sábado, 13 de febrero de 2010

EL HOMBRE CARNAL Y EL ESPIRITUAL



Autor: Pbro. Miguel Rivilla San Martín


Es importante para cada persona dominar sus fuerzas instintivas y sujetarlas con su voluntad al espíritu, reforzado por la fuerza divina de la gracia.

Se ha dicho, y con razón, que toda persona es mitad ángel y mitad demonio. Todos, desde que tuvimos uso de razón, hemos experimentado en nuestro interior la dualidad y lucha existente entre el cuerpo y el espíritu. Mientras caminemos por este mundo, se desarrollará una lucha sin tregua entre la carne y el espíritu.

Alguien comparó a la persona como un fogoso corcel que hay que dominar. Si el jinete que lo monta no le embrida bien fuerte, puede desbocarse y arrastrar al abismo a ambos dos.

Es importante para cada persona dominar sus fuerzas instintivas y sujetarlas con su voluntad al espíritu, reforzado por la fuerza divina de la gracia.

S. Pablo en su carta a los Romanos dejó escrito: “Los que se dejan dirigir por la carne, tienden a lo carnal; en cambio, los que se dejan dirigir por el Espíritu tienden a lo espiritual. Nuestra carne tiende a la muerte; el Espíritu a la vida y a la paz. Porque la tendencia de la carne es rebelarse contra Dios; no sólo no se somete a la ley de Dios, ni siquiera lo puede. Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios... Si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis”.

He aquí la tarea que incumbe a todos los cristianos. Hay que optar y permanecer unidos a Jesús para que no prevalezca en nosotros la corrupción de la carne que lleva a la muerte, sino la fuerza del Espíritu que lleva a la vida.
.
Temas relacionados: 1) PENSAMIENTOS SOBRE LA PUREZA. Autor: El Cura de Ars 2)LA VIRIL CASTIDAD Y EL CELIBATO DEL SACERDOTE, 3)ACERCA DE LA PORNOGRAFÍA, 4)¿ADICTO A LA PORNOGRAFÍA? DOCE PASOS PARA LIBERARSE, 5)¿SEXO CASUAL Y FRECUENTE U OTRA ALTERNATIVA?
------------------------------------------------------------------------------------------------

3 comentarios:

  1. Muy buen texto.
    De alguna vez tenemos que dar muerte a la inmoralidad y a la decadencia de algunas personas.

    ResponderEliminar
  2. No nos queda muy clara su idea pero suponemos que se refiere a lo dicho por San Pablo: "si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis”. Pero no se refiere a otras personas sino a nosotros mismos.

    ¿Cómo se da "muerte a la inmoralidad y a la decadencia de algunas personas"?

    Atentamente
    CATOLICIDAD

    ResponderEliminar
  3. Excelente aclaración al comentario del hermano "anónimo". Nos preocupamos mucho de los defectos que vemos en los demás, (la paja en sus ojos) y poco o nada de conocernos de tal manera, que el hombre viejo en nosotros, quede al descubierto, (nuestra viga)

    ResponderEliminar