“El primer domingo de Adviento de hace veinte años, en 1989, entraba en vigor la resolución de la Conferencia Episcopal Italiana, que autorizaba, con la aprobación de la Santa Sede, la distribución de la Sagrada Comunión en la mano.
En las últimas semanas, los párrocos y rectores de iglesias de nuestra diócesis han recibido la notificación de las disposiciones adoptadas por el Cardenal Arzobispo, en vista de los graves abusos que se han producido en este sentido. En particular, el Cardenal ha ordenado que, en la Catedral de San Pedro, la Basílica de San Petronio y el Santuario de la Virgen de San Lucas, la Comunión se distribuya a los fieles únicamente sobre la lengua”.
La posibilidad que se concedió para recibir la Hostia consagrada en la mano puede, de hecho, originar "graves abusos", porque "hay quienes se llevan las Sagradas Especies para tenerlas como "souvenirs", "quienes las venden”, o peor "quienes las llevan para profanarlas en ritos satánicos". Lo dice el provicario general, Monseñor Gagriele Cavina, en la carta a los sacerdotes que acompaña las disposiciones del Cardenal, citando un escrito de Mons. Malcolm Ranjith, secretario de la Congregación para la Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Debemos tomar nota, escribe el Cardenal Carlo Caffarra, que, “por desgracia, se han repetido casos de profanación de la Eucaristía aprovechando la posibilidad de recibir el Pan consagrado en la palma de la mano, sobre todo, pero no exclusivamente, en las grandes celebraciones o en las grandes iglesias que son lugares de paso de numerosos fieles. Por este motivo es bueno para controlar el momento de la Santa Comunión a partir del cumplimiento de las normas comunes por todos bien conocidas”.
La Buhardilla de Jerónimo
COMENTARIO DE CATOLICIDAD: El Papa Benedicto XVI ha puesto el ejemplo al entregar la comunión en la boca de los fieles y éstos arrodillados, como señaló Mons. Ranjith, secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, explicando las razones que el Papa tiene para ello, esperando que se siga su gesto. A los motivos gravísimos aducidos en la carta arriba citada, hay que agregar que los seglares no tienen las manos consagradas como los sacerdotes ni se purifican éstas como lo hace (o debe hacer) el sacerdote, por lo que las partículas consagradas -donde está todo Cristo con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad-, caen en cualquier parte, incluso en el suelo y son pisadas -aun sin intención- por otras personas.
Pidamos a Dios que esta costumbre tradicional de sólo comulgar en la boca y de rodillas, plenamente digna y respetuosa de la Presencia Real, sea decretada de manera definitiva para todos los templos de la catolicidad, es decir, en todo el mundo y de manera general, a fin de evitar sacrilegios, profanaciones e irreverencias. Si la práctica ha mostrado que algunos se llevan las hostias consagradas para venta, souvenirs o hasta para ritos satánicos, resulta necesario que la disposición de comulgar en la boca sea establecida de manera universal y no sólo para ciertos templos, pues incluso en Bolonia se autoriza la comunión en la mano en otras iglesias, suponiendo ingenuamente que dizque el párroco conoce a todos los fieles que comulgan. ¿Será absolutamente cierto esto y será suficiente esa "razón"?.
Comulgo de rodillas y en la boca, sin embargo, al respecto,la Redemptionis Sacramentum es muy clara en el cap. IV (91):"Así pues, no es lícito negar la sagrada Comunión a un fiel, por ejemplo, sólo por el hecho de querer recibir la Eucaristía arrodillado o de pie"(Aprobada por J.P.II el 19 de marzo de 2004,disponiendo seapublicada y observada por todos aquellos a quienes corresponda.
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