domingo, 13 de diciembre de 2009

"DEJAR LA ACTITUD DE MOMIAS DE SACRISTÍA...


...PARA QUE REINE CRISTO"


Palabras del Mártir Cristero, beato Anacleto González Flores, el día de la fiesta de Cristo Rey*:

"Hoy celebramos en todo el mundo la fiesta de Cristo Rey; Esta fiesta se ha establecido para que Cristo vuelva a reinar totalmente en la vida pública y social de los pueblos. Porque desde hace cerca de tres siglos los abanderados del laicismo vienen trabajando por suprimir a Cristo de la vida pública y social de las naciones y por desgracia han conseguido mucho, hasta el punto de que las legislaciones, los gobiernos y las instituciones de los pueblos se abstienen de reconocerle a Cristo su supremacía.

De una manera especial en nuestra Patria el laicismo, ha alcanzado fuertes y grandes victorias. Se arrojo a Cristo de las leyes, de las escuelas, de los parlamentos, de las cátedras, de la prensa, de la vía pública, en una palabra, de todos los puntos dominantes de la vida publica y social, y hoy se trata de restablecer el reinado público de Cristo sobre los despojos de laicismo totalmente fracasado como sistema de vida, de política, de gobierno y de orientación para los pueblos.

Lo importante de la fiesta de Cristo Rey no consiste solamente en que se proclame como se le va a proclamar Rey Soberano de la vida pública y social. No, porque si la proclamación de la realeza de Cristo es cosa soberanamente importante, más importante es aún que los católicos entendamos nuestra responsabilidad ante el reinado de Cristo. Porque Cristo no necesita de nosotros para fundar su reino y para extenderlo por todo el mundo; pero si no necesita de nosotros, ni de nuestra vidas, sin embargo, ha querido restablecer su reinado por medio de nosotros, de nuestros esfuerzos, de nuestras luchas y de nuestras batallas y ésto hay que recalcarlo hoy. Por que si los católicos seguimos desorientados en este punto, corremos el peligro de que jamás se restablezca el Reinado de Cristo en nuestra Patria.

Debemos pues, tener entendido que Dios, que Cristo pide, exige, quiere que cada uno de nosotros en la medida de sus fuerzas trabaje vehementemente por restablecer el reinado de Cristo en la vida publica y ésto no se conseguirá con seguir encastillados dentro de nuestras iglesias y dentro de nuestros hogares.

El Reinado público de Cristo exige que los católicos hagamos sentir la acción de nuestro pensamiento, de nuestra palabra, de nuestra pluma, de nuestros trabajos de organización y propaganda, y todo esto debe hacerse en la vía pública, a pleno sol, en plena vía pública, hacia los cuatro vientos y debe hacerse por todos.

Porque todos,absolutamente todos los católicos podemos y debemos hacer algo para restablecer el Reinado de Cristo: unos con su talento, otros con su esfuerzo; pero todos debemos procurar desde hoy hacer algo serio, constante y coordinado por el restablecimiento del Reinado público de Cristo.

Hoy lo proclamamos Rey, lo reconocemos como Rey; pero necesitamos jurarle que dejaremos nuestra vieja actitud de momias de sacristía y de enterrados vivos en nuestros hogares, y que a partir de este día glorioso, haremos que todas las fuerzas católicas desemboquen en la vía pública para que Cristo Reine en la prensa, en el libro, en la escuela, en las organizacines, en las intituciones, en una palabra, en medio del corazón del pueblo, y en medios de todas las corrientes de nuestra vida pública y social."

*NOTA DE CATOLICIDAD: Se debe insistir en la necesidad del reinado social de Cristo siempre y constantemente, por ello aunque no sea la fiesta de Cristo Rey exponemos las palabras del Maestro Cleto, como afectuosamente se le decía a este gran mártir mexicano.

Fuente: CAR
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3 comentarios:

  1. Este recordatorio de nuestra misión como cristianos es muy necesaarioa y de gran importancia.
    Todos los días, todas las horas deben ser ofredandas a cristo a traves de nuestra tarea con los hermanos.
    Todo lo que hagmamos, todo lo que enseñemos, todo lo ue brindemos debe ser testimonio del amor a Cristo.
    Solo así seremos fieles seguidores de nuestro Señor Jesucristo.
    Mil gracias por tu llamado de atención... todos necesitamos de ves en cueando un recordatorio para hacer un balance de nuestra acción pasada y un estado de conciencia permanente de nuestro deber cristiano.
    Cariños

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  2. Lamentablemente muchos católicos tienen miedo a manifestarse como tales en sus relaciones y en su vida pública, social y profesional.

    Hoy pocos luchan por que Cristo reine en la sociedad. Les parece algo caduco y pasado de moda. Pero Cristo es siempre joven, siempre actual y siempre vigente y necesario.

    Urge que reine socialmente, aunque haya hasta clérigos y jerarcas que no crean ya en su causa como Rey de nuestras naciones. Él debe permearlo todo: nuestra persona, nuestra familia, nuestra escuela, nuestra parroquia, nuestros trabajos (oficinas y tallertes), nuestra sociedad, nuestra prensa, nuestro internet, nuestros libros, nuestras leyes, nuestro gobierno...en fin, ¡todo!

    Cristo ha dicho que quien de testimonio de Él, Él lo dará de esa persona ante su Padre. ¡Qué promesa más esperanzadora!

    ¡Viva Cristo Rey!

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  3. Gracias por sus excelentes comentarios.

    Nos gustaría recordar este mensaje de la Virgen, muy a tono con el tema que hemos reproducido del gran maestro y mártir.

    Dice así:

    "Yo dirijo una llamada urgente a la tierra; llamo a los verdaderos discípulos del Dios vivo y reinante en los Cielos; llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único y verdadero Salvador de los hombres; llamo a mis hijos, mis verdaderos devotos, a los que se han dado a Mí para que Yo los lleve a mi divino Hijo, a los que llevo, por así decir, en mis brazos, a los que han vivido de acuerdo con Mi Espíritu".


    "En fin, llamo a los apóstoles de los últimos tiempos, a los fieles discípulos de Jesucristo, a los que han vivido con desprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en el desdén y en el silencio, en la oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento y desconocidos del mundo. Es tiempo ya que ellos salgan y vengan a iluminar la tierra; id y mostraos como mis amados hijos; yo estoy con vosotros y en vosotros, siempre la fe sea la luz que os ilumine los días de infortunio. Que vuestro celo os haga como hambrientos de la gloria y el honor de Jesucristo. Combatid, hijos de la luz, vosotros, los pocos que pueden ver, porque he aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines".

    La Santísima Virgen en La Salette (aparición aprobada por la Iglesia).

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