Se entiende que se rece con las condiciones que ha de tener toda oración.
Si no sois escuchados, haréis un favor a Don Bosco escribiéndole.
Si yo llego a saber que uno de vosotros ha rezado bien, pero en vano, escribiré inmediatamente una carta a San Bernardo diciéndole que se equivocó cuando dijo: “Acuérdate oh Madre Santa, que jamás se oyó decir que alguno te haya invocado sin tu auxilio recibir”...
Pero, podéis estar seguros de que no ocurrirá que tenga que escribir una carta a san Bernardo.
Y, si tal me ocurriese, entonces el santo Doctor sabrá encontrar en seguida algún defecto en la oración del suplicante…
Palabras dadas por Don Bosco a sus alumnos el 20 de mayo de 1877
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