domingo, 12 de agosto de 2012

REFLEXIÓN ANTE LA CRUZ


En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de mi cuerpo a tu cuerpo con vergüenza.

¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y sólo pido no pedirte nada.
Estar aquí junto a tu imagen muerta
e ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.

Autora:  Gabriela Mistral
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4 comentarios:

  1. Precioso poema de Gabriela Mistral,cada que lo leo me quedo con lagrimas en mis ojos.
    Mil gracias.

    Bendiciones.

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  2. Bellísima esta poesía. Toda una oración.

    Saludos a los editores de este excelente blog.

    Héctor.

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  3. Me gustó tanto esta poesia.. que decidi aprenderla de memoria. Y cada vez que me siento mal, o cuando estoy comenzando sentirme mal, la recito o la leo. En realidad me ayuda muchisimo, gracias por publicarla!.

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