- Debemos acudir considerando que la Santa Misa es el mismo e idéntico sacrificio del Calvario, celebrado de manera incruenta (sin derramamiento de sangre), para aplicar su virtud salvadora a la remisión de nuestros pecados. No es una simple conmemoración de la pasión y muerte de N. S. Jesucristo sino que es un sacrificio propio y verdadero. Nuestro comportamiento debe ser acorde con esta realidad, meditando la santidad del misterio que presenciamos. Tantos abusos litúrgicos que hoy se estilan denotan falta de fe y comprensión de que la Misa es un verdadero sacrificio propiciatorio.
lunes, 7 de marzo de 2016
DISPOSICIÓN DE NUESTRA ALMA PARA ASISTIR AL SANTO SACRIFICIO DEL ALTAR
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