Dice la palabra de Dios: “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque ES PRECISO que el que se llega a Dios crea (en) su ser y que es remunerador de los que le buscan” (Heb XI, 6).
Señala N.S. Jesucristo: “Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a toda criatura, el que creyere y fuera bautizado se salvará; el que no creyere será condenado” (Marc XVII, 15 y 16)-
Enseña la Iglesia en el Concilio Vaticano Primero en su Constitución Dogmática: “Mas porque SIN LA FE... es imposible agradar a Dios (Heb XI,6) y llegar al consorcio de los hijos de Dios; de ahí que NADIE obtuvo JAMAS la justificación sin ella, y NADIE alcanzará la salvación eterna, sino preservare en ella hasta el fin (Mt X,22;XXIV, 13) (Ver cita en EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA de Enrique Denzinger No 1793).
Predica el apóstol Santiago (ver en la Biblia su carta Cap II, 14 a 26): “La FE si no tiene OBRAS, es muerta como tal” y señala que los demonios “creen y tiemblan”, pues no basta la pura fe para salvarse sino que ambas son necesarias para salvarse, es decir tanto la fe como las buenas obras son necesarias para salvarse. Entendiéndose como OBRAS (o buenas obras) el obrar todo de acuerdo con la voluntad de Dios, lo que implica vivir en gracia y obedeciendo toda la ley divina. Quien vive y muere así se salva (en caso de perder la gracia se recupera con un acto de contrición perfecta –por amor a Dios- en tanto hay oportunidad de confesarse o una buena confesión, que implica necesariamente el arrepentimiento y el propósito de enmienda). Luego cuando la Iglesia con el apóstol Santiago enseña y habla de las buenas obras, no se refiere a una simple o eventual obra de caridad sino a la sumisión plena de la voluntad del hombre a la voluntad de Dios, lo que implica vivir y morir en gracia.
La Iglesia enseña, pues, que si nadie se condena sin culpa personal, para salvarse se requieren tanto la FE como las buenas OBRAS. Ni la fe sola justifica –como opinan los protestantes- ni sólo las buenas obras justifican. AMBAS SON NECESARIAS PARA LA SALVACIÓN. Dios otorga gratuitamente el don de la fe a quien lo busca sinceramente. Dios puede utilizar, para ello, tanto medios ORDINARIOS como EXTRAORDINARIOS en cualquier momento de la vida del hombre –incluso en su agonía- pues es absolutamente cierto que nadie se condena sin culpa personal.
En un no católico que de buena fe busca la Verdad y a Dios y cree la verdades básicas (un Dios creador, un Dios remunerador, etc.), puede llegar a haber un bautismo de deseo implícito. Si además obra conforme a la ley natural, puede recibir las gracias necesarias para salvarse –Dios le revelará de algún modo las verdades necesarias para ello- . De esta manera puede pertenecer al ALMA de la Iglesia (no al cuerpo) y por medio de Ella salvarse (se salvaría A PESAR de su falsa religión y no por medio de ella, sino a través de la Iglesia Católica). Luego, en ese caso, también se salva por la FE y las OBRAS que son necesarias SIEMPRE para salvarse. Dios es perfectamente justo y nunca se equivoca en sus juicios, nosotros sí podemos errar por una falsa benevolencia o en rigor excesivo. Pero no olvidemos que Dios nos ha enseñado que el camino al Cielo es una senda estrecha. Hoy existe una tendencia a creer falsamente que todos los hombres son buenos y se salvarán. Se peca más comúnmente de falsa benevolencia que de rigor excesivo, aunque ambos son errores. El no católico puede llegar a salvarse a pesar de su falsa religión, y en realidad, por medio de la Iglesia Católica siempre, pues en tales casos extraordinarios pertenece -si no al cuerpo- sí al alma de la Iglesia Católica.
Por otro lado, no hay nada más grandioso en el hombre que cuando -con humildad- reconoce la autoridad y somete su entendimiento a la Revelación de Dios y al magisterio infalible de la Iglesia. De todo esto se comprende la necesidad de pertenecer a la única verdadera Iglesia fundada por Cristo -la Católica romana- para salvarse, misma que, además, brinda a quienes pertenecen a su cuerpo, muchos medios y ayudas para tal fin.
A quien utiliza el extraño nick "Iglesia Católica", nick que no puede moralmente pertenecer a una persona en particular:
ResponderEliminarEl libro que usted recomienda contradice la doctrina católica enseñada por la Iglesia a través del magisterio pontificio de SS Pío IX que señala:
"En efecto, por la fe debe sostenerse que fuera de la Iglesia Apostólica Romana nadie puede salvarse; que ésta es la única arca de salvación; que quien en ella no hubiere entrado, perecerá en el diluvio. Sin embargo, también hay que tener por cierto que quienes sufren ignorancia de la verdadera religión, si aquélla es invencible, no son ante los ojos del Señor reos por ello de culpa alguna. Ahora bien, ¿quién será tan arrogante que sea capaz de señalar los limites de esta ignorancia, conforme a la razón y variedad de pueblos, regiones, caracteres y de tantas otras y tan numerosas circunstancias?"
[De la Alocución Singulari quadam, de 9 de diciembre de 1854]
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También el Papa ENSEÑA ESTA DOCTRINA en la encíclica Quanto conficiamur moerore, a los obispos de Italia, de 10 de agosto de 1863:
"Y aquí, queridos Hijos nuestros y Venerables Hermanos, es menester recordar y reprender nuevamente el gravísimo error en que míseramente se hallan algunos católicos, al opinar que hombres que viven en el error y ajenos a la verdadera fe y a la unidad católica pueden llegar a la eterna salvación [v. 1717]. Lo que ciertamente se opone en sumo grado a la doctrina católica. Notoria cosa es a Nos y a vosotros que aquellos que sufren IGNORANCIA INVENCIBLE acerca de nuestra santísima religión, que cuidadosamente guardan la ley natural y sus preceptos, esculpidos por Dios en los corazones de todos y están dispuestos a obedecer a Dios y llevan vida honesta y recta, pueden conseguir la vida eterna, por la operación de la virtud de la luz divina y de la gracia; pues Dios, que manifiestamente ve, escudriña y sabe la mente, ánimo, pensamientos y costumbres de todos, no consiente en modo alguno, según su suma bondad y clemencia, que nadie sea castigado con eternos suplicios, si no es reo de culpa voluntaria. Pero bien conocido es también el dogma católico, a saber, que nadie puede salvarse fuera de la Iglesia Católica, y que los contumaces contra la autoridad y definiciones de la misma Iglesia, y los pertinazmente divididos de la unidad de la misma Iglesia y del Romano Pontífice, sucesor de Pedro, “a quien fue encomendada por el Salvador la guarda de la viña”, no pueden alcanzar la eterna salvación.
"Lejos, sin embargo, de los hijos de la Iglesia Católica ser jamás en modo alguno enemigos de los que no nos están unidos por los vínculos de la misma fe y caridad; al contrario, si aquéllos son pobres o están enfermos o afligidos por cualesquiera otras miserias, esfuércense más bien en cumplir con ellos todos los deberes de la caridad cristiana y en ayudarlos siempre y, ante todo, pongan empeño por sacarlos de las tinieblas del error en que míseramente yacen y reducirlos a la verdad católica y a la madre amantísima, la Iglesia, que no cesa nunca de tenderles sus manos maternas y llamarlos nuevamente a su seno, a fin de que, fundados y firmes en la fe, esperanza y caridad y fructificando en toda obra buena [Col. 1, 10], consigan la eterna salvación".
Estas citas puede encontarlas fácilmente en EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA de Enrique Denzinger.
Considerando que la obra que usted publicita contradice el magisterio del Vicario de Cristo, en este caso el del Papa Pío IX, no podemos publicar su mensaje.
Atentamente
CATOLICIDAD
P.D. También contradice el Catecismo Mayor del Papa San Pío X que enseña:
ResponderEliminar172.- ¿Podría salvarse quien sin culpa se hallase fuera de la Iglesia? - Quién sin culpa, es decir, de buena fe, se hallase fuera de la Iglesia y hubiese recibido el bautismo o, a lo menos, tuviese el deseo implícito de recibirlo y buscase, además, sinceramente la verdad y cumpliese la voluntad de Dios lo mejor que pudiese, este tal, aunque separado del cuerpo de la Iglesia, estaría unido al alma de ella y, por consiguiente, en camino de salvación.
568.- ¿Puede suplirse de alguna manera la falta del Bautismo? - La falta del Bautismo puede suplirse con el martirio, que se llama Bautismo de sangre, o con un acto de perfecto amor de Dios o de contrición que vaya junto con el deseo al menos implícito del Bautismo, y este se llama Bautismo de deseo.
NOTA: Tanto el Catecismo Mayor del último Pontífice canonizado (San Pío X) como la obra de Enrique Denzinger "El Magisterio de la Iglesia" puede consultarse en la columna derecha de nuestro blog. Quien no se adhiere al Magisterio de la Iglesia (las enseñanzas de S.S. Pío IX y del Papa San Pío X) contradice a la Iglesia Católica fundada por N.S. Jesucristo.
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