lunes, 3 de agosto de 2015

CHESTERTON DIXIT (II)




1 comentario:

  1. El odio a si mismo es el producto que se deriva de los actos que son contrarios a si mismo, es un vicio que se repite las mismas veces cuando se cometen los malos actos en contra propia y ajena.

    Tontamente alguien creerá que hace el bien a un hermano cuando omite decirle que sus actos malos lo llevan a el odio a si mismo, a un infierno interno, y a la muerte de su alma.

    Y el tonto cree que permanecer en ese estado - de odio a si mismo -, es lo que le da valor y sentido a su existencia, porque siente que su "lucha" tendrá efectos positivos, creyendo que ser diferente a los demás - aun en lo malo -, es un "estilo" de vida, que es digna de ser imitada.

    Cuando en la realidad es un cobarde que no es capas de dominarse a si mismo en sus bajezas y malas inclinaciones.
    ¿Pero de quien imitan esta actitud? -- De quien hace creer que esta satisfecho con lo que malamente hace para tener lo que tiene, siendo como es.
    Son los que están convencidos del dicho popular de los tibios, que se repiten a si mismos; "Si no puedes con tu enemigo, mejor únete a tu enemigo", porque creen que esto les dará mas ventajas, que a los otros que quieran conservar su dignidad y sus valores.

    Como no se sienten capases de vencer sus debilidades - sus tendencias a lo malo -, se dejan vencer y prefieren ser esclavos de su propia debilidad, y eso es unirse al enemigo.
    Su enemigo esta dentro de ellos mismos, se hacen amigos de su enemigo - de su propia debilidad -.Y esto es caer en un vicio.

    Vicio es el habito de obrar mal, es el apetito desmedido de una cosa que incita a hacer es misma cosa con excesos.
    Un vicioso es dominado por la debilidad de su carne, la razón no impera en su ser, se animaliza y prefiere los satisfactores sensuales, carnales, que los
    satisfactores que producen el sentirse vencedor de sus bajos instintos.
    Y termina por justificar lo perverso de los otros para justificarse a si mismo.

    Así cuando una sociedad se pervierte, cuando pierde sus valoras, cuando pierde el sentido de lo bueno y de lo malo, entonces aplica el "sentido común".
    Si el vicio es "común", entonces deja de ser un vicio, y se convierte en una habito "NORMAL", porque es "común" que toda esa sociedad vea como "normal" lo que realmente es un VICIO. Y de esta forma viene una degradación moral, espiritual y material.

    Lo peor de lo que esta pasando, es que las instituciones que rigen la moral de estas sociedades, - para no perder su "clientela"-, se acomodan a lo que la sociedad les pide, se dejan mover por la sociedad, y dejan de ser el eje rector de las reglas que conservan el buen rumbo de una sociedad en la armonía de lo justo y verdadero de la buena moral. Es decir dejan de cumplir su papel, de ser los custodios de lo que conduce a la construcción del bien común, dejan de ser custodios de las reglas de La Verdad, de las reglas que conducen al bien Eterno.

    Si un elemento ya no sirve para lo que fue creado, entonces es desechado, no se debe ni puede conservar, ¿ o tendrá caso conservar lo que no sirve ?.

    "Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida,¿con que se hará salada otra vez?, ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres" Mateo 5:13

    La sal conserva los alimentos, no deja que se pudra, da sabor a el alimento, ahuyenta los microbios, preserva lo original, se disuelve y penetra completamente, mantiene la integridad, etc. etc.... Sin la sal el alimento no se preserva, se pudre...."Ustedes son esa sal para el alimento en la tierra", se diría, no deben de dejar de ser lo que son, de otra forma ¿para que servirían?
    Oremos para que siempre seamos sal espiritual, preservando la sabiduría y Gracia del Señor en un mundo oscurecido y perdido por el pecado.
    Oremos para que no perdamos nuestra sazón, para ser útiles al Señor en Su plan de la salvación de nuestras almas.








    ResponderEliminar