miércoles, 31 de julio de 2024

QUE EN TODO SE DEBE BUSCAR LA MAYOR GLORIA DE DIOS – MEDITACIÓN.


 QUE EN TODO SE DEBE BUSCAR LA MAYOR GLORIA DE DIOS – MEDITACIÓN. P. JEAN CROISSET. Sacerdote de la Compañía de Jesús.

Considera que Dios Crió a todo este vasto universo ya todas las criaturas que se comprenden en él únicamente para su gloria. Cuando las sacaron de la nada, no se podía proponer otro fin. Luego que determinó Dios criar una criatura racional, esto es capaz de conocerle y amarle, no pudo menos de querer que esta criatura lo refiriese todo a la gloria del Criador; es decir, que su entendimiento conociese aquel Ser infinitamente perfecto; aquel Ser soberano, independiente y todopoderoso, aquel Ser, principio y fin de todos los demás seres, y que su corazón le amase como a su único y supremo bien; que ese entendimiento y ese corazon, caminando siempre de acuerdo y por este motivo de religión, no se movieen sino para hacer aquello que agrada a Dios; que nada deseasen tanto como ver santificado y glorificado su nombre, en todo y por todo, y ser extendido por todas partes el número de sus verdaderos fieles y de sus verdaderos adoradores. 

De este conocimiento y este amor de Dios resulta necesariamente el respeto y la adoración que se deben a este soberano Ser, objeto único y necesario de su admiración, de su veneración, de su consagración y de su culto, único objeto capaz de contentar y de Saciar su corazón, y único principio de la felicidad aun desde esta vida. 

No hay criatura en el cielo, no la hay en la tierra, que no nos esté gritando y advirtiendo este fin. Tienen los cielos su lengua, y con ella publican incesantemente la gloria del Criador, Ni es menos elocuente la tierra. No hay flor, no hay fruto, no hay planta, no hay yerbecilla que no nos anuncia la incomprensible habilidad, la infinita sabiduría y la omnipotencia del que la crió. 

¿Qué hombre, qué ingenio pudo, ni podrá jamás hacer el más imperceptible mosquito, el más vil insecto? La planta más despreciable: la hoja más mínima confunde y desespera toda la industria, toda la habilidad del más diestro artífice.

 ¡Oh Dios mío, cuántos objetos publican nuestra nada, y nos predican nuestra obligación cuando nos ponen a la vista tu infinito poder! Todas las cosas nos están gritando que solo fuimos criados para glorificaros; es decir, todas las criaturas nos deben mover a conoceros, a amaros ya bendeciros sin cesar. Todas nos claman que solo nos disteis el uso de estas criaturas con la precisa condición de que nos habían de servir de medio para reconocer vuestra bondad en tantos beneficios, y para obedecer vuestros preceptos. Usar en otra conformidad de estos beneficios es impiedad, y por decirlo así, es injusticia; Todo nos debe llevar a Dios, ya Dios debemos referirlo todo, así que pena de trastornar con culpable abuso el orden que Él mismo inició cuando nos crió. Bienes, talentos, salud, la vida misma, cuanto tenemos, cuanto somos, todo debe ser únicamente para gloria nuestro de Dios. Cuanto hacemos, cuanto emprendemos, cuanto deseamos, no debe tener otro motivo que esta divina gloria. Esta fue la principal devoción de todos los santos, y singularmente de San Ignacio de Loyola. 

Pero darte mayor gloria Señor. ¿Es nuestra verdadera meta? ¿Somos todos siervos de Dios? ¿Trabajamos únicamente por este soberano Dueño? ¡Ah Señor, con que pocos siervos fieles cuentas! ¿Mereceremos nosotros este augusto título? Medita…

“AÑO CRISTIANO”

AÑO 1864

martes, 30 de julio de 2024

La Simplicidad Auténtica: Un Antídoto Contra la Superficialidad


 
En un mundo donde la apariencia y la superficialidad parecen dominar, las ideas de G. K. Chesterton sobre la simplicidad auténtica resultan refrescantes y necesarias. En "Heretics," Chesterton nos ofrece una visión profunda y práctica para vivir de manera más significativa y auténtica.

Las redes sociales nos bombardean con imágenes de vidas perfectas, pero Chesterton nos advierte que la verdadera simplicidad no se trata de seguir modas superficiales, sino de vivir de manera auténtica. Como él dice: "La simplicidad es el resultado de la sabiduría y no de la moda."

“La simplicidad no consiste en el uso de sandalias, sino en el rechazo de los adornos innecesarios y la superficialidad que a menudo los acompaña.”

La simplicidad auténtica es el fruto de la sabiduría. Vivir de manera sencilla no significa renunciar a todo, sino elegir conscientemente lo que es verdaderamente importante. Chesterton nos recuerda que una vida llena de cosas innecesarias puede ser más complicada y menos satisfactoria que una vida centrada en lo esencial.

“La simplicidad auténtica surge de la capacidad de manejar la complejidad con sabiduría y propósito.”

La humildad es clave para vivir de manera sencilla. Chesterton enseña que una persona verdaderamente humilde no busca impresionar, sino que vive de acuerdo con sus principios y valores más profundos.

“La humildad es la madre de la simplicidad; la verdadera grandeza reside en vivir de acuerdo con nuestros principios sin pretensiones.”

En contraste, el mundo actual promueve la soberbia y el egocentrismo. Se nos anima a "vender" una imagen perfecta de nosotros mismos, a acumular y mostrar nuestras posesiones, y a buscar la aprobación constante de los demás. Esta cultura del "yo" y de la superficialidad es lo opuesto a la humildad y la simplicidad.

Chesterton utiliza ejemplos concretos para ilustrar su punto de vista. Simplificar tu vestuario, elegir actividades que realmente disfrutes, o dedicar tiempo a relaciones significativas son formas de aplicar estas ideas en tu vida.

"Un hombre puede vivir más plenamente en una casa sencilla y modesta que en un palacio lleno de adornos inútiles."

Santo Tomás de Aquino, en su "Summa Theologiae," explica que la naturaleza tiene un propósito teleológico, orientado hacia Dios: “Todas las criaturas están ordenadas hacia Dios como a su fin último, porque su ser y su bondad derivan de Dios.”

San Ignacio de Loyola, en sus Ejercicios Espirituales, introduce el concepto de "tanto cuanto," que significa que todas las criaturas deben ser usadas en la medida en que nos ayudan a alcanzar nuestro fin último: la salvación.

"El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma. Las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del fin para el que es creado."

Este principio nos invita a utilizar las cosas del mundo de manera justa y moderada, siempre orientadas hacia nuestro fin último, que es la unión con Dios.

San Francisco de Asís es quizás el ejemplo más prominente de la simplicidad y la humildad en la vida cristiana. Renunció a todas sus riquezas y comodidades para vivir una vida de pobreza y servicio, encontrando alegría y satisfacción en las cosas simples.

“Deseo poca cosa y lo poco que deseo, lo deseo poco.” - San Francisco de Asís

San Francisco nos enseña que la verdadera libertad y felicidad provienen de vivir una vida centrada en lo esencial y en el servicio a los demás. Su vida es un testimonio de cómo la humildad puede conducir a una simplicidad auténtica y liberadora.

La visión de Chesterton sobre la simplicidad, enriquecida por las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino, San Ignacio de Loyola y San Francisco de Asís, es más relevante que nunca. Nos invita a rechazar la superficialidad y a abrazar una vida centrada en lo esencial. Al vivir con autenticidad y sencillez, descubrimos una vida más rica y plena.

Santo Tomás nos recuerda que la verdadera felicidad en esta tierra radica en la virtud y en la otra vida, en la bienaventuranza. La humildad, como madre de la simplicidad, es el camino más adecuado para este propósito. Es más acorde con la naturaleza humana y proporciona un camino más sencillo y liberador, contrario a la soberbia.

La simplicidad es el camino de la sabiduría. La humildad nos lleva a cumplir con nuestro fin último, guiándonos hacia la expresión más perfecta de nuestra naturaleza. En un mundo que promueve la soberbia, optar por la sencillez y la humildad es un acto de sabiduría y valentía.

La próxima vez que te sientas abrumado por la presión de las apariencias, recuerda estas enseñanzas. Pregúntate: ¿Qué es lo que realmente importa? Es realmente necesario?Al vivir con autenticidad y sencillez, encontramos no solo una mayor satisfacción y significado en nuestras vidas, sino también el camino hacia nuestra verdadera felicidad y salvación. 

Viva Cristo Rey.

OMO

lunes, 29 de julio de 2024

El Celular y las Nuevas Tecnologías han superado a la televisión en cuanto a peligros para la salvación

 

El Celular y las Nuevas Tecnologías han superado a la televisión en cuanto a peligros para la salvación.

San Juan Bosco, apóstol incansable de los jóvenes y fundador de la Congregación Salesiana, dedicó cada momento de su vida a la educación y formación moral de la juventud en tiempos de profundas crisis. Hoy, en una era donde el celular y las nuevas tecnologías han invadido cada rincón de la vida de los jóvenes, es imprescindible reflexionar desde su perspectiva pastoral y apostólica. San Juan Bosco advertiría con gran vehemencia que estas herramientas no solo representan una amenaza para la pérdida de tiempo, sino también exponen a los jóvenes a contenidos inmorales, desviándolos peligrosamente del plan divino para sus vidas. Utilizando sus escritos y enseñanzas, junto con las reflexiones de otros grandes santos de la tradición católica, analizaremos estos peligros con mayor profundidad y ofreceremos una guía para enfrentar estos desafíos.

La Pérdida del Tiempo y su Relación con la Salvación

San Juan Bosco enfatizó incansablemente la importancia del buen uso del tiempo, consciente de que cada segundo perdido es una oportunidad desaprovechada para la santidad. Él afirmaba con contundencia: "La juventud es el tiempo de la preparación; el tiempo que se pierde nunca se recupera" (Bosco, 1876). En una era donde los jóvenes pueden pasar horas interminables en sus celulares, esta advertencia es más relevante y urgente que nunca. La pérdida de tiempo en actividades digitales sin propósito desvía a los jóvenes de sus deberes académicos y familiares, y lo que es más grave, les roba el tiempo precioso que deberían dedicar a la oración y a la formación espiritual.

San Agustín, en sus "Confesiones," complementa esta visión al afirmar: "El tiempo no es un amigo, sino un testigo de nuestra vida. Aprovecha cada momento para hacer el bien." La distracción constante de las redes sociales y los videojuegos puede impedir que los jóvenes desarrollen una relación profunda con Dios y vivan según Su voluntad. Asimismo, Santo Tomás de Aquino subraya en su "Suma Teológica" que "el tiempo es un don divino que debe ser utilizado para la contemplación de la verdad y la práctica de la virtud."

La Influencia Corruptora del Contenido Inmoral

Uno de los mayores peligros del uso indiscriminado del celular es la exposición a contenidos inmorales. San Juan Bosco, con su profundo amor por la pureza de los jóvenes, habría sido un firme opositor a la pornografía y otros contenidos corruptores que están fácilmente accesibles a través de los dispositivos digitales. En una de sus cartas, él escribió: "La impureza es la ruina de las almas jóvenes; evítenla a toda costa" (Bosco, 1884). Este acceso fácil y constante a material inmoral representa una grave amenaza para la pureza y la inocencia que debemos proteger en nuestros jóvenes.

Santo Tomás de Aquino subraya que "el que peca mortalmente se aparta de su último fin," recordándonos que el pecado grave nos separa de la gracia divina. La facilidad con que los jóvenes pueden acceder a estos materiales inmorales a través de sus celulares es una puerta abierta a la tentación y al pecado, erosionando su moral y alejándolos de Dios.

San Bernardo de Claraval también advierte sobre los peligros de la tentación: "La carne es el enemigo más cercano del hombre, y la indulgencia en los placeres sensuales es la trampa más común del demonio." Las redes sociales y otros medios digitales pueden convertirse en herramientas del enemigo si no se utilizan con discernimiento y prudencia.

La Pérdida de la Realidad y la Verdad

San Juan Bosco, conocido por su dedicación a la formación integral de los jóvenes, subrayó la importancia de vivir en la realidad y de buscar la verdad en todas las cosas. Él decía: "La verdad es lo que nos hace libres; las mentiras y las ilusiones nos esclavizan" (Bosco, 1887). En la era digital, la constante inmersión en las redes sociales y los videojuegos puede llevar a los jóvenes a vivir en una realidad virtual, alejándolos de la verdad objetiva y divina.

La verdad no es solo un concepto abstracto, sino una manifestación del plan divino para la salvación de nuestras almas. Jesús mismo nos lo recuerda en el Evangelio de Juan: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32). Esta libertad es la que nos permite vivir conforme a la voluntad de Dios y alcanzar la bienaventuranza eterna.

San Juan de la Cruz, en su "Subida al Monte Carmelo," nos enseña que "la verdad padece, pero no perece," recordándonos que la búsqueda de la verdad es un camino arduo pero esencial para la vida cristiana. La constante exposición a contenidos falsos y superficiales en las redes sociales puede desviar a los jóvenes de esta búsqueda, atrapándolos en un mundo de ilusiones y mentiras.

Además, la búsqueda de aprobación y validación a través de "me gusta" y seguidores en las redes sociales puede inflar su ego y fomentar la soberbia. San Agustín nos advierte: "La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano." La constante comparación con los demás puede generar una autoestima equivocada y alejar a los jóvenes de la humildad y la simplicidad que Cristo nos enseña.

La Pereza y la Procrastinación

San Benito, con su lema "Ora et labora (Reza y trabaja)," nos enseña a integrar la oración y el trabajo en nuestra vida diaria. El abuso del celular fomenta la pereza y la procrastinación, desviando a los jóvenes de sus responsabilidades y del llamado a la acción que Dios les hace. San Juan Bosco, en su amor por la juventud, habría exhortado a los jóvenes a aprovechar su tiempo de manera productiva y a evitar las distracciones digitales que los alejan de sus deberes espirituales y morales.

San Juan de la Cruz también nos advierte sobre la importancia de la diligencia en la vida espiritual: "El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa" (Subida al Monte Carmelo). Este amor activo y diligente es lo que debemos fomentar en nuestros jóvenes, alejándolos de la pereza inducida por el uso excesivo de la tecnología.

La Afectación de la Autoestima y el Fomento de la Soberbia

Las redes sociales pueden generar una autoestima equivocada y fomentar la soberbia. San Juan Bosco, quien siempre promovió la humildad y la virtud, habría advertido a los jóvenes sobre los peligros de buscar la validación en las opiniones de los demás en lugar de en la verdad de Dios. Él decía: "La verdadera grandeza del hombre estriba en ser grande ante Dios y no ante los hombres" (Bosco, 1885).

San Francisco de Sales también nos recuerda que "la humildad es la verdadera grandeza," instándonos a buscar la aprobación de Dios más que la de los hombres. La constante búsqueda de validación en las redes sociales puede desviar a los jóvenes de este camino de humildad y sencillez.

La Desviación del Plan de Dios

El plan de Dios para nuestras vidas es que usemos nuestros talentos y recursos para glorificarlo y alcanzar la salvación. El abuso del celular y las tecnologías modernas puede desviarnos de este plan, convirtiéndose en distracciones en lugar de ser medios útiles. Santa Teresa de Ávila nos recuerda: "El tiempo es un regalo de Dios; úsalo sabiamente para amar y servir." Debemos ser vigilantes y disciplinados en nuestro uso del tiempo y la tecnología, asegurando que estén orientados hacia el bien y no se conviertan en obstáculos en nuestro camino hacia Dios.

San Juan Bosco también insistía en la importancia de la educación y la formación moral: "Educar a los jóvenes es una obra de amor. Solo a través del amor podemos guiar a las almas jóvenes hacia Dios" (Bosco, 1883). En este sentido, los padres y educadores deben estar atentos y guiar a los jóvenes en el uso prudente de las tecnologías, asegurando que estas herramientas se utilicen para el bien y no se conviertan en el instrumento de su perdición.

La adicción a las redes sociales y el abuso del celular representan peligros significativos desde la perspectiva de San Juan Bosco y la tradición católica . Estos dispositivos no solo representan una pérdida de tiempo, sino que también exponen a los jóvenes a contenidos inmorales, fomentan la pereza, la soberbia, y los alejan de la realidad y de su fin último. A la luz de las enseñanzas de santos como San Agustín, Santo Tomás de Aquino, San Bernardo de Claraval, San Juan de la Cruz y San Francisco de Sales, estamos llamados a utilizar nuestro tiempo y recursos de manera que favorezcan nuestra salvación y la práctica de la virtud.

Es crucial que los padres asuman la responsabilidad de no proporcionar estos instrumentos a sus hijos en edades tempranas. Sólo hacerlo a edad mayor y cuando realmente sea necesario y con los controles adecuados, pues son realmente instrumentos que hacen peligrar algo más que la vida: las almas de aquellos a quien más aman.

Debemos recordar que el tiempo es un don divino, un recurso precioso que debe ser utilizado con sabiduría y propósito, asegurando que nuestras acciones temporales nos conduzcan hacia nuestro fin último: la bienaventuranza eterna.

OMO

Bibliografía:

- Bosco, San Juan. Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales. 1876.

- Bosco, San Juan. Cartas y Escritos. 1883-1887.

- Agustín de Hipona, San. Confesiones. 397-400.

- Tomás de Aquino, Santo. Suma Teológica. 1265-1274.

- Teresa de Ávila, Santa. Camino de Perfección. 1566.


sábado, 27 de julio de 2024

LA FRANCIA HA MUERTO


 LA FRANCIA HA MUERTO

En un mundo donde la sacralidad de lo divino se ve continuamente asediada por la secularización y el relativismo cultural, la reciente ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha marcado un nuevo y preocupante descenso en la falta de respeto hacia los símbolos más sagrados de la fe cristiana. La representación de 'La Última Cena' de Leonardo da Vinci en versión Drag Queen no es solo una simple performance artística; es un ataque flagrante y descarado una blasfemia contra uno de los actos más sagrados y significativos de la Cristiandad: la Institución de la Eucaristía.

Santo Tomás de Aquino, en su magnum opus "Summa Theologica", nos enseña que el temor de Dios es el principio de la sabiduría. Este temor no se refiere al miedo servil, sino a un profundo respeto y reverencia hacia la majestad y santidad de Dios. “El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina” (Proverbios 1:7). Al ridiculizar este acto sagrado, no solo se desprecia la majestad divina, y la honra de Dios sino que se promueve un acto que socava los fundamentos mismos de una sociedad ordenada a Dios y moralmente ordenada al bien común .

La Eucaristía, instituida por Nuestro Señor

 Jesucristo durante la Última Cena, es el sacramento central de la fe cristiana. Es la memoria viva de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo y no solo un memorial, sino un verdadero sacrificio. 

Santo Tomás de Aquino, en su tratado sobre la Eucaristía, enfatiza que este sacramento es un acto supremo de amor de Dios hacia la humanidad y exige la mayor reverencia. “El más santo de los sacramentos exige la mayor reverencia”.

 Transformar este acto profundamente sacerdotal en una parodia grotesca no solo es una irreverencia, sino una blasfemia grave que hiere profundamente el corazón de todos los cristianos .

La indignación expresada por líderes religiosos y figuras públicas refleja una reacción natural y justificada ante un acto de tal blasfemia. Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela-Alicante, no dudó en calificar la performance como un "espectáculo blasfemo y deplorable", señalando que refleja una "decadencia woke". Por su parte, el Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, denunció la representación como una “parodia grotesca” y un ejemplo de “nihilismo en su máxima expresión”. El escritor y analista César Vidal también se sumó a las críticas, calificando el acto como una "nauseabunda manifestación de decadencia espiritual". Estas reacciones no son meras hipérboles, sino una defensa apasionada de lo sagrado ante un ataque descarado y blasfemo.

El Escándalo y la Cultura Anti-Cristiana

Santo Tomás de Aquino nos enseña que el escándalo es cualquier acto que conduce a otros al pecado o a la blasfemia. “El escándalo es cualquier acto que conduzca a otros al pecado o a la blasfemia” (Summa Theologica). En este sentido, la representación de la Última Cena en la ceremonia olímpica no solo ha sido un escándalo en sí mismo, sino que ha sido un ejemplo más de la creciente cultura anti-cristiana que se infiltra en nuestra sociedad.

Este escándalo se agrava con la presencia de drag queens bailando con niños, un acto que es profundamente perturbador y contrario a la pureza e inocencia que deben ser protegidas en la infancia. Nuestro Señor Jesucristo advierte con palabras contundentes sobre el escándalo: “Y al que escandalizare a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar” (Marcos 9:42). Este acto no solo es una ofensa a la santidad, sino una grave blasfemia que pone en peligro la pureza de los más vulnerables.

Un Escándalo de Dimensiones Internacionales

La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo ha ofendido a la comunidad cristiana en Francia, sino que ha provocado un escándalo de dimensiones internacionales. La transmisión de este acto blasfemo a través de Mundovisión ha permitido que millones de cristianos en todo el mundo sean testigos de esta falta de respeto, de esta blasfemia contrasu fe. Este evento ha sido percibido como un desafío directo y una provocación a nivel global, exacerbando la ya creciente preocupación por la cultura anti-cristiana que se está promoviendo en diferentes esferas de la sociedad.

La magnitud del escándalo no puede ser subestimada. Líderes religiosos de diversas confesiones han expresado su solidaridad con la Iglesia Católica, reconociendo que un ataque a la Eucaristía es un ataque a todos los cristianos. “Pensamos en todos los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por el ultraje y la provocación de ciertas escenas”, afirmaron los obispos franceses. Este acto ha desatado una ola de indignación y tristeza entre los fieles, quienes ven en él un símbolo de la creciente hostilidad hacia la fe cristiana en el ámbito público.

La Cultura Woke y su Impacto

La cultura "woke", que se autoproclama defensora de la inclusividad y la justicia social, da su verdadera cara se manifiesta como una ideología que rechaza y ridiculiza los valores y creencias tradicionales, especialmente los cristianos. La performance durante la inauguración de los Juegos Olímpicos es un claro ejemplo de cómo esta ideología no solo desafía, sino que busca desacralizar y desvirtuar los símbolos más sagrados de la fe cristiana. Esta cultura, bajo la apariencia de progresismo, fomenta un ambiente de intolerancia hacia las creencias religiosas, promoviendo una agenda que socava los fundamentos morales y espirituales sobre los cuales se ha construido nuestra civilización.

Una Decadencia Espiritual y Moral

César Vidal acertadamente describe este evento como una "nauseabunda manifestación de decadencia espiritual". Este calificativo no solo es apropiado, sino necesario para entender la gravedad del acto. Lo ocurrido en París no es un incidente aislado; es un síntoma de una cultura en decadencia que ha perdido su brújula moral y espiritual. Francia, una vez conocida como "la hija mayor de la Iglesia", ahora parece celebrar su propia descomposición espiritual con actos de blasfemia y depravación. Este evento simboliza la muerte de los valores que alguna vez fueron el pilar de la civilización occidental, reemplazados por una celebración de los vicios más absurdos y destructivos, podemos afirmar que La Francia ha muerto .

Un Llamado a la Reflexión y a la Acción

La representación de la Última Cena en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 es un acto de blasfemia y falta de temor a Dios. Convertir el momento en que se instituye un sacramento central de la fe cristiana en una parodia no solo ofende profundamente a los creyentes, sino que también socava los principios de respeto y reverencia que son fundamentales para una sociedad ordenada y moral. Este evento subraya la necesidad urgente de respeto hacia la Fe en el ámbito público.

Es imperativo que los fieles y defensores de la fe cristiana no permanezcan en silencio ante tales actos de blasfemia y decadencia. Debemos alzar nuestras voces en defensa de los valores de Occidente, de la Cristiandad y de la Iglesia Católica. Esta es una cuestión de fe, por ende de preservar los fundamentos morales y espirituales que sostienen nuestra civilización. Invito a todos los lectores a expresar su rechazo a esta cultura de depravación y a unirse en la defensa de nuestra fe y nuestros valores.


martes, 23 de julio de 2024

SEÑOR, DANOS SACERDOTES SANTOS

SEÑOR, DANOS SACERDOTES SANTOS 

Señor, para celar tu honra, y gloria, danos sacerdotes santos. 

Señor, para aumentar nuestra fe, danos sacerdotes santos. 

Señor, para sostener tu Iglesia, danos sacerdotes santos. 

Señor, para predicar tu doctrina...

Señor, para defender tu causa...

Señor, para contrarrestar el error...

Señor, para aniquilar las sectas, para sostener la verdad... 

Señor, para dirigir nuestras almas...

Señor, para mejorar las costumbres...

Señor, para desterrar los vicios...

Señor, para iluminar al mundo...   

Señor, para enseñar las riquezas de tu Corazón...

Señor, para hacernos amar al Espíritu Santo, Señor, para que todos tus ministros sean la luz del mundo y la sal de la tierra, danos sacerdotes santos.

Oración. — Corazón de Jesús, Sacerdote santo, te pedimos con el mayor encarecimiento del alma que aumentes de día en día los aspirantes al sacerdocio y que los formes según los designios de tu amante Corazón. Sólo así conseguiremos Sacerdotes Santos, y pronto en el mundo no habrá más que un solo rebaño y un solo Pastor. Así sea. Amén.

(Indulgencia de 7 años y una plenaria al mes, con las condiciones ordinarias).

lunes, 22 de julio de 2024

IGNORANTE


Una vez, contó el mismo Monseñor Fulton J. Sheen, que iba en el tren y una señora lo reconoció y le dijo: 

"¿Usted es el obispo que sale en la televisión?" 

Él respondió afirmativamente. 

La señora le dijo: "Pues déjeme decirle que habla muy bien, pero no estoy de acuerdo con usted. Yo era católica, pero ahora soy atea". 

A lo que él respondió: "Oh! Ud. es atea, pero ¡qué interesante! Y por casualidad, ¿Usted ya ha leído el magisterio de la Iglesia?" 

Ella respondió: "No". 

Él prosiguió: "Bueno, ¿al menos ha leído los documentos patrísticos?". 

Ella respondió negativamente. 

El arzobispo continuó: "Ok, pero seguro ha leído los clásicos de la espiritualidad católica o a los doctores de la Iglesia". 

Ella respondió: "Ni había oído hablar de ello". 

Finalizó Fulton Sheen: "Discúlpeme señora, pero usted no es atea, usted es ignorante."

sábado, 20 de julio de 2024

MEDITACIÓN SOBRE LA PAZ DEL ALMA


I. Vive en paz con el prójimo; disimula, sufre antes de romper la paz y faltar a la caridad. Si algún acontecimiento viene a turbar esta paz, restablécela lo antes posible: cede algo de tus derechos, en interés de la paz y de la unión. En esto se conocerá si eres imitador de Jesucristo, si amas la paz y la caridad; y esta paz, que conservas con todos, es guerra cruelísima que haces al demonio. La paz entre vosotros es la guerra contra él.

II. Con todo, es preciso romper esta paz con el prójimo, cuando ella te obligue a hacer la guerra a Dios. Tienes un amigo peligroso, un pariente que te arrastra al vicio, un inferior que se entrega al libertinaje; es preciso advertirle, aun a riesgo de que se aleje de ti y se haga tu enemigo: vale más romper con los hombres que con Dios. Ninguna paz con los pecadores, ninguna paz con el vicio. Esa calma sería una tempestad (San Jerónimo).

III. Conserva no obstante la paz de tu alma, al precio que sea. El espíritu de Dios ama a los corazones apacibles y a las almas tranquilas. Si siempre te acuerdas que Dios permite todo lo que te sucede, para su gloria y para tu mayor bien, los acontecimientos, aun los más fastidiosos, no podrán alterar tu paz, ni arrebatar tu dicha. ¿Qué más precioso y más dulce para el corazón, qué más calmo y más tranquilo en la tierra que una buena conciencia? (San Bernardo).

Orad por la paz en el seno de las familias.


miércoles, 17 de julio de 2024

ORACIÓN A LA SMA. VIRGEN


"Tengo mil dificultades: ayúdame.

De los enemigos del alma: sálvame.

En mis desaciertos: ilumíname.

En mis dudas y penas: confórtame.

En mis enfermedades: fortaléceme.

Cuando me desprecien: anímame.

En las tentaciones: defiéndeme.

En horas difíciles: consuélame.

Con tu corazón maternal: ámame.

Con tu inmenso poder: protégeme.

Y en tus brazos al expirar: recíbeme.


Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

Amén."


martes, 16 de julio de 2024

INDULGENCIA PLENARIA EL 16 DE JULIO: FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN


Quienes visten el Escapulario Carmelita pueden ganar indulgencia plenaria en la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, el 16 de Julio (o el día que se celebre).

También es posible ganar indulgencia plenaria:

1. El día en que le imponen el escapulario y se une a la familia carmelita.

2. En estas fiestas:

San Simón Stock - 16 de mayo.

Virgen del Carmen - 16 de julio o cuando se celebre.

San Elías Profeta - 20 de julio.

Santa Teresita del Niño Jesús - 3 de octubre (calendario tradicional).

Santa Teresa de Jesús - 15 de octubre.

Todos los Santos Carmelitas - 14 de noviembre.

San Juan de la Cruz - 24 de noviembre (calendario tradicional).

Se puede ganar indulgencia parcial por usar piadosamente el santo escapulario, por besarlo o por cualquier otro acto de afecto y devoción. Se aplica también a la medalla-escapulario.

Normas Generales Sobre las Indulgencias

Las indulgencias, tanto parciales como plenarias, pueden ser aplicadas a los difuntos a modo de sufragio. Pero nadie puede aplicar a otros hombres aún vivos las indulgencias que gana.

Para ganar las indulgencias, se requieren las siguientes condiciones:­ 

Haber recibido el bautismo, no estar excomulgado, hallarse en estado de gracia (al menos al finalizar las obras prescritas) y estar sometido a la jurisdicción de aquél que otorga las indulgencias.

 Asimismo, debe tenerse la intención, por lo menos en general, de ganarlas. Y es necesario que las obras prescritas se realicen en el tiempo y modo establecidos en la concesión.

La indulgencia plenaria puede ser ganada una sola vez por día. Pero el fiel puede ganar la indulgencia “in articulo mortis” aún cuando ya haya ganado otra indulgencia plenaria ese mismo día.

La indulgencia parcial puede ser ganada varias veces por día, salvo explícita indicación en contrario.

Para ganar la indulgencia plenaria, debe cumplirse con la obra prescrita y, además, otras tres condiciones: 1. Confesión. 2. Comunión Sacramental (naturalmente en estado de gracia, esto es sin haber cometido pecado mortal después de la última confesión bien hecha). 3. Oración por las intenciones del Sumo Pontífice. Se indica además, que sea excluida toda inclinación al pecado, aún al venial. Si falta esta plena disposición, o si no se cumplen las condiciones mencionadas, la indulgencia será solamente parcial.

La condición de la Confesión puede ser cumplida ocho días antes u ocho días des­pués de la obra prescrita.

Con una sola confesión sacramental se pueden alcanzar muchas indulgencias plenarias. En cambio, con una sola comunión eucarística y una sola plegaria según las intenciones del Sumo Pontífice se puede alcanzar una sola indulgencia plenaria.

Se cumple plenamente la condición de la oración según las intenciones del Sumo Pontífice recitando, según sus intenciones, un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Queda librado a la libertad de los fieles el recitar, además, cualquier otra plegaria según la piedad y la devoción de cada uno.

No se puede alcanzar una indulgencia con una obra que de por sí se esté obligado a hacer por ley o por precepto, a menos que en la concesión no se diga expresamente lo contrario. No obstante, quien cumple una obra que le fue impuesta como penitencia sacramental, puede al mismo tiempo satisfacer la penitencia y alcanzar la eventual indulgencia anexa a esta obra.


lunes, 15 de julio de 2024

LA ALEGRÍA CRISTIANA


 San Felipe Neri decía que es propio de los cristianos ser alegres. Hoy en día encontraré gente alegre con la alegría que solo la gracia de Dios puede dar no es algo fácil. Si somos personas tristes lo primero que deberíamos hacer es controlar cómo va nuestra vida espiritual. Por lo general, quien vive en el pecado vive una amargura profunda y una tristeza espiritual desagradable. Dios llena el alma, en cambio el pecado nos deja en un eterno vacío que nunca se llenará a menos que tengamos una sincera y profunda conversión de corazón al Señor.

   Alguien dirá: "ser alegre en medio de los sufrimientos es imposible". Sólo el cristiano está llamado a vivir la así denominada "alegría de la Cruz". Los mártires muchas veces iban al suplicio cantando con alegría ya que sabían que irían al cielo gracias a su sangre derramada por Cristo (por ejemplo: los mártires de Barbastro). 

     Santo Tomás Moro cuando lo estaban decapitando le pidió a su verdugo que tuviera piedad de “su barba” porque “ella no tenía la culpa de sus supuestos crímenes”, y luego de bromear de esta manera le pagó a su asesino dos monedas de oro diciéndole. “este es tu sueldo para llevarme al paraíso”. Gran ejemplo el de estos santos. Los estaban matando, torturando, escupiendo, golpeando, y aún así NO PERDÍAN EL SENTIDO DEL HUMOR. Ellos sí que tenían claro lo que el mismo Señor decía en las Sagradas Escrituras: "Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí" (Mt 5, 11) "Regocijaos y alegraos , porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros" (Mt 5, 12). 

    Es obvio que la alegría de la Cruz es una gracia que debemos pedir, ya que no la podemos obtener por nuestras fuerzas. Es una gracia que debemos implorar recordando que nuestras cruces nos ayudarán a ganar la vida eterna a nosotros ya nuestros seres queridos (cuando un pariente está alejado de Dios, es bueno ofrecer nuestro sufrimiento por su conversión. Dios escucha con mayor atención toda oración que proviene del sufrimiento, ya que la persona que sufre participa aún más de la Pasión de su Divino Hijo). 

   Por lo tanto, un cristiano está llamado a ser siempre alegre, aún en medio de las cruces y sufrimientos. Y hablo de la alegría que brota de la gracia de Dios, no aquella que es fruto de la estupidez humana (la una y la otra difieren muchísimo y en varios aspectos).

    Que la Santísima Virgen María nos conceda la gracia de vivir siempre alegres y contentos en el Señor, que en definitiva es vivir siempre en su gracia y amistad. 

      P. Agustín A. Beroch


viernes, 12 de julio de 2024

UN VALOR QUE SE PIERDE POR LA ACTUAL CORRUPCIÓN


El pudor es un mecanismo de defensa, propio de la castidad, que protege instintivamente la intimidad sexual con la vergüenza. Es un muro protector de la pureza. Pudor no es miedo al cuerpo desnudo, sino respeto a él. 

No es casto el que trata de ignorar lo sexual, sino el que sabe mirarlo con ojos limpios. «El pudor distingue al hombre de los animales». 

El pudor protege la propia intimidad. El pudor es propio de la persona humana. Los animales no tienen pudor. 

El pudor también se expresa en el vestido. Por eso se cubren las partes más íntimas, que no se comparten con cualquiera.

«El pudor supone respeto a lo más personal del hombre. 

Protegerse de la mirada ajena, no indica ñoñería sino salvaguardar su sexo del uso posesivo de los demás. 

Palpar algo es, en cierta medida, un acto de posesión. Ver es como tocar a distancia. Ofrecer a la mirada ajena las partes íntimas del cuerpo supone dejarse poseer en lo que tiene uno de más íntimo. 

Toda exhibición sugiere un acto de entrega. Hacerlo en público se asemeja a la prostitución».

Dice el psicopedadogo Bernabé Tierno: «La educación del pudor sólo es posible allí donde imperan ideas nobles y sentimientos limpios. El  pudor sólo es sentido por quien todavía es  sensible a las amenazas que sufre la virtud. 

Todo lo que tiene ella de grande y de noble, de dominio propio y de respeto, lo tiene el vicio impuro de bajo y despreciable. La persona impura es una persona sin voluntad. La razón, que debería ser la señora, se vuelve esclava de los instintos animales; el hábito vicioso se convierte en el peor de los tiranos, exige cada vez más y vuelve a la persona egoísta, con un egoísmo de la peor especie: la persona impura lo sacrifica todo para satisfacer su propia pasión. El vicio impuro quita a la persona la tranquilidad de conciencia, la alegría, la libertad, la fe, la esperanza, el verdadero amor, la honra, la fortuna, la salud y, en fin, la gloria del cielo. 

No podemos olvidarnos que el buen cristiano, además de la virtud de la pureza, debe tener la de la justicia y la caridad.

Libro "Para Salvarte" P. Loring.


jueves, 11 de julio de 2024

¿CRIATURA DE DIOS O PRODUCTO DE LA CASUALIDAD?

 

Hay dos maneras de considerarse en la vida: Producto de la materia, evolución de la materia, hijo del mono, nieto del árbol, biznieto de la piedra, o bien creación de Dios. Es decir, producto de la generación espontánea, de lo inorgánico, o bien término del Amor de un Dios todo poder y toda bondad.

Claro está que para quien se considera hijo de la materia, y pura materia, el panorama no puede ser muy consolador. La materia no tiene entrañas, carece de corazón, ni siquiera tiene oídos para escuchar los ruegos, ni ojos para ver el llanto.

Pero para quien sabe que su vida no viene de la nada, sino de Dios, el cambio es total. Yo soy la obra de las manos de Dios. Él es el responsable de mi vida. Y yo sé que Dios es Belleza, toda la belleza del universo arranca de Él, como de su fuente. Las flores, los campos, los cielos, son bellos, porque como decía San Juan de la Cruz pasó por estos sotos, sus gracias derramando, y vestidos los dejó de su hermosura.

P. Alberto Hurtado S.J.


sábado, 6 de julio de 2024

6 de julio: SANTA MARÍA GORETTI


1. Santa María Goretti nació en 1890 en Corinaldo, Italia. Fue criada en una familia agrícola pobre. Era conocida por su naturaleza alegre y devota.

2. El padre de María murió cuando ella era joven y su madre trabajaba para mantener a sus seis hijos. María cuidaba a los niños más pequeños mientras su madre trabajaba. Rezaba el Rosario todas las noches por el descanso del alma de su padre.

3. María Goretti murió mártir a los 11 años. El 5 de julio de 1902, un vecino llamado Alessandro Serenelli intentó agredirla sexualmente. Ella se resistió, proclamando que era un pecado y una ofensa contra Dios. Alessandro la apuñaló varias veces, lo que provocó su muerte al día siguiente.

4. María perdonó a su agresor antes de morir y expresó su deseo de verlo en el cielo.

5. Su atacante luego experimentó una conversión después de que María se le apareció en un sueño mientras estaba en prisión. Se arrepintió profundamente de sus acciones. Después de cumplir una condena de prisión, asistió a la beatificación de María y se convirtió en hermano laico en un monasterio.

6. Es ampliamente venerada como la patrona de la pureza, la castidad, las jóvenes y las víctimas de violación o violencia.

7. Los peregrinos pueden visitar su santuario en la Basílica de Santa María Goretti en Nettuno, Italia, donde se conserva su cuerpo.


viernes, 5 de julio de 2024

BUSCA LA RECTA ESPIRITUALIDAD

 

"Más de una persona que quiere ser piadosa, se dedica a una piedad sentimental, y está convencida de que no será oída por Dios, sino recitando tal fórmula determinada, y esto delante de tal imagen determinada y no de otra, y en tal día y no en otro, y cree esto con tanta firmeza como si lo hubiese leído en el Evangelio, mientras ignora casi por completo las palabras de vida que allí nos dejó nuestro divino Salvador.

A tal persona no le falta lo que se llama devoción -es tal vez la más piadosa de la parroquia- pero sí, la recta espiritualidad. No sabe distinguir entre lo esencial y lo secundario, y así se trastorna en ella el orden de los valores, de modo que los de poco valor le parecen más importantes que los de primera categoría. Es porque esa alma se deja llevar, sin darse cuenta, de un espíritu seudo religioso, que es precisamente la mejor arma del diablo para corromper las almas piadosas".

Mons. Straubinger

jueves, 4 de julio de 2024

VANIDAD DEL MUNDO – Por San Alfonso María de Ligorio.

 

¿De qué le vale al hombre conquistar el mundo entero, si pierde su alma? (Mt. 16, 26) ¡Oh máxima poderosa, que tantas almas ha llevado al cielo y tantos santos ha dado a la Iglesia! ¿De qué sirve ganar todo este mundo, que muere, si se pierde el alma, que es eterna? ¡EI mundo! ¿Qué es el mundo, sino una ficción, una jornada de comedia, que luego pasa? Llega la muerte, cae el telón, se acaba la comedia y se acabó todo. ¡Ay de mí! En la hora de la muerte, a la luz de la candela, ¿Cómo verá el creyente las cosas del mundo? Aquella vajilla de plata, aquel dinero acumulado, aquellos muebles lujosos y vanos, que pronto los ha de dejar! Jesús mío, haz que de hoy en adelante mi alma sea toda tuya y no ame más que a Ti. Quiero desprenderme de todo antes que la muerte me desprenda a la fuerza.

Escribía Santa Teresa: «Da a cada cosa su valor, y como lo que ha de acabar tan presto, lo estime» Procuremos, pues, la ganancia que sobrevive al tiempo. ¿De qué sirve ser feliz durante cuatro días si es que puede haber felicidad fuera de Dios al que ha de ser desgraciado por siempre jamás? Dice David que en la muerte todos los bienes terrenos parecerán un sueño. ¡Que desilusión, encontrarse tan pobre como antes, después de haber soñado uno que era rey! Dios mío, ¿quién sabe si esta meditación es para mí la última llamada? Dame fuerza para desasir mi corazón de todos los afectos terrenos, antes que tenga que partir de este mundo. Y hazme comprender la desgracia que fue para mí el haberte ofendido y el dejarte por amor de las criaturas: Padre, no merezco llamarme hijo, tuyo (Lc. 15,19). Me arrepiento de haberte vuelto la espalda; no me rechaces ahora que vuelvo a Ti.

En la muerte no serán para un religioso ningún consuelo ni los oficios honrosos, ni la magnificencia de las fiestas del monasterio, ni las diversiones, ni las honras recibidas; no tendrá más consuelo que el amor que haya tenido a Jesucristo y lo poquito que haya padecido por su amor. Felipe II exclamaba al morir: «¡ojalá hubiera sido simple lego de un convento antes que rey!» Felipe III decía también: « ¡Oh! Si hubiera vivido en un desierto, me presentaría ahora con más confianza en el tribunal de Dios». Así hablaban al morir los que pasan por los más afortunados de la tierra. Sí; todas las cosas terrenas vienen a resumirse en la hora de la muerte en remordimientos de conciencia y en temores de condenación eterna. ¡Dios mío, dirán entonces muchos religiosos, abandoné el mundo, pero seguí amando sus vanidades y viviendo según sus máximas! ¿De qué me sirve haber dejado el mundo; para llevar una vida desgraciada que no fue ni para el mundo ni para Dios? ¿Qué loco he sido! Podía haberme hecho santo con tantos medios y tanta facilidad como tenía; podía haber llevado una vida feliz en la unión con Dios; pero ¿qué es lo que me queda de la vida pasada? Todo esto lo dirán cuando ya va a terminar la escena y están para entrar en la eternidad, próximos al momento supremo del que depende el ser felices o desgraciadas por toda la eternidad.

Señor, ten piedad de mí. No he sabido amarte en lo pasado. De hoy en adelante, Tú serás mi único bien. «¡Dios mío y todas mis cosas!» Tú sólo mereces todo mi amor, y a Ti sólo quiero amar.

¡Oh grandes del mundo! Ahora que estas en el infierno, ¿qué provecho te dan tus riquezas y tus honores? Y responden, llorando: « ¡Ninguno, ninguno; aquí no encontramos más que tormentos y desesperación. Pasó el mundo, pero nuestra pena no pasara jamás!». ¿Que nos aprovecha nuestra soberbia?-dirán los miserables-. ¿De qué nos sirve el orgullo de nuestras riquezas? Todo pasó como una sombra, y no ha quedado de todo aquello más que tormentos eternos. ¡Ay, sí!, en la hora de la muerte el recuerdo de las prosperidades mundanas no nos producirá confianza, sino temor y confusión. ¡Pobre de mí! En tantos años de vida y de religión, ¿qué he hecho hasta ahora por Dios? Señor, ten piedad de mí, y no me arrojes de vuestra presencia. La hora de la muerte es la hora de la verdad; entonces se ve que todo lo de este mundo es vanidad, humo, ceniza. ¡Oh Dios mío! ¡Cuántas veces te he cambiado por nada! Ya no me atrevería a esperar el perdón si no supiera que haz muerto por mí. Ahora te amo sobre todas las cosas, y aprecio más tu gracia que todos los reinos del mundo.

EL CAMINO DE LA SALVACIÓN Y DE LA PERFECCIÓN.


miércoles, 3 de julio de 2024

¿POR QUÉ LA GENTE SE QUEDA CON LA IDEA POPULAR Y ERRÓNEA QUE AL MORIR ALGUIEN YA LA HIZO EN AUTOMÁTICO Y SE VA DE FRENTE AL CIELO?


¡Cuántas almas llevarán años y años en el purgatorio por causa de esas ideas! 

Y escuchamos frases como:

-Por fin ya está descansando con Diosito.

- Ya tenemos un angelito en el cielo.

- Era bien bueno, ya está en paz.

No amigos, solo Dios sabe en qué estado llegó esa alma a su presencia, pero los buenos deseos no son suficientes para salvar un alma, por más querida que sea.

Por eso, no dejemos de ofrecer oraciones, misas y sacrificio por las almas del purgatorio, ellas pueden seguir necesitando mucho de nosotros.

NO NOS OLVIDEMOS DE ELLAS.

martes, 2 de julio de 2024

2 DE JULIO: LA VISITACION DE NUESTRA SEÑORA.


Celebra la Iglesia esta fiesta el día dos de julio en memoria de la visita que la Santísima Virgen hizo a su prima santa Isabel.

Al mismo tiempo que el Ángel anunció a María la encarnación del Hijo de Dios, le dio parte del preñado a su prima santa Isabel, que, aunque estéril y de edad muy avanzada, tenía en su vientre seis meses, había un hijo milagroso destinado a ser precursor del verdadero Mesías. Llenó de gozo a la Virgen esta noticia; y considerando la fortuna de aquella dichosa mujer escogida de Dios para madre del precursor de su amantísimo Hijo, la obligación que tenía de ir cuanto antes a darle el parabien de aquella dicha, los vivos deseos que sentía de servirla, y dándole el Señor un claro conocimiento de las maravillas que quería obrar por ella en aquella misteriosa visita, partió sin dilación para hacerla en aquel mismo día; porque como dice san Ambrosio, la caridad no sufre tardanzas ni dilaciones. El camino era dilatado y penoso; y había que viajar desde Nazaret a Hebron, ciudad sacerdotal situada en la parte meridional de Judá, sobre unas escarpadas montañas, a diez o doce leguas de Jerusalen, a treinta y ocho o cuarenta de Nazaret. No era viaje fácil a una doncella tan tierna como la santísima Virgen; pero el celo y la caridad le allanaron las dificultades, sina acobardarla las fatigas del camino, porque toda su ansia era seguir la divina inspiración y publicar las grandezas del Señor, como dice el mismo san Ambrosio.

Habiendo llegado a Hebrón, se encaminó directamente a la casa de Zacarías, a cuya puerta encontró a su prima que salía a recibirla. Abrazóla tiernamente, saludándola y apenas despegó los labios, cuando el niño de seis meses, que estaba en las entrañas de Isabel, se halló de repente iluminado con una luz celestial; conoció perfectamente la majestad y la grandeza de los huéspedes que le hacían tanta honra, y desde la oscura prisión del materno albergue, ya que no podía hablar, adoró a Jesús y a María como pudo, dando dentro de él un prodigioso salto en señal, dice san Pedro Crisólogo, de su respeto y de su gozo. Notó Isabel tan alegre movimiento, y comunicándose en el mismo instante a la madre la luz sobrenatural que alumbraba al hijo, conoció el incomprensible misterio de la encarnación del Verbo, de manera que llena su alma del Espíritu Santo, no cabiendo el gozo en las estrechas márgenes del pecho, comenzó a exclamar en alta voz: "Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre." ¿De dónde a mí tanta dicha, que venga a visitarme la Madre de mi Dios y Señor? Favor que no soy capaz de agradecer dignamente, dejándome tan llena de asombro como de confusión. El mismo niño que tengo en mis entrañas ha conocido cuánto vale tu celestial presencia, saltando de alegría dentro de ellas luego que llegaron a  mis oídos las primeras palabras de tu dulce salutación. Dichosa mil veces tú, querida prima mía, que con noble sencillez y sin dar lugar a la menor duda, creíste humildemente cuando el Ángel te anunció de parte de Dios. Sí por cierto, porque el Todopoderoso, que comenzó en ti cosas tan grandiosas y tan altas, las acabará y las perfeccionará, como tu lo has esperado. Él te empeñó su palabra, pues Él te la cumplirá.

La respuesta de la Virgen fue humilde y modesta. Ocultando cuanto podía ceder en su alabanza, rindió al Señor la gloria de todo, y solo trató de la obligada que estaba a su beneficencia. Animada del Espíritu Santo, de que estaba llena, prorumpió entonces en aquel divino cántico, el primero del Nuevo Testamento, el cual solo hace infinitas ventajas a todos los del antiguo; y tanto por el espíritu de devoción que respira en cada sílaba, como por la noble elevación de los pensamientos y por la majestuosa soberanía del estilo, es el más precioso monumento de la profunda humildad de María, el acto más auténtico y perfecto reconocimiento y el modelo más excelente para dar gracias al cielo, que nos ha dejado el mismo que le inspiró.

"Engrandece, alma mía, al Señor, -dijo la Virgen-, obrador de tantas maravillas, y sea para solo Él toda la gloria. No puedo pensar en ellas sin sentir todo mi corazón preocupado de alegría en aquel Señor que adoro como a mi Dios, que venero como a mi Salvador, y que amo como a mi Hijo. Dignóse poner los ojos en mi humildad, y elevó su vil esclava a la Dignidad de Madre suya. Bien se que por esto me admirarán tosas las naciones, y ensalzarán perpetuamente mi dicha en los siglos venideros; pero si es que se halla en mí alguna cosa grande y elevada, a Él solo se le debe toda la gloria, Él fue quien me engrandeció, y a Él le debo todo cuanto soy. Nada soy por mí misma; Él es el autor de las maravillas que todas las naciones admirarán y publicarán de mi persona, las que ni aun yo misma puedo bastantemente engrandecer. Confesarán las mismas naciones que el Todopoderoso hizo en mí cosas grandiosas, y que no es menos poderosa su Omnipotente mano que Santo su Nombre agradable. En mil ocasiones experimentaron nuestros padres los excesos de su misericordia. ¿Qué prodigios no hizo por defender a los que temían? Desplegó toda la fuerza de su brazo, combatió por ellos, desconcertó los planes de sus enemigos, derribó del trono a los soberbios monarcas que los amenazaban con su total ruina; y como el Señor se complace en abatir a los que se engríen, y en elevar a los que se humillan, después de haber abatido el orgullo de los tiranos, ensalzó a los humildes, y llenó de hartura a los pobres, mientras los ricos privados de sus riquezas perecían de hambre. Faraón sumergido, Saúl reprobado, humillado Roboam, Olofernes abatido, Amán desgraciado, y Nabucodonosor que presumía de deidad confundido con los brutos, mientras los más viles siervos de Dios se veían exaltados; todo esto acredita cuánto ama el Señor a los humildes.

Y aunque es así que todos los verdaderos israelitas, todos los fieles siervos suyos recibieron de su mano gracias extraordinarias en todas las edades del mundo; pero en este tiempo muy particularmente la misericordia de Dios ha hecho resplandecer su bondad en su favor. Viene a salvarlos, quiere vivir entre ellos y morir por ellos, no habiendo echado en olvido la promesa que hizo a Abraham y a los de su linaje, de derramar en sus hijos los tesoros de sus misericordias."

De esta manera, con un portentoso rayo de luz sobrenatural descubrió, digámoslo así, de una sola ojeada la santísima Virgen todas las antiguas promesas y profecías, con el pleno cumplimiento de todas ellas, mil veces más iluminada y más privilegiada ella sola que todos los profetas juntos. Conocióse bien, dice san Ambrosio, en aquella admirable conversación de María y de Isabel que ambas profetizaban con un mismo espíritu duplicado, uno el que inspiraba a la madres, y otro el que llenaba a los hijos: Duplici miraculo prophetan Matres spiritu parvulorum.

(...)

(Año Cristiano, p. J. Croisset)

lunes, 1 de julio de 2024

ACORDAOS


 

ESPAÑOL

Acordaos, ¡oh piadosísima

Virgen María!, que jamás

se ha oído decir que ninguno

de los que han acudido a

vuestra protección,

implorando vuestra asistencia

y reclamando vuestro socorro,

haya sido abandonado de vos.

Animado por esta confianza,

a Vos también acudo, ¡oh

Madre, Virgen de las

vírgenes!, y aunque gimiendo

bajo el peso de mis pecados

me atrevo a comparecer ante

vuestra presencia soberana,

no desechéis ¡Oh Madre del

Verbo! mis súplicas, antes

bien, escuchadlas y acogedlas

benignamente. Amén.


LATÍN

Memorare, O piissima

Virgo María , non esse

auditum a sæculo,

quemquam ad tua currentem

præsidia, tua implorantem

auxilia, tua petentem

suffragia, esse derelictum.

Ego tali animatus confidentia,

ad te, Virgo Virginum, Máter,

curro, ad te venio, coram te

gemens peccator assisto. Noli,

Mater Verbi, verba mea

despicere; sed audi propitia et

exaudi. Amen.