Oh Señora y madre mía, yo me ofrezco enteramente a vos y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén
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