viernes, 6 de noviembre de 2009

LA SENTENCIA CONTRA LOS CRUCIFIJOS ES UNA CONSECUENCIA DEL IRENISMO Y APERTURISMO DE LOS CATÓLICOS: MONS. LUIGI NEGRI


La polémica sentencia emitida por la Corte de Estrasburgo prohibiendo la exposición del crucifijo ha provocado una respuesta masiva, imponente e importante, por parte de la Iglesia Católica. Han tomado la palabra el cardenal Secretario de Estado, el “vocero” papal, el prefecto de la Congregación para los Obispos, los presidentes de los Consejos pontificios para el Diálogo interreligioso, para la Pastoral de los migrantes, para la Unidad de los cristianos, el Observador permanente de la Santa Sede ante el Consejo de Europa, la Conferencia Episcopal Italiana y varios obispos italianos en forma particular.

Si, por un lado, sorprendieron las inusuales palabras del cardenal Kasper afirmando que “esta manifestación de secularismo agresivo debería ser una señal para despertarnos y levantar un poco la voz”, sin duda la declaración de Mons. Luigi Negri, obispo de San Marino-Montefeltro, se destaca por sobre las demás al presentar el hecho como una “consecuencia de demasiado irenismo y aperturismo que atraviesa al mundo católico desde hace décadas”. Presentamos, a continuación, nuestra traducción del comunicado de Mons. Negri:
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La decisión tomada por la Corte de los Derechos humanos de Estrasburgo era ampliamente previsible y, en ciertos aspectos, esperada. En estas instituciones se está catalizando sustancialmente todo el peor laicismo que tiene una connotación objetivamente anticatólica y tiende a eliminar, incluso con la violencia, la presencia cristiana de la vida de la sociedad y, además, los símbolos de esta presencia. Otros ya han indicado, sobre todo la Conferencia Episcopal Italiana, la mezquindad cultural de esta decisión, la miopía, como ha dicho la Santa Sede, pero yo creo que es correcto decir que se trata de una voluntad subversiva hacia la presencia cristiana, conducida con una ferocidad sólo comparable a la aparente objetividad o neutralidad de las instituciones del derecho. Sin embargo, es también correcto – como hacían nuestros antepasados, y nosotros a menudo hemos olvidado esta lección -, que nos preguntemos si nosotros, como pueblo cristiano y, además, quisiera decir como eclesiásticos, no tenemos algunas responsabilidades por esta situación. Siempre es correcto leer en profundidad si, de algún modo, hemos corrido el riesgo de ser cómplices.

El asunto de Estrasburgo, en su brutalidad, es también una consecuencia de demasiado irenismo que atraviesa al mundo católico desde hace décadas, por el cual la preocupación fundamental no es nuestra identidad sino el diálogo a toda costa, estar de acuerdo con las posiciones más distantes. Este respeto de la diversidad de las posiciones culturales y religiosas, sostenido por la idea de una sustancial equivalencia entre las diversas posiciones y religiones, que hace perder al catolicismo su absoluta especificidad. Un irenismo, un aperturismo, una voluntad de diálogo a toda costa, que es recompensada de la única manera en que el poder humano recompensa siempre estas desordenadas actitudes de compromiso: el desprecio y la violencia.

Es necesario renovar la conciencia de la propia identidad, de la propia especificidad como acontecimiento humano y cristiano frente a cualquier otra posición, y prepararnos para vivir el diálogo con todas las otras posiciones, no sobre la base de una desmovilización de la propia identidad sino como expresión última, crítica, intensa, de nuestra identidad.

Finalmente, resultará tal vez una prueba significativa, una prueba que puede ser formativa, una prueba por medio de la cual – como a menudo nos recuerda la tradición de los grandes Padres de la Iglesia -, Dios continúa educando a su pueblo. Pero es necesario que el juicio sea claro y no se frene en reacciones emotivas sino que se lea en profundidad la tarea que tenemos delante: recuperar nuestra identidad eclesial y comprometernos en el testimonio frente al mundo.

Este acontecimiento ha impresionado profundamente al Obispo y a la Iglesia de San Marino-Montefeltro; el día 12 de noviembre, a las 18.30 hs en el Santuario del Crucificado de Talamello, el Obispo presidirá una Liturgia de reparación frente a lo que, objetivamente, es un gesto de rechazo del Crucificado. Al mismo tiempo, en las diversas realidades parroquiales de toda la Diócesis, los Párrocos han sido invitados a preparar este momento a través de oportunas iniciativas.
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Pennabili, 4 de noviembre de 2009.

+ Luigi Negri
Obispo de San Marino-Montefeltro

Fuente: La Buhardilla de Jéronimo. Título original: Consecuencias del "diálogo a toda costa".
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NOTA DE CATOLICIDAD:
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Con relación al Motu proprio “Summorum Pontificum”, Mons. Luigi Negri se destacó por haber enviado, en diciembre de 2007, un telegrama al Papa Benedicto XVI, mismo que reproducimos a continuación:
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Muy Santo Padre:
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La Diócesis de San Marino-Montefeltro, junto con su Pastor, ha recibido con gratitud y responsibilidad el Motu Proprio "Summorum Pontificum", reconociendo en las directivas propuestas por Su Santidad una mayor posibilidad para la educacion del pueblo Cristiano hacia una fe que se vuelva verdaderamente una parte de la persona y una presencia viva en la sociedad toda.
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Nuestra Diócesis no ha podido más que sentirse apenada por el persistente silencio de muchos en el mundo Católico, que parece revelar al menos disconformidad, si no distancia, hacia vuestras directiva, y no puede evitar indicar como fuente de preocupación la toma pública de posiciones que parecen problemáticas en comparación con el Magisterio de Vuestra Santidad.
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Vuestra Santidad, nuestra Diocesis es pequeña pero siempre ha sido incondicionalmente fiel a la persona y al Magisterio del Sucesor de Pedro. Confiamos, por lo tanto, que ésta nuestra fidelidad, que hemos querido expresar con este gesto, lo conforte en Vuestro Servicio. Nosotros sólo le pedimos vuestra Bendición Apostólica”.
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Pennabilli, 15 Diciembre de 2007.
+ Mons. Luigi Negri
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Ver comentarios abajo:
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2 comentarios:

  1. Vaya, ya era tiempo que los obispos hablarán. Bien por Mons. Luigi Negri.

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  2. ¿Kasper despertar? ¿Levantar aunque sea "un poco" la voz? A no ser que lo haga por táctica, pues es de los mismos que intentan destruir por dentro.

    Francisco

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