martes, 6 de febrero de 2018
LA DEBILIDAD DEL CATÓLICO ES LA ORACIÓN MAL HECHA: PROVOCA ANEMIA ESPIRITUAL
Lo que está en riesgo en esta vida es el cielo o el infierno de cada uno para toda la eternidad después de la muerte.
La oración explica San Juan Damasceno [De Fide Orthod. 1, 3, c.24] es: "Ascensus mentis in Deum" (la elevación del alma hacia Dios).
La santidad de vida nos viene de Dios Nuestro Señor [Santo de los Santos], en la oración el buen católico se eleva hacia Dios, por esto es muy de desear para mejor aprovechar: la oración en gracia y amistad con Dios Nuestro Señor; pues, el alma se eleva hacia Dios [implora, súplica, agradece, dialoga,]. ¿Cómo entender una elevación hacia Dios con el alma en pecado mortal [que ha ofendido gravemente a Dios]? Es obvio, se entiende que no es lo mejor, un diálogo con quien has ofendido y no has pedido perdon.
*Anotaciones:
1º LA FORTALEZA DEL CATÓLICO ES DIOS.
Un alma unida a Dios Nuestro Señor por la fe verdadera, por la gracia y amistad, es muy fuerte, tanto, que el mismo Dios habita en el alma del católico en gracia. "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama, no guarda mis palabras." San Juan XIV, 23.
La fortaleza del católico se prueba en las tribulaciones, contrariedades de la vida; evidente testimonio el martirio de los santos en el momento de morir: fortaleza, humildad, paz, caridad.
2º EL CATÓLICO DEBE VIVIR UNIDO A DIOS.
Lo que está en riesgo en esta vida es el cielo o el infierno de cada uno para toda la eternidad después de la muerte.
El alma tiene tres enemigos que hacen alianza para llevar al infierno: el mundo, el demonio y la carne.
El católico con su buena intención, viviendo en pecado mortal, es sumamente vulnerable: débil, temeroso, en peligro de condenarse.
3º EL CATÓLICO SE HACE FUERTE EN LA ORACIÓN.
La fuente [origen] de la gracia, de la santidad se encuentra en Dios, por eso debe tener la santa doctrina de Dios, cumplir sus santos mandamientos, elevarse constantemente hacia Dios: Esa es la manera, la forma y la sustancia de un alma fuerte, de un católico santo.
"Yo soy la vid, vosotros los sarmientos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto: porque sin mí no podéis hacer nada." San Juan XV, 5.
4º EL SANTO ROSARIO.
Hermano pecador, que tu alma se encuentra en peligro de condenarse, te pido que inicies un cambio de vida mediante la devoción a la Bienaventurada siempre Virgen María, mediante el rezo despacio con atención y devoción del Santo Rosario, recordando que es un medio seguro de salvación eterna.
"Aún cuando os hallaseis en el borde del abismo o tuvieseis ya un pie en el infierno; aunque hubieseis vendido vuestra alma al diablo; aun cuando fueseis un hereje endurecido y obstinado como un demonio, tarde o temprano os convertiréis, con tal que recéis devotamente todos los días el Santo Rosario hasta la muerte." San Luis María G. de Montfort, El Secreto del Rosario.
5º CONSEJOS SANTOS.
Te recomiendo que en tu casa tengas un lugar especial [no importa que sea humilde] para la oración que tenga un pequeño altar a la Santísima Virgen María, un reclinatorio para que hagas tu oración, dos ceras encendidas durante la misma.
Te aconsejo que ese pequeño oratorio esté limpio, ventilado, en silencio donde todos los día eleves tu alma hacia Dios.
Dios te bendiga.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
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