sábado, 17 de octubre de 2015

DE LOS RESPETOS HUMANOS


4 comentarios:

  1. He ahí el verdadero sentido de "No juzguéis y no seréis juzgados" (Lc 6,37, Mt 7,1), que lo que quiere decir es "Del modo como juzguéis seréis juzgados", es decir, "con la medida que midáis seréis medidos" (Mt 7,2).
    Pero no es que Dios prohíba juzgar, lo que prohíbe es juzgar injustamente. Por eso dice que "Si tu prójimo peca, repréndelo" (Lc 17,3), y también nos manda "Juzgad con juicio justo, no según las apariencias" (Jn 7,24).
    Esa laxitud de "¿Quién soy yo para juzgar?" , que no tiene verdadero sustento bíblico como se acaba de demostrar, hace muchísimo mal, pues así se desatan sin freno todos los males, y los que tienen que denunciarlos no los denuncian, y los que tienen que corregirse no se corrigen. ¿Resultado? El mundo que tenemos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "CUANDO EL ERROR NO ES COMBATIDO,
      TERMINA SIENDO ACEPTADO;
      CUANDO LA VERDAD NO ES DEFENDIDA,
      TERMINA SIENDO OPRIMIDA"
      San Félix III, Papa

      Eliminar
  2. Malditos respetos humanos cuando debo decir y callo, cuando debo de aclarar y no me atrevo a aclarar, cuando debo defender lo justo y dejo que la injusticia hable y se imponga, cuando debo de defender mi Fe y me da miedo lo que otros piensen de mi, o de perder "amigos" por herirlos, porque no comparten mi credo.

    Malditos respetos humanos que hacen que los hombres acobardados nieguen ser humildes, la de tener mansedumbre, la dignidad hermosa de la castidad, la de corromperse para conservar una posición o un estatus, la de avergonzarse en mostrar su espiritualidad religiosa, malditos respetos humanos que hacen negar al hombre tibio, La Suprema Omnipotencia, Omnisciencia y Omnipresencia Del Creador.

    Sera hasta cuando estemos sin El Padre Amoroso y La Madre Protectora, para darnos cuenta lo que teníamos, y que perdimos la oportunidad de manifestar nuestro Amor a El, en el mundo que no Lo Ama.

    Sera el rechinar de dientes, al comprender, el bien que se perdió, y el mal que se recibe mas allá de esta vida, por haber tenido mas respeto por lo que piensan y quieren los hombres soberbios, que lo que con humildad y Amor nos pide Dios para nuestra propia salvación.

    Malditos respetos humanos, si hicieran que me retractara para llamarle justo a lo injusto, bien a el mal, verdad a la mentira, o darle la razón al que engaña.

    Malditos respetos humanos que me hagan temer mas a los juicios de los hombres, que a Los Santos Juicios De Dios.



    ResponderEliminar
  3. Si a las cosas o actos no se les llama por su nombre, es por que se teme perder el respeto o favores de quien comete la el acto, que el mismo le llama de otra forma, para engañar mintiendo.

    Cuando algún jerarca de la Iglesia predica un evangelio diferente y contrario al que recibimos de Jesús, San Pablo lo llama ANATEMA -- maldito --, por lo tanto no debe estar dentro de la comunidad Católica -- debe ser excomulgado --.
    San Pablo en su carta a Galatas, lo dice claro : " Pero si aun nosotros o un ángel del cielo predicara un evangelio contrario al que les hemos predicado sea maldito" .
    Para entenderlo claro, " Pero si aun nosotros o un ángel del cielo, un papa, un obispo o un sacerdote ....", es maldito si contradice El Evangelio De Cristo y Su Doctrina.

    Entonces queda claro que quien debería denunciar estas predicaciones
    ex- cátedra, de todos los jerarcas que le llaman bien a el mal, que pretenden imponer una doctrina en la Iglesia De Cristo, contraria a Cristo, ¿le temen a los respetos humanos de estos jerarcas, que por según su predica no son de Cristo?

    Los mismos que dicen "¿ Y yo quien soy para juzgar a los homosexuales?", pero que si se atreven a juzgar a los Sinodales que no están de acuerdo en las propuestas de que reciban La Comunión los divorciados y vueltos a casar, y la "tolerancia" a los que tienen desvíos sexuales, que hasta los tachan de ser contrarios al papa?.

    O calientes o fríos, bien definidos, pero no ambiguos, o miedosos a los respetos de los ANATEMAS, no tibios, porque a estos El Señor de Su Boca los vomitara.
    Así lo anuncia San Juan en El Apocalipsis, inspirado por La Luz Divina.

    ResponderEliminar