Hoy en día son pocas las ocasiones en que podemos admirar a un sacerdote vistiendo su sotana. El uso de la sotana, una tradición que se remonta a tiempos antiquísimos, ha sido olvidado y a veces hasta despreciado en la Iglesia posconciliar. Pero esto no quiere decir que la sotana perdió su utilidad sino que la indisciplina y el relajamiento de las costumbres entre el clero en general es una triste realidad.
La sotana fue instituida por la Iglesia a fines del siglo V con el propósito de darle a sus sacerdotes un modo de vestir serio, simple y austero. Recogiendo esta tradición, el Código de Derecho Canónico impone el hábito eclesiástico a todos los sacerdotes (canon 136).
Contra la enseñanza perenne de la Iglesia está la opinión de círculos enemigos de la Tradición que tratan de hacernos creer que el hábito no hace al monje, que el sacerdocio se lleva dentro, que el vestir es lo de menos y que lo mismo se es sacerdote con sotana que de paisano.
Sin embargo, la experiencia demuestra todo lo contrario, porque cuando hace más de 1.500 años la Iglesia decidió legislar sobre este asunto fue porque era y sigue siendo importante, ya que ella no se preocupa de niñerías.
1º - La sotana es el recuerdo constante del sacerdote
Ciertamente que, una vez recibido el orden sacerdotal, no se olvida fácilmente. Pero nunca viene mal un recordatorio: algo visible, un símbolo constante, un despertador sin ruido, una señal o bandera. El que va de paisano es uno de tantos, el que va con sotana, no. Es un sacerdote y él es el primer persuadido. No puede permanecer neutral, el traje lo delata. O se hace un mártir o un traidor, si llega el caso. Lo que no puede es quedar en el anonimato, como un cualquiera. Y luego... ¡Tanto hablar de compromiso! No hay compromiso cuando exteriormente nada dice lo que se es. Cuando se desprecia el uniforme, se desprecia la categoría o clase que éste representa.
2º - La sotana facilita la presencia de lo sobrenatural en el mundo
No cabe duda que los símbolos nos rodean por todas partes: señales, banderas, insignias, uniformes... Uno de los que más influjo produce es el uniforme. Un policía, un guardián, no hace falta que actúe, detenga, ponga multas, etc. Su simple presencia influye en los demás: conforta, da seguridad, irrita o pone nervioso, según sean las intenciones y conducta de los ciudadanos.
Una sotana siempre suscita algo en los que nos rodean. Despierta el sentido de lo sobrenatural. No hace falta predicar, ni siquiera abrir los labios. Al que está a bien con Dios le da ánimo, al que tiene enredada la conciencia le avisa, al que vive apartado de Dios le produce remordimiento.
Las relaciones del alma con Dios no son exclusivas del templo. Mucha, muchísima gente no pisa la Iglesia. Para estas personas, ¿qué mejor forma de llevarles el mensaje de Cristo que dejándoles ver a un sacerdote consagrado vistiendo su sotana? Los fieles han levantando lamentaciones sobre la desacralización y sus devastadores efectos. Los modernistas claman contra el supuesto triunfalismo, se quitan los hábitos, rechazan la corona pontificia, las tradiciones de siempre y después se quejan de seminarios vacíos; de falta de vocaciones. Apagan el fuego y luego se quejan de frío. No hay que dudarlo: la desotanización lleva a la desacralización.
3º - La sotana es de gran utilidad para los fieles
El sacerdote lo es no sólo cuando está en el templo administrando los sacramentos, sino las veinticuatro horas del día. El sacerdocio no es una profesión, con un horario marcado: es una vida, una entrega total y sin reservas a Dios. El pueblo de Dios tiene derecho a que lo asista el sacerdote. Esto se les facilita si pueden reconocer al sacerdote de entre las demás personas, si éste lleva un signo externo. El que desea trabajar como sacerdote de Cristo debe poder ser identificado como tal para el beneficio de los fieles y el mejor desempeño de su misión.
4º - La sotana sirve para preservar de muchos peligros
¡A cuántas cosas se atreverán los clérigos y religiosos si no fuera por el hábito! Esta advertencia, que era sólo teórica cuando la escribía el ejemplar religioso P. Eduardo F. Regatillo, S. I., es demasiadas veces una terrible realidad.
Primero, fueron cosas de poco bulto: entrar en bares, sitios de recreo, alternar con seglares, pero poco a poco se ha ido cada vez a más.
Los modernistas quieren hacernos creer que la sotana es un obstáculo para que el mensaje de Cristo entre en el mundo. Pero al suprimirla, han desaparecido las credenciales y el mismo mensaje. De tal modo que ya algunos piensan que al primero que hay que salvar es al mismo sacerdote que se despojó de la sotana supuestamente para salvar a otros.
Hay que reconocer que la sotana fortalece la vocación y disminuye las ocasiones de pecar para el que la viste y los que lo rodean. De los miles que han abandonado el sacerdocio después del Concilio Vaticano II, prácticamente ninguno abandonó la sotana el día antes de irse: lo habían hecho ya mucho antes.
5º - La sotana supone una ayuda desinteresada a los demás
El pueblo cristiano ve en el sacerdote el hombre de Dios que no busca su bien particular sino el de sus feligreses. La gente abre de par en par las puertas del corazón para escuchar al padre que es común del pobre y del poderoso. Las puertas de las oficinas y de los despachos por altos que sean se abren ante las sotanas y los hábitos religiosos. ¿Quién le niega a una monjita el pan que pide para sus pobres o sus ancianitos? Todo esto viene tradicionalmente unido a unos hábitos. Este prestigio de la sotana se ha ido acumulando a base de tiempo, de sacrificios, de abnegación. Y ahora, ¿se desprenden de ella como si se tratara de un estorbo?
6º - La sotana impone la moderación en el vestir
La Iglesia preservó siempre a sus sacerdotes del vicio de aparentar más de lo que se es y de la ostentación dándoles un hábito sencillo en que no caben los lujos. La sotana es de una pieza (desde el cuello hasta los pies), de un color (negro) y de una forma (túnica). Los armiños y ornamentos ricos se dejan para el templo, pues esas distinciones no adornan a la persona sino al ministro de Dios para que dé realce a las ceremonias sagradas de la Iglesia.
Pero, vistiendo de paisano, le acosa al sacerdote la vanidad como a cualquier mortal: las marcas, calidades de telas, de tejidos, colores, etc. Ya no está todo tapado y justificado por el humilde sayal. Al ponerse al nivel del mundo, éste lo zarandeará, a merced de sus gustos y caprichos. Habrá de ir con la moda y su voz ya no se dejará oír como la del que clamaba en el desierto cubierto por el palio del profeta tejido con pelos de camello.
7º - La sotana es ejemplo de obediencia al espíritu y legislación de la Iglesia
Como uno que comparte el Santo Sacerdocio de Cristo, el sacerdote debe ser ejemplo de la humildad, la obediencia y la abnegación del Salvador. La sotana le ayuda a practicar la pobreza, la humildad en el vestuario, la obediencia a la disciplina de la Iglesia y el desprecio a las cosas del mundo. Vistiendo la sotana, difícilmente se olvidará el sacerdote de su papel importante y su misión sagrada o confundirá su traje y su vida con la del mundo.
Estas siete excelencias de la sotana podrán ser aumentadas con otras que le vengan a la mente a usted. Pero, sean las que sean, la sotana por siempre será el símbolo inconfundible del sacerdocio porque así la Iglesia, en su inmensa sabiduría, lo dispuso y ha dado maravillosos frutos a través de los siglos.
Nota:
Conviene recordar: Muchos sacerdotes y religiosos mártires han pagado con su sangre el odio a la fe y a la Iglesia desatado en las terribles persecuciones religiosas de los últimos siglos. Muchos fueron asesinados sencillamente por vestir la sotana. El sacerdote que viste su sotana es para todos un modelo de coherencia con los ideales que profesa, a la vez que honra el cargo que ocupa en la sociedad cristiana.
Si bien es cierto que el hábito no hace al monje, también es cierto que el monje viste hábito y lo viste con honor. ¿Qué podemos pensar del militar que desprecia su uniforme? ¡Lo mismo que del cura que desprecia su sotana!
* Adaptado de un texto publicado en el Fondo Cultural Católico, Miami, Estados Unidos, en base a textos del P. Jaime Tovar Patrón
Ver comentarios de los lectores abajo.
----------------------------------------------------------------------------------------------
Excelente escrito, urge el retorno al uso de la sotana en los sacerdotes, fuera y dentro del templo, y en todas partes.
ResponderEliminarEste año sacerdotal es un momento para retomar esta necesaria y excelente costumbre.
Los felicito por el blog, está magnífico. La ilustración de este escrito -como todas a las que nos tienen acostumbrados- es de primera.
Ánimo en su apostolado. Muchos nos beneficiamos pero pocos lo agradecemos, igual que los ciegos curados que relata el Evangelio. Sigan adelante por el reinado social de Cristo. Los lectores debemos recomendar más este sitio a nuestros contactos, ello es también un modo de hacer apostolado.
Bendiciones.
Fernando
Fernando:
ResponderEliminarAgradecemos tu comentario. Sin duda, nos motiva mucho a seguir la labor de este blog, que como bien señalas es para luchar por implantar el reinado social de Cristo en nuestros países. Mil gracias, en verdad.
Un fuerte abrazo en Cristo
P.D. Señalas lo siguiente: "Los lectores debemos recomendar más este sitio a nuestros contactos, ello es también un modo de hacer apostolado".
ResponderEliminarOjalá muchos de nuestros amigos lectores sigan esta sugerencia. Precisamente ésa es la idea: que nuestro blog llegue a todos sus conocidos y amistades para difundir al mayor número de personas la Verdad de Cristo y su Iglesia. Naturalmente, Dios les pagará su propaganda y se las tomará muy en cuenta, pues es -como bien señalas- un verdadero apostolado y un acto de genuina caridad para con el prójimo.
Atentamente
CATOLICIDAD
Excelente
ResponderEliminartu blog es uno de los mejores sobre la Iglesia
¿Cómo agradecer tu opinión? En verdad nos motiva mucho a seguir este apostolado.
ResponderEliminarDios te bendiga.
Atentamente
CATOLICIDAD
los sacerdotes q no se colocan su sotana son más fragiles a las tentaciones, xq eso es lo quiere el enemigo q no la usen al igual q su Cleriman, es una de las cosas q más ama la Santa Virgen en sus sacerdotes q usen sus sotana y su cleriman,xq si no lo usan no parecen sacaerdotes y las chicas no lo van a saber y por lo tanto les coquetearán vuelvo he insisto los sacerdotes deberian leer el libro ADVERTENCIAS DEL MAS ALLA A LA IGLESIA CONTEMPORANEA. Para q se dieran cuenta cuales son las cosas q hacen feliz al demonio y sus secuaces, tenemos q animar a todos los sacerdotes a q vuelban a su SOTANA Y SU CLERIMAN, y q no vuelban a confesar sin su bestimenta (ALBA Y ESTOLA)
ResponderEliminarA un lector, no recomendamos ese libro pues se trata de mensajes del demonio durante exorcismos. Como buen Padre de la Mentira bien puede mezclar verdades con mentiras. A los católicos nos basta la Revelación de Dios y el Magisterio de la Iglesia que la custodia y enseña.
ResponderEliminarUn abrazo en Cristo.
Al mismo lector: Siguiendo este blog podrás conocer la doctrina que siempre enseñó la Iglesia durante ds mil años.
ResponderEliminarUn abrazo en Cristo.