Obama no merece recibir honores de parte de católicos.
Obama se ha caracterizado en sus 100 días de gobierno por promover agresivas políticas abortistas y pro gay que lo convierten en el paladín de la reingeniería social anticristiana, y por lo tanto indigno de recibir otra distinción de parte de una institución católica. A vuelo de pájaro podemos enumerar la “exportación” del aborto como derecho humano a todo el mundo; la anulación de las disposiciones que aseguraban la objeción de conciencia a los profesionales de la salud; la distribución sin receta a menores de la “píldora del día después”; la financiación de la experimentación con embriones humanos; el corte total de recursos tanto a los programas de educación en la abstinencia sexual como a los programas de experimentación con células madres no-embrionarias. Además, dio su apoyo al proyecto de ley contra la discriminación, que incluye la discriminación por orientación sexual y el crimen de odio, dos figuras jurídicas impulsadas por el movimiento homosexual que atentan contra la libertad de expresión, la libertad de enseñanza y la libertad religiosa; tomó medidas administrativas reconociendo supuestos derechos a las parejas del mismo sexo; y promueve el proyecto de derogación de la legislación favorable al matrimonio (Defence of Marriage Act-DOMA), además de una larga lista de privilegios para la “comunidad” LGTB (homosexual), (Life Site, Special Report II, 08-05-09; vid. NG 915, 922, 951, 953, 955, 957, 969). Obispos que dan la cara
Todo hace suponer que al menos casi un tercio de los obispos está empeñado en que las instituciones llamadas católicas realmente lo sean, recuperando la identidad católica, y para eso están dispuestos a ejecutar con más energía que hasta ahora las disposiciones vigentes desde hace años. La demanda de los ciudadanos fieles a ser guiados por pastores fieles parece estar en vías de cumplirse. Dios quiera que no los defrauden; la autoridad moral es fácil de perder.
Católicos en la vida política
Los laicos protagonistas de la resistencia
Fueron los laicos –alumnos, ex-alumnos y profesores de la Universidad– quienes levantaron la bandera de la lucha de restituir la identidad católica a Notre Dame. En concreto los grupos: Notre Dame Right to Life, Notre Dame Law School's pro-life group Ius Vitae, Notre Dame Knights of Columbus, Notre Dame College Republicans, The University of Notre Dame Anscombe Society, The Identity Project of Notre Dame, Notre Dame Knights of the Immaculata, Notre Dame Children of Mary, el Orestes Brownson Council, Notre Dame Law St. Thomas More Society y el periódico estudiantil independiente Irish Rover. Este movimiento se extendió por los Estados Unidos y lleva hasta ahora reunidas más de 370.000 firmas de protesta por el rumbo que ha tomado la institución. Quizás lo que más dolió a las autoridades de Notre Dame fue que Mary Ann Glendon (foto arriba), ex-embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede y presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, rechazó una distinción que le iba a conceder la universidad, la Laetare Medal, en la misma ceremonia que a Obama, (Mercator Net 06-05-09, entre otros).

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