PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL FRANCESA
Mons. Pontier pide a Hollande que no apruebe la ley que busca cerrar webs provida en Francia
El gobierno francés ha decidido acelerar el proceso de aprobación parlamentaria de un proyecto de ley, que busca ilegalizar las páginas webs que quieren convencer a las mujeres para que no aborten voluntariamente. La Conferencia Episcopal francesa, a través de su presidente, Mons. Georges Pontier, pide que no se apruebe semejante medida.
(InfoCatólica) Mons. Pontier ha escrito una carta al presidente Hollande en la que pide que no se apruebe dicha ley, que pondría en peligro a todo el movimiento provida en Francia.
El arzobispo de Marsella advierte al gobernante que «el aborto, nos guste o no, sigue siendo un acto grave y pesado que cuestiona profundamente la conciencia», lo cual hace que muchas mujeres tengan la «necesidad de hablar, para buscar consejo» antes de tomar una «decisión dramática que marcará toda su vida».
Tras recordar que ya no existe la semana de reflexión previa a realizar un aborto que antes exigía la ley francesa, Mons. Pontier explica a Hollande que las asociaciones provida en Francia «han decidido dedicar su tiempo, especialmente a través de los instrumentos digitales, a escuchar a las mujeres indecisas» que están ante la elección de abortar o no. El éxito de dichas organizaciones, indica el prelado francés, se ve también en el hecho de que muchas de las mujeres que han abortado acuden a ellas buscando ayuda psicológica.
Mons. Pontier pregunta al presidente Hollande dónde quedaría la «libertad de expresión en Internet. Una limitación aún más grave puesto que afecta a cuestiones de libertad de conciencia. Esto parece ser una infracción muy grave de los principios de la democracia».
El presidente de Marsella pide al presidente de la república francesa que la ley sea al menos objeto de una discusión parlamentaria tan amplia como la que tuvo lugar sobre la eutanasia..
Hace 50 o 60 años, los que nacieron previos a esa época, se informaban de lo que sucedía en el mundo por medio de los periódicos impresos, las ideas o conceptos del respeto a la vida con que se formaban los jóvenes era básicamente de lo que aprendían de sus padres o familiares cercanos, y de sus creencias religiosas sobre todo, de allí se mantenían sus principios morales y religiosos.
ResponderEliminarPero a partir de esa época en delante, comenzaron a proliferar los medios de comunicación masiva, como la televisión, la radio, el cine, y después la tecnológica ha avanzado tan rápido, que lo que se vendía como novedad en comunicación, a escasos años mas tarde, eran obsoletos; primero fueron grabadoras de cinta magnética, después videocintas, sistemas de computo, disquetes, después discos compactos y ahora memorias electrónicas, para insertarse en el teléfono celular u otros reproductores electrónicos, con una capacidad de almacenamiento miles de veces mayor que los discos de acetato que se utilizaban hace 50 años, y de un tamaño muy inferior a aquellos. Y mucha gente hoy tiene acceso a todo esto.
Lo irónico, es que el avance tecnológico que han tenido las comunicaciones, fue directamente proporcional - pero en sentido inverso - al deterioro del concepto del respeto por la vida que se tenia hace 50 o 60 años.
No nos dimos cuenta, como nos fueron retrogradando el aspecto mas importante de nuestra existencia, el Amor y respeto por la VIDA, de la vida propia y de nuestros próximos en llegar a este mundo, de nuestros PRÓJIMOS.
Con tanto medio de comunicación, todo el mundo es bombardeado literalmente, por ideas ajenas a nuestra cultura y creencia, nos generan una hipnosis colectiva, a base de repetir miles de veces y diariamente conceptos erróneos, absurdos, perversos, aberrantes, en una palabra SATÁNICOS, al grado de convencer a muchos que es "mejor matar a un hijo propio", aun estando en la cuna mas hermosa, en el vientre de su madre, antes que "sufrir" con el, al dejarlo compartir su VIDA con sus progenitores.
Pero ahora que los medios de comunicación, nos permiten manifestar nuestros conceptos de el RESPETO POR LA VIDA por medio del Internet en todo el mundo, a los de ideas y poder satánico no les queda otra que prohibir que se difunda el respeto y amor por nuestros hijos por nacer, y salir en defensa de su vida.
Ahora debemos de entender cuales son la pretensiones de satanás y de sus esbirros en este mundo, quieren que nos SUICIDEMOS por nuestra propia voluntad - contraria a La voluntad Divina -...¿que, como?, por medio del aborto, los anticonceptivos, la eutanasia, el homosexualismo, los matrimonios gey, etc.
Nos han generan miedo, al hacernos creer en el desbasto que tendrá el mundo con el calentamiento global, con guerras, se agota el petroleo, las enfermedades contagiosas, la contaminación, la sobre población del mundo, el terrorismo, etc etc...y no nos damos cuenta que esta es una programación mental, que desde hace muchos años nos han estado haciendo para que lleguemos a concluir que debemos matar a nuestros hijos por nacer y suicidarnos, antes de que llegue el mal que ellos - los poderosos satánicos - nos han "pronosticado", - Irónico pronostico, pues el mal ellos mismos lo generan -.
El miedo es un estado de duda, incertidumbre, sosobra y angustia, pero el que tiene FE, NO TIENE MIEDO, porque quien tiene FE, es porque OBRA BIEN en su vida cotidiana, diaria, y eso le quita el MIEDO.
El miedo lo mantiene el que NO OBRA en su vida diaria, apegado a los Mandamientos Divinos, por lo tanto el que tiene miedo y dudas, es porque también NO tiene FE.
Pues la gran promesa de Jesús, para quien confía el El, es:
"No tengáis MIEDO, pues Yo estoy contigo; no temas, pues Yo Soy tu Dios, Yo te doy fuerzas, Yo te ayudo, Yo te sostengo en mi mano Victoriosa" Is 40,10
"Por Mi parte Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" Mateo 28,20b
Los peores enemigos demoledores de los bastiones católicos son los que más daño han hecho desde hace cincuenta años. Los medios de comunicación destruyen desde afuera, los peores enemigos desde adentro porque hace cincuenta años los dejaron entrar.
EliminarNada más miren todas las amarguras por las que hicieron pasar a Monseñor Lefebvre y no soy de la Frater lo aclaro por las dudas.
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A cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II y mientras se lleva a cabo la segunda parte del Sínodo sobre la familia, cuya preparación suscitó una abundante polémica, las siguientes palabras de Mons. Marcel Lefebvre suenan más actuales que nunca:
“¿A dónde vamos? ¿Cuál será el término de todos los cambios actuales? No se trata tanto de guerras, de catástrofes atómicas o ecológicas, sino sobre todo de la revolución fuera y dentro de la Iglesia, de la apostasía, en fin, que gana pueblos enteros, antaño católicos, e incluso a la Jerarquía de la Iglesia hasta su cima. Roma parece sumergida en una ceguera completa, la Roma de siempre está reducida al silencio, paralizada por la otra Roma, la Roma liberal que la ocupa. Las fuentes de la gracia y de la fe divinas se agotan y las venas de la Iglesia canalizan por todo su cuerpo el veneno mortal del naturalismo.
“Es imposible comprender esta crisis profunda sin tener en cuenta el hecho central de este siglo: el segundo Concilio Vaticano. Creo que mi sentir en relación a él es bastante conocido para que pueda decir, sin rodeos, el fondo de mi pensamiento: sin rechazar en su totalidad ese concilio, pienso que es el desastre más grande de este siglo y de todos los siglos pasados desde la fundación de la Iglesia. En esto, no hago más que juzgarlo por sus frutos, utilizando el criterio que nos ha dado Nuestro Señor (Mat. 7, 16). Cuando se pide al Card. Ratzinger que muestre algunos buenos frutos del Concilio, no sabe qué responder; y al preguntarle un día al Card. Garrone cómo un «buen» concilio había podido producir tan malos frutos, me respondió: «¡No es el Concilio, son los medios de comunicación social!»
“Aquí, un poco de reflexión puede ayudar al sentido común: si la época postconciliar está dominada por la revolución en la Iglesia, ¿no es simplemente porque el Concilio mismo le dio entrada? «El Concilio es 1789 en la Iglesia», declaró el Card. Suenens. «El problema del Concilio fue asimilar los valores de dos siglos de cultura liberal», dijo el Card. Ratzinger. Y explica: Pío IX con el Syllabus, había rechazado definitivamente el mundo surgido de la Revolución, al condenar esta propuesta: «El Pontífice romano puede y debe reconciliarse y acomodarse con el progreso, con el liberalismo y con la civilización moderna» (N° 80). El Concilio, dice abiertamente Joseph Ratzinger, ha sido un «Contra Syllabus» al efectuar esta reconciliación de la Iglesia con el liberalismo, particularmente por medio de la «Gaudium et Spes», el más largo documento conciliar. Así se deja la impresión que los Papas del siglo XIX no supieron discernir en la Revolución de 1789 la parte de verdad cristiana asimilable por la Iglesia. ¡Una afirmación así es absolutamente dramática, sobre todo en la boca de representantes del magisterio de la Iglesia! De hecho y esencialmente ¿qué fue la Revolución de 1789? Fue el naturalismo y el subjetivismo del protestantismo, traducidos en normas jurídicas e impuestos a una sociedad todavía católica. De allí la proclamación de los derechos del hombre sin Dios; de allí la exaltación de la subjetividad de cada uno, a expensas de la verdad objetiva; de allí el poner en el mismo nivel todas las creencias religiosas ante el Derecho; de allí, en fin, la organización de la sociedad sin Dios y sin Nuestro Señor Jesucristo. Una sola palabra designa esta teoría monstruosa: el liberalismo”(Mons. Lefebvre, “Le destronaron”, Introducción).
https://exurgedomine.wordpress.com/2015/10/31/a-cincuenta-anos-del-concilio/
Qué tirano es Holland. Favoreciendo el asesinato de sus connacionales y llenando su país de islamistas.
ResponderEliminarPobre Francia!