Breve explicación del Avemaría
¿Estáis en la miseria del pecado? Invocad a la divina (la expresión "divina" es dicha -por el santo- en un sentido popular, pues la divinidad es un atributo exclusivo de Dios) María, decidle: "¡AVE!", que quiere decir: "Os saludo con profundo respeto ¡oh vos! la sin pecado y sin desgracia" 60. Y Ella os librará del mal de vuestros pecados.
¿Estáis en las tinieblas de la ignorancia o del error? Venid a María y decidle: "AVE, MARÍA" 61, Es decir, "iluminada" 62 con los rayos del Sol de Justicia 63, y Ella os hará participar de sus luces.
¿Os habéis desviado del camino del cielo? Invocad a MARÍA (cuyo nombre quiere decir "Estrella del mar" y "Estrella polar" que guía nuestra navegación en este mundo) y Ella os conducirá al puerto de la salvación eterna.
¿Estáis afligidos? Recurrid a María, que quiere decir "Mar amargo", que fue colmado de amarguras en este mundo y que al presente está cambiado en mar de purísimas dulzuras en el cielo, y Ella convertirá vuestra tristeza en alegría y vuestras aflicciones en consuelos.
¿Habéis perdido la gracia? Honrad la abundancia de gracias con que Dios ha colmado a la Santísima Virgen; decidle: "LLENA ERES DE GRACIA y de todos los dones del Espíritu Santo", y Ella os hará participantes de estas gracias.
¿Os sentís solos, privados de la protección de Dios? Dirigíos a María y decidle: "EL SEÑOR ES CONTIGO más noble e íntimamente que en los justos y en los santos, porque tú eres una misma cosa con ÉL, pues siendo Hijo tuyo su carne es carne tuya. Tú estás con el Señor por semejanza perfectísima y por mutua caridad, porque eres su Madre". En fin, decidle: "Toda la Santísima Trinidad -cuyo precioso templo eres- está contigo", y Ella os colocará bajo la protección y amparo de Dios.
¿Habéis llegado a ser objeto de la maldición de Dios? Decid: "BENDITA TÚ ERES ENTRE TODAS LAS MUJERES de todas las naciones, por tu pureza y fecundidad tú has cambiado la maldición divina en bendición". Y Ella os bendecirá.
¿Tenéis hambre del pan de la gracia y del pan de la vida? Acercaos a la que ha llevado en sí el pan vivo que descendió del cielo, y decidle: "BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE, que concebiste sin detrimento de tu virginidad, que llevaste sin trabajo y diste a luz sin dolor". "Bendito sea JESÚS, que redimió al mundo cautivo, sanó al mundo enfermo, resucitó al hombre muerto, repatrió al desterrado, justificó al hombre criminal, salvó al hombre condenado". Decídselo y, sin duda, vuestra alma será saciada con el pan de la gracia en esta vida y de la gloria eterna en la otra. Amén.
Con la Iglesia terminad vuestra oración; decidle:
"SANTA MARÍA: Santa en cuerpo y alma; santa por una abnegación singular y eterna en el servicio de Dios; santa en calidad de Madre de Dios que te ha dotado de una eminente santidad cual convenía a tan infinita dignidad".
"MADRE DE DIOS que también eres nuestra madre, nuestra Abogada y Mediadora, Tesorera y Dispensadora de las gracias de Dios, obtennos prontamente el perdón de nuestros pecados y nuestra reconciliación con la divina majestad".
"RUEGA POR NOSOTROS, PECADORES, tú que tienes tanta compasión con los miserables que no desprecias ni rechazas a los pecadores, sin los cuales no serías Madre del Salvador" 64.
"Ruega por nosotros, pecadores, AHORA, durante el tiempo de esta corta vida frágil y miserable; ahora, porque sólo tenemos seguro el momento presente; ahora, que somos atacados y estamos rodeados noche y día de poderosos y crueles enemigos".
"Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE, tan terrible y peligrosa, en que nuestras fuerzas estarán agotadas, en que nuestro espíritu y nuestro cuerpo estarán abatidos por el dolor y el terror; en la hora de nuestra muerte, en la que Satanás redoblará sus esfuerzos a fin de que nos perdamos para siempre; en esa hora en que se decidirá nuestra suerte por toda una eternidad feliz o desdichada. Ven en auxilio de tus pobres hijos; ¡Oh compasiva Madre, abogada y refugio de los pecadores! aleja de nosotros en la hora de la muerte a los demonios, acusadores y enemigos nuestros, cuyo aspecto horroroso nos espanta. Ven a iluminarnos en las tinieblas de la muerte. Condúcenos, acompáñanos al tribunal de nuestro Juez, tu Hijo; intercede por nosotros para que nos perdone y nos reciba en el número de tus elegidos en la mansión de la gloria eterna. Así sea".
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¿Quién no admirará la excelencia del Santo Rosario, compuesto de estas dos partes divinas: la oración dominical y la salutación angélica? Hay, acaso, oraciones más agradables a Dios y a la Santísima Virgen, más fáciles, más dulces y más saludables para los hombres? Tengámoslas siempre en el corazón y en la boca para honrar a la Santísima Trinidad, a Jesucristo nuestro salvador y a su Santísima Madre.
Es conveniente, además, agregar al fin de cada decena el Gloria Patri, etcétera, es decir: "Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
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60 Literalmente: "que sois sin pecado, sin desgracia", es decir, "Inmaculada que jamás estuviste sin la gracia (desgracia).
61 Téngase en cuenta que cuando el santo dice Ave María lo dice en latín y que también así puede decirse en castellano (por ejemplo: Ave María purísima), pero ello equivale a la traducción que se ha hecho corriente: "Dios te salve, María".
62 Éste, de "iluminada", es uno de los significados del nombre de María. También quiere decir: "muy amada", "Estrella del mar", "Señora", "Luz del mar", "Excelsa", "Hermosa", "Esperanza". Cfr. Alastruey, Tratado de la Virgen María, edición B.A.C., 1947, p.7.
63 El "Sol de Justicia" es Jesucristo (Malaquías 4,2), que ha vestido a su Santísima Madre con su propio esplendor divino (Apocalipsis 12,1).
64 Puesto que Jesús (que significa salvador) ha venido por los pecadores (Mateo 9,13; Lucas 5,32).
Fuente: San Luis María Grignion de Montfort. El Secreto Admirable del Santo Rosario. Breve explicación del Avemaría. Título del post: Catolicidad.
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“Si rezan el Rosario fielmente hasta la muerte, les aseguro que a pesar de la gravedad de sus pecados recibirán la corona de gloria que no se marchita. Aún si se encuentran al borde de la condenación, aún si tienen un pie en el infierno... tarde o temprano se convertirán, enmendarán su vida y salvarán su alma. SI -y anoten bien lo que digo-, SI REZAN EL ROSARIO CON DEVOCIÓN TODOS LOS DÍAS HASTA SU MUERTE”: San Luis María Grignion de Montfort.
¡Ave Maria purísima!
ResponderEliminarPor siempre,así sea,alabado Señor y alabada Santísima Virgen María.
ResponderEliminarQue descripción tan bella la de San Luis María Grigníon de Montfort la que hizo del Ave María y nos invita a rezar el Santo Rosario con la convicción de que podemos salvar nuestra alma, que es lo que mas nos debe importar porque solo tenemos una sola oportunidad para salvarnos O condenarnos.
ResponderEliminar¿Que estamos esperando para decidirnos, ahora que podemos?. Después sera demasiado tarde y de nada servira
nuestro arrepentimiento por no haberlo hecho a tiempo. Recuerden el si hubiera no existe.