viernes, 5 de agosto de 2016

EL PELIGROSO ERROR DE LA FALSA MISERICORDIA, HOY TAN EN BOGA


1 comentario:

  1. Y, TRÁGICAMENTE, son los sacerdotes quienes más promueven y alientan esto. Y ya tan acostumbrados están muchos "cristianos" que cuando un sacerdote es "duro" se molestan y hasta lo repudian. Pero, acaso no puede un sacerdote regañar a ese penitente extraviado? Si una persona puede, DEBE golpear a otra que está tan histérica y por cuyo shock no oye ni entra en razón porque el ataque de nervios es tal que hay que abofetear, por qué un sacerdote no tendría que abofetearme "espiritualmente" para que pueda entrar en razón? Pero no. Ya nos acostumbramos a las confesiones"light" y por eso ya somos, ante este Sacramento, como aquellos que padecemos de agruras y debiéramos controlar; mejor aún, eliminar; nuestro consumo de picante, pero como ya hay muchos remedios para este malestar decimos (al menos yo así digo): "No importa! Al rato me tomo mi bicarbonato de sodio y, santo remedio!"
    Pues así muchos hacen con la confesión. Hacen y deshacen porque total, "después me confieso!".
    Por qué no dicen, después de un accidente o enfermedad me rompí el brazo o tengo cáncer o la enfermedad que sea: después voy al médico? Ahí sí van corriendo porque está en riesgo la salud y muchas veces...la vida!
    Pues aquí es peor porque lo que se puede enfermar es el alma, poco a poco y cada vez más. Y, al igual que una enfermedad, malformación y/o disfunción física puede desembocar en algo irremediable...lo mismo pasa con alma... PUEDE PERDERSE EL ALMA!

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