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Los Esposito en Roma |
ROMA, 07 Jul. 11 . En julio de 2005, María Esposito tenía 36 años de edad, estaba embarazada de su segundo hijo y le diagnosticaron linfoma de Burkitt, una agresiva leucemia que podía terminar con su vida. Pesaba solo 42 kilos, acudió junto a su familia a la intercesión del Papa Pío XII y después de la primera sesión de quimioterapia se curó completamente.
.Junto a su esposo Umberto, María llegó a Roma para dar testimonio de su curación por la apertura del nuevo Museo dedicado a Pío XII, el Papa que lideró a la Iglesia entre 1939 -1958, durante el difícil periodo de la Segunda Guerra Mundial y que con frecuencia es calumniado -naturalmente, sin ningún sustento histórico- de no haber hecho lo suficiente por los judíos víctimas de los nazis.
"Estoy convencida de que mi curación es un milagro gracias a la intercesión del Papa Pío XII. Me escuchó. Todos los que rezaron fueron escuchados", aseguró la maestra en declaraciones a ACI Prensa.
Umberto asegura que dirigieron sus plegarias al Papa tras un peculiar sueño. Andrea Torinelli, prestigiado vaticanista recogió estas palabras suyas: "Una noche, el hombre ve en sueños a Juan Pablo II. “Tenía el rostro serio. Me dijo: «Yo no puedo hacer nada, debéis rezar a este otro sacerdote...». Me mostró la imagen de un sacerdote delgado, alto, flaco. Yo no lo reconocí, no sabía quién era”. El hombre permaneció preocupado por el sueño pero no pudo identificar al sacerdote que Wojtyla le indicó.
Umberto no reconoció al hombre de la imagen hasta que su madre lo visitó dos semanas más tarde con el ejemplar de una revista católica en la que había una historia sobre el Papa Pío XII.
"Tan pronto como vi la foto de la cara del Papa, le dije a María ‘Esta es la persona que Juan Pablo II indicó. Debemos acudir a él con nuestras oraciones’".
Los esposos aseguran que desde ese momento las cosas mejoraron al punto tal que después de un solo ciclo de quimioterapia el cáncer había desaparecido por completo.
"Cuando hablamos con su médico y le preguntamos si esto era un milagro, dijo, 'No, no, no, no hablemos de estas cosas", recordó Umberto. "Ellos no creen en estas cosas", agregó María.
La pareja dejó su hogar de Castellammare di Stabia, en la costa cerca de Nápoles en el sur de Italia, para visitar la capital italiana y apoyar públicamente la creación de un museo en honor a Pío XII que cuenta con el respaldo del alcalde de Roma.
Los Esposito aseguran que además de la asombrosa curación de María, Pío XII hizo el milagro de llevar a su familia "de regreso a nuestro religión".
"No es que no fuéramos católicos pero yo, por ejemplo, yo sólo iba a la iglesia de forma esporádica, rezaba un poco. Después de este hecho, sin embargo, nunca me pierdo la Misa y rezamos juntos cada mañana", sostiene Umberto.
Fuentes: ACI/EWTN Noticias y http://la-buhardilla-de-jeronimo.blogspot.com/2010/01/el-milagro-de-pio-xii-y-el-rol-de-juan.html.
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Esta es una verdadera comunion de lo santos que actuan en equipo para la mayoar Gloria de Dios. Bendito sea Dios por tanta bondad.
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