jueves, 29 de diciembre de 2022

MEDITACIÓN SOBRE EL AMOR DE DIOS


I. Meditemos en estos tres últimos días del año, acerca de nuestros deberes para con Dios, para con el prójimo y para con nosotros mismos. Has sido creado para amar a Dios sobre todas las cosas; éste es tu único quehacer, todo lo demás nada es. Dime, por favor, ¿qué has hecho durante este año? Examina tus acciones, tus pensamientos y tus palabras. De tantos días pasados, de tantas horas transcurridas, ¿cuántos has consagrado al servicio de Dios? ¡Oh gran Dios! ¡Vos queréis hacerme dichoso eternamente, y yo rehúso serviros durante los pocos momentos que me quedan de vida!

II. ¿Qué has hecho contra Dios? ¿Cuántas veces has desobedecido a sus mandamientos y rechazado sus inspiraciones? ¿Cuántas veces has abusado de sus gracias y profanado sus sacramentos? Interroga a tu conciencia, y di con David: “Contra Vos solo, Dios mío, he pecado”. He guardado las apariencias, he querido contentar a los hombres con una devoción de puro alarde, pero no he podido con ello contentar a Dios que ve hasta el fondo de mi alma. He pecado contra Vos solo y he hecho el mal en vuestra presencia.

III. ¡Cuántas cosas pudiste hacer por Dios y no hiciste! Y sin embargo, ¿pudo acaso Dios hacer por ti más de lo que hizo? Pongamos, pues, manos a la obra, demos al Señor el resto de nuestra vida. Bastante hemos trabajado para nuestro cuerpo y para la tierra, hagamos algo para nuestra alma y para el cielo. Hemos dado un año a nuestro cuerpo, demos algunos días a nuestra alma; vivamos un poco para Dios, después de haber vivido tanto para el siglo.


martes, 27 de diciembre de 2022

ALÉGRATE, QUE YA NACIÓ EL SALVADOR


 

¡Ha nacido ya nuestro Salvador; alegrémonos! 

No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la eternidad prometida.

Nadie tiene por qué sentirse alejado de la participación de semejante gozo, a todos es común la razón para el júbilo: porque nuestro Señor, destructor del pecado y de la muerte, como no ha encontrado a nadie libre de culpa, ha venido para liberarnos. Alégrese el santo, puesto que se acerca a la victoria; regocíjese el pecador, puesto que se le invita al perdón; anímese el gentil, ya que se le llama a la vida.

Pues el Hijo de Dios, al cumplirse la plenitud de los tiempos, establecidos por los inescrutables y supremos designios divinos, asumió la naturaleza del género humano para reconciliarla con su Creador, de modo que el demonio, autor de la muerte, se viera vencido por la misma naturaleza gracias a la cual había vencido.

Por eso, cuando nace el Señor, los ángeles cantan jubilosos: Gloria a Dios en el cielo, y anuncian: y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Pues están viendo cómo la Jerusalén celestial se construye con gentes de todo el mundo; ¿cómo, pues, no habrá de alegrarse la humildad de los hombres con tan sublime acción de la piedad divina, cuando tanto se entusiasma la sublimidad de los ángeles?

Demos, por tanto, queridos hermanos, gracias a Dios Padre por medio de su Hijo, en el Espíritu Santo, puesto que se apiadó de nosotros a causa de la inmensa misericordia con que nos amó; estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo, para que gracias a él fuésemos una nueva creatura, una nueva creación.

Despojémonos, por tanto, del hombre viejo con todas sus obras y, ya que hemos recibido la participación de la generación de Cristo, renunciemos a las obras de la carne.

Reconoce, cristiano, tu dignidad y, puesto que has sido hecho partícipe de la naturaleza divina, no pienses en volver con un comportamiento indigno a las antiguas vilezas. Piensa de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. No olvides que fuiste liberado del poder de las tinieblas y trasladado a la luz y al reino de Dios. Y si, por desgracia, volvieras al fango del pecado, ¡levántate, de inmediato, por medio del sacramento de la Confesión!

Gracias al sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no se te ocurra ahuyentar con tus malas acciones a tan noble huésped, ni volver a someterte a la servidumbre del demonio: porque tu precio es la sangre de Cristo.

Mantengamos en nuestros corazones este espíritu de júbilo por siempre.

lunes, 26 de diciembre de 2022

HUMILDAD


“Ser humilde es desear la estima de Dios y despreciar la de los hombres. “Ama ser ignorado y tenido por nada”: por lo tanto debemos trabajar por negar toda influencia sobre nuestro corazón a palabras como “promociones”, “popularidad”, “estima”, y otras fórmulas hechas de este género. Cristo fue contado entre los malhechores: ¿por qué nosotros queremos tanto ser contados entre los mejores?”.

P. Edouard Poppe

sábado, 24 de diciembre de 2022

QUE EN ESTA SANTA NOCHE NAZCA EL DIOS NIÑO EN TU CORAZÓN Y EN TU HOGAR


Que el mundo siga su movimiento, mientras tú y tu familia se apartan de esa vorágine para en silencio, en reverente actitud, adorar al Niño que nace en el más humilde pesebre; después, con fervor habrá que cantarle y arrullarle con algunos villancicos y rezarle agradeciéndole todas las gracias que nos trae. La cena no es una cena familiar más: es la reunión de la familia para comemorar que el Dios Niño ha nacido.

San Alfonso María de Ligorio nos enseña:

"Solo en este Niño halló el eterno Padre sus delicias, porque, como dice san Gregorio, solamente en éste no halló culpa. Consolémonos, pues, nosotros miserables pecadores, porque este divino Infante ha venido del cielo a comunicarnos ésta su inocencia por medio de su pasión. Los méritos suyos, si nosotros supiésemos estimarlos, pueden mudarnos de pecadores en santos e inocentes; pongamos en ellos nuestra confianza, pidamos por los mismos al eterno Padre siempre la gracia, y lo alcanzaremos todo".

viernes, 23 de diciembre de 2022

JOSÉ Y MARÍA PARTEN A BELÉN


San Lucas que nos da noticia de la visitación de María a su prima santa Isabel, refiere la circunstancia que estuvo con ella unos tres meses, después de los cuales, acompañada de su virginal esposo, tornó a Nazaret. José entregado en las manos de la providencia, se deja completamente conducir de ella y, con toda calma, sin prevenirla en un instante y sin retardarla un momento, vive todo unido con Dios. Él sabe que el Mesías prometido que ha de nacer de su virginal esposa, ha de nacer en Belén de Judá en cumplimiento de las profecías, entre tanto los dos esposos preparan todo lo necesario, como si hubiese de nacer en su propia casa.

En aquellos días se publicó una orden del Cesar mandando el empadronamiento de los hijos de Israel, y José parte a Belén de donde es oriundo, hace constar que él y su esposa son descendientes de David, y por falta de posada pasa la noche en la cueva de Belén. Noche feliz en la que se dio a luz el divino sol de justicia que quitó las tinieblas del pecado y de la ignorancia.

José durante este viaje, según nos dicen, grandes autores, veía amanecer todos los días con nuevos trabajos y en sus noches se acostaba con repetidas angustias...  José calla, no despliega sus labios, está del todo resignado, su confianza en Dios crece a medida de los trabajos. ¡Ah! él obró en todo como lleno de gracia, pero de gracia tanta cual convenía al esposo de María y al padre de Dios hecho Hombre. ¡Qué lección oh santísimo Patriarca! ¡Qué lección para todos los cristianos! ¡Qué modelo para todos los que nos apellidamos tus devotos! Sí, yo resuelvo practicar a vuestra imitación la paciencia, pero practicarla de un modo santo, con resignación verdadera, con verdadera conformidad con la voluntad de Dios, callando como vos callabais y bendiciendo gustoso la mano soberana que así lo dispone.

Del libro: Las glorias de San José o sea la vida del Santísimo Patriarca.

R. P. José María Vilaseca. Año 1874

jueves, 22 de diciembre de 2022

EXAMEN DE CONCIENCIA PARA CONFESARTE. ACABEMOS EL AÑO EN GRACIA SANTIFICANTE ACUDIENDO AL CONFESIONARIO.


 EXAMEN DE CONCIENCIA PARA CONFESARTE.

ACABEMOS EL AÑO EN GRACIA SANTIFICANTE ACUDIENDO AL CONFESIONARIO.

¿Qué pecados debemos confesar? Debemos confesar todos los pecados mortales cometidos después del bautismo, o después de nuestra última confesión bien hecha. ¿Me quedé tranquilo en confesiones anteriores?

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS

I. YO SOY EL SEÑOR TU DIOS, NO TENDRÁS OTRO DIOS FUERA DE MÍ

Ordena: Adorar a Dios; tener Fe, Esperanza y Caridad; reverencia por las cosas sagradas; oración.

Prohíbe: Idolatría, superstición, espiritismo, hechicería, astrología, brujería, tirar las cartas, ouija y ocultismo; tentar a Dios, cometer sacrilegio, participar en cultos falsos. 

¿Sabes lo necesario para salvarte y cumplir tu deber? ¿Crees todo lo que enseña la Iglesia Católica? ¿Has sostenido ideas contrarias a la fe católica? ¿Has consentido dudas contra la fe? ¿Has leído libros de las sectas protestantes? ¿Has creído en supersticiones, adivinadoras, espiritistas? ¿Has leído libros o visto películas en contra de la religión? ¿Has pasado mucho tiempo sin rezar? ¿Has rezado mal, de prisa o por rutina? ¿Te has desesperado o has hablado contra la Providencia? ¿Has criticado al Papa, a los Obispos o a los Sacerdotes cuando cumplen bien con su deber? ¿Has cometido sacrilegio: callándote pecados mortales en confesiones a sabiendas; comulgando en pecado mortal o recibiendo así algún otro Sacramento; profanando el templo, los objetos o las personas consagradas a Dios? ¿Has abusado de la bondad de Dios? ¿Te has avergonzado de ser católico: no atreviéndote a proceder como tal ante los demás por respeto humano; dejándote arrastrar al mal por cobardía? ¿Cumples con tu deber de estado cristianamente por amor a Dios o eres negligente y flojo?

II. NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO

Ordena: Reverencia al hablar de Dios y de las cosas santas, no jurar el nombre de Dios en vano o sin necesidad grave..

Prohíbe: Blasfemia, el uso irreverente del nom￾bre de Dios y de Jesucristo, hablar irrespetuosa￾mente de cosas santas, jurar en falso y el que￾brantar los votos.

¿Has jurado con mentira o con duda? ¿Has jurado vengarte? ¿Has dicho blasfemias (contra Dios, la Sagrada Hostia, la Virgen, los Santos y las cosas sagradas)?

III. SANTIFICARÁS LAS FIESTAS

Ordena: Asistir a Misa los domingos y los días de precepto.

Prohíbe: El dejar de asistir a Misa por culpa nuestra, trabajar innecesariamente en esos días, comprar o vender en esos días. 

¿Has dejado la Misa por tu culpa en domingo o día de fiesta? ¿Has llegado con retraso a la Misa? ¿Te has distraído en Misa voluntariamente y has distraído a los demás? ¿Has trabajado los domingos o días de fiesta? ¿Haces tus compras los domingos?

IV. HONRARÁS A TU PADRE Y MADRE

Ordena: Amor, respeto, obediencia de parte de los hijos; cuidado por parte de los padres por el bienestar espiritual y temporal de sus hijos, obediencia a los superiores civiles y religiosos.

Prohíbe: Odio hacia los padres y superiores; falta de respeto; desobediencia.

 ¿Manifiestas respeto y cariño hacia tus padres, familiares y superiores? ¿Atiendes bien tu hogar y procuras el bien material y espiritual de tu esposa, esposo, y de tus hijos? ¿Los has inclinado o ayudado a cometer algún pecado? ¿Corriges con enojo o injustamente a tus hijos o a otras personas? ¿Has hecho llorar a tu madre? ¿Te has avergonzaqdo de tus padres ante los demás? ¿Los socorres en sus necesidades? ¿Les ocultas parte de lo que ganas? ¿Tienes odio o aversión a tus hermanos? ¿Has reñido seriamente con ellos? ¿Has estado varios días sin hablarles? ¿Has encubierto sus faltas a tus padres? ¿Cumples fielmente con tus obligaciones trabajando el tiempo debido?

V. NO MATARÁS

Ordena: El salvaguardar nuestra propia vida y el bienestar del cuerpo de otros, controlar nuestro mal genio; manejar con cuidado respetando la ley de tránsito.

Prohíbe: Matar injustamente, cometer suicidio, aborto, eutanasia, practicar el control artificial de la natalidad, esterilización, sostener pleitos o reñir, poner en peligro la vida de uno o parte de nuestro cuerpo y lo mismo hacia otros; emborracharse, drogarse; calumniar al prójimo.

¿Has matado, herido o maltratado gravemente a otro? ¿Has insultado o deseado mal al prójimo; te has burlado o alegrado de la desgracia ajena? ¿Tienes odio, rencor, aversión a alguna persona o deseo de venganza? ¿Has abusado de la bebida hasta perder la razón? ¿Has pecado en lo referente al aborto? ¿Has dado mal ejemplo a quienes te rodean? ¿Has escandalizado con tu forma de vestir, conversaciones, posturas, diversiones etc.? ¿Ayudas a los necesitados con tu caridad y tus limosnas o eres egoista y despifarador?

VI. NO FORNICARÁS

Ordena: Castidad de palabra y de hecho, evitar ocasiones de pecado.

Prohíbe: La pornografía, películas indecentes, hablar o cantar obscenamente, acciones impuras a solas o en compañía, masturbación, fornicación, adulterio, homosexualidad, incestos.

Sexto y Noveno mandamiento.

¿Has consentido pensamientos impuros? ¿Has mirado con mirada lujuriosa? ¿Has leído algo deshonesto, pornográfico o peligroso? ¿Has hecho algún acto impuro: solo o con otra persona soltera o casada? ¿Has usado medios anticonceptivos? ¿Te pones en peligro u ocasión próxima de pecar: películas, espectáculos, personas, durante el noviazgo, cines, Internet, televisión, puestos, novelas, etc...? Si vas al matrimonio, ¿has tenido un trato inconveniente con tu novio(a)? (besos, abrazos incorrectos, muestras peligrosas de afecto, conversaciones malas, etc.).

VII. NO HURTARÁS

Ordena: Respeto por la propiedad y el derecho de los demás; el pagar nuestras deudas; el pagar salarios justos a los empleados; ordena la honradez y justicia en los funcionarios públicos.

Prohíbe: Robar, hacer daño a propiedad ajena, violar el contrato; el no pagar las deudas; el no devolver cosas, artículos encontrados o prestados; el alterar el peso de los artículos que se venden; el no pagar salarios justos; el pagar sobornos; obtener dinero mal habido; hacer trampa, cometer fraude, aceptar propiedades robadas, el no pagar un precio justo por el trabajo hecho o no trabajar el tiempo convenido.

Séptimo y décimo mandamiento

¿Has robado algo ajeno? ¿Has cooperado de alguna manera a los robos ajenos? ¿Has comprado a sabiendas lo robado; has comprado o vendido con engaño?¿Te has dejado sobornar? ¿Retienes el dinero ajeno? ¿Has restituido lo robado? ¿Has resarcido el daño hecho? ¿Has descuidado el pago de tus deudas? ¿Has tramado algo para apoderarte de lo ajeno?

VIII. NO LEVANTARÁS FALSOS TESTIMONIOS 

NI MENTIRÁS

Ordena: Decir la verdad, respeto de la fama del prójimo; guardar en secreto lo que es requerido.

Prohíbe: El mentir, difamar el buen nombre de los otros, calumniar, murmurar, hacer juicios temerarios, hablar de manera despreciable (desdeñable), y violar un secreto.

¿Has mentido? ¿En materia grave? ¿Has difamado o ridiculizado al prójimo? (De palabra, por escrito, por insinuaciones, infundiendo sospechas) ¿Has descubierto sin causa justificada faltas, aunque fueren verdaderas, de los otros? ¿Has exagerado los defectos ajenos; has traído cuentos o chismes de unos a otros? ¿Has juzgado mal al prójimo sin motivo; has oído murmurar con gusto? ¿Has restituido la fama?

IX. NO DESEARÁS LA MUJER DE TU PRÓJIMO

Ordena: Pureza de pensamiento y respeto hacia 

todas las mujeres (u hombres).

Prohíbe: Pensamientos y deseos impuros voluntarios.

X. NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS

Ordena: Respeto por los derechos de los demás.

Prohíbe: El deseo de tomar (apropiarse indebidamente), guardar o destruir la propiedad ajena.

LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA

1º Oír misa entera todos los domingos y fiestas de 

guardar. ¿Has dejado esos días de oír Misa sin causa justificada?

2º Confesarse bien por lo menos una vez al año o en peligro de muerte o antes de comulgar, si se está en pecado mortal.

3º Comulgar por Pascua florida. ¿Cumpliste la Pascua todos los años, comulgando bien a su tiempo para participar de los frutos de la victoria de Cristo? Y si no, entonces, ¿comulgaste lo antes posible?

4º Ayunar cuando lo manda la Santa Madre Iglesia (miércoles de ceniza y viernes santo).

 ¿Has ayunado los días señalados? (Ayunar es comer una sola comida fuerte por día y algo ligero en la mañana y noche). ¿Has guardado abstinencias, es decir, no comer carne? ¿Has guardado abstinencia en estos días señalados y todos los viernes del año?

5º Pagar diezmos y primicias a la Iglesia de Dios. 

¿Has dado para el culto lo que se acostumbra? ¿Eres generoso en sostener las buenas obras: apostolados, misiones, defensa y propagación de la fe católica?

LOS 7 PECADOS CAPITALES

1. Soberbia: ¿Te dejas dominar de ella y fomentas sentimientos de vanidad y de orgullo? ¿Te contemplas con vanagloria? ¿Te envaneces por el puesto que ocupas? ¿Desprecias a los que te rodean?

2. Avaricia: ¿Piensas sólo en los bienes de este mundo? ¿Sientes un ansia excesiva de enriquecerte por la codicia? ¿Tienes demasiado apego al dinero o lo despilfarras?

3. Lujuria: ¿Buscas con afán los placeres y comodidades? ¿Eres blando en tus costumbres, dejándote llevar de la carne en tus diversiones? ¿Abusas de la vida de bar, cine, baile?

4. Ira: ¿Te dejas llevar del genio y te enfadas con facilidad? Soportas con paciencia las adversidades y molestias de los demás, y todo lo que te contraría?

5. Gula: ¿Procuras guardar orden y moderación en el comer y beber? ¿Eres sensual y refinado con exceso?

6. Envidia: ¿Te domina la envidia y llevas a mal el que otros tengan más, o sean mejores o más felices que tú? ¿Tienes amplitud de corazón para saber alegrarte del bien ajeno?

7. Pereza: ¿Te dejas llevar de la pereza: al levantarte, en el trabajo, en tus descansos? ¿Has sido negligente y comodón en tus obligaciones? ¿Malgastas el tiempo con la televisión, internet, juegos etc?

ARREPIÉNTETE DE TODOS TUS PECADOS POR EL DOLOR DE HABER OFENDIDO A DIOS, POR SER ÉL QUIEN ES, Y HAZ UN FIRME PROPÓSITO DE LUCHAR PARA NO VOLVER A PECAR Y CONFIESA TUS FALTAS AL SACERDOTE.

Para volar al Cielo se necesitan dos alas: La Confesión y la Comunión. (San Juan Bosco).

martes, 20 de diciembre de 2022

UN EXCELENTE CONSEJO DEL CURA DE ARS, MUY CONVENIENTE PARA EL FIN DE AÑO


“Muchos cristianos no trabajan más que para satisfacer este cadáver [al cuerpo siempre lo llamaba «cadáver»] que pronto se pudrirá en la tierra; y, sin embargo, no piensan en su pobre alma, que debe ser eternamente feliz o infeliz. Carecen de espíritu y de buen sentido: ¡esto hace temblar! Veis, hijos, hay que pensar que tenemos un alma que salvar y una eternidad que nos espera. El mundo, las riquezas, los placeres, los honores pasarán, el cielo y el infierno no pasarán nunca. ¡Tengamos cuidado!”

Santo Cura de Ars

sábado, 17 de diciembre de 2022

NO INTENTEMOS CONCILIAR EL ERROR CON LA VERDAD


 "Antiguamente la táctica de Lucifer era desunir a los católicos, envidiando que fueran una sola alma para servir a Dios, y tuvieran ellos un solo corazón para amarle; pero hoy ha mudado de táctica, y trata de unir a los que deben estar separados, porque conoce perfectamente que cada paso que avance el liberalismo en el campo católico, es nueva conquista para él...Cuanto más lejos nos coloquemos del error, menos peligros tendremos de caer en él".

“El gran peligro que amenaza hoy a los católicos y a una amplia parte de la jerarquía, es el deseo de conciliar cosas que son inconciliables (…)".

Mons. Ezequiel Moreno Díaz (1848-1906), Obispo de Pasto, Colombia.

viernes, 16 de diciembre de 2022

LAS POSADAS MEXICANAS


Las posadas son fiestas que tienen como fin, preparar la Navidad. Comienzan el día 16 de diciembre y terminan el 24 del mismo mes, los nueve días conmemoran los nueve meses del embarazo virginal de la dulcísima siempre Virgen María.

Los primeros misioneros dentro de la Conquista espiritual de México, en el siglo XVI, trataron de enseñar a los indios la verdadera fe por medio de representaciones teatrales parecidas a los “autos de fe” de su país de origen. Se atribuye a Fray Diego de Soria a finales del siglo XVI, las primeras “jornadas”, como se llamaban entonces, en el convento de Acolman, para recordar el camino de José y María de Nazaret a Belén.

La celebración se fue enriqueciendo de la costumbre franciscana de representar con imágenes este pasaje bíblico. De estas celebraciones y de los Autos de Fe europeos surgieron las pastorelas y los villancicos y desde luego Las Posadas.

A la llegada de los españoles los antiguos mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de su principal deidad, Huitzilopoztli, durante el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario.

“Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, unos de los primeros doctrineros agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.” Y. Hurtado.

Se cree que la práctica de las posadas se originó en el poblado de San Agustín Acolman, al noroeste de la ciudad de México, pues fue uno de los primeros lugares donde se establecieron estos religiosos para realizar su tarea evangelizadora.

En 1587, fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V la bula autorizando la celebración en el Virreinato de la Nueva España de unas misas, llamadas de aguinaldo del 16 al 24 de diciembre y que se realizarían en los atrios de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de la Navidad. Luego de la Misa se realizaban festejos con luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.

En el siglo XVIII, la celebración, aunque no dejó de realizarse en las iglesias, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y la música religiosa fue sustituida por el canto popular.

La ceremonia consiste en una procesión desde las iglesias o en las casas particulares donde se lleva en andas a los Santos Peregrinos, o sea a las imágenes de María y José algunas veces acompañados de un burro o guiados por un ángel, mientras se entonan las letanías a la Santísima Virgen.

En algunos lugares varias familias con anterioridad se reparten Las Posadas, es decir cada noche una familia distinta organiza “la posada” y los peregrinos irán pidiendo ser recibidos de una casa a otra.

Durante la procesión, los participantes iluminados por pequeñas veladoras caminan detrás de los Santos Peregrinos rezando el Santo Rosario.

Luego en los atrios o en los patios se cuelgan y se rompen las piñatas, ollas decoradas que con papel de china, toman múltiples formas que se rellenan de frutas, cacahuates y dulces.

Los misioneros convocaban al pueblo al atrio de las iglesias y conventos y ahí rezaban una novena, que se iniciaba con el rezo del Santo Rosario, acompañada de cantos y representaciones basadas en el Evangelio, como recordatorio de la espera del Niño y del peregrinar de José y María de Nazaret a Belén para empadronarse.

Las posadas se llevaban a cabo los nueve días previos a la Navidad, simbolizando los nueve meses de espera de María. Al terminar, los monjes repartían a los asistentes fruta y dulces como signo de las gracias que recibían aquellos que aceptaban la doctrina de Jesús.

Las posadas, con el tiempo, se comenzaron a llevar a cabo en barrios y en casas, pasando a la vida familiar.

Estas comienzan con el rezo del Rosario y el canto de las letanías. Durante el canto, los asistentes forman dos filas que terminan con 2 niños que llevan unas imágenes de la Santísima Virgen y de San José: los peregrinos que iban a Belén.

Al terminar las letanías se dividen en dos grupos: uno entra a la casa y otro pide posada imitando a San José y la Santísima Virgen cuando llegaron a Belén. Los peregrinos reciben acogida por parte del grupo que se encuentra en el interior. Luego sigue la fiesta con el canto de villancicos y se termina rompiendo las piñatas y distribuyendo los “aguinaldos”.

No perdamos la excelente costumbre de realizar las tradicionales posadas mexicanas que nada tienen que ver con las fiestas de baile y exceso de alcohol y malas costumbres que ahora algunos estilan.

 

jueves, 15 de diciembre de 2022

VISIONES Y REVELACIONES DE ANA CATALINA EMMERICH


“Vi en una ciudad, una reunión de eclesiásticos, de laicos y de mujeres, los cuales estaban sentados juntos, comiendo y haciendo bromas frívolas, y por encima de ellos una nube oscura que desembocaba en una planicie sumergida en las tinieblas. En medio de esta niebla, vi a Satán sentado bajo una forma horrible y, alrededor de él, tantos acompañantes como personas había en la reunión que ocurría debajo. Todos estos malos espíritus estaban continuamente en movimiento y ocupados en empujar al mal a esta reunión de personas. Ellos les hablaban a la oreja y actuaban sobre ellos de todas las maneras posibles. Estas personas estaban en un estado de excitación sensual muy peligroso y ocupado en conversaciones ociosas y provocantes. Los eclesiásticos eran de esos que tienen como principio: «Hay que vivir y dejar vivir. En nuestra época no hay que estar aparte ni ser un misántropo: hay que alegrarse con los que se alegran”. 

Beata Ana Catalina Emmerich, AA. II. 488.


miércoles, 14 de diciembre de 2022

EL PORQUÉ DE LA NAVIDAD (cuento)


(Ojalá todos pudiéramos encontrar las respuestas tan claramente.)

Érase una vez un hombre que no creía en Dios. No tenía reparos en decir lo que pensaba de la religión y las festividades religiosas, como la Navidad.

Su mujer, en cambio, era creyente a pesar de los comentarios desdeñosos de su marido.

Una Nochebuena en que estaba nevando, la esposa se disponía a llevar a los hijos al oficio navideño de la parroquia de la localidad agrícola donde vivían. Le pidió al marido que los acompañara, pero él se negó.

-¡Qué tonterías! -arguyó-. ¿Por qué Dios se iba a rebajar a descender a la tierra adoptando la forma de hombre? ¡Qué ridiculez!

Los niños y la esposa se marcharon y él se quedó en casa. Un rato después, los vientos empezaron a soplar con mayor intensidad y se desató una ventisca. Observando por la ventana, todo lo que aquel hombre veía era una cegadora tormenta de nieve. Y decidió relajarse sentado ante la chimenea.

Al cabo de un rato, oyó un golpazo; algo había golpeado la ventana. Luego, oyó un segundo golpe fuerte. Miró hacia afuera, pero no logró ver a más de unos pocos metros de distancia. Cuando empezó amainar la nevada, se aventuró a salir para averiguar qué había golpeado la ventana.

En un campo cercano descubrió una bandada de gansos salvajes. Por lo visto iban camino al sur para pasar allí el invierno, y se vieron sorprendidos por la tormenta de nieve y no pudieron seguir.

Perdidos, terminaron en aquella finca sin alimento ni abrigo. Daban aletazos y volaban bajo en círculos por el campo, cegados por la borrasca, sin seguir un rumbo fijo. El agricultor dedujo que un par de aquellas aves habían chocado con su ventana.

Sintió lástima de los gansos y quiso ayudarlos.

-Sería ideal que se quedaran en el granero -pensó-. Ahí estarán al abrigo y a salvo durante la noche mientras pasa la tormenta.

Dirigiéndose al establo, abrió las puertas de par en par. Luego, observó y aguardó, con la esperanza de que las aves advirtieran que estaba abierto y entraran. Los gansos, no obstante, se limitaron a revolotear dando vueltas. No parecía que se hubieran dado cuenta siquiera de la existencia del granero y de lo que podría significar en sus circunstancias. El hombre intentó llamar la atención de las aves, pero sólo consiguió asustarlas y que se alejaran más.

Entró a la casa y salió con algo de pan. Lo fue partiendo en pedazos y dejando un rastro hasta el establo. Sin embargo, los gansos no entendieron.

El hombre empezó a sentir frustración. Corrió tras ellos tratando de ahuyentarlos en dirección al granero. Lo único que consiguió fue asustarlos más y que se dispersaran en todas direcciones menos hacia el granero.

Por mucho que lo intentara, no conseguía que entraran al granero, donde estarían abrigados y seguros.

-¿Por qué no me seguirán? -exclamó- ¿Es que no se dan cuenta de que ese es el único sitio donde podrán sobrevivir a la nevasca?

Reflexionando por unos instantes, cayó en la cuenta de que las aves no seguirían a un ser humano.

-Si yo fuera uno de ellos, entonces sí que podría salvarlos -dijo pensando en voz alta.

Seguidamente, se le ocurrió una idea. Entró al establo, agarró un ganso doméstico de su propiedad y lo llevó en brazos, paseándolo entre sus congéneres salvajes. A continuación, lo soltó.

Su ganso voló entre los demás y se fue directamente al interior del establo. Una por una, las otras aves lo siguieron hasta que todas estuvieron a salvo.

El campesino se quedó en silencio por un momento, mientras las palabras que había pronunciado hacía unos instantes aún le resonaban en la cabeza:

-Si yo fuera uno de ellos, ¡entonces sí que podría salvarlos!

Reflexionó luego en lo que le había dicho a su mujer aquel día:

-¿Por qué iba Dios a querer ser como nosotros? ¡Qué ridiculez!

De pronto, todo empezó a cobrar sentido. Entendió que eso era precisamente lo que había hecho Dios. Diríase que nosotros éramos como aquellos gansos: estábamos ciegos, perdidos y a punto de perecer. Dios se volvió como nosotros a fin de indicarnos el camino y, por consiguiente, salvarnos. El agricultor llegó a la conclusión de que ese había sido ni más ni menos el objeto de la Natividad.

Cuando amainaron los vientos y cesó la cegadora nevasca, su alma quedó en quietud y meditó en tan maravillosa idea. De pronto comprendió el sentido de la Navidad y por qué había venido Jesús a la Tierra. Junto con aquella tormenta pasajera, se disiparon años de incredulidad. Hincándose de rodillas en la nieve, elevó su primera plegaria:

"¡Gracias, Señor, por venir en forma humana a sacarme de la tormenta!"

PADRE MAMERTO MENAPACE.

lunes, 12 de diciembre de 2022

PONER UN NACIMIENTO (UN BELÉN) EN TU HOGAR, LE TRAERÁ MUCHAS GRACIAS Y BENDICIONES


 

12 DE DICIEMBRE: SANTA MARÍA DE GUADALUPE (Fiesta de precepto en México. Como si fuera domingo, obliga la asistencia al Santo Sacrificio de la Misa).


Castellano: "¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estas bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estas en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa? "

Nahuatl:  ¿Kuix amo nikan nika nimonantsin ¿Kuix amo noseualotitlan, nekauyotitlan in tika ¿Kuix amo neuatl in nimopakkayelis Kuix amo nokuixanko nomamaluasko in tika ¿Kuix ok itla in motech moneki

sábado, 10 de diciembre de 2022

DE LA MANO DE MARÍA SANTÍSIMA


“Con María todo es fácil; en Ella pongo mi confianza, aunque por ello rujan el mundo y el infierno. Y digo con San Bernardo: ‘Ella es mi confianza suprema, Ella es toda la razón de mi esperanza’. Haceos explicar estas palabras. No me hubiera atrevido a decirlas por mí mismo. Por María busco y encontraré a Jesucristo, aplastaré la cabeza de la serpiente y venceré a todos mis enemigos y a mí mismo, para la mayor gloria de Dios”.

San Luis María Grignion de Montfort

viernes, 9 de diciembre de 2022

SIGNIFICADO DE LAS PIÑATAS EN LAS TRADICIONALES POSADAS MEXICANAS


Aquí les compartimos el significado de las piñatas que se usan en las posadas tradicionales mexicanas, las cuales se quiebran después de rezar las letanías a la Virgen seguidas del canto para pedir posada. 

Los siete picos de la piñata representan los 7 pecados capitales contra los que debemos luchar. Ya adentro de la casa o del patio en donde se celebra la posada, comienza la fiesta, en la que se rompen las piñatas, construcción artesanal hecha en barro y papel china, que deberán tener la forma de una estrella de siete picos, que representan los siete pecados capitales en la religión católica. Se debe de romper con un palo que representa la fortaleza y fuerza de Dios, y al romperse caen dulces, llamados colaciones (dulces muy duros hechos de azúcar, pintados de blanco, rosa o azul pálido y algunas veces rellenos de cacahuate o cáscara de naranja confitada) y frutas tales como mandarinas, tejocotes, cacahuates y limas. Estas son recompensas y dones por vencer al pecado.

Mientras se rompe la piñata, los anfitriones reparten jarritos de barro, llenos de delicioso ponche hecho a base de frutas como manzana, ciruela pasa, tejocote, caña de azúcar, guayaba, naranja, limón, vino tinto, té, agua y azúcar; y para los mayores se le añade un chorrito de aguardiente, de ron o de tequila. Ya con las frutas y las colaciones de la piñata en la mano o mejor dicho en un bolsita, para poderlos llevar consigo, comienza la merienda que generalmente consiste en tamales, atole, chocolate, buñuelos aderezados, ya sea con azúcar y canela en polvo o con miel de piloncillo, a la que se le habrá añadido canela en raja.

Todo esto acompañado por música de mariachis, ya sea en vivo o grabado, y por supuesto, por los acostumbrados cohetes, que se oyen tronar por todos los pueblos y las ciudades en esas noches de diciembre.

Rescatemos y conservemos nuestras auténticas tradiciones que hoy algunos cambian por simples fiestas de baile, donde abunda el alcohol y otras malas costumbres que nada tienen que ver con la Natividad.

jueves, 8 de diciembre de 2022

8 DE DICIEMBRE: SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA


Celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción que para los católicos es un dogma de fe. La devoción a la Inmaculada Concepción es uno de los aspectos más difundidos de la devoción mariana. María tiene un lugar especial en la Iglesia por ser la Madre de Jesús. Ella fue preservada del pecado original, como un regalo especial para la mujer que sería la Madre de Jesús y madre Nuestra.

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

Oración de San Pío X

Oh, Virgen Santísima, que habéis sido agradable al Señor y os convertisteis en su Madre; Virgen Inmaculada en vuestro cuerpo, en vuestra alma, en vuestra fe y en vuestro amor, mirad con ojos benévolos a los infelices que imploran vuestra poderosa protección. La serpiente infernal, contra quien fue lanzada la maldición primera, continúa combatiendo y tentando a los pobres hijos de Eva. Vos, Madre nuestra bendita, nuestra Reina y Abogada, vos que habéis aplastado la cabeza del enemigo desde el primer instante de vuestra concepción; acoged las plegarias que, unidos a vos en un solo corazón, os rogamos presentéis ante el trono de Dios, para que jamás nos dejemos arrastrar a las emboscadas que nos son preparadas, sino que alcancemos el puerto de salvación, y que, en medio de tantos peligros, la Iglesia y la sociedad cristiana canten una vez más el himno de la liberación, de la victoria y de la paz.

Amén.

miércoles, 7 de diciembre de 2022

YA LO HABÍA ADVERTIDO LA SANTÍSIMA VIRGEN




"Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan, que será abolir y hacer desapa
recer todo principio religioso para dar lugar al materialismo, al ateísmo, ... a toda clase de vicios.

 Que los que estén al frente de las comunidades religiosas vigilen a las personas que han de recibir, porque el demonio usará toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas a personas entregadas al pecado, pues los desórdenes y el amor de los placeres carnales se extenderán por toda la Tierra".

Nuestra Señora de La Salette

sábado, 3 de diciembre de 2022

QUE LOS VERDADEROS CATÓLICOS SE PREPAREN, EN LA FIDELIDAD A CRISTO, A LA LLEGADA DEL HIJO DE PERDICIÓN PAVIMENTADA POR EL MODERNISMO


"Si la herencia cristiana simboliza el orden y la perfección del ser para alcanzar finalmente la plenitud del Ser absoluto que es pura perfección, el modernismo es todo lo contrario. Es el vacío de Dios, fundado en una Revelación imaginaria y apoyado en una filosofía absurda. Ante la plenitud de la verdad católica, el modernismo ofrece la nada más absurda, el horror del nirvana. No es otra cultura; es visceralmente una contracultura o, mejor dicho, una anticultura. En lugar de adorar a su Creador, el hombre se adora a sí mismo en un narcisismo introvertido; en lugar de Dios que crea al hombre a su imagen y semejanza, el hombre es el que hace a “Dios” a su propia imagen; en lugar de Dios que se hace hombre y habita entre nosotros, el hombre se hace Dios y rechaza al Dios verdadero. Y puesto que el hombre no es nada sin Dios, querer amarse y adorarse a sí mismo fuera de Dios es el suicidio más radical que pueda existir. El modernismo es el suicidio de la inteligencia y del alma, porque el hombre se alimenta con sus propias fantasías, en vez de buscar su bien en Aquel que es el Ser y la Vida."

Dominique Bourmaud


viernes, 2 de diciembre de 2022

CRISTO (A CRISTO CRUCIFICADO) por Rafael Sánchez Mazas


 

Delante de la cruz, los ojos míos 

quédenseme, Señor, así mirando, 

y sin ellos quererlo estén llorando, 

porque pecaron mucho y están fríos. 


Y estos labios que dicen mis desvíos, 

quédenseme, Señor, así cantando, 

y sin ellos quererlo estén rezando, 

porque pecaron mucho y son impíos. 


Y así con la mirada en Vos prendida, 

y así con la palabra prisionera, 

como la carne a vuestra cruz asida, 

quédeseme, Señor, el alma entera; 

y así clavada en vuestra cruz mi vida, 

Señor, así, cuando queráis me muera.


miércoles, 30 de noviembre de 2022

MILICIA



La vida cristiana es esencialmente una milicia en la que todos nos damos de alta y juramos defender el tesoro de la fe en el día del bautismo. Todos los cristianos somos soldados, y debemos luchar contra nuestros enemigos, que lo son principalmente el demonio y nuestra propia carne, pero con frecuencia lo es también el mundo y todos aquellos que debieran conducirnos a la felicidad. Si estos tales -aunque sean nuestros mismos gobernantes- lejos de encauzarnos por la senda del bien, nos arrastran al camino de la iniquidad, estamos obligados a oponerles resistencia, en cuyo sentido deben explicarse aquellas palabras de Jesucristo: ‹No he venido a traer la paz, sino la guerra›; y aquellas otras: ‹No queráis temer a aquellos que quitan la vida del cuerpo, sino temed a Aquél que puede arrojar alma y cuerpo a las llamas del Infierno›. Por eso los Apóstoles contestaron a los Príncipes, que les prohibían predicar: “Antes obedecer a Dios que a los hombres”.

Mons. Manríquez y Zárate
Ahora bien: esta resistencia puede ser activa o pasiva. El mártir que se deja descuartizar antes que renegar de su fe, resiste pasivamente. El soldado que defiende en el campo de batalla la libertad de adorar a su Dios, resiste activamente a sus perseguidores. En tratándose de los individuos, puede haber algunos casos en que sea preferible -por ser de mayor perfección- la resistencia pasiva. Tal es el caso de los sacerdotes que en una lucha sangrienta, por la fe andan inermes en el campo auxiliando a los moribundos, y que, cayendo en manos del enemigo, son llevados al suplicio. Tal sucede también con los inocentes ciudadanos que por justísimas razones se abstienen de la lucha armada, y que, sin embargo, por odio a su fe son sacrificados por las turbas impías. Pero el martirio no es la ley ordinaria de la lucha; los mártires son pocos; y sería una necedad, más bien dicho, sería tentar a Dios, pretender que todo un pueblo alcanzara la corona del martirio. Luego de ley ordinaria la lucha tiene que entablarse activamente y repelerse la agresión en la forma en que se produce.

Cuando, pues, la sociedad es agredida por aquél que la gobierna, debe desde luego aprestarse a la defensa. Si se trata de agresiones del orden intelectual y moral, las armas que deben emplearse deben ser de éste mismo género; pero cuando la agresión es del orden material, entonces convendrá agotar primero todos los recursos legales y pacíficos. Si no dieren resultado, habrá que acudir a los medios del orden material. Sin embargo, creemos todavía necesario hacer otra distinción: si el tirano, aunque oprima al pueblo y lo prive de algunas de sus libertades, le deja empero, las esenciales, como es la de adorar a Dios, y no hace imposible la vida social, habrá que soportarlo en paciencia, sobre todo si son mayores lo males que se sigan de la contienda armada. Pero si ataca las libertades esenciales de los ciudadanos; si traiciona a la Patria; si asesina, viola y atenta sistemáticamente contra la vida y la honra de las familias y de los individuos, entonces la defensa armada es un deber social que se impone a todos los miembros de la comunidad. Soportar a un tirano en estas condiciones sería un crimen de lesa Religión y de lesa Patria. Esta obligación subsiste, no solamente en el caso de que sea humanamente posible la derrota del tirano, sino también en la hipótesis de que ésta sea imposible, atendidas las leyes ordinarias de la guerra. La razón es porque la pérdida de la fe y de la independencia nacional y la ruina misma de la sociedad, son males todavía mayores que la muerte segura de un gran número de ciudadanos. Y esto es precisamente lo que sucede en el caso de México (Nota de CATOLICIDAD: se refería a la persecución religiosa del gobierno masónico contra los católicos mexicanos que desató la lucha cristera. Pero consideremos que estos principios tienen un valor perenne y deben ser aplicados según las circunstancias históricas, pues parten de que "la vida cristiana es esencialmente una milicia en la que todos nos damos de alta y juramos defender el tesoro de la fe en el día del bautismo").


Monseñor José de Jesús Manríquez y Zarate. Primer obispo de Huejutla, del 1º de julio de 1923 al 6 de junio de 1939

martes, 29 de noviembre de 2022

HUID DE ELLOS

"En los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita".

Apóstol San Pablo   ll Tim 3: 1-5

 

lunes, 28 de noviembre de 2022

LA PATRIA DE LOS JUSTOS


“Sólo en la eternidad, patria de los justos, puedes encontrar descanso; porque sólo allí no hay combate: no presumas, empero, que se abran para ti las puertas de la eternidad, si no muestras entonces las cicatrices que llevas; aquellas puertas no se abren sino para los que combatieron aquí los combates del Señor gloriosamente y para los que van, como el Señor, crucificados”.

Donoso Cortés, Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo.


sábado, 26 de noviembre de 2022

EL 'SÍ' DE MARÍA

 

María firmó con su “Sí” la santa nueva alianza entre las almas y Dios, y fué la primera que puso Su vida entera al servicio del plan de salvación de Dios. Si no hubiera sido por Su “Sí”, el Redentor no hubiese podido ser concebido en ese momento estipulado por la perfecta sabiduría de Dios. La perfecta consagración de María a las obras de Dios se convirtió en el fundamento de nuestra redención.


viernes, 25 de noviembre de 2022

SOTANA SANTA


Esa sotana fascinante que encandiló mi infancia, que ensoñé de mil anhelos y dibujé con ternura en mi imaginación cándida…

Esa sotana grave que cautivó mis pupilas párvulas, ese hábito amado, anhelo de infante, motor de mi destino y prenda que colmaría mi vida. 

Ahí estaba solitaria y silenciosa, austera e interpelante mi vieja sotana de solemne azabache, depauperada en grisáceo, una bella grisalla por aguerrida usanza, condecorada de brillo inmarcesible.

Prenda preciada que une el cielo con la tierra. Un atuendo sacro que te configura con lo que representa, una segunda piel no nacida de la sangre ni de la carne sino de lo alto, una sotana traída por ángeles a aquellos que fueron llamados.

Mi vieja sotana raída, de horas eternas de apostolado fatigoso, mi vieja sotana curtida en mis luchas y mil sudores y mil veces lavada y siempre revivida.

Sotana de negro, que no de luto, sotana sagrada, traje talar grave, sotana cercana y amiga, pero que establece un dique infranqueable con lo que no es de Dios.

Sotana santa, nobleza obliga a bien llevarla, sotana abrigo y cobijo de santos, sotana reliquia viva, sotana que sobrevive al siglo, sotana tradicional mil veces combatida y siempre victoriosa.

Mi sueño soñado que me entierren con la mortaja santa, revestido con la santa sotana, y la muerte no será temida, sino dulce, si con ella duermo plácido el sueño de los justos y cuando mis huesos marchitos sean polvo que se fundan con ese santo hábito, prenda de resurrección y de plenitud que no se marchita.

"A la sotana"

- Javier Navascúes.

jueves, 24 de noviembre de 2022

SOBRE EL AMOR A DIOS


"¡Ah!, en el Juicio, Nuestro Señor nos censurará por su amor. ¡Tú me amaste menos que a las criaturas! ¡Tú no hiciste de Mí la felicidad de tu vida! ¡Tú me amaste lo suficiente para no ofenderme mortalmente; pero no para vivir de Mí!

Habrá quien diga: ¡Qué exageración! ¿Pero qué es el amor sino exageración? Exagerar es ir más allá de la ley; pues bien, el amor debe exagerar.

¡Vamos! Entremos en Nuestro Señor. Amémoslo un poco por Él. Sepamos olvidarnos y entregarnos a ese buen Salvador. Inmolémonos un poco. Considerad estos cirios, esta lámpara, que se consume sin dejar vestigio, sin reservar nada".

San Pedro Julián Eymard


miércoles, 23 de noviembre de 2022

23 DE NOVIEMBRE - BEATO JOSÉ RAMÓN MIGUEL PRO JUÁREZ S.J., PRESBÍTERO Y MÁRTIR.


Este glorioso Mártir de Cristo Rey nació el 13 de Enero de 1891, en la población de Guadalupe, Zacatecas; siendo el tercer hijo del matrimonio de don Miguel Pro y doña Josefa Juárez. A finales de ese año la familia se mudó a la Ciudad de México, pues don Miguel era ingeniero en Minas y en la capital había buenas posibilidades de trabajo. La familia vivió allí unos años y luego, en 1896, se trasladó a Monterrey.

En su infancia, el pequeño Miguel demostró ser muy inquieto, destrozaba las muñecas de sus hermanas, repelaba, hacía berrinches y frecuentemente tenían que corregirlo. A principios de 1898 la familia Pro Juárez se trasladó a Concepción del Oro, Zacatecas, donde hizo su Primera Comunión, de manos del ahora Santo, Mateo Correa Magallanes, quien años mas tarde tambien culminaría su vida con el martirio

Trabajó con su padre en la administración de minas cuando ya se dibujaban en el horizonte los primeros tintes de la revolución y en medio de este ambiente descubrió su vocación religiosa. El ingreso de sus hermanas Luz y Concepción como monjas a un convento lo dejó a él vacío y bastante deprimido. Finalmente decidió entrar al seminario, e hizo sus primeros votos el 15 de agosto de 1913, con lo cual era ya novicio de la Compañía de Jesús.

Para 1914 los carrancistas perseguían fieramente a los sacerdotes, saqueaban y profanaban Iglesias, y dispersaban comunidades religiosas. Los jesuitas del occidente mexicano tuvieron que aprestarse a huir. Él ya no pudo pensar en reunirse con su familia; los carrancistas y aun a veces los villistas seguían como consigna el atrapar a cuanto “curita” pudieran, y en muchos casos fusilarlos. Pero aun con el peligro, Miguel se disfrazó de ranchero y consiguió llegar a Guadalajara, donde vio a su madre y a sus hermanos. La Perla de Occidente, estaba en ese momento en poder de Álvaro Obregón, uno de los más pertinaces perseguidores.

El 1 de Octubre se dio a los jesuitas mexicanos la orden de huir al extranjero. Miguel Pro se despidió sin saber que era la última vez que vería a su madre. Por tren llegaron a los Estados Unidos y de ahí se embarcaron a España. En Julio de 1915, el seminarista Pro llega a Granada, donde pasa cinco años estudiando Retórica y Filosofía. A mediados de 1922 se dirigió al Colegio de Sarriá, cerca de Barcelona, para estudiar Teología.

Estuvo muy enfermo a fines de 1923, y en septiembre de 1924 se fue a Enghien, Bélgica, a seguir con la Teología. Ahí recibió las órdenes menores, el 7 de Julio de 1925 el subdiaconado, el 25 el diaconado y el 31 de Agosto el sacerdocio.

En medio de unas operaciones por úlcera en el estómago, le llega al Padre Pro un duro golpe: su madre doña Josefa había fallecido el 8 de febrero de 1926. Con su úlcera, realmente no va a poder vivir muchos años, pero los superiores jesuitas convienen en que es justo permitirle volver a su patria, por si la enfermedad se agravara. Antes de embarcarse de regreso a América, el Sacerdote se dirigió al Santuario de Lourdes y visitó la Gruta donde tuvo lugar la Aparición de la Santísima Virgen a Santa Bernardita, ahí recobro fuerzas y salud. Se embarca entonces en el vapor Cuba, en Saint-Nazarie, Francia. El 8 de Julio  de 1926 llegaba a la Ciudad de México, procedente de Veracruz, donde encontró a su padre don Miguel, a sus hermanos Humberto, Roberto y Ana María.

México había cambiado en sus años de ausencia, especialmente en lo que se refiere al problema religioso, justo a su llegada el presidente Calles extremaba las medidas anticatólicas. El 14 de Junio había sido publicada la Ley Calles, y los católicos, organizados a través de la A.C.J.M. y la Liga Defensora de la Libertad Religiosa, se disponían a hacer frente a tan neronianas medidas. En medio de esta situación, y por órdenes superiores, el Padre Pro tenía que seguir estudiando Teología. Pero al mismo tiempo, como sacerdote, se dedicó a pastorear almas, trabajando con celo apostólico por administrar los sacramentos a los fieles, de manera oculta, y convirtiéndose así en blanco de la Policía.

Visitaba familias, a las religiosas del Buen Pastor, ayudaba a pobres y enfermos. El 23 de Septiembre de 1927 se ofreció solemnemente a Dios como víctima por la salvación de la fe en México, por la paz de la Iglesia y la salvación de Calles. 

La Persecución había arreciado a lo largo del mandato presidencial de Calles. Detrás de él, Obregón seguía manejando la política nacional y trató de obtener un arreglo con la Iglesia pues contaba con las ansias de paz de algunos obispos de triste y cobarde memoria, especialmente Leopoldo Ruiz y Pascual Díaz. Al gobierno le empezaba a urgir terminar con la rebelión cristera, la cual amenazaba con ser más dura, debido al ingreso del general Enrique Gorostieta a las filas cristeras. Unas reuniones con prelados en San Antonio Texas, no tuvieron éxito debido a la vigilancia de Mons. Mora y del Río, quien no se dejó engañar por las artimañas obregonistas. Obregón intentó enviar un delegado a hablar con el Papa, para, mediante engaños, hacer que se declarara en contra del movimiento de resistencia católica. Pero S.S. Pío XI se negó, ni siquiera quiso recibir a los delegados, y sencillamente despreció las melosas mentiras de quien había expulsado de México a su delegado apostólico Mons. Ernesto Filippi. Tanto a Calles como Obregón les empezaba a cansar el asunto cristero, mucho más peligroso de lo que ellos habían imaginado, pero cuando Mons. Pascual Díaz fue a Roma, a ver si gestionaba la paz, el Ilmo. Mons. Mora y del Río protestó y Roma respondió una vez más negativamente. A los anticristianos se les empezó a meter en la cabeza la idea de vengarse del Papa, luego del desaire a los delegados enviados por Obregón.

Mientras tanto, Obregón se aprestaba a volver a la presidencia. Por órdenes suyas, Calles hizo que el Congreso reformara la ley, de modo que la reelección era permitida por una sola vez para periodos alternados. Ahora, con esa reforma, Obregón podía volver a ser presidente, y Calles también luego de él, de modo que a los católicos les aguardaba la perspectiva de ser gobernados doce años más por esa mancuerna de salvajes. Los católicos se sintieron desalentados con la noticia, y empezó a gestar en algunos el pensamiento de tiranicidio. Todos los católicos sabían que Obregón era el máximo enemigo de ellos y de Dios en la patria. En las Sagradas Escrituras encontramos a las tiranicidas Jael y Judith, y un grupo de acejotaemeros se dispuso a ejecutar al tirano Obregón. El jefe de ellos era Luis Segura Vilchis, ingeniero que trabajaba en la Compañía de Luz y Fuerza Motriz, tenía ya un cristero y dos acejotaemeros dispuestos a ayudarle. Segura fabricó unas bombas para ser lanzadas a mano. Pidió a la Liga un coche y la misma gestionó que Humberto Pro, hermano del P. Miguel, cediera a Luis Segura su viejo automóvil. El 13 de noviembre de 1927 llegaba Obregón a la ciudad de México, proveniente de Sonora. Los conjurados se reunieron, y llevaron a cabo el atentado.

Sin embargo, nadie resultó herido de gravedad, Obregón sólo sufrió unos rasguños. Tirado y Nahúm Ruiz fueron apresados. La noticia del atentado causó conmoción en el país. La familia Pro lo supo hasta en la noche, y todavía no se preocuparon, sino hasta el día siguiente, cuando en los diarios Humberto se enteró de que los dinamiteros iban en el automóvil que había estado en su poder, era de presumir que la policía dirigiría sus sospechas hacia él. En la Inspección, Juan Tirado fue torturado brutalmente, pero fiel a su consigna acejotaemera, no dijo absolutamente nada, y desde su arresto hasta su muerte fue imposible arrancarle confesión alguna. Calles y Obregón cursaron de inmediato la orden de detener a cuanto implicado se pudiera descubrir en el atentado. El jefe militar de la capital, general Roberto Cruz, nombró a Álvaro Basail y Valente Quintana para investigar.

El día 17, Basail llegó a la Compañía de Luz y Fuerza, donde después de haber interrogado a Segura, la policía estaba desorientada. El mismo Obregón no estaba seguro de la procedencia del atentado, y sospechaba inclusive de Calles.

Mientras tanto, Basail y Quintana habían detenido a la señora Montes de Oca, propietaria de la casa donde se habían fabricado las bombas y luego interrogaron a su hijo José, un atolondrado muchachito que había asistido al refugio de los Pro. Mediante amenazas, los policías le hicieron confesar el lugar donde se encontraba el dichoso Miguel Pro. Ese mismo día la policía empezó a rondar cerca de la casa y en la madrugada del 18 de Noviembre un piquete de soldados se introdujo en la casa y derribó a golpes la puerta del cuarto donde dormían los hermanos Pro. “¡Nadie se mueva!”, gritaron. Miguel se dirigió a sus hermanos: “Arrepiéntanse de sus pecados como si estuvieran en la presencia de Dios”. Acto seguido pronunció la absolución sacramental y les dijo: “Desde ahora vamos ofreciendo nuestras vidas por la religión en México y hagámoslo los tres juntos para que Dios acepte nuestro sacrificio”.

Salieron escoltados por los soldados, y Basail se dirigió a la dueña de la casa: “¿Sabía usted que escondía en su casa a los dinamiteros?”. La asustada señora le contesto valientemente: “Lo único que yo sé, es que escondía a un santo”. El Padre Pro intervino para que la dejara tranquila. Se volvió hacia la señora Valdés y dijo: “¡Me van a matar! le regalo a usted mis ornamentos sacerdotales”. La señora le obsequió un sarape, él le dejó sus ornamentos y un cilicio, tomo del armario un crucifijo y acto seguido los tres hermanos fueron llevados a la Inspección de Policía. Allí el padre regaló su sarape a Juan Tirado, quien estaba enfermo por las torturas de que había sido objeto. Encontraron también a Segura Vilchis, pero siguiendo la consigna acejotaemera, ni él dio muestras de conocerlos, ni ellos a él.

Se inició un proceso que al principio fue regular. Los hermanos Pro no podían decir más que la verdad: que ellos no tenían absolutamente nada que ver en el atentado. La evidente inocencia de los Pro hizo que se pensara en dejarlos libres bajo fianza. Pero el día 21, Calles y Obregón ordenaron tajantemente al general Cruz que fueran fusilados. El general llego a preguntar a Segura, porque había intentado matar a Obregón. Respondiéndole Segura: “Porque es un hipócrita perseguidor de mi fe, un asesino de católicos, un traidor a la Patria, a la que intenta destruir en beneficio de los Estados Unidos, al servicio de cuyo imperialismo está. Si veinte vidas tuviera Obregón, veinte le quitaría para salvar al Catolicismo y a la Patria de tan ignominiosa tiranía.”

Y así Segura Vilchis permaneció en prisión, pudiendo considerarse ya condenado a muerte, sin que por eso se liberara a los Pro. Nada quedaba ya que los incriminara en lo más mínimo, salvo el odio acérrimo de Calles hacia todos los sacerdotes católicos. Por la madrugada el padre despertó y se tomó una aspirina. En las primeras horas del 23 de Noviembre se escuchó movimiento por toda la Inspección, y a las diez de la mañana apareció en el calabozo el jefe de las Comisiones de Seguridad, Mazcorro, quien dijo en voz alta: “¡Miguel Agustín Pro!”. El padre poniéndose de pie  se puso el saco, apretó la mano de Roberto y salió al patio de la Inspección.

No se les había dicho absolutamente nada a los prisioneros, por lo que al salir, y encontrar todo el aparato de ejecución, el padre se sorprendió, pero con toda calma caminó al paredón. El que lo llevaba, Valente Quintana, se acercó y le dijo: “Padre, le pido perdón por la parte que me toca en esto”. Respondió el Padre: “No solo te perdono, sino también te estoy sumamente agradecido”. Condujeron al padre al lugar donde se hacían prácticas de tiro, los encargados de fusilarlo, soldados de la Gendarmería Montada, formaron el cuadro y se dispusieron a recibir órdenes.

El mayor Torres le pregunto entonces si tenía algún último deseo, y el padre respondió: “Que me permitan rezar”. Torres se retiró, dejándolo solo, y luego de unos minutos arrodillado, beso su santo crucifijo y poniéndose de pie, se colocó en posición. Al grito de “¡Apunten!” abrió los brazos en cruz y gritó: “¡Viva Cristo Rey!”. Recibió la descarga y cayó sobre su costado derecho, un sargento se acercó a darle el tiro de gracia. El general Cruz, rodeado de sus lugartenientes y todo un séquito de fotógrafos y reporteros, presenciaban petrificados la ejecución.

Acto seguido fueron fusilados, Segura Vilchis, Juan Tirado y Humberto Pro. Finalmente Roberto no había sido fusilado, esto debido a la intervención indignada del señor Labougle. En el hospital Juárez, Ana María se encontró con su hermano Edmundo, y luego llegó don Miguel Pro, padre de los mártires. El anciano besó en la frente a sus dos hijos muertos, y dijo a Ana María, que sollozaba: “Hijita, no hay motivo para llorar”.

Llevaron los cuerpos a la calle de Pánuco, donde fueron velados, reuniéndose una gran cantidad de gente. A las diez de la noche tocaron la puerta y don Miguel, al abrir, se encontró frente a media docena de policías. Estos, descubriéndose la cabeza, humildemente le pidieron permiso para ver a los mártires. Se arrodillaron frente a los cadáveres y rezaron silenciosamente. Al día siguiente salieron los ataudes para ser llevados al cementerio pero era tanta la gente que era imposible moverse, entonces el P. Alfredo Méndez grito instintivamente: "¡Señores, dejen pasar al mártir de Cristo!", recibiendo por respuesta, vivas, aplausos y cantos de felicidad; conducidos en medio de una muchedumbre impresionante, todos se lanzaban hacia la fúnebre comitiva, tratando de tocar los féretros con rosarios, crucifijos y flores, algunas personas levantaban a sus hijos y decían: "Mira, así mueren los Mártires, así mueren por su fe"; su cortejo fue una auténtica beatificación. Fueron sepultados en el Panteón de Dolores, y don Miguel, luego de arrojar la primera paletada de tierra sobre los ataúdes, exclamó: “¡Todo ha terminado! Los dos murieron por Dios, y de Dios gozan ya en el cielo, ¡Te Deum laudamus!”

El caso del P. Pro es el perfecto ejemplo del odio de Calles a la Iglesia y a todo lo católico; su vileza dio un insigne mártir a los católicos y a los cristeros.

Fue el primero de los mártires de la guerra cristera en ser beatificado, el 25 de Septiembre de 1988. Sus restos son venerados en el Templo jesuita de la Sagrada Familia y el Verbo Encarnado, en la colonia Roma, de la Ciudad de México.