sábado, 30 de diciembre de 2023

HAY QUIENES A PESAR DE TENER OJOS NO VEN Y A PESAR DE TENER OÍDOS SE DEJAN ENGAÑAR


No es lo mismo bendecir personas que "bendecir" parejas de homosexuales o parejas en amasiato. Bendecir a la pareja como tal, implica bendecir la relación (la unión) necesariamente. Dios no avala las "bendiciones" a relaciones contra natura ni a relaciones en concubinato. Esas "bendiciones" son pecaminosas e inválidas (sin ningún efecto). Son tanto como "bendecir" un frasco de veneno: no surte efecto alguno la bendición y quien lo ingiera sufrirá su mortal efecto.

Los pretextos que se invocan para esas falsas bendiciones lo mismo se podrían invocar para bendecir un Cártel.

A la llegada del ultramodernista Víctor Manuel «Tucho» Fernández al Dicasterio (antes Congregación) para la Doctrina de la Fe, lo primero que hace es contradecir y desobedecer lo que esa misma Congregación había señalado conforme a las enseñanzas perennes de la Iglesia durante veinte siglos.

El católico debe obedecer a Dios antes que a los hombres y conservar la fe y las enseñanzas bimilenarias de la Iglesia Católica, manteniéndose siempre fielmente dentro de ella, que es la única verdadera.

 

viernes, 29 de diciembre de 2023

LA FE TIENE QUE SER ÍNTEGRA


"Es evidente que quien se adhiere a la enseñanza de la Iglesia como regla infalible presta su asentimiento a todo cuanto enseña la Iglesia. De lo contrario, si de las cosas que enseña la Iglesia admite las que quiere y excluye las que no quiere, no asiente a la enseñanza de la Iglesia como regla infalible, sino a su propia voluntad. Así, es del todo evidente que el hereje que de manera pertinaz rechaza un solo artículo no está preparado para seguir en su totalidad la enseñanza de la Iglesia (estaría, en realidad, en error y no sería hereje si no lo rechaza con pertinacia). Es, pues, evidente que el hereje que niega un solo artículo no tiene fe respecto a los demás, sino solamente opinión, que depende de su propia voluntad".

Santo Tomás de Aquino.

jueves, 28 de diciembre de 2023

LOS SANTOS INOCENTES– 28 de diciembre


MARTIROLOGIO ROMANO 

    Cuando Cristo nuestro Señor nació, hacía treinta años que reinaba en Judea Herodes Ascalonita, extranjero, aborrecido por los judíos por su fiereza y mala condición. Vinieron a Jerusalen los Magos, creyendo que en esta metrópoli del reino habría nacido el Rey de los judíos, que la estrella les había anunciado. Turbado Herodes, e informado de que el Mesías prometido había de nacer en Belén de Judá, enteróse muy particularmente de los Magos acerca de la estrella y del tiempo en que se les había aparecido y les encargó que fuesen a Belén, que adorasen al Santo Niño y volviesen a darle cuenta de lo que habían hallado, para que él también le fuese a adorar. Fueron allá los reyes Magos, mas el Ángel del Señor les avisó que no volviesen a Jerusalen, sino por otro camino tornasen a sus países, como así lo hicieron. 

     Entretanto, Herodes, esperaba con impaciencia el regreso de los tres Reyes Magos venidos del Oriente, a fin de saber dellos si habían encontrado en Belén al Rey revelado por la estrella. No viéndolos llegar, hizo prolijas investigaciones y supo que, después de su corta permanencia en aquella ciudad, se habían marchado. A esta noticia que trastornaba sus planes, el tirano montó en cólera y juró que aquél recién nacido llamado Rey de los judíos, no le arrebataría la corona. 

     Más, he aquí que un Ángel de Dios se apareció en sueños a José y le dijo;  –"José, levántate, toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto en donde permanecerás hasta que yo te avise el día de regreso, porque Herodes busca al Niño para matarle". 

     Cumplido su mensaje el Ángel se retiró. El santo patriarca, obedeciendo sin discurrir ni discutir las ordenes de Dios, levantóse e hizo a toda prisa los preparativos del viaje y, abandonándose a la divina Providencia, marchó con el Niño y su Madre. La Virgen María, sentada en el manso pollino que la trajo de Nazareth a Belén, llevaba cual el mas preciado tesoro a su Divino Hijo abrazándolo contra su pecho. Su alma y su corazón de madre se llenaban a cada instante de dolor; pero bastaba una mirada a su dormido Niñito Jesús para devolverle la calma, serenidad y valor. José, silencioso y recogido, velaba por estos dos Seres queridos, confiados a su guarda y rogaba al Altísimo porque sus Ángeles guiaran sus pasos por los caminos difíciles y peligrosos que iban a recorrer.

     Después de dos horas de marcha, divisaron al Oriente de Belén la ciudad de Tecua, donde David se refugió de los furores del rey Saúl. Al frente sus miradas se dilataban en el valle que vio caer al gigantesco y poderosísimo ejercito asirio del rey Senaquerib bajo la espada del Ángel exterminador.

     Un poco mas lejos, en la cumbre de una colina, se eleva la ciudad de Ramah a cuyos pies la Santa Familia llegó en su primera jornada.   

     Después de tres leguas recorridas por senderos escarpados y pedregosos, era necesario descansar para recuperar las fuerzas perdidas.

     No tenemos ninguna razón para apartarnos del itinerario trazado por los antiguos historiadores. Las estaciones de la Santa Familia están en perfecta relación con la distancia geográfica y los monumentos todavía existentes confirman la tradición. No necesitamos pues advertir que los Sagrados Evangelios guardan completo silencio acerca de todas estas particularidades del viaje a Egipto. 

     De Ramah, los Santos viajeros se encaminaron hacia el Poniente. A corta distancia, desviándose un poco hacia el Sur, llegaron a la colina de Hebrón; pero temiendo ser vistos por los soldados de Herodes, contentáronse con saludar desde lejos a Isabél y Zacarías sus amados parientes, a los restos venerados de Abrahán y a aquél valle de Mambré lleno todavía de las comunicaciones de Dios con los hijos de Adán.

     En Tzirrah, donde pasaron la noche, las montañas de Judá se inclinaban en suave pendiente hacia el mar grande, el Mediterraneo, desde donde se divisa la risueña llanura de los filisteos. También allí todo les recordaba de sus antepasados errantes y fugitivos como ellos. A su derecha, en Gaza, Sansón se sepulta bajo las ruinas del templo del dios Dagón y sus 6.000 adoradores. A su izquierda, el valle de Bethsabé les recuerda a Abrahán huyendo del hambre y al anciano Jacob acudiendo al llamado de su hijo José, Virrey del Egipto. Los divinos viajeros llegaron por fin a Lebhem en la frontera de la Judea con Egipto. Habían recorrido treinta leguas en varios días, y en los momentos en que salían de los dominios de Herodes, el perseguidor, en su intento de matar al Niño Dios, cometía un crimen tan horrible como inútil.

     Aterrorizado el viejo rey veía por todas partes enemigos. Los judíos aborrecían en él al asesino de sus reyes; su propio hijo Antipatro acababa de atentar contra el y Dios mismo le hacía ya sentir los síntomas de la horrible enfermedad que lo llevó a la tumba; y para colmo, se le amenaza con proclamar a un niño rey de los Judíos. 

     En su acceso de cólera demoníaca, llama a sus guardias fieles, tracios, escitas y galos, guerreros bárbaros habituados a ejecuciones sangrientas de suma crueldad y les ordena matar en la ciudad de Belén y sus contornos circunvecinos a todos los niños desde los recién nacidos hasta los de dos años, asegurándose de que únicamente así el Niño Jesús perecería en aquella matanza.

     Los asesinos, cual jauría desatada de hienas feroces y lobos furiosos sedientos de sangre, se lanzan a toda prisa a la ciudad de David; invaden los hogares arrancando de sus cunas y de los brazos de su madres a los tiernos niños y los degüellan sin piedad. En vano las madres enloquecidas de dolor lanzan gritos desgarradores; en vano quieren huir; en vano se ocultan por salvar a los capullitos de sus entrañas, las espadas asesinas descargan sus golpes por todas partes y siegan las vidas de las inocentes víctimas.   

     Desde las alturas de Ramá resonaban los lamentos, los alaridos desesperados y los gritos desgarradores de las madres transidas de dolor. Desde su tumba Raquél se unía a aquellas madres inconsolables para llorar con ellas, no ya por hijos que, a cuatro kilómetros de Ramá y por el valle de Sión, partían encadenados camino del cautiverio rumbo a Babilonia, sino sobre cadáveres ensangrentados y destrozados de inocentes niñitos.

     Como en los tiempos del gran Profeta Jeremías, quien vaticinó en sus famosas Lamentaciones el llanto sin consuelo de las hijas de Sión, venía a cumplirse exactamente el vaticinio de dicha matanza en su célebre profecía: –"¡Se oye una gran voz en Ramá; muchos llantos, muchos gemidos, es Raquel que llora por sus hijos y ya no quiere consolarse, porque ellos, ya no están!". 

     ¡Pobres madres! Enjugad, vuestras lágrimas enjugad; vuestros hijitos no existen ya; pero han derramado su sangre por el Niño Dios! ¡Durante todos los siglos y hasta el fin del mundo millones de voces cantarán su Gloria! ¡Salud, dirán aquellas voces, salud! ¡Salud flores de los mártires a quienes el perseguidor demoníaco ha segado en la aurora de la vida, tal como la tempestad arrebata de las plantas los pimpollos al nacer! ¡Primicias de la inmolación Redentora, tierno rebaño de corderitos, vuestras almas inocentes juguetean al pie del Altar entre palmas y coronas!

     Mientras Herodes ordenaba consumar aquella horrible carnicería, el Niño a quien quería matar reposaba tranquilo en el Egipto, dormido en los brazos de su Madre.

     Al salir José y María de la Judea, penetraron en el inmenso desierto que los judíos habían atravesado acaudillados por el Patriarca Moisés. Allí en aquellas llanuras arenosas, sus padres habían caminado durante cuarenta años, comido el maná del cielo, bebido el agua de las rocas y recibido Moisés, de Dios la Ley del Decálogo al pie del Monte Sinaí cuya cima dejaba ver el lejano horizonte. Confiados a Dios que sacó a los hebreos del desierto, los Santos desterrados se aventuraron en aquellas soledades desconocidas. Después de un viaje de cerca de treinta leguas a lo largo del gran Mar Rojo, llegaron a Faramah aquel lugar en el que José, Virrey del Egipto, fue a recibir al anciano Jacob, su padre. Remontando entonces el curso del Nilo, el río bendito de los egipcios, atravesaron la hermosa llanura de Tafnis, testigo de los numerosos prodigios realizados por Moisés para gloria del verdadero Dios. Sus pies hollaban la tierra ilustrada por los patriarcas, sobre todo por aquel niño salvado de las aguas, libertador de su pueblo y viva figura del Mesías.

Siguiendo su camino hasta Heliópolis donde aguardaron las órdenes de Dios.

     El Egipto, vasto templo de ídolos, servía de centro de reunión a todos los espíritus sucios del abismo. Allí se adoraban a dioses de figura humana, a los astros, a los animales y hasta a las legumbres de los huertos. Heliópolis, la ciudad "santa" de los egipcios, con su templo del sol, sus colegios de sacerdotes de los ídolos, sus sabios y filósofos, formaba como el centro idolátrico. Y sin embargo, en el seno de aquella ciudad enteramente pagana fue donde Dios había preparado una nueva patria a la Santa Familia.

     Los judíos desterrados después de la destrucción de Jerusalén y más tarde los proscritos de Antíoco, se habían refugiado en gran número en Heliópolis. A fin de tener un recuerdo de la madre patria y del culto a Yahve, construyeron allí un templo al verdadero Dios que casi igualaba en magnificencia al de Jerusalén.

     José y María se encontraron, pues, con muchos compatriotas, la mayor parte hijos de fugitivos y desterrados como ellos. Allí, en medio de aquella colonia de judíos, trabajaron para ganar el pan de cada día viviendo como en Belén desconocidos y pobres. Una miserable gruta (los peregrinos que van hoy a Tierra Santa, visitan también la gruta de Heliópolis), les servía de asilo; pero Jesús habitaba allí con ellos y sus corazones superabundaban en gozo en medio de tantas tribulaciones comiendo el pan del destierro, con los ojos puestos en el camino de la patria y aguardando de Dios la orden de regreso.

     Tan atroz e inhumana maldad castigóla el Señor, dando al bárbaro rey una multitud de tantas y tan agudas enfermedades, que todo su cuerpo era un retablo de dolores: porque tenía las entrañas llenas de llagas y dolores cólicos, los pies hinchados, algunas partes del cuerpo hechas hervidero de gusanos, los nervios contrahechos, la respiración dificultosa y de todo su cuerpo salía un olor tan pestilencia, que no se podía sufrir y vino a tan grande aborrecimiento de sí mismo, que pidió un cuchillo con intento de matarse y hubiéralo hecho, si un nieto suyo no se lo hubiese estorbado. 

     El maldito Herodes murió el año de Roma del 750, el 25 de marzo, cerca de un mes después de la matanza de los Santos Inocentes. Los detalles sobre su enfermedad y horrible muerte se encuentran perfectamente consignados por el historiador judío Flavio Josefo (Antiquit. XVI y XVII). Tal fué el fin de este hombre tan ambicioso, cruel y endiablado.

     REFLEXIÓN(²): Mueren, dice San Agustín, los niños inocentes por Cristo y la inocencia muere por la justicia. ¡Qué bienaventurada edad fué aquella, que no pudiendo aún nombrar a Cristo, mereció morir por Cristo! ¡Qué dichosamente murieron aquellos, a quienes entrando en esta vida, tuvo fin su vida; pero el fin de su vida temporal fué el principio de la eterna y bienaventurada. Apenas habían llegado a los pañales y cunas de la niñéz, cuando recibieron la corona: son arrebatados de los brazos de sus madres para ser colocados en el seno de los Ángeles.

     ORACIÓN: Oh Dios, cuya gloria confesaron los inocentes mártires no con palabras, sino con su sangre: mortifica en nosotros todos los vicios, a fin de que nuestra vida y costumbres sean una confesión de aquella fe, que de palabra profesamos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

                                   *       *       *

     Más, si bien es cierto que Herodes ordenó matar a aquellos niños, esos inocentes no eran precisamente hijos suyos; ¡y sin embargo, llegado al caso, el propio cruelísimo Herodes se horrorizaría de aquellas madres modernas que, en los tiempos actuales asesinan a sus propios hijos por el crimen sin parangón del aborto! Porque debéis saber que los crímenes de Herodes son nada en comparación a la malicia de aquellas legislaciones inicuas y malditas que establecieron leyes para que médicos y doctores practicaran el tan horrendo crímen del aborto, como así también aquellos padres y madres que consintieron en el asesinato de sus propios hijos viniendo tales asesinatos a ser tan graves ante la Faz de Dios que sobrepuja ampliamente en conjunto, en detalle y malicia al crímen del feroz Ascaloni.

     A todos aquellos sostenientes y ejecutores de "la muerte blanca" añadirle ha Dios las plagas descritas en el Libro del Apokalypsis y detraerlos su parte del Libro de la Vida y de la Ciudad Santa, porque por crímenes tan nefandos mancharon sus almas con la sangre inocente de sus propios hijos haciéndose así semejantes a los demonios y por ende reos de eterna condenación.

     Santos Niños Inocentes del Dios Altísimo, rogad por nosotros y protejed a la niñez amenazada hoy día por "los actuales asesinos mil veces peor que Herodes" que atentan contra el nacimiento de los niños con el aborto; contra la vida espiritual y la inocencia de los niños, en el cine, la televisión, el internet, la pornografía infantil, la literatura impía, la escuela laica, la modas impúdicas, los escándalos con los malos ejemplos y "consejos" inmorales, heraldos todos del "hombre sin ley", el Anticristo.

Amén.

                                   *       *       *

MEDITACIÓN: LA FIESTA DE LOS SANTOS INOCENTES(³)

     I. Estos niños vertieron su sangre por Jesucristo antes de conocerlo. Hace ya tantos años que tú conoces a Dios y los beneficios con que te ha colmado, y ¿cómo lo has servido? Dale la flor de tu vida, conságrale a su servicio tus mejores años, como los santos inocentes. ¡Dichosos niños, no pueden aún pronunciar el nombre de Cristo, y ya merecen morir por Él! (San Eusebio). 

     II. No es hablando, sino sufriendo y muriendo, como estas primicias de los mártires, estas flores de la naciente Iglesia confesaron la fe de Jesucristo. A menudo Dios pide que tú lo confieses callándote y sufriendo. Te calumnian, te persiguen: sufre, cállate. ¡Ah! ¡cuán elocuente testimonio de tu fidelidad es esta paciencia muda! En vano dices que eres totalmente de Dios: corresponde que lo digan tus acciones; trabaja por Dios, sufre por amor suyo.

     III. Debes ser inocente como estos niños si quieres entrar en el cielo: Si perdiste la inocencia bautismal, es preciso que laves tu alma en las amargas aguas de la penitencia. Ojos míos, derramad vuestras lágrimas para extinguir el fuego del infierno y aun del purgatorio, y para lavar mis pecados; porque nada que esté sucio entrará en el reino de los cielos. ¡Dichoso si a semejanza de estas santas almas, podemos obtener la corona del martirio! Esta edad, todavía no apta para la lucha, está ya madura para la victoria.

ORACIÓN

     Oh Dios, cuyos inocentes mártires publican hoy la gloria no con sus palabras sino con su sangre, haced morir en nosotros los vicios todos, a fin de que la santidad de nuestra vida venidera proclame la fe que confiesan nuestros labios. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

_________________________

Fuentes: 

     (¹)"JESUCRISTO; su Vida, su Pasión, su Triunfo", del Rvdo. P. Berthe, F.SS.R.

     (²)"FLOS SANCTORUM ANNO DOMINI" de la Familia Cristiana (Vidas de los Santos y Principales Festividades del Año, ilustradas con otros tantos grabados y acompañadas de piadosas reflexiones y de las oraciones litúrgicas de la Iglesia), por el Rvdo. P. Francisco de Paula Morell S. J. Año de 1890.

     (³)"MARTIROLOGIO ROMANO" (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.


miércoles, 27 de diciembre de 2023

28 DE DICIEMBRE: DÍA DE LAS VÍCTIMAS DEL ABORTO (EFECTOS ABORTIVOS DE ALGUNOS ANTICONCEPTIVOS)



EFECTOS ABORTIVOS DE ALGUNOS ANTICONCEPTIVOS

Cortesía de: www.vidahumana.org

1. Las píldoras anticonceptivas
2. Los dispositivos intrauterinos (DIUs)
3. Los implantes e inyectables
4. La píldora RU 486
5. "Anticoncepción de emergencia" o "anticonceptivos post-coito"

Human Life Internationational se opone a la fabricación, la distribución y el uso de todos los abortivos. Según la enciclopedia/diccionario de la medicina Encyclopedia and Dictionary of Medicine, Nursing and Allied Health, un abortivo "es un fármaco o cualquier otra cosa que provoque el aborto". De hecho, es un aborto químico. La Iglesia Católica prohíbe el uso de abortivos por el mismo motivo que se opone al aborto quirúrgico. Como enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: "La vida humana debe ser respetada y protegida desde el momento mismo de la concepción" (número 2270). Algunos abortivos también son contraceptivos en la forma en que actúan, lo cual también es gravemente inmoral. Como afirma la constante enseñanza de la Iglesia: "Es intrínsecamente mala 'toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación'" (Catecismo de la Iglesia Católica, número 2370, cf. Encíclica Humanae vitae, número 14).

Existen actualmente más de 200 abortivos bajo investigación; los que más se usan son los siguientes:

La píldora anticonceptiva o contraceptivo oral - Los diversos tipos de píldoras anticonceptivas que están en el mercado funcionan todas de un modo similar. En general, la píldora "engaña" al cuerpo de la mujer para que éste actúe como si ella estuviera continuamente embarazada. Impide que el sistema reproductivo de la mujer funcione normalmente al hacer que sus ovarios mantengan un inusual nivel de estrógeno y/o de progestina. Como resultado, la ovulación cesa de ocurrir o se reduce. La píldora no siempre impide la fertilización (concepción), y cuando ésta ocurre, la píldora generalmente impide que el óvulo fecundado (la nueva vida humana), se implante en la membrana del útero. En esos casos, la píldora actúa como un abortivo directo.

El dispositivo intrauterino (DIU) - Es un pequeño artefacto hecho de plástico que tiene la forma de una "T", el cual se inserta en el útero para obstaculizar tanto la fertilización como la implantación del óvulo. Aunque los investigadores no están seguros con respecto a cómo obstaculiza el DIU la fertilización, se cree que inmoviliza a los espermatozoides y además hace que el óvulo baje prematuramente a la trompa de Falopio. Los DIUs también contienen progestina o cobre, los cuales impiden la implantación del óvulo fecundado en el útero. Cuando esto sucede, el DIU obviamente funciona como un abortivo.

El Norplant - Seis pequeños tubos del tamaño aproximado al de los fósforos se introducen debajo de la piel en la parte superior del brazo de la mujer. Estos segregan una dosis baja de progestina, un abortivo que impide que el ser humano en desarrollo se implante en el útero materno. El Norplant, por lo tanto, también es abortivo.

La RU 486 - Es una píldora abortiva que se utiliza en las primeras nueve semanas del embarazo. Bloquea la acción de la hormona progesterona, y por tanto impide que un óvulo fecundado se implante en la membrana uterina. También se le llama mifepristone. Por sí sola, no siempre hace que se complete el aborto. Por ello, después que ha impedido la implantación - o sea, que ha matado de hambre a un embrión - administran una dosis de prostaglandina, la cual produce contracciones del útero y finalmente el embrión es expulsado de éste.

Depo Provera - Impide que el ovario expulse un óvulo y hace más grueso el moco cervical para obstaculizar el movimiento de los espermatozoides. Funciona también como un abortivo, porque impide la implantación del óvulo fecundado al irritar la membrana del útero. La Depo Provera se administra mediante una inyección de 150 miligramos de depotmedroxyprogesterona (DMPA), cada tres meses.

Preven - al igual que la RU 486, es una píldora abortiva llamada "anticonceptivo de emergencia" o "píldora para la mañana siguiente". Contiene estrógeno y progestina. Una mujer que desee abortar químicamente toma una dosis de estas píldoras 72 horas después de haber tenido relaciones sexuales y otra segunda dosis 12 horas más tarde. Este "cocktail abortivo" impide que el óvulo fecundado se implante en la membrana del útero. El diminuto ser humano muere de hambre y de asfixia, y es expulsado del útero.

El Dr. Ralph Miech M.D., Ph.D., profesor asociado de medicina de la Universidad Brown, describe a Preven en el Providence Journal (8-3-98) del siguiente modo : "Este tipo de píldora provoca un aborto...desde el punto de vista farmacológico, a este fármaco se le debía llamar 'abortion-after pill' [porque hace abortar después de ser tomada, nota de la traductora]. Lo mismo se puede decir sobre todas las "píldoras para la mañana siguiente".

De acuerdo con el Consejo Nacional de Obispos Católicos, los que fabrican y venden los "anticonceptivos de emergencia", están informando mal al público con respecto a los efectos abortivos de sus productos. "¿Cómo puede ser esto anticoncepción?", preguntaron los obispos de EE.UU. en una nota de prensa emitida en 1998. "A las mujeres se les engaña haciéndoles creer que estas píldoras actúan como anticonceptivos; pero uno de los modos en que común y deliberadamente actúan es impidiendo el desarrollo del embrión, lo cual causa su muerte."

1. Las píldoras anticonceptivas:

Los anticonceptivos orales o píldoras actúan impidiendo la ovulación o cambiando el moco cervical de modo tal que éste impide el paso de los espermatozoides, teniendo en ambos casos un efecto anticonceptivo. Pero además producen cambios en el endometrio uterino que impiden que el óvulo ya fecundado (o sea de una vida recién comenzada) se anide, siendo este efecto abortivo.

La concepción o fecundación se produce en el instante mismo en que el espermatozoide penetra el óvulo, a partir del cual no cabe duda alguna de que existe una nueva vida humana.

FUENTES: Javier Marco Bach, "Métodos artificiales de regulación de la fertilidad humana," Cuadernos de Bioética (abril-junio de 1991): 37; Paternidad Planificada. Solicitud de Financiamiento al Gobierno de los EE.UU., enero 9, 1982; Albert D. Lorencz M.D.: ¿Cómo funciona la píldora?; Luteranos a favor de la vida, Abortos silenciosos, EE.UU.

2. Los dispositivos intrauterinos (DIUs):

Los DIUs, tales como el ASA, la T de cobre y el Anillo, son artefactos de diferentes materiales que se introducen en el útero para evitar la procreación. Actúan química y mecánicamente, impidiendo a veces la anidación del óvulo ya fecundado en el útero, lo cual es un efecto abortivo.

Este efecto es producido de varias maneras. Los DIUs aceleran el transporte del óvulo fecundado a través de la trompa, por lo que al llegar al útero éste no está capacitado para recibirlo y lo aborta. También producen destrucción por lisis del blastocisto (el ser humano en sus primeras etapas de desarrollo); desplazan mecánicamente del endometrio (la capa que recubre internamente al útero) al blastocisto ya implantado en él; impiden la implantación debido a la respuesta inflamatoria al cuerpo extraño que se produce en el endometrio; y alteran el proceso de maduración y proliferación del endometrio afectando la implantación.

FUENTES: Hatcher R. Atrussell, J. Stewart T. y col., Tecnología anticonceptiva, Edición Internacional, p. 359-369; Javier Marco Bach, "Métodos artificiales de regulación de la fertilidad humana," Cuadernos de bioética (1991): 37; Carol Lynn, "Anticonceptivos después del coito sin protección," Network en español (enero de 1995): 7; Luteranos a favor de la vida, Abortos silenciosos, EE.UU.

Los dispositivos intrauterinos

Por el Dr. Lloyd J. Duplantis

El DIU es un pequeño lazo de metal o de plástico que se inserta en el útero de la mujer. El mecanismo de acción es generalmente presentado como "desconocido". Esta es una concepción amplia y engañosa que es comúnmente utilizada para esconder su probable efecto abortivo.

El indicador clave de que el modo primario de acción del DIU es su efecto abortivo, el cual evita la implantación del óvulo fertilizado, es la tasa de embarazo. El hecho de que el embarazo ocurre con una tasa esperada de 8 (espiral de cobre) a 20 (impregnado con progesterona) veces más alta que con las píldoras contraceptivas orales1 combinadas, indica que la ovulación y la fecundación están ocurriendo frecuentemente.

El índice típico de embarazo con DIU es del 16% (16 de cada 100 mujeres que usan este método durante un año quedarán embarazadas). El índice de embarazo ectópico es 10 veces mayor que en la población normal.2

En orden de distanciar, confundir o encubrir aún más la realidad del modo de acción de estos productos, se declara que el cobre mezclado o incluido en estos productos es 100% efectivo en evitar la concepción, punto crucial para mantener la creencia de que la concepción nunca tiene lugar. Como puede verse fácilmente, dado que las verdaderas tasas de embarazo son más altas de lo que se esperaba, esta es una propuesta ridícula. Una explicación mucho más probable es que el cobre interfiere realmente con algún proceso enzimático y/o la implantación de embriones de 5 a 14 días de edad gestacional.3

Otro claro indicador de que el mecanismo de acción que se alega impide la concepción no es primario o siquiera realista, es el hecho de que el DIU sin contenido de cobre u hormona puede prevenir el embarazo por sí mismo. Otra área a prestar atención para demostrar el efecto abortivo del DIU es el hecho de que es usado como contraceptivo de emergencia o contracepción post coital, al ser insertado varios días después de la relación. La concepción podría ya haber ocurrido y la forma más probable de acción sería la irritación del endometrio a fin de prevenir la implantación.4

Se dice asimismo que, dado que la HCG (gonadotrofina coriónica humana) no se eleva en la mujer que utiliza el DIU, el embarazo no ocurre. La HCG sólo comienza a mostrar aumentos sustanciales en el suero de la mujer tres días después de ocurrida la implantación. Por lo tanto, si un DIU afecta la implantación, no habría elevación de HCG salvo que el humano recién concebido supere los efectos del DIU sobre el endometrio y aún así, sobreviva.

En los humanos, el ión cobre liberado desde un DIU de cobre, aumenta la reacción inflamatoria y alcanza concentraciones en los fluidos luminales del tracto genital, que son tóxicos para los espermatozoides y los embriones. En mujeres usuarias del DIU, todo el tracto genital se muestra afectado, al menos parcialmente, por la transmisión luminal de los fluidos acumulados en el ambiente uterino. Esto afecta la función o viabilidad de las gametas, disminuye la tasa de fertilización y mengua las chances de supervivencia de algún embrión que pueda haberse formado, aún antes de alcanzar el útero.5

El efecto del DIU a nivel uterino es su acción de destrucción del blastocisto previo a su implantación. Además, si la implantación ocurre, puede uno esperar una mayor incidencia de abortos espontáneos en estos embarazos.

Es importante que la mujer tenga esta información y que pueda tomar una decisión moral y ética apropiada. Muy a menudo ella recibe de su médico la información de que el mecanismo de acción del DIU es desconocido. Para el médico, ya no es adecuado decirle a sus pacientes lo mismo.

En 1960, el mecanismo no era claro, pero con el avance del conocimiento esta acción ha sido más claramente elucidada. Los médicos tienen la responsabilidad ética de informar a sus pacientes sobre la acción abortiva del DIU.6

Nota: Este artículo fué presentado ante el Congreso de la República de Brasil para impedir el uso del DIU. El Dr. Lloyd J. Duplantis es, entre otras cosas, el Presidente de la Asociación de Farmacéuticos pro vida de USA. La homepage en Internet para "Pharmacists for life" está en http://www.pfli.org y es posible contactarlo en inglés través de su e-mail allí. El Dr. Duplantis consiguió que se aprobara una «Cláusula de conciencia» en EE.UU. por la cual un farmacéutico no puede ser obligado a distribuir productos que atenten contra sus convicciones. Es decir, las píldoras abortivas y medicamentos para ser usados en practicar la eutanasia. El suicidio asistido ya es legal en el estado de Oregón, y en Noviembre se votará una ley similar en el estado de Michigan.

La traducción ha sido realizada por la Licenciada María Magdalena Orellana (Psicóloga) y el Dr. Gabriel Marcón (Médico Ginecólogo), matrimonio a cargo de la Pastoral Prematrimonial de la Parroquia San Juan Bosco (Caleta Olivia, Pcia. de Santa Cruz, República Argentina, Septiembre 1998).

Citas:

1. Wyeth Laboratories. (1994). "Triphasic-28 Product Information". Philadelfia. Wyeth-Ayerst.

2. Wilson, M. (1996). "Amor y familia". Ignatius Press. San Francisco (pág. 281-287)

3. Kuhar, B. (1995). "Infant Homicides trough contraceptives". 2nd ed Eternal Life. Bardstown, KY. Pg. 20-21.

4. Hatcher, et al. (1994). "Contraceptive Technology".

5. Bardin, C.W. et al (1996) "Mechanisms of action of intrauterine devices", Obstetrical and Gynecological Survey Vol. 51, Number 12, Suplement-NICHD, Bethesda, MD.

6. Hilgers, T. "An evaluation of intrauterine device". Report, Dept of Obstetrics'Gyn, St Louis Un School of Med. St. Louis, Missouri.

3. Los implantes e inyectables:

Los implantes, como el Norplant, y los inyectables, como la Depo-Provera tienen el mismo mecanismo de acción abortiva que la píldora. Tanto el uno como el otro tienen sólo progestágenos.

En las Filipinas donde el aborto es ilegal, la compañía farmacéutica internacional Upjohn estaba fabricando la Depo-Provera y comercializándola como si fuera un anticonceptivo, cuando en realidad es abortiva.

FUENTES: Sarah Keller, "La progestina es muy eficaz y segura," Network en español, Family Health International, vol. 10, no. 3, julio de 1995, pp. 4-10; Alfredo Cuadrado, A favor de la vida 3ra ed. (Santo Domingo, R.D.: Colección para la Familia, 1990), 141.


4. La píldora RU 486:

Es una píldora abortiva que se utiliza en las primeras nueve semanas del embarazo. Bloquea la acción de la hormona progesterona, y por tanto impide que un óvulo fecundado se implante en la membrana uterina. También se le llama mifepristone. Por sí sola, no siempre hace que se complete el aborto. Por ello, después que ha impedido la implantación - o sea, que ha matado de hambre a un embrión - administran una dosis de prostaglandina, la cual produce contracciones del útero y finalmente el embrión es expulsado de éste.

Véase:
RU 486: Sepa por qué los católicos rechazan este fármaco abortivo.


5. "Anticoncepción de emergencia" o "anticonceptivos post-coito":

Los "anticonceptivos post-coito" constituyen una forma de "evitar" la procreación basada en la falsa teoría de que el embarazo comienza con la implantación del óvulo ya fecundado (o sea, de la nueva vida humana) en el útero, en vez de la fecundación. Basándose en este idea errónea se les dan el nombre de "anticonceptivos post-coito" o "anticoncepción de emergencia", cuando en realidad se trata de un aborto.

Para lograr ese objetivo utilizan diferentes métodos, tales como el dispositivo intrauterino (DIU) y ciertas dosis de la píldora abortiva RU 486 y de la misma píldora anticonceptiva durante cierto tiempo después del acto sexual.

En todos estos métodos lo que se busca es evitar la implantación del óvulo ya fecundado, por lo que son métodos abortivos.

FUENTE: Carolo Lynn, "Anticonceptivos después del coito sin protección, Network en español (enero de 1995): 7.

NOTA DE CATOLICIDAD: VIDA HUMANA INTERNACIONAL señala que "es imposible calcular con exactitud el número total de abortos causados por los ya mencionados anticonceptivos. Sin embargo, tomando en cuenta el número de mujeres que los usan y el porcentaje de veces en que se da el mecanismo abortivo de los mismos, los expertos concluyen que el número total de estos abortos a nivel mundial es entre 3 y 10 veces mayor que el de abortos quirúrgicos. Por tanto, se estima que el número total de abortos causados por estos anticonceptivos a nivel mundial en un año es entre 150 millones y 500 millones. Si a estas cifras les añadimos los 50 millones de abortos quirúrgicos anuales en el mundo, tenemos un total de entre 200 millones y 550 millones de abortos causados por el hombre en el mundo todos los años. En ninguna guerra se ha matado a tantas personas."


domingo, 24 de diciembre de 2023

¡FELIZ NAVIDAD A NUESTROS LECTORES-AMIGOS!


El Niño no encontraba un lugar dónde nacer, abramos nuestros corazones, abramos nuestros hogares al Dios Niño. Que encuentre en nuestra familia un refugio de amor y mostrémonos fieles a nuestro Redentor que nace entre pajas mientras los ángeles entonan sus coros celestiales en su honor.

En estos tiempos que el mundo desprecia su ley, sean nuestros hogares sitios donde encontrará acogimiento, fidelidad y amor.

CATOLICIDAD desea a todos sus lectores-amigos que, en esta fecha, el Dios Niño los inunde de gracias y bendiciones y que sean aprovechadas grandemente para beneficio de sus almas y bien de sus familias. ¡Feliz Navidad!

viernes, 22 de diciembre de 2023

LA NUEVA DECLARACIÓN DICE LO CONTRARIO QUE LA ANTERIOR: CARDENAL MÜLLER, EX PREFECTO DE LA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE



Cardenal Müller sobre 'Fiducia supplicans': «La única bendición de la Madre Iglesia es la verdad que nos hará libres»

«¿No está esta afirmación en directa contradicción con la doctrina católica? ¿Está obligado el fiel a aceptar esta nueva enseñanza? ¿Está permitido al sacerdote cumplir este tipo de bendiciones privadas recién inventadas? ¿Y puede prohibirlas el obispo diocesano en caso de que se dieran en su diócesis?»


El que fuera Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (hoy Dicasterio), el Cardenal Müller, ha compartido con varios medios de comunicación su autorizado análisis sobre la Declaración Fiducia supplicans, que reproducimos en su totalidad:

La única bendición de la Madre Iglesia es la verdad que nos hará libres.

Nota sobre la Declaración Fiducia supplicans

El Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la fe (DDF), con la declaración Fiducia supplicans (FS) sobre el sentido pastoral de las bendiciones, ha realizado una afirmación inaudita en la enseñanza de la Iglesia católica. Pues este documento afirma que es posible a un sacerdote bendecir, no litúrgicamente sino privadamente, parejas que viven la sexualidad fuera del matrimonio, incluidas parejas del mismo sexo. Las múltiples preguntas de obispos, sacerdotes y fieles laicos que han surgido ante estas afirmaciones merecen una respuesta clara y distinta.

¿No está esta afirmación en directa contradicción con la doctrina católica? ¿Está obligado el fiel a aceptar esta nueva enseñanza? ¿Está permitido al sacerdote cumplir este tipo de bendiciones privadas recién inventadas? ¿Y puede prohibirlas el obispo diocesano en caso de que se dieran en su diócesis? Para responder, veamos qué enseña exactamente este documento quisiera que creyéramos y en qué argumentos se apoya.

El documento en cuestión, que la asamblea general de cardenales y obispos de este Dicasterio no discutió ni aprobó, reconoce que la hipótesis (¿o enseñanza?) que propone es completamente nueva, y que se basa sobre todo en el magisterio pastoral del Papa Francisco. Según la fe católica, el Papa y los obispos pueden poner ciertos acentos pastorales y relacionar de forma creativa la verdad de la revelación con los nuevos desafíos de cada época, por ejemplo en el campo de la doctrina social o de la bioética, respetando los principios fundamentales de la antropología cristiana. Pero estas innovaciones no pueden ir más allá de lo que les ha sido revelado de una vez por todas por los Apóstoles como Palabra de Dios (Dei verbum 8). De hecho, no se encuentran textos bíblicos o textos de los padres o doctores de la iglesia ni documentos anteriores del Magisterio que apoyen las conclusiones de FS. Además, se trata de un salto doctrinal. Pues sólo se puede hablar de desarrollo de la doctrina si la nueva explicación está contenida, al menos implícitamente, en la revelación y, ante todo, no contradice las definiciones dogmáticas. Y un desarrollo doctrinal que alcanza un sentido más profundo de la enseñanza tiene que haberse producido gradualmente, a través de un tiempo largo de maduración (cf. Dei verbum 8). Ahora bien, el último pronunciamiento magisterial sobre este tema lo dio la misma Congregación para la Doctrina de la Fe en marzo de 2021, hace menos de tres años, negando categóricamente la posibilidad de bendecir estas uniones. Esto se aplica tanto a las bendiciones públicas como a las bendiciones privadas sobre personas en condiciones de vida pecaminosas.

¿Cómo justifica FS que, aun proponiendo una doctrina nueva, no se niega con ella cuanto afirmaba el anterior documento de 2021?

FS reconoce, en primer lugar, que tanto el Responsum como la doctrina valida y vinculante tradicional sobre las bendiciones no permiten que se bendigan situaciones que son contrarias a la ley de Dios y el Evangelio de Cristo, como es el caso de las uniones sexuales fuera del matrimonio. Esto es claro para los sacramentos, pero también para otras bendiciones que Fiducia supplicans llama «litúrgicas» y que se encuentran entre los ritos que la Iglesia ha llamado «sacramentales», como se describen en el Ritual Romano posterior al Vaticano II. En estos dos tipos de bendiciones tiene que darse consonancia entre la bendición y la enseñanza de la Iglesia (FS 9-11).

Por eso, para poder aceptar la bendición de situaciones que son contrarias al Evangelio, el DDF propone una solución original: ampliar el concepto de bendición (FS 7,12). Esto se justifica de la siguiente forma: «Se debe también evitar el riesgo de reducir el sentido de las bendiciones solo a este punto de vista [las bendiciones 'litúrgicas' de los sacramentos y de los sacramentales], porque nos llevaría a pretender, para una simple bendición, las mismas condiciones morales que se piden para la recepción de los sacramentos» (FS 12). Es decir, es necesario un nuevo concepto de bendición, que llegue más allá de los sacramentos, para poder acompañar también el camino de quien vive en pecado.

Ahora bien, esta expansión más allá de los sacramentos ya se daba, de hecho, a través de los sacramentales. La Iglesia no ha pedido las mismas condiciones morales para una bendición que para recibir un sacramento. Esto ocurre, por ejemplo, ante un penitente que no quiere abandonar su situación de pecado, pero que puede humildemente pedir una bendición personal para que el Señor le de luz y fuerza para llegar un día a entender y seguir las enseñanzas evangélicas. Para esto no haría falta un nuevo tipo de bendición.

¿Para qué es necesario entonces ampliar el sentido de una bendición, si ya las bendiciones como las entiende el ritual romano van más allá de los sacramentos?

Es que la bendición entendida en forma tradicional, aunque va más allá de los sacramentos, solo permite bendiciones de «cosas, lugares o circunstancias que no contradigan la norma o el espíritu del Evangelio» (FS 10, citando el ritual romano). Y este es el punto que se quiere superar, pues se quieren bendecir circunstancias, como una relación estable entre personas del mismo sexo, que contradicen la norma y el espíritu del Evangelio. Es verdad que la Iglesia puede añadir «nuevos sacramentales» a los ya existentes (Vaticano II: Sacrosanctum Concilium 79), pero no cambiar su significado de tal manera que trivialicen el pecado, sobre todo en una situación cultural cargada ideológicamente que además induce a error a los fieles. Y este cambio de significado es precisamente lo que sucede en FS, que inventa una nueva categoría de bendición más allá de la que está ligada a un sacramento o a los sacramentales como los había entendido hasta ahora la Iglesia. FS dice que se trata de bendiciones no litúrgicas, propias de la piedad popular. Tendríamos así estos tres niveles:

  1. Oraciones ligadas a sacramentos, que piden que la persona esté en gracia para recibirlas, o que se quiera apartar del pecado.
  2. Bendiciones como las que recoge el Ritual Romano y como las ha entendido siempre la doctrina católica, que se pueden dirigir a personas, incluso cuando viven en pecado, pero no a «cosas, lugares o circunstancias contrarias a la norma o al espíritu del evangelio» (FS 10, citando el Ritual Romano). Así, por ejemplo, podría bendecirse a una mujer que ha abortado, pero no una clínica abortista.
  3. Las nuevas bendiciones que propone FS serían bendiciones pastorales, no litúrgicas ni rituales. Por tanto, ya no tendrían tampoco la limitación de las bendiciones descritas en el Ritual Romano (tipo «b»). No sólo podrían aplicarse, como en las bendiciones del Ritual Romano, a personas en pecado, sino también a cosas, lugares o circunstancias contrarias al Evangelio.

La novedad está en estas bendiciones de tipo «c», o «bendiciones pastorales», que por no ser litúrgicas sino más bien de «piedad popular», no comprometerían, según FS, la doctrina evangélica, y no tendrían que guardar coherencia ni con las normas morales ni con la doctrina católica. ¿Qué decir de esta nueva categoría de bendiciones?

Una primera observación es que no se encuentra base para este nuevo uso en los textos bíblicos que se aducen, ni tampoco en ninguna declaración anterior del Magisterio. Incluso los textos que se ofrecen del Papa Francisco tampoco ofrecen pie a este nuevo tipo de bendiciones. Pues ya las bendiciones de acuerdo con el Ritual Romano (tipo «b») permiten bendecir a alguien que vive en pecado. Y este tipo de bendiciones puede aplicarse sin problema a quien está en la cárcel o en una casa de rehabilitación, como dice Francisco (citado en FS 27). Las nuevas bendiciones pastorales (tipo «c») van más allá de lo dicho por Francisco, pues con estas bendiciones se podría bendecir también una realidad contraria a la Ley de Dios, como la relación extramatrimonial. De hecho, según el criterio de estas bendiciones pastorales se llegaría al absurdo de poder bendecir, por ejemplo, una clínica abortista o un grupo mafioso.

A partir de aquí surge una segunda observación: es siempre arriesgado inventar nuevos términos contrarios al uso corriente del lenguaje. Pues este modo de proceder da lugar a ejercicios arbitrarios del poder. En nuestro caso, la bendición tiene una objetividad propia, y no puede ser redefinida para que se amolde a una intención subjetiva contraria a la esencia de una bendición, pues se caería en la arbitrariedad. Viene a la mente la famosa frase de Humpty Dumpty en Alicia en el País de las Maravillas: «Cuando yo uso una palabra significa lo que yo elijo que signifique, ni más ni menos». Alicia responde: «la cuestión es si puedes hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes». Y Humpty Dumpty sentencia: «la cuestión es quién es el que manda aquí; eso es todo».

La tercera observación se refiere al concepto mismo de «bendición no litúrgica», con la que no se pretende sancionar nada (FS 34), y que sería la bendición pastoral (tipo «c»). ¿En qué se diferencia de la bendición contemplada en el Ritual Romano (tipo «b»)? La diferencia no es la espontaneidad, que ya es posible en bendiciones de tipo «b», pues no es imprescindible que estén regladas o aprobadas en el Ritual. Tampoco está la diferencia en la piedad popular, pues las bendiciones de acuerdo con el Ritual Romano son ya aptas para tal piedad popular, que necesita la bendición de objetos, lugares y personas diversas. Parece que esta bendición pastoral (tipo «c») está creada ad hoc para poder bendecir situaciones contrarias a la norma o espíritu del Evangelio.

Esto nos lleva a una cuarta observaciónque se refiere al objeto de esta bendición pastoral, que la diferencia de la bendición de acuerdo con el Ritual Romano, pues la bendición pastoral se imparte sobre situaciones contrarias al Evangelio. Nótese que aquí no se bendicen solo a personas pecadoras, sino que, al bendecirse a la pareja, se bendice a la relación pecaminosa en sí misma. Ahora bien, Dios no puede enviar su gracia sobre una relación que se opone directamente a Él, y que no puede ordenarse en un camino hacia Él. La relación sexual extraña al matrimonio, qua relación sexual, no puede acercar a los hombres a Dios, y no puede por tanto abrirse a la bendición de Dios. Por eso, aun cuando se realizara esta bendición, su único efecto sería confundir a las personas que la reciben o que asisten a la bendición, que pensarían que Dios ha bendecido lo que Él no puede bendecir. Es verdad que el cardenal Fernández, en declaraciones al medio Infovaticana, ha aclarado que no se está permitiendo bendecir a la unión, sino a la pareja, pero esto es jugar con los conceptos, pues la pareja se define precisamente por su unión.

La dificultad de bendecir la unión es especialmente clara en el caso de la homosexualidad. Pues la bendición, en la Biblia, tiene que ver con el orden creado por Dios, que Él vio que era bueno. Este orden se apoya en la diferencia sexual de hombre y mujer, llamados a ser una sola carne. La bendición de una realidad que se opone a la creación, no solo no es posible, sino que constituye una blasfemia. Pues, de nuevo, la cuestión no es bendecir a personas que «estén en una unión que en modo alguno puede parangonarse al matrimonio» (FS n.30), sino bendecir esa misma unión que no puede paragonarse al matrimonio. Para eso precisamente FS quiere crear un nuevo tipo de bendición (FS 7; FS 12).

Algunos argumentos aparecen en FS para intentar justificar estas bendiciones. En primer lugar, la posibilidad de condiciones que eximen de la culpabilidad moral. Pero estas condiciones se refieren a la persona, no a la relación misma. Se habla también de que solicitar la bendición es el bien posible que estas personas pueden realizar en sus condicionamientos, como si pedir la bendición constituyese ya una apertura a Dios y a la conversión. Pero eso puede ser verdad de la persona que pide la bendición para sí, no de la que pide que se bendiga su relación o su pareja, pues esta persona quiere entonces justificar ante Dios la relación misma, sin percibir que, como tal relación, aleja a la persona de Dios. Finalmente, se alega que en la relación hay elementos positivos, y que estos pueden bendecirse, pero estos elementos positivos (por ejemplo, que se ayude a la otra persona en una enfermedad) son accidentales a la relación misma, cuya naturaleza es compartir la sexualidad, y no cambian la naturaleza de esta relación, que en ningún caso puede dirigirse hacia Dios, como ya indicaba el Responsum de la Congregación para la Doctrina de la fe de 2021. También en una clínica abortista hay elementos positivos, desde los anestesistas que evitan el dolor físico de la persona, hasta el deseo de los médicos de proteger el proyecto de vida de la mujer que aborta.

Una quinta observación toca la coherencia interna de esta misma bendición pastoral (tipo «c»). ¿Puede darse una bendición no litúrgica? ¿O una bendición que no represente oficialmente la doctrina de Cristo y de la Iglesia? La clave para responder no está en saber si los ritos han sido aprobados oficialmente o, por el contrario, se improvisan espontáneamente. La cuestión es que quien realiza la bendición es un sacerdote, representante de Cristo y de la Iglesia. FS afirma que no hay problema en que el sacerdote se una a la oración de las personas que se encuentran en esta situación contraria al Evangelio (FS 30), pero en esta bendición pastoral el sacerdote no se une a la oración de ellos, sino que invoca el descenso de los dones de Dios sobre la relación misma. En cuanto que el sacerdote obra en nombre de Cristo y de la Iglesia, pretender separar esta bendición de la doctrina es postular un dualismo entre lo que la Iglesia hace y lo que la Iglesia dice. Pero la revelación, como enseña el concilio Vaticano II, se da con signos y palabras intrínsecamente unidos entre sí (Dei Verbum 2), y la predicación de la Iglesia no puede tampoco separar signos y palabras. Precisamente la gente sencilla, a la que el documento quiere favorecer fomentando la piedad popular, es la más vulnerable a ser engañada por un signo que contradice la doctrina, pues capta intuitivamente el contenido doctrinal del signo.

A la vista de esto, ¿puede un fiel católico aceptar la enseñanza de FS? Dada la unidad entre signo y palabra en la fe cristiana, la única forma en que se puede aceptar que sea bueno bendecir, en cualquier modo, estas uniones, es porque se piensa que tales uniones no son objetivamente contrarias a la Ley de Dios. De aquí se sigue que mientras el Papa Francisco siga afirmando que las uniones homosexuales son siempre contrarias a la Ley de Dios, está afirmando implícitamente que tales bendiciones no se pueden dar. La enseñanza de FS se encuentra, por tanto, en contradicción consigo misma, lo cual pide una clarificación ulterior. La Iglesia no puede celebrar una cosa y enseñar otra, porque, como escribió san Ignacio de Antioquía, Cristo fue el Maestro «que dijo y se hizo» (Efesios 15,1), y no se puede separar su carne de su palabra.

La otra pregunta que nos hacíamos era si un sacerdote puede aceptar bendecir estas uniones, algunas de las cuales coexisten con el matrimonio legítimo o en las que no es infrecuente cambiar de pareja. Lo podría hacer, según FS, con una bendición pastoral, no litúrgica ni oficial (tipo «c»). Esto significaría que el sacerdote tendría que dar estas bendiciones sin actuar en nombre de Cristo y de la Iglesia. Pero esto implicaría no actuar como sacerdote. De hecho, estas bendiciones tendría que hacerlas, no como sacerdote de Cristo, sino como quien ha renegado de Cristo. Pues el sacerdote que bendice estas uniones está presentándoles, con sus gestos, como un camino hacia el Creador. Por tanto, comete un acto sacrílego y blasfemo contra el designio del Creador y contra la muerte de Cristo por nosotros para llevar a plenitud el designio del Creador. Esto implica también al obispo diocesano. Éste, como pastor de su Iglesia local, está obligado a impedir que estos actos sacrílegos sucedan, o se haría él partícipe de ellos y renegaría del mandato que le dio Cristo de confirmar en la fe a sus hermanos.

Los sacerdotes deben proclamar el amor y la bondad de Dios a todas las personas y también apoyar con consejos y oraciones a los pecadores y a los débiles que tienen dificultades para convertirse. Esto es muy distinto que señalarles con signos y palabras autoinventados pero engañosos que Dios no es tan exigente con el pecado, ocultando así que el pecado de pensamiento, palabra y obra nos aleja de Dios. No hay bendición no sólo en lo público, sino tampoco en lo privado, para condiciones de vida pecaminosas que contradicen objetivamente la santa voluntad de Dios. Y no es prueba de una sana hermenéutica que los defensores valientes de la doctrina cristiana sean tachados de rigoristas, más interesados en el cumplimiento legalista de sus normas morales que en la salvación de personas concretas. Porque esto es lo que dice Jesús a la gente corriente: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera» (Mt 11,28-30). Y el Apóstol lo explica así: « Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?». (1 Jn 5,4-5). En un tiempo en que una falsa antropología está socavando la institución divina del matrimonio del hombre y la mujer con la familia y sus hijos, la Iglesia debería recordar las palabras de su Señor y Cabeza: «Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos» (Mt 7,13-14).


jueves, 21 de diciembre de 2023

"DE NINGUNA MANERA SE PUEDE BENDECIR LO QUE VA CONTRA LA LEY DE DIOS": MONS. ISIDRO PUENTE OCHOA

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Mons. Dr. Lic. Don Isidro Puente Ochoa Jr. 

Nació en la Ciudad de Colima, México el 16 de Abril de 1947, hijo legítimo de católico matrimonio de Don Isidro Puente Ochoa y de la Sra. Maestra Angelina Ochoa de Puente. Es residente de Tijuana, Baja California, desde julio de 1949. Tercero de once hijos; son sus hermanos: Jesús, Elba, Miguel Ángel, Rosa María, Gloria, José Luis, María Elena, Jorge, Roberto y Evangelina. 

Cursó su Primaria en varios Colegios de Tijuana y en 1959 ingresó al Seminario Misional de Nuestra Señora de la Paz. Obtuvo siempre los primeros lugares y terminó los cinco cursos de Humanidades. 

En 1964 El Excmo. Sr. Obispo de Tijuana, Mons. Alfredo Galindo y Mendoza lo envió a Roma al Pontificio Colegio Urbano Propaganda FIDE. 

En 1967 Obtuvo la Licenciatura en Filosofía con la tesis: "La Experiencia metafísica en Aristóteles y Santo Tomás de Aquino."

En Roma el 8 de Diciembre de 1970 fue ordenado Subdiácono y Diácono el 6 de Enero de 1971 y Sacerdote el 27 de Marzo de 1971 por manos del Eminentísimo Cardenal Agnello Rossi, Prefecto de Propaganda FIDE, auxiliado por el ahora Cardenal Gantín de África y el Cardenal Lurdusami de India. 

En Junio de 1971 obtuvo la licenciatura en Teología con su Tesís: “Índice de los Apócrifos del Nuevo Testamento.” 

Se le otorgó la licenciatura en Ciencias Bíblicas en 1973 en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, cuyo rector era el ahora Cardenal Martini, arzobispo de Milán, con la Tesis: “Los vocablos que aparecen una sola vez en la Biblia comparados con la Literatura Ugarítica”.

Cursó Filosofía y Letras en la Universidad Civil de Roma. Analizó todos los archivos de la Sagrada Romana Rota desde 1909 hasta 1975. 

Hizo estudios en Jerusalén y Alemania. 

Domina los idiomas: inglés, italiano, francés, alemán, latín, griego, hebreo, arameo, siriaco-caldeo, fenicio, púnico-cartaginés, ugarítico y copto en sus cinco dialectos: bohérico, acmímico, subacmímico, sahídico y fayúmico. Conoce y lee el portugués, holandés y otros. 

Fue alumno fundador y Prefecto en el Colegio San Pablo de Propaganda FIDE. Por cinco años alumno distinguido del Pontificio Colegio de San Pedro Apóstol en la ciudad eterna. 

En 1976 Culminó sus estudios al obtener con máximas calificaciones el Doctorado en Teología con la Tésis: “Los Hechos de los Apóstoles” en Copto, con versión Latina, comentario filológico, literario y crítico. En tanto auxiliaba a miembros de la Curia Romana en trabajos de suma importancia. 

En 1976 regresó a Tijuana, donde ha sido Catedrático en el Seminario Mayor y Menor por 12 años. Allí y en otros Institutos Religiosos ha impartido Cátedra de Teología Dogmática, Moral, Sacramentos, Sagrada Escritura, Introducción Bíblica, Hebreo, Griego, Latín, Alemán, Francés, Metafísica, Espiritualidad, Formación de Religiosos, Psicología, etc. 

Es predicador de Ejercicios Espirituales. Conferencista muy apreciado en la Academia de la Lengua Juan Ruíz de Alarcón, de la Ciudad de México; en Monterrey Nuevo León., del Club Serra en Washington D.C., y en Ginebra, Suiza. También del Club Rotario Internacional y del Club de Leones entre muchas otras asociaciones que lo invitan frecuentemente a elucidar temas históricos, filosóficos y de formación. 

Es Censor Arquidiocesano de Tijuana y de Monterrey. 

Ha escrito libros eruditos para especialistas en filología clásica y bíblica, liturgia, patrología y también para divulgación sobre diferentes temas pastorales. 

Inició en 1977 lo que ahora es el Tribunal Eclesiástico y la Comisión de Obispos de Alta y Baja California, que comprende también a Arizona y Sonora. 

Es fundador de las Religiosas Ecuménicas de Guadalupe, Instituto aprobado por la Santa Sede y el Obispo Diocesano de Tijuana, Emilio Carlos Berlié Belaunzarán, como pía unión para formar Religiosas. Dicha fundación fue iniciada en 1984 y hasta hoy exige la máxima preparación que pueda darse a una Religiosa en la actualidad. 

Ha sido Capellán Diocesano de la Adoración Nocturna Mexicana. Director Diocesano de la Legión de María. Juez Eclesiástico y Provisor, Examinador del Clero, Secretario y miembro del Consejo Presbiteral, Confesor de varios Institutos Religiosos y un tiempo del Seminario. Encargado de la Doctrina de la Fe. Redactor de Documentos para la Santa Sede. 

Ha sido Promotor de Justicia en el Proceso de Beatificación del ahora Beato José María Yermo y Parres. Juez principal en el Proceso de la Sierva de Dios Julia Navarrete. Consultor en casos difíciles, con facultad Episcopal para Confirmar y para absolver pecados reservados. En ocasiones ha sido Vicario General de la Diócesis de Tijuana ad ínterim, y Vicario Judicial y Vicario de Religiosos y Religiosas de Tijuana, Ensenada, Tecate del mismo obispado. 

Ha sido Rector de la Iglesia del Santo Angel y Párroco de la Iglesia de Santa Cecilia. Ha ayudado a muchas fundaciones religiosas de esta Diócesis; en especial a las Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta, a los Hermanos de Magdala con sus asilos de ancianos, a las Misioneras de San Carlos y a la Casa del Migrante, etc. Frecuentemente representa al Excelentísimo Sr. Arzobispo en diferentes foros y comisiones así como en funciones Sagradas y Predicaciones. Junto con los Padres del Oratorio San Felipe Neri ha iniciado y dirigido el Instituto de Formación Permanente de Religiosas.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

DECLARACIÓN DE LA ARQUIDIÓCESIS DE SANTA MARÍA EN ASTANA SOBRE LA DECLARACIÓN FIDUCIA SUPPLICANS, PUBLICADA POR EL DICASTERIO DE LA DOCTRINA DE LA FE Y APROBADA POR EL PAPA FRANCISCO EL 18 DE DICIEMBRE DE 2023


El propósito manifiesto de la Declaración de la Santa Sede, Fiducia supplicans, es permitir «la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo». Al mismo tiempo, el documento insiste en que tales bendiciones se realizan «sin validar oficialmente su estado ni cambiar de ninguna manera la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio».

El hecho de que el documento no dé permiso para el «matrimonio» de parejas del mismo sexo no debería cegar a pastores y fieles ante el gran engaño y el mal que reside en el permiso mismo para bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo. Tal bendición contradice directa y seriamente la Divina Revelación y la doctrina y práctica ininterrumpida y bimilenaria de la Iglesia Católica. Bendecir a las parejas en una situación irregular y a las parejas del mismo sexo es un abuso grave del Santísimo Nombre de Dios, ya que este nombre se invoca sobre una unión objetivamente pecaminosa de adulterio o de actividad homosexual.

Por lo tanto, ninguna, ni siquiera la más bella de las afirmaciones contenidas en esta Declaración de la Santa Sede, puede minimizar las consecuencias destructivas y de largo alcance resultantes de este esfuerzo por legitimar tales bendiciones. Con tales bendiciones, la Iglesia Católica se convierte, si no en teoría, entonces en la práctica, en un propagandista de la «ideología de género» globalista e impía.

Como sucesores de los Apóstoles, y fieles a nuestro juramento solemne con motivo de nuestra consagración episcopal «de preservar el depósito de la fe en la pureza y la integridad, de acuerdo con la Tradición siempre y en todas partes observada en la Iglesia desde la época de los Apóstoles», exhortamos y prohibimos a los sacerdotes y a los fieles de la Arquidiócesis de Santa María en Astana aceptar o realizar cualquier forma de bendición de parejas en situación irregular y parejas del mismo sexo. No hace falta decir que todo pecador sinceramente arrepentido con la firme intención de dejar de pecar y poner fin a su situación pública de pecado (como, por ejemplo, la convivencia fuera de un matrimonio canónicamente válido, la unión entre personas del mismo sexo), puede recibir una bendición.

Con un amor fraternal sincero, y con el debido respeto, nos dirigimos al Papa Francisco, quien, al permitir la bendición de las parejas en una situación irregular y las parejas del mismo sexo, «no camina rectamente de acuerdo con la verdad del Evangelio» (ver Gal. 2:14), para tomar prestadas las palabras con las que San Pablo el Apóstol amonestó públicamente al primer Papa en Antioquía. Por lo tanto, en el espíritu de la colegialidad episcopal, le pedimos al Papa Francisco que revoque el permiso para bendecir a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo, para que la Iglesia Católica pueda brillar claramente como el «pilar y fundamento de la verdad» (1 Tim 3:15) para todos aquellos que buscan sinceramente conocer la voluntad de Dios y, al cumplirla, alcanzar la vida eterna.

Astana, 19 de diciembre de 2023

+ Tomash Peta, Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Santa María en Astana

+ Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santa María en Astana

martes, 19 de diciembre de 2023

NO ES LÍCITO BENDECIR A PAREJAS IRREGULARES U HOMOSEXUALES


Bendecir a una pareja, implica NECESARIAMENTE bendecir la relación que entre ellos existe. En tal caso, no se está bendiciendo a individuos aislados ni a personas por separado, sino a la pareja misma como tal. Un sacerdote no debe bendecir a una pareja que vive pecaminosamente (homosexuales o quienes viven en adulterio público como los que están en unión libre, o casados por la Iglesia, divorciados o separados y vueltos a unir con otra persona) porque, aunque se niegue y se diga lo contrario, este acto supone NECESARIAMENTE que se bendice la unión al estar bendiciendo a la pareja. Esta es la realidad aunque se inventen mil pretexos que contrarían la verdadera caridad al confirmar, de hecho (aunque se diga que esto no se pretende), al pecador en su pecado.

Cualquier intento de justificación de bendecir parejas irregulares es una falacia, así se digan todo tipo de falsedades para tratar de convencer a los católicos poco instruídos. Quienes teniendo ojos no quieren ver que esto es un escándalo y que contraría lo que siempre enseñó la Iglesia al aceptar, de hecho, aunque se diga lo contrario, situaciones incompatibles con la ley moral, son ciegos voluntarios que prefieren seguir un documento pastoral no infalible que contraría (en los hechos) la doctrina que la Iglesia ha enseñado durante dos mil años y que nadie puede legítimamente cambiar. Y que a quienes digan que el nuevo documento nada trata de cambiar, Dios les perdone el engaño que tratan de difundir, pues el documento se refiere no a individuos sino a parejas, y la bendición de una pareja NECESARIAMENTE implica bendecir su relación.

Mantengámonos absolutamente fieles a la Iglesia Católica y a lo que siempre ha enseñado durante dos mil años.


lunes, 18 de diciembre de 2023

CUANDO LA PRAXIS DE LA IGLESIA SE FUNDAMENTA EN LA DOCTRINA NO PUEDE CAMBIARSE SIN TRAICIONAR A ÉSTA. EL NUEVO DOCUMENTO PASTORAL DEL 18 DE DICIEMBRE DE 2023 NO ES INFALIBLE Y ES TOTALMENTE MODERNISTA.



El católico debe mantenerse siempre fiel a la Iglesia Católica y resistir los errores de los hombres, aunque éstos sean fallos de la jerarquía que incurre en ellos. 

Aquí aplica el principio evangélico fundamental de "obedecer a Dios antes que a los hombres".

La Congregación para la Doctrina de la Fe (antes de estar en manos de un radical modernista que quiere modificar lo que siempre y en todas partes ha enseñado la Iglesia) ya había explicado la verdadera práxis y la verdadera doctrina en que se fundamenta aquella, y que por lo mismo no puede modificarse sin traicionar a la misma.

Veamos lo enseñado por esta Congregación romana en febrero de 2021 y que mantiene todo su valor y toda su vigencia aunque se intente contradecir en un documento (pastoral) no infalible que pretende inútilmente echar abajo la enseñanza de la Iglesia, pues carece de valor al ser contrario a la enseñanza perenne:

"Al género de los sacramentales pertenecen las bendiciones, con las cuales la Iglesia «invita a los hombres a alabar a Dios, los anima a pedir su protección, los exhorta a hacerse dignos, con la santidad de vida, de su misericordia»[4]. Ellas, además, «instituidas imitando en cierto modo a los sacramentos, significan siempre unos efectos, sobre todo de carácter espiritual, pero que se alcanzan gracias a la impetración de la Iglesia»[5].
En consecuencia, para ser coherentes con la naturaleza de los sacramentales, cuando se invoca una bendición sobre algunas relaciones humanas se necesita – más allá de la recta intención de aquellos que participan – que aquello que se bendice esté objetiva y positivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, en función de los designios de Dios inscritos en la Creación y revelados plenamente por Cristo Señor. Por tanto, son compatibles con la esencia de la bendición impartida por la Iglesia solo aquellas realidades que están de por sí ordenadas a servir a estos designios.

Por este motivo, no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo[6]." 

Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubium sobre las bendiciones de las uniones de personas del mismo sexo. 

Febrero de 2021.