, 23) "El que REHÚSA creer en el Hijo no verá la vida, sino que está sobre él la cólera de Dios" (Jn 3, 36).
(*) Lo que se explica aquí es que fue el pueblo judío quien rompió el pacto. Si hubiera mantenido su fidelidad, subsistiría la Alianza. Fue ese pueblo quien se apartó de Dios. Naturalmente Dios se retira, pero solo hasta cuando ya es rechazado, pero la ruptura no viene de Dios sino de quien rompe el pacto.
LA IGLESIA CATÓLICA ES UN CAMPO MINADO.
ResponderEliminarKOCH NO ES INFILTRADO, LOS MODERNISTAS NO SE INFILTRARON POR SI MISMOS LOS "INFILTRARON" QUE ES DISTINTO.
ResponderEliminarDios si se retiró del pueblo judío como no, faltaba más si despreciaron a su Hijo como no se iba a seguir quedando ahí. SU CASA QUEDARÁ VACÍA DESIERTA DICE LA PALABRA.
ResponderEliminarLo que se explica aquí es que fue el pueblo judío quien rompió el pacto. Si hubiera mantenido su fidelidad, subsistiría la Alianza. Fue ese pueblo quien se apartó de Dios. Naturalmente Dios se retira, pero SOLO HASTA CUANDO YA ES RECHAZADO, NO ANTES. La ruptura no viene de Dios sino de quien rompe el pacto.
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