María, siempre que ha vuelto su mirada maternal a la tierra, en Lourdes, como en las apariciones de la medalla milagrosa, en La Salette, en Fátima, se ha manifestado solícita y amorosa hacia sus hijos, los pobres pecadores. Ella, en la maravillosa gruta de Massabielle, antes de revelarse — «YO SOY LA INMACULADA CONCEPCIÓN» —, pide a la inocente Bernadette oraciones y penitencias por los pecadores. ¡Oh! Eres, en verdad, toda hermosa, oh María Inmaculada, y llena de Misericordia.
lunes, 8 de diciembre de 2025
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