sábado, 26 de septiembre de 2020

ORACIÓN DE DESAGRAVIO

Con profundo dolor sentimos que tantos hombres redimidos por ti, se olvidan y te ofenden; que en tantos Sagrarios estés solitario y en tantos hogares no seas invitado.

Nosotros arrepentidos de nuestros pecados, queremos en la medida de nuestras fuerzas hacerte compañía por cuantos te abandonan y comprometer contigo nuestra vida, como ofrenda y desagravio a tu Corazón pleno de amor hacia nosotros.

Santa María, Madre nuestra confiamos en tu Inmaculado corazón que nos alcances gracias para preservar en la fe, animados por la esperanza y vivir la caridad, como satisfacción de todos nuestros pecados para la salvación del mundo.

Por todas las  blasfemias, sacrilegios, profanaciones de fiestas, que se cometen contra el nombre de Dios y sus templos.

Perdón Señor, perdón.

Por todos los ataques a la Iglesia, persecuciones y propaganda de ateísmo.

Perdón Señor, perdón.

Por todas las opresiones de gobiernos, de esclavitud,  delincuencia; y todas las injusticias laborales, familiares, sociales.

Perdón Señor, perdón.

Por toda la inmoralidad y corrupción; en el trabajo profesional, en la política, en las relaciones, espectáculos, diversiones, modas, lecturas, bebidas, drogas.

Perdón Señor, perdón.

Por todos los pecados de escándalo y de respeto humano, de inmoralidad y pornografía en el cine, en los periódicos, en internet y en la televisión.

Perdón Señor, perdón.

Por todos los pecados contra la santidad de la familia y contra la vida y el amor fraterno.

Perdón Señor, perdón.

Por lo sacerdotes indignos, por los políticos prepotentes y mentirosos, por todos los abusos de autoridad.

Perdón Señor,  perdón. 

Por todos los que abandonan, los que desprecian el Magisterio de la Iglesia y por todos los falsos profetas.

Perdón Señor, perdón.

Por quienes apostatan de la Iglesia Católica, por quienes se suman a las sectas y falsas religiones, por quienes profesan herejías, por los falsos pastores que disfrazados con piel de oveja conducen al rebaño fuera del aprisco y las enseñanzas de Cristo. 

Perdón Señor, perdón.

Cristo Jesús, pedimos en especial a tu Corazón que concedas gracias abundantes a los más necesitados, y que nunca permitas que nos apartemos de ti, para permanecer siempre fieles a la doctrina y a la moral católica, y así perseverar hasta el fin de nuestra vida para alcanzar la salvación eterna. 

Amén.

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