martes, 26 de junio de 2012

CONFIESO MI FLAQUEZA


Confesaré, Señor, contra mí mismo mi iniquidad; te confesaré mi flaqueza. Muchas veces es una cosa bien pequeña la que me abate y entristece. Propongo pelear varonilmente; mas en viniendo una pequeña tentación me lleno de angustia. Algunas veces de la cosa más despreciable me viene una grave tentación. Y cuando me creo algún tanto seguro, cuando no lo advierto, me hallo a veces casi vencido y derribado de un ligero soplo.

Mira, pues, Señor, mi bajeza y fragilidad, que te es bien conocida. Compadécete, y sácame del lodo, porque no sea atollado, y quede desamparado del todo. Esto es lo que continuamente me acobarda y confunde delante de Ti; ver que tan deleznable y flaco soy para resistir a las pasiones. Y aunque no me induzcan enteramente al consentimiento, sin embargo me es molesto y pesado el domarlas, y muy tedioso el vivir así siempre en combate. En esto conozco yo mi flaqueza, en que las abominaciones e imaginaciones más fácilmente vienen sobre mí que se van.

Fuente "Imitación de Cristo" 
Visto en Tradición y Patria
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1 comentario:

  1. Como anillo al dedo en estos momentos, me da mucha rabia que sobrepaso una gran tentacion para momentos despues darme cuenta que estoy lleno de pecados veniales y que realmente parece imposible salir del lodo. Cuando uno sobrepasa lo que uno conoce que es su punto mas flaco, el corazon pareciera invadido por los lados mas seguros. Si me ocupo de las tentaciones "faciles de pasar", mi lado debil cae. Cuanta razon dice "me es molesto y pesado domarlas, y muy tedioso el vivir asi siempre en combate". Si me cuido de los pecados de la carne, mi lengua se desata, si me ocupo de mi boca, mis manos crean violencia, y si ato mis manos mi mente se llena de imagenes y pensamientos que llevan al error... pareciera el cuento de nunca acabar... es realmente dificil seguir a Cristo!!!

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