lunes, 13 de diciembre de 2021

OBLIGACIÓN DE RESTABLECER LA VERDAD


Si recibo un golpe en la mejilla derecha, la perfección evangélica me propone ofrecer la izquierda. Pero si se atenta contra la verdad, la misma perfección evangélica me obliga a consagrarme para restablecerla; porqué allá donde se extingue el respeto a la verdad empieza a cerrarse para el hombre cualquier camino de salvación. Santo Tomás de Aquino dice que la verdad, diga quien la diga, viene del Espíritu Santo (omne verum, a quocumque dicatur, a Spiritu Sancto est). Sin embargo, recíprocamente también hay que decir que las falsedades, las manipulaciones y los errores deben ser desenmascarados y condenados, cualquiera sea la persona que los proponga y cuán amplia sea su difusión; pues así como toda verdad tiene origen en el Espíritu Santo y debe ser aceptada y asimilada, a su vez el error tiene como origen al padre de la mentira y debe ser rechazado en todas sus formas.


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