jueves, 15 de julio de 2021

CONSAGRANDO LAS ÚLTIMAS DOS HORAS DE NUESTRA VIDA A LA SANTÍSIMA VIRGEN


Postrados a vuestros pies, y humillado por mis pecados, con plena confianza acudo a Vos, ¡Oh María! Os ruego aceptar la petición que mi corazón os viene a presentar, por los últimos momentos de mi vida. Madre querida, deseo pedir Vuestra protección y maternal amor. A fin de que, al instante decisivo, hagáis todo cuanto Vuestro Amor os sugiera en mi favor. 

 A vos, oh, Madre de mi alma, consagro Las últimas dos horas de mi vida. Apresuraos a mi lado, y recibid mi último suspiro. Y cuando la muerte haya destrozado el hilo de mis días, presentar mi alma a Jesús, diciéndole “Yo la amo”, esa única palabra Vuestra, bastará para asegurarme la bendición de Dios, y la dicha de contemplaros por la eternidad.

¡Oh Madre y Esperanza mía! En Vos confió. Y mi confianza no será en vano. ¡Oh María! ¡Rogad por Vuestro hijo y conducidle a Jesús! Amén. 

 "Abandonar a la Madre es un solo paso de abandonar al Hijo".

  Rev. Fr. Ildefonso M. Izaguirre. O.P.

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