lunes, 30 de agosto de 2021

SAN MIGUEL ARCÁNGEL DEFENDIÓ LA HONRA DE DIOS


San Miguel se horrorizó al ver el impío atentado de los ángeles rebeldes, y levantando contra ellos la santa bandera de la fidelidad y de la justicia, a las palabras de ¿quis ut Deus?: ¿quién como Dios? combatió contra el dragón infernal y sus ángeles rebeldes desterrándolos del cielo, y precipitándolos en el infierno, mereciendo por esta noble acción, el singular blasón de Capitán General de los ejércitos de Dios, que es el primer cargo de San Miguel, y el título más celebrado que le dan los santos y la Iglesia, la cual le llama también Príncipe de la Milicia Celestial. 

 ¡Qué bien merecido título por tal victoria! ¡Y qué gloria para San Miguel después de tan señalado triunfo!

 Muy glorioso volvió David después de la victoria que alcanzó del gigante, cuando cantaban las mujeres de Israel: Saúl hirió a mil y David a diez mil. Pero mucho más glorioso volvió San Miguel al Cielo después de haber vencido no mil, ni diez mil, sino innumerables Ángeles, de los cuales cada uno es un gigante de fortaleza mayor que la de todos los hombres. 

 Nosotros también, como hijos de Dios, cuya honra y gloria defendiste, nos alegramos de tenerte por Príncipe Celestial, por caudillo y defensor nuestro; prometemos invocarte por la mañana y por la noche, en público y en privado, en las tentaciones y en los peligros, en todo tiempo y lugar.

 LETANÍA A SAN MIGUEL

 Señor, ¡ten piedad de nosotros! 
 Señor, ¡ten piedad de nosotros! 
 Jesucristo, ¡ten piedad de nosotros! 
 Jesucristo, ¡ten piedad de nosotros!
 Señor, ¡ten piedad de nosotros!
 Señor, ¡ten piedad de nosotros!
 Jesucristo, ¡óyenos! 
 Jesucristo, ¡buenos!
 Jesucristo, ¡escúchanos! 
 Dios, Padre del Cielo, ¡ten piedad de nosotros! 
 Dios Hijo, Redentor del mundo, …¡ten piedad de nosotros! 
 Dios Espíritu Santo, …¡ten piedad de nosotros!   Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, …¡ten piedad de nosotros! 
 Santa María, Reina de los Ángeles, ¡ruega por nosotros!

 San Miguel, Arcángel de Dios, ¡ruega por nosotros! San Miguel, lleno de la sabiduría de Dios, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, espejo de humildad, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, modelo de obediencia, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, excelso adorador del Verbo Divino, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, coronado de gloria y honor, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, Príncipe poderoso del ejército de Dios, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, portaestandarte de la Santísima Trinidad, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, guardián del Paraíso, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, Ángel de paz, …¡ruega por nosotros!  
 San Miguel, guía y consuelo del pueblo de Israel, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, esplendor y fortaleza de la Iglesia militante, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, alegría de la Iglesia triunfante, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, baluarte de los cristianos, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, luz de los Ángeles, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, amparo de los cristianos verdaderos, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, sostén de los que combaten bajo el estandarte de la Cruz, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, vínculo de nuestra caridad, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, guerrero vencedor de los errores, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, luz y esperanza a la hora de la muerte, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, nuestro auxilio segurísimo, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, que nos asistes en las necesidades, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, heraldo de la sentencia eterna, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, consuelo de las almas del Purgatorio, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, a quien el Señor encargó recibir las almas que están en el Purgatorio, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, defensor de los derechos de Dios, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, grande y poderoso, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, cuyas oraciones conducen al Reino de los cielos, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, encargado por Dios para recibir a las Almas en la hora de la muerte, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, Príncipe de los primeros príncipes, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, siempre a favor de los hijos de Dios, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, nuestro Abogado, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, vencedor de Lucifer, …¡ruega por nosotros! 
 San Miguel, patrono de los moribundos, …¡ruega por nosotros!
 San Miguel, Patrón nuestro, …¡ruega por nosotros!

 Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, - ¡Perdónanos, Señor! 
  Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo …- ¡Óyenos, Señor! 
 Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo … - ¡Ten piedad de nosotros!
 Cristo, ¡óyenos!
 Cristo, ¡óyenos! 
 Cristo, ¡escúchanos!
 Cristo, ¡escúchanos! 
 Señor, ¡ten piedad de nosotros!
 Señor, ¡ten piedad de nosotros! 
 Cristo, ¡ten piedad de nosotros!
 Cristo, ¡ten piedad de nosotros!
 Señor, ¡ten piedad de nosotros! 
 Señor, ¡ten piedad de nosotros! 
 Padre Nuestro… 

 San Miguel defiéndenos en la batalla para que no perezcamos en el día tremendo del juicio. Ruega por nosotros, Arcángel San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Cristo, para que seamos dignos de alcanzar sus promesas. Amén.


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