miércoles, 5 de agosto de 2009

EN UN OPERATIVO, LA POLICÍA MEXICANA IRRUMPIÓ EN UNA CELEBRACIÓN DEL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA


La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ofreció ayer "una disculpa" al Obispo de Apatzingán, Michoacán, Miguel Patiño Velázquez, y a sus feligreses por la irrupción de policías federales durante una misa de 15 años en una capilla de la localidad para detener al presunto operador de "La Familia Michoacana", Miguel Ángel Beraza Villa, "La Troca".

Un día después que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió una enérgica protesta por considerar una falta de respeto que policías federales interrumpieran el acto religioso de mayor importancia para los católicos.

La noche del pasado sábado, 200 efectivos de la Policía Federal ingresaron a la capilla del Perpetuo Socorro -mientras se realizaba una misa por los 15 años de una joven- para detener a "La Troca", al que la SSP cataloga como encargado de traficar las drogas sintéticas que fabrica la organización a Estados Unidos.

Presentamos el comunicado tomado de http://www.presidencia.gob.mx/prensa/?contenido=47084.

Comunicado 326/09
Secretaría de Seguridad Pública
Ciudad de México

Con relación al operativo llevado a cabo en la Iglesia del Perpetuo Socorro en Apatzingán, en el que fue detenido Miguel Ángel Beraza Villa, alias “La Troca”, la Secretaría de Seguridad Pública Federal informa que dicha acción se concretó en ese momento y lugar debido a una evaluación de inteligencia que garantizaba la detención de este presunto delincuente, evitando así su fuga o un posible enfrentamiento.

Cabe recordar que, derivado de los trabajos de inteligencia que realiza la Policía Federal, se tiene conocimiento de que Miguel Ángel Beraza Villa es el principal distribuidor de droga sintética de la organización delictiva conocida como “La Familia Michoacana”. Como es del conocimiento público, esta organización delictiva es la responsable de múltiples asesinatos y ejecuciones, secuestros y extorsiones, generando un estado de impunidad y zozobra en diversas poblaciones y comunidades en las que lleva a cabo sus actividades delictivas.

En cuanto al operativo en cuestión, éste se realizó con la mayor precisión para garantizar la seguridad de más de 250 personas que se encontraban en el evento. En todo momento, la prioridad de la Policía Federal fue evitar un incidente de violencia que pudiera haber puesto en peligro la integridad de todos los presentes en la ceremonia religiosa.

La Secretaría de Seguridad Pública Federal ratifica el respeto irrestricto a toda manifestación de culto o celebración religiosa, y ofrece una disculpa a Monseñor Miguel Patiño Velázquez, obispo de Apatzingán, a la feligresía y a las autoridades eclesiásticas representadas en la Conferencia del Episcopado Mexicano, por las circunstancias en las que tuvo que realizarse el operativo.

La dependencia refrenda su compromiso de servir y proteger a la comunidad de conformidad con las disposiciones constitucionales, y con estricta observancia y respeto a los derechos fundamentales de los mexicanos.

Fuente: Dirección General de Comunicación Social. Secretaría de Seguridad Pública, (SSP).

COMENTARIO DE CATOLICIDAD:

Está muy bien que la policía cumpla con su deber y detenga a peligrosos delincuentes, pero no hay nada que justifique el allanamiento de la casa de Dios, la interrupción violenta de la celebración del Santo Sacrificio de la Misa donde se renueva -de manera incruenta- el sacrificio del Calvario y el sometimiento -en el templo- durante horas de todos los participantes para buscar, entre ellos, a los delincuentes.

El fin -por loable que sea- no justifica nunca los medios inaceptables e intrínsicamente malos. La irrupción policiaca está plenamente injustificada en esas circunstancias y en ese lugar sagrado, y peor aún, interrumpiendo el Sacrificio del Altar.

La "disculpa" que se presenta, más que serlo, puede considerarse -en realidad- un intento de justificar lo injustificable. Luego de múltiples explicaciones favorables al operativo así realizado, ofrecen una disculpa por "las circunstancias en QUE TUVO que realizarse".

Si "TUVO QUE REALIZARSE" así, cuando vuelva a ser necesario -a su juicio-, nuevamente se seguirá el mismo método. No hay pues ni arrepentimiento ni propósito de enmienda, sólo una autojustificación y un autoelogio por haber logrado, de este modo, la detención. La "disculpa" carece de sinceridad y se trata sólo de un fallido intento diplomático de presentar como razonable un allanamiento que ofende al pueblo católico mexicano y que es del todo injustificable. Distinto sería que prometiesen que jamás volverá esto a suceder.
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