martes, 31 de enero de 2012

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón.

En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el Mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades.

Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en la horrenda carnicería, tantas almas torturadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente.

Vos, oh Madre de misericordia, impetradnos de Dios la paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en un momento los humanos corazones, las gracias que preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el reino de Dios.

Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la muerte; concédeles la paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

Dad la paz a los pueblos separados por el error o la discordia, especialmente a aquellos que os profesan singular devoción y en los cuales no había casa donde no se hallase honrada vuestra venerada imagen (hoy quizá oculta y retirada para mejores tiempos), y haced que retornen al único redil de Cristo bajo el único verdadero Pastor.

Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo, fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, a fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios.

Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del Mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a Otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, en sólo el cual pueden hallar la Verdad, la Vida y la Paz.

Papa Pío XII
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lunes, 30 de enero de 2012

OBISPO ITALIANO REPRENDE A SUS SACERDOTES QUE RECHAZAN EL MOTU PROPRIO "SUMMORUM PONTIFICUM" SOBRE LA MISA TRADICIONAL


Presentamos nuestra traducción de una Carta que Mons. Oliveri, obispo de Albenga-Imperia, ha escrito a sus sacerdotes, en la cual, incluso con palabras severas, corrige la actitud de algunos hacia el Motu Proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI (sobre la celebración del rito tradicional de la Santa Misa, denominado también "tridentino" o de "San Pío V") y a disposiciones litúrgicas del propio obispo.

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Queridos sacerdotes y diáconos,

Es con mucha amargura de ánimo que he debido constatar que no pocos de vosotros habéis asumido y expresado una incorrecta actitud de mente y de corazón frente a la posibilidad, dada a los fieles por el Motu Proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI, de tener la celebración de la Santa Misa “en la forma extraordinaria”, según el Misal del beato Juan XXIII, promulgado en 1962.

En la Tre Giorni del Clero de septiembre de 2007, indiqué con fuerza y claridad cuál es el valor y el sentido del Motu Proprio, cómo se debe interpretar y cómo se debe acoger, con la mente abierta al contenido magisterial del Documento y con la voluntad pronta a una convencida obediencia. La toma de posición del Obispo no faltaba a su sosegada autoridad, convalidada por su plena concordancia con un acto solemne del Sumo Pontífice. La toma de posición del Obispo estaba fundada en la racionalidad de su argumentar teológico sobre la naturaleza de la Divina Liturgia, de su inmutabilidad de la sustancia en sus contenidos sobrenaturales, y estaba además fundada en cuestiones de orden práctico, concreto, de sentido común eclesial.

Las reacciones negativas al Motu Proprio y a las indicaciones teológicas y prácticas del Obispo son casi siempre de carácter emotivo y dictadas por un razonamiento teológico superficial, es decir, por una visión “teológica” más bien pobre y miope, que no parte y que no alcanza la verdadera naturaleza de las cosas que conciernen a la fe y al obrar sacramental de la Iglesia, que no se nutre de la perenne Tradición de la Iglesia, que se fija en cambio en aspectos marginales o, por lo menos, incompletos de las cuestiones. No sin razón, en la citada Tre giorni, había hecho preceder a las indicaciones operativas y a las líneas de acción una exposición doctrinal sobre la “inmutable naturaleza de la Liturgia”.

He sabido que en algunas zonas, por parte de diversos sacerdotes y párrocos, ha existido la manifestación casi de burla hacia fieles que han pedido valerse de la facultad, más aún del derecho, de tener la celebración de la Santa Misa en la forma extraordinaria; y también la expresión de desprecio y casi de hostilidad frente a los hermanos sacerdotes bien dispuestos a comprender y secundar los pedidos de los fieles. También se ha opuesto una prohibición, no muy serena, sosegada y razonada (pero bien razonada no podía ser) de publicar avisos de la celebración de la Santa Misa en la “forma extraordinaria” en determinada iglesia, a determinado horario.

Pido que se deponga toda actitud no conforme a la comunión eclesial, a la disciplina de la Iglesia y a la obediencia convencida que se debe a actos importantes de magisterio o de gobierno.

Estoy convencido de que este pedido mío será acogido en espíritu de filial respeto y obediencia...

Estimo que ahora ya ha transcurrido un amplio tiempo de espera y de tolerancia, y por lo tanto ha llegado el momento de la ejecución de aquellas indicaciones por parte de todos, de modo que se llegue a la próxima Pascua con todos los presbiterios reordenados, o al menos con el estudio del reordenamiento decididamente puesto en marcha, allí donde éste requiera algunas dificultades de aplicación.

Debe ser dicho que la no aplicación de las indicaciones, en el tiempo que he mencionado, no podría ser considerada sino como una desobediencia explícita. Pero tengo confianza y esperanza en que esto no ocurra.

Me aflige no poco el haber debido escribir esta Carta, asegurándoos que la consideraré como no escrita si tiene una buena acogida y un efecto positivo.

Lo escrito lleva consigo todo mi deseo de que sirva para reavivar y reforzar nuestra comunión eclesial y nuestra común voluntad de cumplir nuestro ministerio con renovada fidelidad a Cristo y a su Iglesia.

Os pido finalmente mucha oración por mí y por mi ministerio apostólico, y de corazón os bendigo.

Albenga, 1° de enero de 2012, Solemnidad de la Madre de Dios.

+Monseñor Mario Oliveri, obispo.

Fuente: La Buhardilla de Jerónimo
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domingo, 29 de enero de 2012

LOS ESCRÚPULOS, UN TORMENTO MORAL

Escrúpulo:
  • El escrúpulo es la duda irrazonable sobre la moralidad de un acto hecho o por hacer. La persona escrupulosa vive preocupada viendo pecado donde no lo hay. El escrúpulo es un problema que puede sanarse con la asistencia de una buena dirección espiritual (un sacerdote sabio y de buena doctrina) y la gracia de Dios. Para ello es necesario que el escrupuloso confíe en su director espiritual.
Falso juicio sobre los escrúpulos:
  • El vicioso llega a tildar de "escrupulosa" a la verdadera moral cristiana. Se siente respaldado en su juicio cuando la cultura en que vive ha perdido el sentido de lo que es pecado. Ej: El anuncio de una película pornográfica tenía por titular: "Deje los escrúpulos en su casa"; Un asesino puede decir "no tengo escrúpulos de matar a quien sea".
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Los escrúpulos provocan en la persona una gran dificultad para hacer con facilidad un juicio moral práctico. Se teme a cada paso, y por razones de poco peso, haber ofendido a Dios. Aunque el escrúpulo empiece sólo como una duda en la mente, puede llegar a generar mucha angustia.

Es un desasosiego excesivo que experimentan algunas conciencias por temer, por razones de poco peso, haber ofendido a Dios.

En la mente del escrupuloso existen las normas morales; él las conoce y las comprende perfectamente, pero no puede reflexionar imparcialmente sobre su comportamiento.

El escrupuloso se comporta como un juez claro y recto, y muchas veces muy equilibrado, para juzgar o aconsejar a los demás; pero consigo mismo es incapaz de determinar si cometió o no un pecado. Además, dada la terquedad que suele acompañar a este tipo de personas, tampoco acepta fácilmente las recomendaciones del orientador espiritual.

Dentro del problema de los escrúpulos se dan casos graves, pertenecientes sobre todo al campo de las neurosis, pues se acompañan, por ejemplo, de una depresión nerviosa que impide la justa apreciación de las cosas de la moral y tiende a producir la obsesión. Estos casos necesitarán el apoyo profesional de un especialista católico.

Nos interesa hacer mención de un hecho importante: no se debe confundir el escrúpulo con la conciencia delicada, pues se oponen como el día y la noche. El escrupuloso, duda con temor si cometió o no una falta, pues quiere verse perfecto; se diferencia de quien teniendo una conciencia delicada quisiera evitar hasta la más leve falta por amor a Dios. Tiene un temor fundado, porque reconoce sus debilidades, pero no un temor desasosegado, pues confía en la misericordia de Dios y además acepta dócilmente las directrices de su orientador espiritual.

N. de la R: Es importante señalar que en la actualidad, al extremo contrario de este defecto, se presenta otro que es más común: la conciencia laxa y mal formada que juzga como moralmente lícito lo que en realidad sí es pecado. De este tema ya hemos hablado en el blog y lo seguiremos haciendo en otros posts.

Algunos consejos para orientar a los escrupulosos:

1) Lograr la aceptación, confianza y obediencia en la dirección espiritual eligiendo un sacerdote de buena doctrina y criterio sabio.

"El mejor, y puede decirse que el único remedio, es la obediencia plena y absoluta a un sabio director; habiéndose entenebrecido la luz de nuestra conciencia, hemos de echar mano de otra luz, es el escrupuloso un navío sin brújula ni timón, y menester ha de que otro lo remolque".(Ad. Tanquerey, Compendio de Teología Ascética y Mística, Ediciones Palabra, Madrid, 1990 ,n. 944, p.502).

Aunque el escrupuloso busque el apoyo en la dirección espiritual, difícilmente se logrará su confianza, y sobre todo, el seguimiento de las directrices marcadas. Por este motivo, el orientador espiritual conjugará la firmeza y la exigencia para poder ejercer su autoridad moral sobre el dirigido. Siempre hablar categóricamente y nunca discutir con el escrupuloso. Al mismo tiempo, se debe tener paciencia para escuchar, sin permitirle alargar demasiado la manifestación de las inquietudes y preocupaciones que quiera manifestar.

2) Nunca acceder al juego de las confesiones repetidas.

El escrupuloso quiere confesarse mil veces de lo mismo; apenas ve un sacerdote quiere confesión. En la dirección espiritual preguntará: "Oye, ¿no sería bueno volverme a confesar de esto?, no tengo la seguridad de haberlo dicho claramente"; luego, independientemente de su consejo, tratará de nuevo el tema una y otra vez. No debe prestarse a este juego. Sugiérale vivir más la docilidad y la confianza en Dios y, con prudencia y mucha firmeza, señale que no se volverá a tocar ese punto.

Para que el dirigido no se sienta desalentado o considere el origen de sus escrúpulos como una deformación de la conciencia, o como una deficiencia de tipo psicológico, se le debe indicar cómo los escrúpulos pueden convertirse en un don, una prueba a través de la cual Dios le permite pasar para su purificación y para su santificación.

Algunas almas pasan de un extremo a otro. Llevaban una vida muy superficial y pecaminosa; luego, al tener alguna experiencia fuerte en la vida espiritual, se convierten y se van al extremo en la exigencia de sí mismos. Así, les parece pecado cualquier cosa. Debemos moderar a este tipo de dirigido, manteniendo todo lo positivo en esa conversión radical y tratando de limar cuanto se exagere, para lograr el equilibrio y la perseverancia.

Una espiritualidad muy equilibrada es lo correcto. El esfuerzo del orientador espiritual consiste en llevar al dirigido hacia las normas comunes generales; lo hará gradualmente, paso a paso, tomando muy en cuenta la situación de cada persona.

3) Tratar de circunscribir lo más cuidadosamente posible las manifestaciones de los escrúpulos.

No se debe confundir el escrúpulo con estados ligeros de temor o de duda. Cuando tenga un dirigido que muestra preocupación por sus pecados, o por un acto que hizo en el pasado y que no puede quitar de su mente, puede decirle: "Tú te arrepentiste y te confesaste, todo eso ya se te ha perdonado; ya Dios lo dejó en el pasado, y tú todavía estás con eso. Eso es una tentación del demonio; lo único que quiere es ponerte en estado de angustia. Al traer una vez más a tu mente la ofensa cometida, te ocupas en esa duda en vez de progresar en tu vida espiritual".

4) Insistir sobre dos motivaciones fundamentales

Una vez iluminada con objetividad la conciencia del dirigido, se le debe insistir sobre dos motivaciones fundamentales: la confianza en Dios, porque Él siempre es fiel y misericordioso, y despertar y encauzar el deseo de servir a Dios con todas las fuerzas, sin mirarse a sí mismo, sino solamente a Dios. Esa pureza de intención liberará, incluso, de los escrúpulos.

Tomado de Catholic.net. Título original: "Enfermedades de la vida espiritual: Escrúpulos".
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sábado, 28 de enero de 2012

¿EXISTE EL INFIERNO?


Hoy en día, hay gente que por falta de cultura religiosa y filosófica o por vivir mal, niega, sin ninguna prueba, la existencia del Infierno. Aquí veremos lo que dice la Santa Biblia y la Iglesia Católica acerca de él.
“De Dios nadie se burla” (San Pablo a los Gálatas 6, 7)

I. LOS NEGADORES DEL INFIERNO

No existe el Infierno, dicen:

Los librepensadores: ¡Usted injuria la razón humana!… ¡En nuestro siglo… ¿creer en el Infierno?
Los escépticos: ¡Invenciones! ¡Historias de terror!
Los modernistas y liberales: ¡No hablamos de eso! ¡Se van a vaciar nuestras iglesias! ¡Atacan al espíritu moderno!
Los optimistas y sentimentales: ¡Dios es demasiado bueno! ¿Por un pecado de un momento?

No se trata de saber si creen o no, de si les gusta o no, de si les acomoda o no a los intelectuales modernos. Se trata de saber si el Infierno existe… Pues bien… ¡Existe el Infierno! “De Dios nadie se burla” nos repite con frecuencia la Sagrada Escritura. ¿Cómo estar seguros de que el Infierno existe? Por Nuestro Señor Jesucristo… quien no puede engañar ni engañarnos, porque Él es Dios y ha manifestado su divinidad por sus milagros porque Dios nos ha revelado que existe verdaderamente un Infierno.

II. LO QUE DICE LA BIBLIA

En el Antiguo Testamento:
Recorred los Salmos, los Profetas, etc. Frecuentemente refiriéndose a los impíos, hablan de: “gusano que roe y no muere”, “fuego que no se apaga”, “fuego que los devorará”, “¿quién de vosotros podrá soportar este fuego que devora?”, “¿quién de vosotros podrá vivir en medio de los fuegos eternos”, etc.

En el Nuevo Testamento:
¡Cuántas veces el Evangelio nos recuerda esta verdad! He aquí el resumen de la predicación de San Juan Bautista:
“Haced penitencia, porque ya el hacha está puesta a la raíz del árbol”. “Todo árbol que no da fruto será cortado y arrojado al fuego” (San Lucas 3, 9). “El alma cenará su trigo en su granero, mientras que la paja la quemará con fuego inextinguible” (San Mateo 3, 10-12)
Cristo habla del Infierno
Aún si no hubiera hablado más que una sola vez, sería suficiente. Bajo pena de renunciar a ser sus discípulos y bajo pena de ser rechazado por Él, deberíamos creer en su divina palabra que no puede engañar. Pero ¿Nuestro Señor Jesucristo habló del Infierno una sola vez? ¿Nos puso en guardia Nuestro Señor “que venía a salvar lo que estaba perdido”? Cuántas veces habla de las “tinieblas exteriores”, del lugar donde habrá “lágrimas y rechinar de dientes”, de la “Gehenna”.
“Nada temáis a los que pueden matar el cuerpo y no pueden matar el alma: temed más bien al que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehenna” (San Mateo 10, 28).
¿Se dice que pensar en el Infierno es inútil? Lean las actas de los mártires: ¿no es cierto que con ésta última frase respondían a sus jueces en medio de sus torturas?

¿Nuestro Señor Jesucristo no tuvo miedo de insistir?
Escuchen lo que nos dice para no titubear ante ningún sacrificio:
“Si tu mano te escandaliza, córtatela: mejor te es entrar en la vida manco en la vida que con ambas manos ir a la Gehenna, al fuego inextinguible, donde ni el gusano muere ni el fuego se apaga”
Y el buen Maestro insiste:
“Si tu pie te escandaliza córtatelo: mejor te es entrar en la vida cojo que con ambos pies ser arrojado a la Gehenna, donde ni el gusano muere, ni el fuego se apaga”.
Pero no se insistirá jamás demasiado para salvar a estos pobres locos que se dejan seducir por la vanidad del mundo que nos deslumbra tanto. Y continúa:
“Si tu ojo te escandaliza, sácatelo: mejor te es entrar tuerto en el reino de los cielos que con ambos ojos ser arrojado a la Gehenna, donde ni el gusano muere, ni el fuego se apaga”.
Y este discurso en donde el Hijo de Dios insiste tanto lo repitió frecuentemente, porque nos lo reporta San Marcos (9, 43-48). Los Evangelios son sólo un resumen de su vida, está claro que el mismo Señor recordó frecuentemente esta misma verdad.

El discurso sobre el Juicio Final
“Apartaoos de mí, malditos, id al fuego eterno, preparado para el Diablo y sus ángeles” (San Mateo 25). Los que temen saber si hay fuego en el Infierno, lean estas palabras y las del final del mismo discurso: “Y estos irán al suplicio eterno”. Los sentimentales que se imaginan que se pueden burlar impunemente de Dios, mediten esta advertencia de la Verdad Eterna, así como éstas expresiones de la historia del Rico Epulón. Es Jesús mismo quien las ha escogido para hacernos comprender:
“Este lugar de tormentos”. “Estoy atormentado en las llamas”. “Hijo, acuérdate que ya recibiste tus bienes en vida, y Lázaro recibió males, y ahora él es consolado y tu eres atormentado”. “Entre nosotros hay un gran abismo, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni tampoco pasar de ahí a nosotros”. “Padre, te lo ruego, envía a Lázaro a casa de mi Padre, porque tengo cinco hermanos, para que les advierta, a fin de que no vengan también ellos a éste lugar de tormentos”.
Y dijo Abrahám: “Tienen a Moisés y a los Profetas: que los escuchen”. -”No Padre Abrahám”, dijo él (el rico malo), “pero si algunos de los muertos fuese a ellos, harían penitencia”. Y le dijo: “Si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco creerán si un muerto resucita”.
¿Y los Apóstoles?
San Pedro: “Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, los precipitó en el abismo de las tinieblas al fondo del Tártaro para ser allí atormentados” (II Pedro 2, 4). San Pablo: “El Señor castigará con las llamas del fuego a los que desconocen a Dios y no obedecen al Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo”. “Sufrirán penas eternas en la muerte, lejos de la Faz del Señor” (II Tesalonicenses 1, 8 Gálatas 5 y Efesios 5, 5). Y este grito de pavor: “Es terrible caer en las manos de Dios vivo”. Además de sus milagros y de las conversaciones que Dios le había concedido hacer, “castigo mi cuerpo y lo esclavizo”, “no sea que, habiendo predicado a otros, resulte yo mismo reprobado”. Y el dulce San Juan: “Si alguno adora a la bestia… será atormentado con el fuego y el azufre delante de los santos ángeles y delante del Cordero. Y el humo de sus tormentos subirá por los siglos de los siglos y no tendrá reposo ni de día ni de noche” (Apocalipsis 14, 10). “Y todo el que no fue hallado en el libro de la vida fue arrojado al estanque de fuego” (Apocalipsis 20, 15). “Los cobardes, los infieles, los abominables, los homicidas,los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros, tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y con azufre, que es la segunda muerte” (Apocalipsis 21, 8 y 1, 18).

III: LA IGLESIA CATÓLICA Y EL INFIERNO

¡Sí, existe un Infierno… y un Infierno eterno!
Es de fe. Lo sabemos con certeza porque Dios mismo nos lo ha advertido. Él nos ha dicho: “Yo soy el Señor y no cambio” (Malaquías 3, 6)

“Aquel que ha permitido el perdón al pecador arrepentido, no le ha prometido el día siguiente”. San Gregorio.

La Iglesia nos lo advierte por el Símbolo de San Atanasio y el IV Concilio de Letrán y por su enseñanza continua. El que no lo quisiera creer, quedará fuera del Arca de Salvación.

IV CONCLUSIÓN ¿IREMOS AL INFIERNO?

,… si no creemos. “El que no crea será condenado” (San Marcos 16, 16). ,… si despreciamos a Dios y a sus mandamientos. No pensemos poder actuar impunemente: “De Dios nadie se burla”. Es Él quien tiene la última palabra. ,… si no tenemos santo temor a Dios, si nos resistimos a creer en su palabra a pesar de las pruebas que nos ha dado, si aceptemos las falsas doctrinas muy de boga en nuestros días, si no hacemos todo por la salvación eterna, si nos dejemos arrastrar por el respeto humano, por hacer confesión y comunión sacrílega, si no santificamos el día del Señor, si no perdonamos y restituimos el mal adquirido y si no rompemos con malas compañías o peligrosas, si no aceptamos el deber de tener hijos en el matrimonio, si no huimos de la impureza. ,… muy probablemente si dejamos para mañana nuestra conversión. La regla general es ésta: “Se muere como se vive”.

La bondad de Dios
Miremos el crucifijo: “Dios amó tanto a los hombres que les dió a su Hijo Unigénito, para que el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna” (San Juan 3, 16). “Él se anonadó por nosotros”, “me ha amado, se ha entregado a Sí mismo por mí” (Filipenses 2, 16) ¡Cuantas veces ha llamado a la puerta de nuestro corazón! ¡Y el tiempo tan precioso que nos ha dado! ¿No es acaso fruto de su Misericordia para emplearlo en nuestra salvación? ¿Que esperamos? Tomemos el mejor medio. No hay nada mejor que la salvación eterna. No continuemos haciendo poco caso de los deberes para con Dios y pecando en su presencia, no olvidemos jamás que:

“De Dios nadie se burla”.

Ver temas relacionados, haciendo click aquí: 
Fuente: EcceChristianus
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viernes, 27 de enero de 2012

EL CONSEJO DE EUROPA APRUEBA UNA RESOLUCIÓN CONTRA LA EUTANASIA

Resolución provida histórica

El Consejo de Europa aprobó el miércoles, 25 de enero de 2012, una resolución en la que se dictamina que «la eutanasia, en el sentido de la muerte intencional, por acción u omisión, de un ser humano en función de su presunto beneficio, debe estar prohibida siempre». Asimismo, el texto indica que «en caso de duda, la decisión siempre debe ser pro-vida y a favor de la prolongación de la vida».
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El Consejo de Europa ha dictado varias resoluciones pro-vida que no dejan de sorprender. De las recientes:
Ahora también afronta la cuestión de la eutanasia, y en la resolución 1859 (2012), del 25 de enero de 2012 dictamina que (la traducción no es oficial):
"5.- Esta resolución no tiene la intención de afrontar los problemas de la eutanasia o el suicidio asistido. La eutanasia, en el sentido de la muerte intencional, por acción u omisión, de un ser humano en función de su presunto beneficio, debe estar prohibida siempre. Esta resolución se limita a la cuestión de las «voluntades anticipadas», testamentos vitales y poderes de representación permanente".
Pero aún hay más.

Detalla a continuación los principios sobre esos testamentos, que deben ser respetados. También los convenios y acuerdos internacionales. Termina primorosamente:
"7.8 […] y, en caso de duda, la decisión siempre debe ser pro-vida y a favor de la prolongación de la vida."
La resolución no es jurídicamente vinculante, pero sí que ayudará a crear jurisprudencia y criterios de aplicación. La primera prueba la tendremos en el caso Koch contra Alemania que está en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el que el Sr Koch demandó al estado por no aplicarle la eutanasia a su esposa.

Ojalá se siga por esta senda.

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jueves, 26 de enero de 2012

OBAMA DA UN AÑO DE PLAZO A LOS CENTROS SANITARIOS CATÓLICOS PARA ABASTECER PRODUCTOS ABORTIVOS Y CONTRACEPTIVOS. ESTO ES INMORAL, DENUNCIA EL ARZOBISPO DE NUEVA YORK

La semana pasada la administración del presidente Obama tomó la decisión de pedir que cada servicio sanitario esté en grado de ofrecer fármacos para favorecer la práctica del aborto. “Obligar a los ciudadanos estadounidenses a elegir entre violar las propias conciencias o renunciar al servicio sanitario es literalmente inmoral”. Monseñor Dolan destaca a este propósito que el gobierno no debería obligar a los ciudadanos a actuar como si un embarazo fuera una enfermedad a evitar a cualquier precio.

Por su parte, la religiosa franciscana Jane Marie Klein, presidente de la “Alianza Franciscana”, una organización que gestiona 13 hospitales católicos, declaró que esta decisión es un ataque directo a la religión: “Centenares de empleados de los hospitales se sienten confundidos” a causa de esta medida, anunciada el viernes pasado por la secretaria para la salud Kathleen Sebelius.

También la Asociación Católica para la Salud de Estados Unidos criticó severamente la medida afirmando que la Casa Blanca “ha perdido una oportunidad” para proteger adecuadamente la libertad de conciencia. Mientras por su parte el presidente de Cáritas Estados Unidos, padre Larry Snyder, se declaró profundamente decepcionado por la elección del gobierno de no escuchar los llamamientos de las instituciones religiosas.

Como es sabido, la administración Obama anunció el 20 de enero que no ampliará la exención para los grupos religiosos que se oponen al pago de planes de seguro médico para sus empleados que incluyan esterilización, también los de efecto abortivo.

Kathleen Sebelius, Secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos, afirmó en un comunicado que los empresarios religiosos que se oponen a proporcionar esta cobertura estarán obligados a cumplir con la ley desde el 1 de agosto de 2013.

Entre los que se oponen al mandato figuran muchas organizaciones católicas, tales como escuelas, hospitales y entidades sociales. A su vez, el Cardenal Daniel N. DiNardo, presidente del Comité Pro-Vida de los obispos de EE.UU. advirtió de que ni Jesús tendría derecho a la exención por motivos religiosos. En diciembre, un grupo de más de 60 líderes evangélicos, bautistas y judíos expresaron su oposición al mandato en una carta al presidente Barack Obama. Se observó que “las organizaciones religiosas más allá de la comunidad católica tienen profundas objeciones morales” a la propuesta. El Departamento de Salud y Servicios Humanos tiene dos demandas a cargo de abogados del Fondo Becket, una en nombre de Belmont Abbey College y la otra por la Universidad Cristiana de Colorado. A este respecto, Hannah Smith, asesora jurídica del Fondo Becket, considera que la administración de Obama sabe que la norma “no puede sobrevivir al escrutinio constitucional” y por lo tanto “trata de retrasar el inevitable día del juicio” en el año electoral.

Fuente: Análisis Digital 
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miércoles, 25 de enero de 2012

DEBEMOS MANTENER INTACTO EL DEPÓSITO SAGRADO (DE LA FE): SAN PÍO X




San Pío X: “Cuando esta doctrina no pueda ya guardarse incorruptible y que el imperio de la verdad no sea ya posible en este mundo, entonces, el Hijo de Dios aparecerá una segunda vez, pero hasta ese último día, debemos mantener intacto el depósito sagrado y repetir la gloriosa declaración de San Hilario: ‘vale más morir en este siglo, que corromper la castidad de la verdad’”. 

(Píe X, Jérome Dal-Gal, 1953, p.107-108).
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KYRIE interpretado por los benedictinos de Santo Domingo de Silos




Kýrie, eléison (¡Señor, misericordia!).
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martes, 24 de enero de 2012

MURIÓ UN GRAN SACERDOTE: R.P. MANUEL ROBLEDO, M.J.

Participamos con profundo dolor la irreparable pérdida del sacerdote josefino


R. P. MANUEL ROBLEDO GUTIÉRREZ


acaecida el día 23 de enero de 2012.

Fue el fundador de las Hermanas Eremitas de Dios. Sacerdote mexicano fiel a la doctrina católica tradicional de la Iglesia, se destacó por su celo por la salvación de las almas; fue un gran orador sagrado (se le conocía como el "Crisóstomo de Tlalnepantla" por su oratoria que recordaba a San Juan Crisóstomo, patrono de los predicadores). Fue autor de múltiples escritos contra los errores del protestantismo y otros muchos temas religiosos. Rechazó con firmeza los errores doctrinales modernistas que se han infiltrado en la clerecía. Impresionaba por su dignidad sacerdotal así como por su humildad y sencillez. Muy devoto de San José, amó profundamente la Misa tradicional de su ordenación sacerdotal que celebraba con gran unción hasta unos días antes de su fallecimiento a la edad de ochenta y cuatro años.

A quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, nos deja un incomparable ejemplo de amor a la Iglesia, vida virtuosa y caridad por el almas de los fieles.

Elevemos una oración por el sacerdote fiel, según el Corazón de Cristo, que nos ha precedido con la señal de la fe y duerme el sueño de la paz.


" Yo soy la resurrección y la vida, quien cree en mí, aunque hubiera muerto vivirá; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás" Jn.11,25-26.
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lunes, 23 de enero de 2012

COMIENZA EL CONTRAGOLPE A LA AGENDA LGBT DE OBAMA

Por Wendy Wright

NUEVA YORK, 20 de enero (C-FAM) Los ciudadanos de varios países están resistiendo los imperativos de la política exterior lésbica, gay, bisexual y transgénero de Obama. Líderes de El Salvador lanzaron un sitio web sobre la «Depravante política exterior de Obama» y solicitan al Senado que rechace la candidata del presidente estadounidense a embajadora en su país.

Obama anunció en diciembre que la promoción del comportamiento lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGBT) es una de las principales prioridades de la política exterior, aun para el ejército estadounidense en el extranjero. Al mismo tiempo, la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, ofreció un prominente discurso en la ONU en el que equiparó la condición de LGBT con la religión. El Departamento de Estado dijo a los embajadores en todo el mundo que reconocieran un «mes del orgullo gay» y difundió un listado de «logros» que incluyó el hecho de que una embajadora estadounidense había publicado un artículo editorial que promovía la agenda LGBT en nombre de los Estados Unidos.

Mari Carmen Aponte, embajadora provisional en El Salvador, publicó un ensayo en el que confundió la condena de la homosexualidad con la «hostilidad brutal» y las «agresiones» de «los que promueven el odio». Es «responsabilidad» de los salvadoreños comenzar a abogar por las cuestiones LGBT e «informar a nuestros vecinos y amigos sobre lo que significa ser lesbiana, gay, bisexual o transgénero», escribió. La nota editorial fue publicada en un importante diario salvadoreño, en junio, y encendió una tormenta de fuego por parte de los ciudadanos que se sintieron agraviados.

Más de tres docenas de líderes de países latinoamericanos censuraron a la embajadora. En una declaración publicada en un diario de El Salvador, acusaron a la representante estadounidense de menospreciar «nuestros valores profundamente cristianos, arraigados en la ley natural» al intentar «imponer una nueva visión de valores extranjeros y extraños, totalmente ajenos a nuestra idiosincrasia, disfrazándolos de supuestos "derechos humanos"» con «aires de superioridad». En lo único que estaban de acuerdo, dijeron, es que debe repudiarse la violencia «tal como no debe existir contra flacos, gordos, altos o flacos».

Los líderes también enviaron una misiva a los senadores estadounidenses para protestar contra el nombramiento de Aponte. En diciembre, durante una audiencia del Congreso, el senador Jim DeMint leyó el reclamo y criticó que Aponte hubiera «supuesto que representaba las opiniones de todos los estadounidenses» en su editorial. «Quisiera pedir disculpas al pueblo salvadoreño en nombre de los Estados Unidos y asegurarle que la mayoría de los estadounidenses comparte sus valores» dijo DeMint.

Los salvadoreños consideraron que el ataque se extiende más allá de Aponte y lanzaron un sitio web esta semana en el que exponen «Las depravantes políticas exteriores de Obama». Registra la campaña de funcionarios de Estados Unidos para promover la homosexualidad y la contracampaña de los latinoamericanos.

El Washington Times, importante diario de Washington D.C., publicó una carta de líderes latinoamericanos que advierte que la promoción agresiva de los derechos homosexuales constituye una «guerra contra la religión». La administración Obama ha colocado personas en otros países «en la línea de fuego», dice el mensaje, y está «degradando nuestra cultura y ofendiendo nuestros valores». Los líderes escribieron: «Respaldamos los derechos humanos legítimos de todos nuestros ciudadanos. No avalamos «derechos homosexuales» inventados. No apreciamos que el embajador de otro país venga y nos sermonee. Tenemos la intención de defender nuestros valores morales y de preservar nuestras familias».

En Pakistán, la embajada de Estados Unidos ofreció una «celebración de orgullo» LGBT en junio que suscitó protestas en varias ciudades. El líder de una de las concentraciones dijo: «Estados Unidos ha desatado una tormenta de valores inmorales» y «resistiremos a toda costa». El pasado mes de octubre, el embajador estadounidense en Serbia promovió en ese país una marcha por los derechos homosexuales, la cual condujo a revueltas de claro tinte anti-occidental.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
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domingo, 22 de enero de 2012

LA ESPERANZA, sermón en videos de San Juan M. Vianney (el Cura de Ars)

"Los santos no todos han empezado bien, pero todos han sabido terminar bien. Si hemos empezado mal, procuremos terminar bien e iremos al cielo junto con ellos": Cura de Ars




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sábado, 21 de enero de 2012

LOS MANDAMIENTOS COMENTADOS POR SANTO TOMÁS DE AQUINO



Extraordinario escrito que todo católico debería leer para conocer a fondo la moral de su religión. Si no conocemos los mandamientos...¿cómo saber qué es pecado? Sin ellos no conocemos las normas que deben regir la vida de todo cristiano para poder salvarse.

Los Mandamientos comentados[Santo Tomas de Aquino] pdf
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Tomado de: http://ebookbrowse.com/los-mandamientos-comentados-santo-tomas-de-aquino-pdf-d135054440; suponemos que quien lo publica ahí tiene el debido permiso, de no ser así procederemos de conformidad con el aviso de derechos de autor reproducido al final de la columna derecha (de color verde) del blog. CATOLICIDAD no es un sitio lucrativo sino tan sólo busca difundir la literatura católica y presupone la buena fe y las debidas licencias de quien reproduce originalmente esta obra en la red.
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viernes, 20 de enero de 2012

URGE QUE EL SACERDOTE ESTÉ MÁS TIEMPO EN EL CONFESIONARIO: BENEDICTO XVI

  • La actual mentalidad hedonista y relativista no ayuda a discernir el bien del mal
  • Se ha perdido el sentido del pecado
  • Es necesario volver "habitar" el confesionario
  • La “crisis” del Sacramento de la Penitencia, interpela a los sacerdotes y a su gran responsabilidad de educar 
  • El sacerdote debe dedicarse generosamente a la escucha de las confesiones
  • Hay que guiar con coraje a la grey para que ésta no se adapte a la mentalidad del mundo

Otorgar el perdón y la gracia de Dios es
 una de las responsabilidades fundamentales
que no deben descuidar nunca los sacerdotes

Todos los sacerdotes hemos de considerar como dirigidas personalmente a nosotros aquellas palabras que él, [el Cura de Ars] ponía en boca de Jesús: “Encargaré a mis ministros que anuncien a los pecadores que estoy siempre dispuesto a recibirlos, que mi misericordia es infinita”. Del Santo Cura de Ars, los sacerdotes podemos aprender no sólo una confianza inagotable en el Sacramento de la Penitencia, que nos anima a colocarlo en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el método del “diálogo de salvación” que en él se debe desarrollar. ¿Dónde se hunden las raíces de la heroicidad y la fecundidad, con las que San Juan María Vianney vivió su propio ministerio de confesor? Ante todo en una intensa dimensión penitencial personal. La conciencia del propio límite y la necesidad de recurrir a la Misericordia Divina para pedir perdón, para convertir el corazón y para ser sostenido en el camino de santidad, son fundamentales en la vida del sacerdote: sólo quien ha experimentado primero la grandeza puede ser convincente anunciador y administrador de la Misericordia de Dios. Todo sacerdote se convierte en ministro de la Penitencia por la configuración ontológica a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, que reconcilia a la humanidad con el Padre; sin embargo, la fidelidad al administrar el Sacramento de la Reconciliación es confiada a la responsabilidad del presbítero.

Vivimos en un contexto cultural marcado por la mentalidad hedonista y relativista, que tiende a suprimir a Dios del horizonte de la vida, no favorece la adquisición de un marco claro de valores de referencia y no ayuda a discernir el bien del mal ni a madurar un justo sentido de pecado. Esta situación hace todavía más urgente el servicio de administradores de la Misericordia Divina. No debemos olvidar, de hecho, que hay una especie de círculo vicioso entre el ofuscamiento de la experiencia de Dios y la pérdida de sentido de pecado. Sin embargo, si tenemos en cuenta el contexto cultural en el que vive san Juan María Vianney, vemos que, por varios aspectos, no era tan diferente al nuestro. También en su tiempo, de hecho, existía una mentalidad hostil a la fe, expresada en fuerzas que buscaban incluso impedir el ejercicio del ministerio. En esas circunstancias, el Santo Cura de Ars hace “de la iglesia su casa”, para conducir a los hombres a Dios. Él vivía con radicalidad el espíritu de oración, la relación personal e íntima con Cristo, la celebración de la S. Misa, la Adoración eucarística y la pobreza evangélica, mostrando a sus contemporáneos un signo tan evidente de la presencia de Dios, que empujaba a muchos penitentes a acercarse a su confesionario. En las condiciones de libertad en las que hoy es posible ejercer el ministerio sacerdotal, es necesario que los presbíteros vivan en “alto grado” la propia respuesta a la vocación, porque sólo quien se convierte cada día en presencia viva y clara del Señor puede suscitar en los fieles el sentido de pecado, dar ánimo y suscitar el deseo del perdón de Dios.

Queridos hermanos, es necesario volver al confesonario, como lugar en el que celebrar el Sacramento de la Reconciliación, pero también como lugar en el que “habitar” más a menudo, para que el fiel pueda encontrar misericordia, consejo y consuelo, sentirse amado y comprendido por Dios y experimentar la presencia de la Misericordia Divina, junto a la Presencia real en la Eucaristía. La “crisis” del Sacramento de la Penitencia, de la que a menudo se habla, interpela en primer lugar a los sacerdotes y a su gran responsabilidad de educar al Pueblo de Dios en las radicales exigencias del Evangelio. En particular, les pide dedicarse generosamente a la escucha de las confesiones sacramentales; guiar con coraje a la grey, para que no se conforme a la mentalidad de este mundo (cf. Rm 12,2), sino que sepa tomar decisiones también a contracorriente, evitando adaptaciones o compromisos. Por eso es importante que el sacerdote tenga una permanente tensión ascética, alimentada por la comunión con Dios, y se dedique a una constante actualización en el estudio de la teología moral y de las ciencias humanas.

San Juan María Vianney sabía entablar con los penitentes un verdadero y apropiado “diálogo de salvación” mostrando la belleza y la grandeza de la bondad del Señor y suscitando ese deseo de Dios y del Cielo, del que los santos son los primeros portadores. Él afirmaba: “El Buen Dios sabe Todo. Incluso antes de que os confesarais, ya sabía que pecaríais y sin embargo os perdona. ¡Es tan grande el Amor de nuestro Dios, que llega hasta olvidar voluntariamente el futuro, para perdonarnos!” (Monnin, A., Il Curato d’Ars. Vita di Gian-Battista-Maria Vianney, vol. I, Torino 1870, p. 130). Es tarea del sacerdote favorecer esa experiencia de “diálogo de salvación”, que, naciendo de la certeza de ser amados por Dios, ayuda al hombre a reconocer el propio pecado y a introducirse, progresivamente, en esa estable dinámica de conversión del corazón, que lleva a la radical renuncia al mal y a una vida según Dios.

Queridos sacerdotes, ¡qué extraordinario ministerio nos ha confiado el Señor! Como en la Celebración Eucarística Él se pone en manos del sacerdote para continuar estando presente en medio de su Pueblo, análogamente, en el Sacramento de la Reconciliación Él se confía al sacerdote para que los hombres hagan la experiencia del abrazo con el que el padre acoge a su hijo pródigo, devolviéndole la dignidad filial y volviéndolo a constituir plenamente en heredero (cf. Lc 15,11-32). La Virgen María y el Santo Cura de Ars nos ayuden a experimentar en nuestra vida la amplitud, la longitud, la altura y la profundidad del Amor de Dios (cf. Ef 3,18-19), para ser fieles y generosos administradores. Os doy las gracias a todos de corazón y de buen grado os imparto mi Bendición.

Audiencia a los participantes de un curso de la Penitenciaría Apostólica, marzo de 2010.
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jueves, 19 de enero de 2012

¿CÓMO DEBE SER UNA FAMILIA VERDADERAMENTE CATÓLICA?

• Que la modesta morada de Nazaret sea modelo de una santa vida familiar.

“Oh, hombres, volved la mirada a Nazaret, entrad en aquella modesta morada. Mirad a aquel carpintero, custodio santísimo de los secretos divinos, que con sus sudores sustenta a la familia humilde y elevada más que la de los césares de Roma; observad con qué veneración y respeto ayuda y venera a aquella Madre, su esposa inmaculada y pura: mirad al que se cree Hijo del carpintero (Mateo, 13, 55), virtud y sabiduría omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, y sin el cual nada ha sido hecho (Juan, 1, 3), cómo ningún hombre puede sin Él hacer nada, y que, sin embargo, no se desdeña de los pequeños servicios de la casa y del taller y de estar sometido a María y a José. Contemplad un tan grande modelo de santa vida familiar, espectáculo que maravilla a las jerarquías angélicas, que lo adoran” (S.S. Pío XII, A los recién casados, 15 de abril de 1942).

• El esposo debe tomar ejemplo de San José en el ejercicio de la autoridad.
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“Tomad ejemplo de San José. Él contemplaba frente a sí a la Santísima Virgen, mejor, más alta y más excelsa que él mismo; un respeto soberano le hacía venerar en ella a la Reina de los ángeles y de los hombres, a la Madre de Dios. Sin embargo, él permanecía y continuaba en su puesto de jefe de la Sagrada Familia, sin faltar a ninguna de las altas obligaciones que le imponía semejante título” (Pío XII, A los recién casados, 10 de septiembre de 1941).

• La esposa que aprenda de María Santísima, modelo perfectísimo de virtudes domésticas.

“La Madre divina es también y sobre todo un perfectísimo modelo de las virtudes domésticas, de aquellas virtudes que deben embellecer el estado de los cónyuges cristianos. En María tenéis el amor más puro y fiel hacia el castísimo esposo, amor hecho de sacrificios y delicadas atenciones; en ella la entrega completa y continua a los cuidados de la familia y de la casa, de su esposo y, sobre todo, del querido Jesús; en ella la humildad que se manifestaba en la amorosa sumisión a San José, en la paciente resignación a las disposiciones, ¡cuántas veces arduas y penosas!, de la Divina Providencia, en la amabilidad y en la caridad con cuantos vivían cerca de la casita de Nazaret” (Pío XII, A los recién casados, 3 de mayo de 1939).

• Toda familia, pues, puede y debe ser santa.

“Filii sanctorum sumus! (Tobías, 2, 18). Queridos hijos e hijas: debéis, pues, persuadiros bien de que vuestra nueva familia podrá y deberá ser una familia santa, es decir, inviolablemente unida a Dios por la gracia. Inviolablemente: porque aquel mismo sacramento que exige la indisolubilidad del vínculo conyugal, os confiere una fuerza sobrenatural contra la cual serán impotentes, si vosotros lo queréis, las tentaciones y las seducciones; las pérfidas insinuaciones del disgusto cotidiano, de la calma habitual, de la necesidad de novedad y de cambio, la sed de las experiencias peligrosas, la atracción del fruto prohibido, no tendrán poder alguno contra vosotros, si conserváis este estado de gracia, con la vigilancia, la lucha, la penitencia, la oración” (Pío XII, A los recién casados, 6 de noviembre de 1940).

• Y convertirse como en un cenáculo frente a las tormentas de la vida.

“Tened siempre vuestro cenáculo, un asilo de retiro y de oración en vuestro propio hogar doméstico. Allí encontraréis el reposo después de las más duras jornadas, en la fidelidad a vuestras promesas y en la unión perfecta de vuestras almas: Perseverantes unanimiter (Hechos, 1, 14); allí viviréis bajo la mirada de María cum Maria matre Iesu (ibid.), cuya imagen os reunirá cada noche para la oración en familia: unanimiter in oratione. Mejor aún, toda vida personal y familiar puede resultar una oración incesante: perseverantes unanimiter in oratione” (Pío XII, A los recién casados, 27 de marzo de 1940).

• Para sobrellevar las pruebas, la familia precisa la energía diaria de la comunión eucarística.

“La familia necesita, como base suya, la íntima unión no sólo de los cuerpos, sino sobre todo de las almas, unión hecha de amor y de paz mutua. Ahora bien, la Eucaristía es, según la bella expresión de San Agustín (Tract. in Ioan. 26, 13), signo de unión, vínculo de amor, signum unitatis, vinculum caritatis, y une por eso y como que suelda entre sí los corazones.
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“Para sostener las cargas, las pruebas, los dolores comunes, a los que no puede sustraerse familia alguna, por bien ordenada que esté, os es necesaria una energía diaria: la comunión eucarística es generadora de fuerza, de valor, de paciencia, y con la suave alegría que difunde en las almas bien dispuestas, hace sentir aquella serenidad que es el tesoro más precioso del hogar doméstico” (Pío XII, A los recién casados, 7 de junio de 1939).

• Y que Cristo y su Santísima Madre presidan la vida del hogar.

“Haced que vuestra casa sea y parezca cristiana. Que el Sagrado Corazón sea Rey de ella; que la imagen del Salvador crucificado y la dulcísima Virgen María tengan puesto de honor, para hacer manifiesto a los ojos de todos que en vuestra morada se sirve a Dios y que los visitantes y amigos deben, como vosotros mismos, desterrar de ella todo lo que pueda violar su santa ley: conversaciones deshonestas, palabras mentirosas, cóleras o debilidades culpables; sino también para recordaros que Jesús y María son los más constantes y amadísimos testigos y como asociados a los sucesos de vuestra familia: júbilos que os auguramos numerosos, dolores y pruebas que nunca podrán faltar” (Pío XII A los recién casados).

• Que las familias cristianas aprendan a orar como se oraba en el hogar de Nazaret.

“El Evangelio, es verdad, no nos dice expresamente cuáles eran las plegarias que se hacían en la casa de Nazaret. Pero la fidelidad de la Sagrada Familia a la observancia de las prácticas religiosas nos ha sido explícitamente atestiguada, aunque no había ninguna necesidad de ello, cuando, por ejemplo, San Lucas nos cuenta (Lucas, 2, 41 y ss.) que Jesús iba con María y José al templo de Jerusalén por la Pascua, según la costumbre de aquella fiesta. Es, pues, fácil y dulce representarnos esta Sagrada Familia en Nazaret a la hora de la acostumbrada oración. En el alba dorada o el violáceo crepúsculo de Palestina, sobre la pequeña terraza de su casita blanca, vueltos hacia Jerusalén, Jesús, María y José están de rodillas; José, como cabeza de familia, recita la oración; pero es Jesús quien la inspira, y María une su dulce voz a la grave del santo patriarca.
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“¡Futuros cabezas de familia! Meditad e imitad este ejemplo, que muchos hombres de hoy olvidan. En el recurso confiado a Dios encontraréis no solamente las bendiciones sobrenaturales, sino la mejor seguridad de aquel «pan cotidiano», tan ansiosamente, tan laboriosamente y a veces tan vanamente buscado” (Pío XII, A los recién casados, 3 de abril de 1940).

• A ejemplo de ellos, en el hogar han de orar todos, porque también los hombres son frágiles y necesitan la oración.

“Hay jóvenes que piensan que en el mundo, a partir de cierta edad, la oración es un incienso cuyo oloroso humo conviene dejar a las mujeres, lo mismo que ciertos perfumes de moda; otros acuden en alguna ocasión a la misa cuando les es cómodo; pero se creen, según parece, demasiado grandes para arrodillarse y no lo bastante místicos, como dicen algunos, para acercarse a la sagrada comunión. Tampoco faltan muchachas jóvenes que, aun habiendo sido educadas con todo cuidado por sus madres o por buenas religiosas, se creen eximidas, una vez casadas, de las más elementales normas de prudencia: lecturas, espectáculos, bailes, distracciones peligrosas, todo les es permitido.
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“Pero en una familia verdaderamente cristiana, el marido sabe que su alma es de la misma naturaleza y no menos frágil que la de su mujer y la de sus hijos; por eso añade a la de éstos su oración diaria, y así como se complace en verlos en torno suyo en la mesa familiar, no deja de acercarse con ellos a la mesa eucarística” (Pío XII, A los recién casados, 24 de julio de 1940).

• Que no se pierda la bella tradición del Santo Rosario en familia.

“En el nombre de Nuestro Señor os lo suplicamos, queridos recién casados: empeñaos por conservar intacta esta bella tradición de la familias cristianas, la oración de la noche en común, que recoge al fin de cada día, para implorar la bendición de Dios y honrar a la Virgen Inmaculada con el rosario de sus alabanzas, a todos los que van a dormir bajo el mismo techo. Vosotros dos, y después, cuando hayan aprendido de vosotros a unir sus manecitas, los pequeños que la Providencia os haya confiado, y también, si para ayudaros en vuestras labores domésticas os los ha puesto el Señor a vuestro lado, los criados y colaboradores vuestros, que también son vuestros hermanos en Cristo y tienen necesidad de Dios” (Pío XII, A los recién casados, 12 de febrero de 1941).

Fuente: Consejos del Papa Pío XII a la Familia Cristiana. Stat Veritas.
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miércoles, 18 de enero de 2012

SAN FRANCISCO Y LA GÁRGOLA cuento de José María Pemán



Allá en las alturas de una vieja catedral gótica, donde apenas llegaba como un rumor lejano el ajetreo de la ciudad que hervía a sus pies, había una gárgola de piedra que, en forma de dragón imaginario, con la cabeza erizada por una cresta inverosímil, se reguindaba hacia afuera, abriendo desmesuradamente su boca amenazadora.

A poca distancia de ella, sobre el extremo de un arbotante calado como un encaje, había una estatuilla de San Francisco de Asís, labrada por un artista ingenuo en purísimo mármol blanco, con los ojos arrobados y las manos extendidas, como si se dispusiera a predicar, desde aquellas alturas, a las avecillas del cielo.

Y ocurría que una y otro —la gárgola y el santo -se pasaban la vida enzarzados en una continua disputa. La gárgola era gruñona y descontentadiza como vieja. Y aburrida ya de estar siglos y siglos a la intemperie, llena de verdín y escurriendo agua hacia la calle, protestaba a cada momento de cuanto veía y atisbaba en la ciudad desde aquel alto observatorio. San Francisco, en cambio, con voz dulce y templada, le reprendía a cada momento por aquellos desahogos y berrinches, y llamándola cariñosamente "hermanita gárgola", quería atraerla al buen camino y hacerla más dulce y tolerante con los hombres y las cosas. Pero el dragón de piedra era poco sufrido, y apenas iniciaba el santo una de aquellas pláticas que hasta las cigüeñas se paraban a escuchar, empezaba a bramar y a decir improperios, ahogando así entre los berridos de su enorme bocaza las palabras de leche y miel del divino poeta... El tema de las lamentaciones de la gárgola era siempre el mismo: la comparación de sus viejos tiempos, tan poéticos e ideales, con estos de ahora, tan rastreros y materialistas, viniendo siempre a la consecuencia de que la Humanidad camina a toda prisa cuesta abajo.

Acababa de pasar, cuando ocurrió lo que aquí se cuenta, un invierno crudo y tempestuoso como pocos, y el infeliz dragón, después de haber estado durante meses cubierto de ampos copos de nieve, estaba ahora húmedo y sucio, y llenos sus ojos salientes de legañas de verdín. Esto le traía de peor humor que de costumbre, y como oyera que el San Francisco de mármol aprovechando que entraba la primavera, comenzaba a entonar un himno al hermano Sol, lo interrumpió con furiosas carcajadas, abriendo más que solía su boca de cocodrilo:

— ¿Pero ahora sales con eso, poeta? ¿Todavía andas de humor de agradecerle a Dios el beneficio de la luz? ¡Viviéramos mil veces en tinieblas, y nos ahorráramos de ver las cosas que desde aquí vemos!...

—Pero, hermana gárgola...

-Déjate de pamplinas; ¿no estás viendo ese edificio que nos están levantando ahí en la plaza, en nuestras propias narices? Parece otra torre de Babel que pretendiera escalar el cielo; cada día ponen un piso. Y ese juguete de cemento, ligero como todo lo de ahora, acabará por ahogarnos y quitarnos el aire y la luz. ¡A nosotros, que somos la herencia venerable de un siglo grande y fuerte!

—A pesar de todo, hermanita gárgola, con eso comen cientos de familias.

— ¡Y es un Banco! —le interrumpió el dragón, sin hacerle caso-. ¡Un Banco! ¡La verdadera catedral moderna, donde se adora al único dios de este siglo...! El otro día oí decir a unos albañiles que trabajaban en ese andamio que sobre la cúpula, como remate de todo, piensan poner un muñecón, pintado de purpurina, que represente a Mercurio, el dios de los comerciantes y de los ladrones... Y por eso suben y suben tanto el edificio; quieren que su Mercurio este por encima de la cruz de nuestra torre.

—¿Por qué has de pensar siempre así, hermanita?

—Porque es la realidad, hermano poeta. ¿No ves esos letreros de oro —aquí todo es de oro- que llenan los pisos y balcones del Banco? La palabra "crédito" aparece una y mil veces en ellos como una obsesión: "crédito", es decir, mentira, humo, farsa... Porque eso es lo que hacen ahí dentro: negociar una y mil veces con un dinero que no existe en parte alguna. ¡0h, aquel venturoso tiempo, en que en las gradas y en los porches de esta catedral se sentaban al sol los mercaderes y, después de oír misa, contrataban, en el nombre de Dios, sus mercancías!

— ¿Y acaso, tapujados con el nombre de Dios, no había entonces también sus engaños y rapiñas? No es la forma, hermanita, sino el espíritu lo que a Dios importa, y...

—Calla, calla, hermano Francisco; ¿no te da en la cara en este momento una humareda espesa y negra? ¡Ah, malditas fábricas! Toda la ciudad está llena de chimeneas de ladrillos rojos y ahumados, que infestan el aire... Tú mismo, hermano, estás lleno de polvillo negro y apestas a carbón como un obrero...

—Ese olor de carbón sobre la blusa de un obrero huele a flores allá arriba. Esas columnas de humo negro de las fábricas suben hasta el trono de Dios lo mismo que las columnas de incienso; y en verdad te digo, hermanita gárgola, que lo mismo agradan unas que otras al Señor.

—¿Y qué me dices de esos letreros? Tiende la vista sobre la ciudad, hermanito Francisco, hasta donde se ahoga en la bruma, y no verás más que letreros y letreros con anuncios. Es como un pregón gigantesco y general que se alza de los cuatro ámbitos de la ciudad; toda ella es lonja y mercado... Y me sulfura, sobre todo, hermano, la forma insolente e imperativa en que están redactados; no piden, no ofrecen, sino que mandan. "Tome usted esto. Visite usted aquello. Púrguese. Tíñase el pelo." Son un poema de mala educación. Además, ¿no te has fijado, hermano, que en esos letreros de bombillas de colores, que parpadean por la noche apagándose y encendiéndose, de cada tres, dos anuncian un aperitivo? Y es que los hombres de ahora han dado en excitar con drogas el apetito para hacer de la gula un culto... ¿Qué dices de esto tú, hermano poeta, tú que te pasaste toda una Cuaresma en el lago de Perusa con medio panecillo?

—Digo, hermana, que es imprudente echar en cara a nadie lo que en otros fueron inmerecidas gracias del Señor.

— ¡Oh! ¡Me sublevas con tu cachaza, hermanito! Pero, mira ¿no ves en aquella calle aquella capillita que están levantando? Hasta para hacerle casas a Dios son encogidos y raquíticos estos hombres de ahora. Parece que está hecha con las arrebañaduras de materiales que sobraron al hacer este Banco. Su campanita tímida y afónica apenas sobresale del estruendo babilónico de los "autos", los camiones y los tranvías.

— ¡Oh, basta, basta, por Dios, hermana! —suplicó el santo, Pero el dragón de piedra prosiguió cada vez con más furia: -¿Cómo ha de bastar, si esto no es más que empezar con lo que veo desde aquí? ¡Oh, si no fuera por esta bondadosa condición mía, qué cosas no habría de decir de esos gusanillos pedantes y ridículos que se mueven a mis pies! ¡Cómo corren y se ajetrean, y pasan una y mil veces, jadeantes y sudosos, con la frente baja, en busca de sus negocios chiquitos y de momento! Son como aquellos chicharitos verdes de la leyenda, que, como estaban siempre en sus vainas verdes, también se creían que todo el mundo era verde. Estos se creen que no hay más mundo que esa colmena donde viven ahora. Ni se quitan el sombrero cuando pasan ante nosotros, ni levantan nunca los ojos para mirar esa franjita azul de cielo que se asoma entre las cornisas de sus Bancos y de sus palacios. Por eso los veo yo desde aquí hervir a todas horas, como los gusanos de un estercolero, blasfemando el uno, robando el otro, mintiendo el de más allá... ¡Ah, si pudiera yo tragarme de una vez toda esa charca de ahí abajo!

Y al decir esto, la terrible gárgola abrió desmesuradamente la boca, como si quisiera poner en ejecución lo que decía...

Pero, en aquel momento, por encima de la catedral pasaba, sobre el fondo azul del cielo, una bandada de golondrinas, que entraba con la primavera.

-¡Venid a mi, hermanitas golondrinas! -exclamó al verlas el santo; y una pareja de ellas vino a posarse suavemente en sus manos blancas—. Id, hermanitas —prosiguió—, y haced vuestro nido allí, en la boca de aquel monstruo.

Las golondrinas obedecieron, y, piando alegremente, se entraron por las fauces de piedra de la gárgola, hasta lo más hondo. El dragón, que tenía la boca desmesuradamente abierta, como para tragarse al mundo, al sentir el contacto caliente de aquellas criaturas de Dios, se quedó mudo e inmóvil, sin atreverse a cerrar sobre ellas sus mandíbulas, como si les brindara amorosamente aquel refugio para su nido.

Entonces, aprovechando aquella forzada mudez del malhumorado dragón, la estatua blanquísima del santo comenzó pausadamente a recitar su interrumpido cántico al hermano Sol.

Bendijo al Sol, y al aire, y al cielo, dádivas generosas del Señor que los hombres no saben agradecer; y dijo que el que ama estas cosas se le hace el espíritu claro y luminoso, y está más pronto para perdonar que para maldecir; y añadió, mirando a la gárgola, que no son los tiempos ni las cosas buenas ni malas, sino que es el espíritu del hombre el que las hace bellas o feas a los ojos del Señor; que todo en el mundo —ayer como hoy—, trabajo, afán, negocio o lo que sea, todo puede convertirse en oración y cántico con sólo mezclarle una partecilla de amor, que es la sal y la levadura de las cosas todas.

Las palabras del santo, como espiras de incienso, subían lentamente en el silencio tibio de la tarde primaveral. El dragón de piedra le escuchaba con ojos sumisos, sin atreverse a mover su enorme boca, en cuyo fondo, el alborotado piar de los pájaros, cantaba el triunfo del amor y de la vida.

Tomado de Cuentos sin Importancia, cuento: Apólogo de San Francisco y la Gárgola.
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