miércoles, 12 de octubre de 2016

12 DE OCTUBRE: DÍA DE LA HISPANIDAD (DÍA DE LA RAZA)


ÁGUILAS Y LEONES. 
POEMA DEL MEXICANO
 AMADO NERVO.

Somos de raza de águilas y raza de leones;
maridaje sublime de una y otra realeza:
la del ala que burla todas las extensiones
y la del rey ungido por la Naturaleza.

Somos de raza de águilas y raza de leones;
ya apunta nuestra aurora, nuestro destino empieza.

Somos de raza de águilas y raza de leones;
de leones indómitos de coronas fulgentes,
y de águilas reales que en los hoscos peñones
estrangulan serpientes

¿Cómo no han de alumbrarnos el sol que a las naciones
transfigura, el divino sol de amor y bonanza?
Somos de raza de águilas y raza de leones.
¡Tengamos esperanza!

Nuestras estirpes áureas eclipsan los blasones
de los más grandes pueblos. Tenemos la fe, el estro
que inflama; la osadía, madre de altas acciones.
Somos de raza de águilas y raza de leones.
El mundo (aunque no quieran los otros) será nuestro.

En tanto, recordamos con emoción amante
el día en que unas naves, cruzando las llanuras
del nunca hollado Atlante,
trajeron a estos mundos al fiero león rapante,
para unirlo a las águilas, diosas de las alturas.

De entonces, juntos ambos, mientras el león defiende
la heredad que en sus garras formidables afianza,
el águila, su aliada, las extensiones hiende,
y su mirada inmóvil la emboscada sorprende,
sortea los peligros y burla la asechanza.

¡Oh, España, que nos diste tu altivo león rugiente:
gracias! Seremos dignos de su pujanza heroica,
y en premio del regalo y a cambio del presente,
te ofrendamos el vuelo del águila potente,
y en el combate brava y en el dolor estoica...

¡Oh, madre, madre augusta de las veinte naciones,
rimemos los latidos de nuestros corazones,
y unidos para siempre nuestros veintiún pendones,
marchemos por caminos de paz y bienandanzas!

Somos de raza de águilas y raza de leones:
¡tengamos esperanza!



A LA VIRGEN DEL PILAR
(PATRONA DE TODA LA HISPANIDAD)

Es María la Blanca Paloma
que un día en España la vieron volar
y sus plantas augustas se posan
en el santo y celeste Pilar.

Y Santiago como lo sabía
a orillas del Ebro la salió a esperar
a quien Jesús nos entregó por Madre,
Reina y Señora de la cristiandad.

Al decir: "Dios te salve, María",
cayó de rodillas al pie del Pilar
y de hinojos a sus plantas postrado
contempla a María en carne mortal.

Desde entonces los hijos de España
la llamamos Madre, Madre del Pilar,
y con fe le pedimos dichosos:
no dejes a España nunca de amparar.





Ver también (haz clic): CATOLICISMO E HISPANIDAD por el Cardenal Isidro Gomá

1 comentario:

  1. Tened cuidado. ¡Vive la América española!
    Hay mil cachorros sueltos del León Español

    Poema de Rubén Darío

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