Derivado de que 17 estados de México han modificado sus legislaciones locales para reconocer el derecho a la vida desde el momento de la concepción, Magdy Martínez Solimán, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha expresado la postura de ese organismo contrario a esas reformas que apuntan hacia un cambio en la Constitución Política de este país.
El funcionario señaló -según, ¡claro está!, el criterio que representa y los intereses internacionales de la ONU, aunque diga hablar a título personal- que reformar la constitución mexicana sería dizque un "retroceso" para el estado mexicano. "Esto sería -a mi juicio- un retroceso impensable", sentenció. Advirtió que ésa es "una aventura a la que los legisladores federales esperemos no se asomen". Y prácticamente realizó "un llamado" que es más una exigencia y una advertencia: "Queremos hacer un llamado a que México mantenga el alto nivel de compromiso (SIC) internacional que tiene (SIC) en relación a los instrumentos internacionales y que no diluya (SIC) esos compromisos cuando se llega a concretar la norma a nivel local", enfatizó.
Es evidente la intromisión y la falta de respeto que la ONU ha tenido como política constante con relación al tema del aborto (y otros aspectos más), al que viene apoyando e impulsando desde hace varios años. De hecho, su actitud injerencionista contra México manifiesta que no hay una postura de representatividad de los intereses nacionales y los valores de los diversos paises que la conforman, sino que se intenta un compromiso global del que ya se habla como si fuese una legislación por encima de las leyes que cada nación considere convenientes, conforme a su propia autodeterminación.
¿Es ya la ONU un supragobierno mundial por encima de los gobiernos de las naciones a las que debería de representar solamente?
¿O cómo se puede explicar esta intolerable intromisión contra México y el exigir "compromisos" e imposiciones legislativas a favor del asesinato -como lo es el aborto- de los habitantes de sus naciones agremiadas? ¿Toleraremos esta injerencia arbitraria? ¿Nuestros legisladores se someterán servilmente a los intereses de la Internacional Abortista o actuarán con conciencia y patriotismo, llegado el caso?
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Hay que luchar con las armas de la paz por el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos.
ResponderEliminarLa ONU no es un supra gobierno mundial, es un Organización constituida por los Estados Nacionales que son parte.
Debemos hacer sentir a nuestros gobernantes cual es el clamor popular, para que respeten nuestras culturas, nuestras creencias religiosas y para que garanticen los derechos humanos desde la concepción en el vientre materno.
Ya es hora de dar término a tantas intromisiones a nuestras economías, creencias y culturas… no somos sus vasallos ni sus conejitos de indias.
No nos vendamos por favores diplomáticos ni por beneficios económicos.
Las valoraciones jurídico-económicas del primer mundo están sustentadas en un individualismo autodestructor. Argumentado éste individualismo en un Derecho Positivo carente de toda valoración jurídica natural, solo nos lleva a la desnaturalización de la raza humana, al totalitarismo.
La democracia como sistema social de vida, jurídicamente instituido se va a tornar la gran farsa si no defendemos los valores sociales sustentados en el Derecho Natural, sustentado en tres axiomas:
- No dañar (a los hombre, a la naturaleza, a todo lo creado)
- Dar a cada uno lo suyo (actuar la justicia en todos los ámbitos de acción humana)
- Vivir honestamente (conforme la verdad)
Luchen por vuestros derechos, por vuestra cultura, por el respeto de vuestros valores.
Excelente comentario de Edit Liliana Ciotti
ResponderEliminarSaludos, sigan como van: ¡¡muy buen blog!!
Gerardo