jueves, 24 de febrero de 2011

MIENTRAS MASACRA A SU PUEBLO GADAFI DICE QUE MORIRÁ COMO "MÁRTIR".

Gadafi

Mientras Muamar Gadafi declaró que prefiere "morir como mártir" y que no dejará el poder, amenazando reprimir "casa por casa" la revuelta, la población libia se indigna más y señala que "un mártir" no masacra a su propio pueblo.

La revuelta libia mantiene el vigor pese a las amenazas pronunciadas el martes por Muamar el Gadafi, el dictador que dirige el país desde hace 42 años. Este miércoles ha quedado patente que el régimen ha perdido el control en el este del país, donde han logrado entrar periodistas a través de la frontera con Egipto. Pero ahora lucha a la desesperada por mantener el control del oeste, donde se están produciendo fuertes combates, según testigos que llegan a la frontera con Túnez. La situación de los partidarios de Gadafi es tan desesperada que 17 pilotos de la Fuerza Aérea de Libia han sido ejecutados en Trípoli tras negarse a bombardear barrios en poder de los rebeldes de la ciudad de Zauia, a 44 kilómetros de la capital, según fuentes libias relacionadas con el Ejército, informa Ignacio Cembrero.

El mandatario libio ha perdido el control de las ciudades de Misurata (noroeste) y Tobruk (noreste), después de que los manifestantes antigubernamentales se hicieran con Benghazi (noreste), bastión de las revueltas populares pro democráticas, según informa la cadena Al Yazira.

Gadafi está luchando por mantener el control del oeste del país, y los partidarios del dictador intentan controlar las ciudades de Zwara, Sabratha y Zawiya, así como las carreteras que enlazan estas poblaciones. Los testigos relatan que Trípoli es una ciudad prácticamente cerrada, donde los participantes en las protestas están recibiendo apoyo de soldados que han desertado, procedentes de las ciudades del este del país. Algunos informes indican que banderas de Gadafi han sido quemadas en Zawiya, a 50 kilómetros al oeste de Trípoli, y que tras días de combate los rebeldes habrían tomado el control de Misurata, situada a 200 kilómetros de la capital libia.

Pese a su amistad, ahora Chávez guarda silencio.
Con el uso de la aviación y la artillería, la confrontación entre las autoridades y el pueblo libios está adquiriendo características de operación militar. Las acciones de protesta se están expandiendo rápidamente por nuevas regiones del país, mientras que las fuerzas de seguridad empiezan a usar métodos más drásticos y despiadados, con el fin de dispersar a los manifestantes.

Las protestas, que reclaman el fin del régimen de Gadafi (en el poder desde 1969), empezaron en Libia el 15 de febrero, apoderándose de ciudades importantes como Bengasi y El Baida. El 20 de febrero, las manifestaciones antigubernamentales llegaron a la capital, Trípoli.

Del país magrebí, sumergido en el caos, llegan noticias contradictorias sobre la cantidad de víctimas en el curso de los enfrentamientos. Si las fuentes oficiales informan sobre 'tan sólo' 84 fallecidos, la oposición habla de centenares de muertos y miles de heridos. Mientras tanto, la cadena catarí Al Jazeera comunica que al menos 250 personas murieron este lunes en Trípoli, a raíz de los bombardeos del Ejército del Aire libio contra los manifestantes.

Aunque testigos oculares confirman que los bombardeos indiscriminados están sometiendo incluso a las barriadas apacibles de Trípoli donde ni siquiera han surgido manifestaciones, según la televisión estatal, el hijo del jefe de Estado, Seif el Islam, ha afirmado que esos aviones militares lanzaron cohetes contra depósitos de armas situados lejos de las zonas urbanas y negó que hayan arrojado bombas sobre la población.

Sobre el telón de esta información alarmante, el líder del país, Muamar al Gadafi,  interrumpió su silencio semanal, interviniendo con una breve declaración (de 22 segundos), en la que alegó que la información sobre su fuga del país a Venezuela es totalmente errónea y falsa.

En Trípoli, además de los enfrentamientos de partidarios y adversarios de Gadafi, actúan numerosas bandas de saqueadores. También se comunica que cerca de la Embajada de Egipto estalló un automóvil minado y los empleados de la misión diplomática han sido bloqueados en el edificio.

Debido a la incapacidad de controlar la situación en el país, el comandante supremo de las fuerzas armadas de Libia, Abu Bakr Yunis Jaber, ha sido puesto bajo arresto domiciliario.

Una situación agitada se está formando en la frontera libio-egipcia, ya que los militares que la vigilaban dejaron sus puestos. Al mismo tiempo, los libios intentan huir de su país. Túnez ha declarado su disposición de albergar a los refugiados temporalmente. También se ha comunicado que Egipto ha instalado campamentos especiales para recibir a sus vecinos.

La reacción internacional

Muchos estados extranjeros ya han anunciado la evacuación, plena o parcial, de sus ciudadanos.

Un dictador que apoya a otro
Rusia ha anunciado su disposición para la evacuación de sus 500 ciudadanos que se encuentran en este país, mediante el uso de cuatro aviones del Ministerio de Situaciones de Emergencia. Las autoridades rusas han expresado su llamamiento a la parte libia "para la resolución pacífica de los problemas existentes, a través de un amplio y responsable diálogo nacional. En todo caso, la violencia debe ser prohibida", dice el comunicado del Ministerio de Exteriores ruso.

La comunidad internacional está indignada con la violencia que tiene lugar en el país africano. Las críticas hacia las acciones de las autoridades libias ya fueron expresadas por la Unión Europea, EE. UU. y la ONU.
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El Secretario General de la Liga de Estados Árabes, Amr Moussa, ha llamado al gobierno de todos los países árabes a tomar conciencia de que la demanda de cambios por parte del pueblo es legítima.

Además, debido a los mensajes recibidos desde Libia, 70 organizaciones de defensa de derechos se han dirigido inmediatamente al Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, con el llamamiento de 'hacer algo' para cesar la "ferocidad de las autoridades libias respecto a su propio pueblo".

El ex gobernante cubano Fidel Castro y el presidente nicaragüense Daniel Ortega se solidarizaron el martes con el líder libio,  mientras que el presidente Chávez de Venezuela, pese a su amistad y afinidad con Muamar al Kadafi, le da la espalda guardando un "prudente" silencio.

Fidel Castro no menciona en su artículo las muertes --entre 250 y 400-- ocasionadas, según diversas fuentes, por la represión de las manifestaciones iniciadas en Libia la semana pasada para pedir la salida de Kadafi del poder, al calor de lo sucedido en Túnez y Egipto.

El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, también le tendió una mano a Kadafi, con el que conversó telefónicamente, según reveló en un mitin organizado para conmemorar el lunes los 77 años del asesinato del general Augusto C. Sandino.


Fuentes: EFE, El País, YouTube, Agencias y otras.
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1 comentario:

  1. kadafi es otro loco de los que se quedan en el poder haciendole creer al pueblo que sin ellos son nada, ningún gobernante en irremplasable, y deben estar en el poder por poco tiempo para que no suceda igual que este asesino que esta masacrando su pueblo solo por no dejar el gobierno, estos se envician y mientras mas duren menos se querran ir, asesino desalmado y como el tambien existen en latinoamerica que triste.

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