Los fieles católicos entraron y comenzaron a rezar el rosario en latín, ante lo que era una misa heterodoxa y blasfema.
Fueron denunciados y hoy se enfrentan a una investigación de un juzgado de lo penal portugués. Su portavoz, Rafael Da Silva, ha declarado que «nos encontramos como en la crisis arriana, pero acabaremos restaurando la fe y recuperando nuestras iglesias (…) no deseábamos hacernos famosos sino que nuestro objetivo es ir al cielo. Todos los que fuimos, luchamos por Cristo».
Han pedido oraciones, en vista de la instrucción penal que les han incoado.
Agencia FARO. Foto: José Fernández. Fuente: LA ESPERANZA
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